Papel de Arbol

viernes, 13 de enero de 2017

VIDA DE CAMIONEROS



Jorge Zavaleta Alegre
Grupo El Mercurio de España, Corresponsal en EEUU.

http://www.elmercuriodigital.net/p/nosotrs.html
Crónica dedicada a Bob Camerieri, MA, 01.16.2017

La historia de América está  saturada de  violencia y quizá el mayor aporte  en pro de la integración proviene de los camioneros que unen los pueblos con su acción cotidiana, superando dantescas cumbres y precipicios  de geografía de este  continente.

Si a principios del siglo XVI, en  Cajamarca, los conquistadores españoles  quebrantaron el  Tahuantinsuyo, asesinando al Inca Atahualpa, cinco siglos después, los ra los campesinos, en un territorio de socavones de oro y plata, donde los jóvenes podían ser formados para administrar la tierra dentro de un proceso integral de reforma apolíticos de siempre sepultaron, por ejemplo, un instituto moderno de educación pagraria y  minera, presidida por el  general de las FFAA  Juan Velasco Alvarado (1968-75), que también fue boicoteada.

El promotor de ese proceso  de integración pacífica, Obispo  Dammert  Bellido, siempre  incidía en la indispensable  capacitación de los pobladores para conseguir la unidad  de las  regiones y así salir del atraso secular. En ese contexto  dedicó estudios sobre la función  de los caminos y  el rol de los camioneros, como promotores del progreso. Estos nuevos conquistadores de la  caprichosa  geografía  de los andes, tienen la capacidad  de convertir un Chevrolet en un Ford o  viceversa, figura  literaria que simboliza el  ingenio  y la capacidad necesaria para cruzar  y dominar caminos más difíciles. 

Pues en el siglo XXI el conducir un vehículo no solo es disfrutar del coche, sino también del entorno. A carreteras famosas como el puerto de Stelvio, en los Alpes italianos, la Ruta 66, en EEUU, desde hace casi un siglo se ha unido la espectacular Carretera Panamericana.

Esta vía tal vez no sea tan técnica como conducir  en el Nürburgrig, pero ofrece nada menos que casi 26.000 kilómetros de extensión. Uno de los sistemas carreteros más largos del mundo, para unir América, señala una investigación de Adrián Gastelum.

La Carretera Panamericana no es una sola carretera, son muchas. Es decir, desde su comienzo en el extremo sur de Argentina hasta Alaska, la vía  tiene varios ramales que se dividen a partir del original; tramos creados para beneficiar a ciertas comunidades desde el punto de vista turístico y social.

La Panamericana tiene una historia digna de ser contada, ya que la idea de su construcción se remonta a 1880 y ni siquiera hoy está totalmente terminada.

El origen histórico de la Carretera Panamericana inició su andadura con el Imperio Inca (entre los siglos XIII y XVI), con los llamados "caminos del Inca", Capacñan, en quechua. Éstos conformaban un extenso sistema de rutas que conducían a la ciudad peruana de Cuzco, que en lengua nativa significa "ombligo del mundo". La  iniciativa más reciente para su construcción comenzó en 1880 cuando el gobierno de los Estados Unidos decidió unir todo el continente americano por medio de un ferrocarril Intercontinental que conectara a Alaska con la Patagonia, en el sur del continente.

Entre atrasos por falta de fondos y ciertos problemas políticos en los países que debía recorrer la línea férrea, el proyecto se atrasó muchos años. Para cuando se retomó, el tren ya no era el medio de transporte principal, sino que era el automóvil. El proyecto original del tren dejó paso a una carretera que pudiera unir toda América.

La Carretera Panamericana no fue abierta sino hasta 1943, en que se liberaba el primer tramo de 960 kilómetros. Con el paso de los años, casi todos los países de América se unieron a la construcción de la Carretera Panamericana.

Aún existe un tramo de 87 km de selva montañosa, ubicado entre el extremo este de Panamá y el noroeste de Colombia, llamado el Tapón de Darién, que ha sido paralizado debido a que debería atravesar por zonas ecológicamente protegidas.

El resto de los tramos han podido finalizarse y ni siquiera el canal de Panamá ha logrado interrumpir el paso de la Panamericana, que atraviesa el canal por imponente el Puente de las Américas.

La diversidad de topografías que recorre "la Panamericana" hace que atraviese zonas montañosas, desérticas y selváticas. En algunos tramos es casi imposible pasar cuando llega la época de lluvias, el invierno o el verano, ya que el clima extremo es otra característica a tener en cuenta por los aventureros que deciden realizar el recorrido completo.

Pero las  grandes empresas  que viven del erario o presupuesto de los Estados  presionan nuevos caminos para facilitar el comercio, pero al mismo tiempo burlan el pago  de impuestos, propician negociados que la imaginación se  trunca.

Corresponde a los  Bancos de Desarrollo como BM, BID CAF, propiciar las condiciones de endeudamiento de los  Estados, con extrema supervisión, para eliminar la debilidad  de  gobernantes, muy  dóciles al halago,  donaciones y  contratos generosos con  consorcios como  Odebrecht-FAO, para hacer realidad la red interamazónica IIRSA.

La  corrupción en Latinoamérica ha crecido  tanto  que cada metro de carretera implica sacrificar fondos para  educación, salud mental y cultura.  El reparto presupuestal de cada año “no es una operación marcada por las necesidades vitales de la  nación, sino  un reparto entre  buitres hambrientos”, en palabras  de un prestigiado  rector de la  Universidad  Nacional de Ingeniería  y  ministro de  Educación del Perú  en los primeros años de este  siglo XXI.


Juan Zevallos, natural de  Huarochirí, sierra de Lima,  describe las bondades del  camionero, como el  encontrar  un amor en cada pueblo o sufrir la obligada lejanía  de sus hogares, además  de librar  batallas  como el Quijote contra los molinos de viento: “Llevaba el camión cargado de motores para ser instalados en lugares  remotos. La tarea es  muy fácil  cuando  se viaja por una pista de doble vía, como la de Los Libertadores en Ayacucho, pero  llegar a las pequeñas comarcas es casi un ritual. Uno se encuentra con avisos y controles  que obligan a detenerse. No hay paso, no  hay paso. Me bajo del camión y le pido al custodio que levante la tranquera. Y él me pregunta de dónde soy. Le respondo de Huarochirí. Para usted si hay paso porque solo los paisanos nacidos en esta ciudad, tienen la valentía y destreza para conducir la pesada carga  al filo de precipicios de cientos  y miles de  metros de profundidad.  Si el camión se cae no hay posibilidad alguna para recoger los muertos o las partes  del gigante vehículo. Es tan peligroso como  trabajar con  algunas empresas o ministerios que atienden a las provincias”. 


CAMIONCITO ROJO
https://www.youtube.com/watch?v=q21lQfgYkQ0

La Lira  Huaylina, uno de los  grupos musicales más conocidos en el Perú, que camina cerca de un primer siglo, por miembros de la Familia  Flores  Vásquez y amigos de la  Región Ancash, se suma a la caravana americana de reconocimiento  de los Camioneros a la mayor integración  cultural. Las letras  de la  canción Camioncito  Rojo son las siguientes: