Papel de Arbol

jueves, 27 de junio de 2013

PAPELDEARBOL: Voluntarios por una nueva ONU

PAPELDEARBOL: Voluntarios por una nueva ONU: Jorge   Zavaleta Alegre. Cambio16. Madrid D esde el recinto de la  desaparecida Cámara de Senadores del Parlamento Peruano,  miembros ...

Voluntarios por una nueva ONU

Jorge  Zavaleta Alegre. Cambio16. Madrid

Desde el recinto de la  desaparecida Cámara de Senadores del Parlamento Peruano,  miembros del  voluntariado juvenil y universitario de la ONU plantean una mayor atención a las estrategias de lucha  contra la pobreza  y apoyo al desarrollo local.
Voluntarios plantean reformas de la ONU, desde el Parlamento peruano

Esta exhortación,  expresada durante la celebración del Día Internacional del Voluntariado, incluye una reforma de las Naciones Unidas, no solo desde su sede en Nueva  York sino  una mayor inclusión de voluntarios  en las decisiones de la  organización, entre otros puntos de los desafíos del Milenio.

La demanda surge  del balance de un proyecto realizado por el Ministerio de la Mujer y  Poblaciones Vulnerables  MIMP 2010 - 2013 con el apoyo del PNUD y su Programa de Voluntarios –UNV en materia de descentralización.

El apoyo internacional a esa iniciativa empezó en Ica, región azotada por el terremoto de agosto del 2007, con  voluntarios de Dinamarca y España, quienes instalaron una oficina para promover  la formalización de la propiedad urbana y  facilitar la reconstrucción de las ciudades afectadas. Más de diez voluntarios internacionales acompañaron  a las comunidades víctimas  del desastre, capacitando en sus asuntos legales de propiedad de viviendas y construcción antisísmica.

El voluntariado juvenil ha contribuido también  en el diseño  de este movimiento como un Sistema Nacional, el fortalecimiento  de la dirección  de Beneficencias Públicas  y Voluntarios,  una propuesta de un Plan Nacional, actualmente en proceso de validación, y asistencia técnica  a gobiernos regionales  y locales.  A largo de dos años se han generado espacios técnicos de diálogo y el fortalecimiento de la Red Perú.

Trabajando juntos varios gobiernos regionales han logrado alianzas estratégicas, ordenanzas municipales, proyectos o servicios de carácter  social, asignación de personal  responsable en gerencias de desarrollo, movilización masiva de voluntarios.

Tales avances y otros  indican que el Voluntariado como organización  formal fortalece sus propuestas para  una gran reforma de las  Naciones Unidas. Así lo reconocen en su reciente libro El Oro de la Aldea,  el sociólogo  y educador Julio Rojas Julca, primer  viceministro de Poblaciones Vulnerables y el  ingeniero Julio Kuroiwa, expertos que plantean el desarrollo local como el primer eslabón del proceso de globalización.
P.Rojas,Jessica Oliveira,JulioRojasJulca,RebecaArias y representante AECI:
Promotores del Voluntariado MIMP-ONU en Perú 

El Informe de Desarrollo Humano de la ONU, 1995,  señaló que pese  a las restricciones informativas la estimación del trabajo  no remunerado,   ascendía a un 70% de PBI. De ese valor  el 80%  correspondía al de las mujeres. En el Perú, se puede cuantificar el aporte económico del voluntariado  en 1% del PBI nacional.

Tales cifras revelan el alto valor económico y social del trabajo voluntario, porque  se basa en la solidaridad y el apoyo mutuo de la exclusión a la inclusión. El voluntariado forma líderes juveniles  y los convierte en agentes de cambio.

La Agencia Española de Cooperación Internacional para el  Desarrollo - AECID  reconoce  los avances del voluntariado y acaba de renovar con el Perú el Protocolo de 
Cooperación  por otros cinco años más, no obstante la profunda crisis que sufre España y casi todos los países de la Unión Europea.

Lo importante es que este voluntariado sea más abierto, profundamente democrático para dar oportunidad a los mejores estudiantes universitarios  de las provincias y distritos a incorporarse a la función pública o privada, porque es estos jóvenes están   más vinculados a su realidad y requieren, por cierto, de un ingreso económico permanente.

Varios países de América Latina no tienen Ley de Voluntariado o una entidad estatal que se ocupe  de este tema. El respaldo jurídico garantiza que el Voluntariado facilita el acceso al mercado del  trabajo y convierte a sus integrantes en sujetos de cambio de sus comunidades.  Lo dicho constituye una plataforma para que la ONU se democratice más y sea el fiel reflejo del sentir de los pobladores de la  Región  que aún superviven en condiciones precarias.

En el mundo hay  diferentes movimientos que respaldan la globalización  en la idea de que para combatir la pobreza y la desigualdad las actuaciones debían ser globales y muy diferentes a las dominantes durante la década de los 90. 

Las propuestas más conocidas como la condonación de la deuda externa, supresión del FMI y el Banco Mundial, libre circulación de personas… nunca han llegado a implantarse. Sí estimularon el establecimiento de la «agenda social» de la globalización o los llamados Objetivos de Desarrollo del Milenio: Erradicar la pobreza extrema y el hambre. Lograr la enseñanza primaria universal. Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer. Reducir la mortalidad infantil. Mejorar la salud materna. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades. Garantizar el sustento del medio ambiente. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

Cercanos al 2015, fecha en la que deberían haberse cumplido diferentes compromisos en base a unos indicadores establecidos por las Naciones Unidas,  a la luz de loa resultados se puede decir que existen avances muy sustanciales en algunos países. Sin embargo, sigue habiendo una falta de financiación muy importante, cuestión que se agrava con la crisis económica actual.


La pobreza extrema y la indigencia se han reducido considerablemente en los últimos años, disminución atribuible en gran medida al empeño de China. Pero  el número total de pobres se mantiene estable y las desigualdades han aumentado.  En América Latina se observan  nuevos modelos políticos que se caracterizan por una refundación profunda del orden democrático que permite una mayor participación de los sectores  populares en la toma de decisiones. Este es el fondo de la propuesta que esgrimen los voluntarios locales respecto a una nueva ONU.