Papel de Arbol

martes, 19 de julio de 2016

LOS NIÑOS SON LOS QUE SABEN QUERER

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 Cuba se encuentra actualmente inmerso en un proceso de actualización de su modelo económico, tomando como base los Lineamientos de la Política Económica y Social aprobados en 2011. Pese a las complejas transformaciones que se llevan a cabo en el país, ha habido en todo momento un compromiso explícito del Gobierno y sus instituciones de mantener los logros alcanzados en la protección de la infancia y la adolescencia.

Como cada tercer domingo del mes de julio se celebró este 17 en todo el archipiélago cubano El Día de los Niños, y el Palacio de Convenciones de La Habana acogió a los 270 delegados a la Asamblea Nacional de la Organización de Pioneros “José Martí”, que agrupa a los niños cubanos y tiene una relevante presencia en las escuelas del país, según un comentario del especialista Pedro Martínez Pírez.

Según la Agencia Cubana de Noticias el primero y más grande de los aplausos de los delegados a la Asamblea estuvo dedicado a Fidel Castro, considerado el Pionero Mayor, quien el próximo 13 de agosto cumplirá 90 años de edad, y recibe por estos días el homenaje de las organizaciones e instituciones de Cuba.

La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas recomendó en 1954 que se instituyera en todos los países un Día Universal del Niño y sugirió a los gobiernos que celebraran ese día en la fecha que cada uno de ellos estimara conveniente.

La ONU celebra dicho día el 20 de noviembre para conmemorar la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y de la Convención sobre los Derechos del Niño aprobada tres décadas después. En Cuba se celebra como ya dijimos el tercer domingo del mes de julio, cuando los niños disfrutan sus vacaciones escolares, y lo hacen en todos los municipios y provincias del país mediante la realización de actividades recreativas, culturales y deportivas.

El último informe de UNICEF, la Organización de la ONU para la infancia, advirtió que casi 70 millones de niños podrían morir en el mundo antes de cumplir los cinco años de edad si no se toman medidas urgentes para reducir la mortalidad infantil y sacar de la pobreza a millones de personas.

En Cuba, país pobre y bloqueado por la mayor potencia imperialista de la historia, todos los niños van a la escuela y los indicadores de mortalidad infantil están entre los más bajos de América. No hay un solo niño abandonado a su suerte deambulando por las calles, y las dificultades económicas de las familias no llegan, como en otros países, a la miseria extrema.

Y se cultiva en las escuelas cubanas la obra de José Martí, quien legó a maestros y alumnos ese extraordinario pensamiento que recomienda trabajar para los niños, “porque ellos son los que saben querer, porque ellos son la esperanza del mundo”. La Habana, 18 de julio de 2016.

El Estado cubano ha mostrado una fuerte voluntad política para garantizar el adecuado desarrollo y bienestar de su infancia. Distintos datos e investigaciones muestran el alto nivel de protección y desarrollo que poseen los niños, niñas y adolescentes de la Isla especialmente en relación con la cobertura educativa y la atención a la salud materno-infantil.

La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) entró en vigor en Cuba el 20 de septiembre de 1991, cuando fue publicado su texto íntegramente en la Gaceta Oficial, con una declaración firmada por el Presidente del Consejo de Estado de la República de Cuba. De esta manera, los derechos de la niñez y la adolescencia quedaron refrendados en un cuerpo legal.

Actualmente Cuba cuenta con 11,2 millones de habitantes, de los cuales 2,3 millones corresponden a la población con edades por debajo de los 18 años; lo que constituye un 21 % del total.



Los sectores poblacionales con más desventajas son aquellos que poseen menores ingresos monetarios, viviendas deterioradas, alimentación deficiente, discapacidades, viven en lugares de difícil acceso, o constituyen familias con hábitos y conductas de riesgo. No obstante, existe una atención del Gobierno a las poblaciones infantiles y adolescentes más desfavorecidas.
La tasa neta de matrícula en la enseñanza primaria es del 99.1%, y la tasa bruta de escolarización en la educación secundaria del 96.4%, con altos índices de paridad de género en todos los niveles de enseñanza. Por otra parte, todos los nacimientos son registrados y un 99.9 % de los mismos ocurre en instituciones de salud, asistido por personal calificado.

En 2015, Cuba se convirtió en el primer país del mundo que ha sido certificado como libre de la transmisión materno-infantil del VIH y la sífilis congénita. Este logro ha sido posible gracias a los esfuerzos del Estado con el apoyo de la cooperación en garantizar la atención prenatal, con un promedio de 10 controles por embarazada, el parto institucional con personal calificado, la prueba serológica y de detección del VIH durante el embarazo con vigilancia activa de las embarazadas con serología positiva para el VIH o la sífilis, y el acceso al tratamiento antirretroviral según lo establecido por los organismos internacionales.

El Estado prioriza el desarrollo integral de la primera infancia con programas de educación y salud como el Programa de Atención Materno-Infantil, el Programa “Educa a tu hijo” y la atención en los círculos infantiles. La cobertura de atención a la primera infancia es del 96 %, mediante modalidades formales y no formales.

La atención a personas discapacitadas es prioritaria en la política social dirigida a elevar su calidad de vida y la igualdad de oportunidades. El Ministerio de Educación y otras instituciones, en vínculo con las familias y comunidades, han comenzado a aplicar otras variantes de inclusión socio-educativa, con la incorporación de niñas, niños y adolescentes con discapacidades a las aulas de enseñanza regular en los niveles preescolar, primario y secundario, así como en el programa “Educa a tu hijo”. Esto implica desafíos que involucran a los docentes y a las familias.

La mortalidad por accidentes sigue siendo la primera causa de muerte de niños y niñas entre 5 y 9 años, y de adolescentes entre 10 y 19 años.

Persisten algunas carencias nutricionales:
- La anemia ligera por deficiencia de hierro continúa siendo un problema de salud pública. En 2011, en el tercer trimestre del embarazo fue del 21,6 %; y en niños y niñas de 6 a 35 meses, del 31,3 %. En la región oriental, la anemia ligera afecta al 39,5 % de los niños menores de 2 años. 

- El sobrepeso y la obesidad muestran una tendencia ascendente, con presencia en el 17,6 % de los niños y niñas menores de 5 años. 
- La duración media de la lactancia materna exclusiva (LME) en niños y niñas entre 0 y 35 meses es de 2,9 meses. 

- El estado de la vitamina A en preescolares revela una deficiencia subclínica leve en las provincias orientales, y moderada en la región occidental. La mayor prevalencia de Desórdenes por Deficiencia de Yodo (DDI), por sus siglas en inglés, se da entre escolares de la región montañosa y alcanza un valor del 32,6 %.


La edad de responsabilidad penal es de 16 años. Existen tres Centros de Protección para Niños, Niñas y Adolescentes y otros servicios que cumplen similares funciones en diferentes provincias para la atención especializada, y de forma no revictimizante, de niños y niñas víctimas de delitos y de otros daños a su integridad y desarrollo.

En Cuba hay unos 400 niños y niñas sin amparo familiar viviendo en instituciones (hogares para niños y niñas sin amparo familiar). Estas son regidas por el Ministerio de Educación, fundamentalmente a través de las direcciones de Educación Preescolar y Especial. El Estado aporta recursos humanos, materiales y financieros para que la vida en ellas se desarrolle de la manera más cercana posible a las condiciones de un hogar familiar, con  número reducido de niños y niñas  (no más de 20).

El programa “Por un mundo al derecho”, liderado por el Ministerio de Justicia e integrado por varias instituciones y organizaciones, ha impulsado la promoción de una cultura de derechos.  Los estudios realizados muestran un aumento paulatino de los conocimientos sobre la legislación nacional y la CDN, así como oportunidades para fortalecer la participación significativa de niños, niñas y adolescentes en asuntos que les competen.

Para que las nuevas generaciones asuman el rol de protagonistas activos en la actualización del modelo cubano y ejerzan su ciudadanía de manera más efectiva, es importante continuar promoviendo la participación significativa de los adolescentes también desde la cultura y el deporte.

El creciente pero aún limitado acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones abre un abanico de percepciones, intereses y aspiraciones en el universo infantil y adolescente cubano. Los pasos dados por Cuba en este aspecto deberán sostenerse e ir acompañados por esfuerzos adicionales para el mejoramiento de su calidad.

Fuentes

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