Sam no es mi tío
"Al gobierno de USA le dicen Tío Sam (Uncle Sam, en
inglés) y los impuestos es el dinero del Tío Sam, que es sagrado. IRS (internal
revenue service) servicio de impuestos internos
Por Jorge Zavaleta Alegre (Lima) -Jorge Zavaleta Alegre- 17/02/2019 0
Las pequeñas ciudades de los Andes latinoamericanos han
quedado abandonadas por la acelerada diáspora de los jóvenes hacia las urbes
provinciales y regionales… Solo quedan los abuelos y nietos, con la ilusión de
un reencuentro futuro. Hoy este fenómeno irreversible desespera a la familia
tradicional, cuya geografía marcaba fronteras infranqueables entre chacra y
urbe.
La migración, los migrantes, no son vistos con buenos ojos,
si los protagonistas son del Sur al Norte. El pensamiento y la acción del
dinero legal o clandestino, provocan sensaciones patológicas, tratando de
paralizar el planeta, olvidando que las raíces históricas de EEUU o Europa no
se pueden entender sin la Migración.
Una nueva mirada nos ofrecen veinticuatro cronistas que
participan en Sam no es mi tío, escritores, periodistas, y académicos
latinoamericanos que se propusieron narrar América, las Américas. Recoge,
posiblemente, una fracción pequeña de los millones de migrantes, que
caracteriza la fundación y desarrollo de USA, país que concentra la cuarta
parte de la riqueza industrial del planeta. 25% del PBI representa este país,
cuya presidencia republicana se empecina en levantar un muro de 7 mil
kilómetros, siguiendo el curso del Rio Bravo.
La historia oficial soslaya que EEUU es fruto del concurso
del planeta, de la población Latinoamericana y del Africa que aún mantienen una
relación asimétrica. Y cualquier futuro, para todos los habitantes de otras
regiones dependerá de cuánto debemos apostar por la humanidad entera para
garantizar la vida que nos prodiga el Planeta.
Los autores de Sam no es mi tio, desde el título, nos induce
a la lectura obligada. Los comentarios, la realidad está compuesta por millones
de historias como las suyas que conforman nuestras sociedades. Promesas de
unidad, después de dos años de gobierno unilateral, induce en la necesidad
impostergable de entender que el mañana no es un proyecto económico social para
una parte sino crear condiciones para todos.
Estas crónicas son los relatos de la microhistoria americana
contemporánea. Donde las eternas migraciones, la violencia, las partidas y los
regresos, el éxito y la derrota, los cruces lingüísticos y culturales, el
racismo y la xenofobia cohabitan dentro de un relato que permanecerá siempre
incompleto.
El lector de estas crónicas va a acompañar trayectos tan
fascinantes como familiares. Se acercará a mundos bajos de los que ya escuchó
hablar alguna vez. Reirá y sufrirá con los protagonistas de historias reales,
tan reales como las de aquel amigo, aquella prima, aquel padre que se fue al
Norte, pero nunca contó qué pasó por allá. O la de una mujer y su amante que
ven por la tele la caída de las Torres Gemelas mientras especulan si su esposo
murió en el ataque; o un norteamericano que se dedica a defender latinos pobres
que más tarde lo van a traicionar.
(Sam no es mi tío: Veinticuatro crónicas migrantes y un
sueño americano (Spanish Edition) Kindle Edition, by V.V. A.A (Author), Diego
Fonseca (Author, Editor), Aileen El-Kadi (Editor)
Creo que uno de los temas de este libro adquiere más
importancia en tanto plantea que es prioritario entender que sino hay salud
mental de todos, seguirá multiplicándose los dramas de la depresión de
millones, entre otros efectos. Dejar su tierra natal e insertarse a la economía
del trabajo resulta, hoy más que nunca, una quimera. El desencuentro fatal de
volver a la comarca es muy doloroso, porque oportunidades no hay para todos. El
Norte está lejos, muy lejos aún, del Sur.
Recordemos a Hipócrates (460-377 AC), el médico griego
considerado el padre de la medicina, distinguió entre la frenitis, que sería el
delirium febril, la manía o delirio violento, la melancolía y la epilepsia. Los
médicos hipocráticos identificaron cuatro temperamentos: colérico, sanguíneo,
melancólico, flemático. Cada temperamento estaba originando por el predominio
de uno de los cuatro humores: bilis amarilla, sangre, bilis negra y flema. Con
la palabra Cacopatía, Hipócrates designaba de esta manera a los trastornos
psiquiátricos graves. Delirio de posesión por el demonio o por un espíritu
diabólico.
Melancolía es otro de los términos más antiguos de la
psiquiatría, ya lo empleó Hipócrates al referirse a la depresión. Se aplica en
la actualidad, a la depresión caracterizada por anhedonia grave, cualidad
distinta del estado de ánimo, falta de reactividad a los estímulos, despertar
precoz, empeoramiento por las mañanas, pérdida de peso, sentimientos de culpa,
marcado retraso psicomotor o agitación y anorexia o pérdida importante de peso.
OLEADAS PASADAS
EEUU desde su independencia a finales del siglo XVIII, ha
vivido diversas oleadas migratorias. El día de hoy, un modo de comprender el
alcance real de las migraciones pasadas y presentes es observando la
composición étnica, los ancestros de la mayor parte de sus habitantes. Otro
modo .es el mapa interactivo diseñado por Max Galka, de Metroscom, en el que
podemos repasar cómo ha sido el proceso migratorio a EEUU desde 1820 hasta
nuestros días.
El mapa ilumina los otros estados modernos que, en un
momento dado, más migrantes aportaron a Estados Unidos. Las personas se
representan en pequeños puntos de colores (cada punto son 10.000,
aproximadamente) que parten de su país de origen hasta el otro lado del mundo.
Así, por ejemplo, a mediados del siglo XIX la práctica totalidad de la
inmigración recibida en Estados Unidos era europea. El mapa ilumina de forma
especialmente países como Irlanda, Reino Unido y Alemania. Fue la primera
generación, la más exitosa hoy.
¿Por qué exitosa? Porque es la que mejor se ha asimilado con
el paso del tiempo, hasta el punto de como la alemana pasa desapercibida pese a
ser la mayoritaria en todo el país. Conforme avanzan los años, el patrón
migratorio hacia Estados Unidos cambia: a finales del siglo XIX son los países
de Europa del Este (húngaros, polacos), Irlanda y muy especialmente Italia los
que más población expatriada aportan al nuevo continente. Se suman también los
escandinavos: suecos y noruegos que pueblan el norte del país (Minnesota, las
Dakotas):
1850
A mediados del siglo XIX, los principales países que
aportaban migrantes a Estados Unidos estaban en Europa Occidental. Reino Unido
e Irlanda por un lado y Alemania por otro, además de Francia.
1890
La tendencia cambia a finales del siglo XIX, cuando se suman
otros países europeos. Los escandinavos, por un lado, Italia, por otro, y
numerosos estados actuales de Europa del Este como Hungría, Polonia o Rusia.
Hasta la Segunda Guerra Mundial, el grueso de la inmigración
hacia Estados Unidos es europeo, con puntuales aportaciones de México, Canadá o
China. Tras el conflicto, el patrón se modifica sustancialmente.
A partir de los sesenta, México comienza a liderar la
inmigración a Estados Unidos, acompañada de otros países latinoamericanos como
Cuba, Colombia o Argentina, mucho más minoritarios. Y a partir de los setenta,
el foco, además de en México, se traslada a Asia: la India, China y muy
especialmente Filipinas, de pasado colonial estadounidense, comienzan a copar
los primeros puestos.
1980
Tras la Segunda Guerra Mundial, Europa deja de aportar
inmigrantes en su gran mayoría. Ahora, la mayor parte de ellos provienen de
México y de un amplio abanico de países asiáticos, especialmente China y
Filipinas.
Durante los noventa aumenta el flujo migratorio (se alcanzan
los casi 10.000.000 de inmigrantes) con dos países a la cabeza: México, cuya
aportación neta de inmigrantes en las últimas cuatro décadas ha sido superior a
la de cualquier otro país del mundo, y China, además de otros estados
asiáticos.
GRUPOS ETNICOS
Otra forma de observar el proceso, de forma estática, es el
gráfico interactivo realizado por Natalia Bronshtein. En él, podemos seguir la
línea temporal de la migración en Estados Unidos a través de sus distintos
grupos étnicos, y el modo en el que ha cambiado a lo largo de los siglos
(europea en el XIX, reducida antes y durante la Segunda Guerra Mundial, americana
y asiática durante el siglo XX y XXI)
Las oleadas migratorias, ininterrumpidas prácticamente desde
su independencia, han configurado el actual cariz sociopolítico del país.
Hablamos de ello con motivo del futuro poblacional estadounidense: en base al
origen de los ancestros de cada ciudadano del país, el gobierno es capaz de
elaborar un listado de grupos de pertenencia étnicos (que son arbitrarios, pero
que permiten rastrear los orígenes migratorios del país). Como hemos comentado
antes, los “german-american” son el grupo étnico mayoritario hoy.
Estos son los diez grupos más numerosos según el actual
censo:
Alemanes 49.206.934 – 17.1%
Afroamericanos 45.284.752 – 14.6%
Irlandeses 35.523.082 -11.6%
Mexicanos 31.789.483 – 10.9%
Ingleses 26.923.091– 0
Gonzalo Fanjul, de la Fundación Foesa basa su análisis desde
una hipótesis simple: El régimen migratorio que prevalece en España, en
cualquier otro país europeo y, en menor medida, en las instituciones europeas
comunes es tan moralmente cuestionable como contraproducente. Viola los
derechos fundamentales, restringe las oportunidades individuales, limita el
crecimiento y el progreso nacional, y despierta los peores instintos de
nuestras sociedades. Lo que constituye sin duda uno de los retos fundamentales
de nuestras generaciones, es una fuerza en contra del interés común de los
países de origen y de destino, así como del de los propios migrantes. Un
régimen más favorable al desarrollo es a la vez un régimen más próspero y
seguro para los países de destino, y viceversa.
La pregunta clave que debemos abordar es si esta fuerza es
inamovible. La radiactividad y la polarización política que acompañan cualquier
debate sobre la migración sugieren que no hay alternativas al modelo imperante
excepto la de moverse dentro de los estrechos márgenes delas políticas que
hemos observado en Europa, los EEUU y cualquier otro país de la OCDE en los
últimos veinte años.
Un contexto marcado por una economía vulnerable (o una
recesión abierta, en el caso de los países del sur de Europa) no ayuda en este
sentido. Fanjul nos propone una postura más práctica, que evita un debate de
“absolutos” (inmigración sí o no) y trata de intentar la transformación de las
políticas migratorias españolas y europeas desde un enfoque más quirúrgico,
aunque progresivo: identificar las restricciones vinculantes que impiden las
reformas y sugerir unas medidas que las facilitarían.
En pocas palabras, nos propone abordar cuatro obstáculos
diferentes para una reforma inteligente de las políticas migratorias europeas:
institucionales, políticos, éticos y, finalmente, estratégicos. Este último no
sólo es fundamental para la construcción de alternativas para navegar las
complejidades políticas del debate sobre la migración, sino que estamos también
convencidos de que la construcción progresiva de una confianza mutua entre los
socios allanará el camino para cambios más ambiciosos.
Foto; Pacaritambo, en Cusco, tierra de donde salieron los
Hermanos Ayar para fundar el Imperio de los Incas.
Aunque se hacen numerosas referencias al caso español, en
todo momento las propuestas de Fanjul y otras investigaciones sociológicas
establece como marco de análisis el conjunto de la Unión Europea. La razón es
doble: a pesar de las apariencias, y con los matices que imponen gobiernos de uno
u otro signo, no existen diferencias fundamentales en el enfoque de las
políticas migratorias entre los diferentes países de la UE. En segundo lugar,
cualquier solución razonable a este reto debe pasar por la comunitarización de
las normas e instituciones que rigen la movilidad de los ciudadanos que no
pertenecen a la UE.
En un siglo donde las figuras de autoridad (ya sea a nivel
político o representantes de tradiciones espirituales) parece que no solamente
fallaron a sus multitudes, sino que incluso las engañaron de forma activa,
puede que los consejos vagos y poéticos de Gibrán hayan llegado para llenar un
vacío de integridad y liderazgo. No es necesario criticar a aquellos que han
leído sus obras (entre los que se incluyen figuras de la talla de John Lennon y
David Bowie) y que pueden que les hayan servido para expresar su amor, escribir
canciones de dolor o apaciguar sus temores existenciales.
GUERRA COMERCIAL
Trump quería una guerra comercial. Ya la tiene: China
anuncia aranceles a $50.000 millones China. En cambio en China el acuerdo se
está presentando de forma distinta. Aunque sí que hay un tono de satisfacción
general, no se menciona en ningún punto los 90 días de negociaciones sobre los
temas no arancelarios que EEUU lleva años mencionando. Y es más, en WeChat, el
sistema de mensajería por excelencia de China, no es posible compartir la nota
de prensa de la Casa Blanca.
.¿Optimismo? Lo que está claro es que las tensiones entre
China y EEUU se han rebajado. Ahora quedan esos 90 días de negociaciones que
son un gran escollo, pues China lleva empleando esta estrategia para acaparar
tecnología y propiedad intelectual muchos años (aunque realmente ya no es
necesario, ya que China innova por su cuenta de sobra). Los mercados, desde
luego, se han tomado esta reunión como una buena noticia y suben con fuerza en
Asia y EEUU. Tenemos 90 días más para respirar.
Al final los emigrantes en general no son tontos y no se
mudan a países a tener peores condiciones, ya sean los miles que van de los
países del sur de Europa a Alemania o los latinos que van a EEUU.
Pekín hace uso de experiencias similares para fomentar los
vínculos con los países en vías de desarrollo, como puede ser recordar las
dificultades durante un proceso de descolonización. Los líderes chinos tampoco
pierden tiempo en explotar los errores de la presidencia de Trump. Por ejemplo,
China busca un lugar en la industria petrolera iraní en un momento en el que la
amenaza de las sanciones estadounidense hace que las empresas europeas se echen
para atrás.
China también es capaz de ganar peso en Latinoamérica porque
no cuenta con un bagaje histórico con el continente. China ha sido capaz de
utilizar su experiencia en cuanto a desarrollo económico para posicionarse como
una posible fuerza alternativa y ganar peso en la zona.
Todo un debate, el seguimiento y preocupación de una drama
que involucrar, debiera involucrar, a todos.
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Jorge Zavaleta Alegre
(Lima)
Corresponsal en Latinoamérica