Papel de Arbol

martes, 22 de noviembre de 2016

Alcaldes manos a la obra, con manos limpias, por Marco Castillo Torres

Foto Google Maps


VIGILANCIA CIUDADANA


Marco Castillo, economista, consultor internacional,  plantea e  invoca a las autoridades locales, estimular  e impuilsar la eficiencia de la gestión pública, para mejorar la productividad y el  desarrollo  sostenible..¡Señores alcaldes, manos a la obra!, siempre  con manos limpias, remarca el autor, en las siguientes líneas  como sustento irrebatible para el  futuro de esta  Región, considerada como Un pequeño Planeta.

Hace varios años convencí a un amigo del BID para conocer Ancash. Sus estadías previas se limitaban a reuniones con funcionarios del Ministerio de Economía y Einanzas. Finalmente,  fue posible que conociera la belleza de nuestra Región de Ancash.
En una semana recorrimos el eje costero, callejón de Huaylas y callejón de Conchucos. En el trayecto,  de retorno luego de pasar Cátac, pidió detener el coche. Bajó, se sentó en una roca, contempló la cordillera blanca y trató de convencerme de quedarnos unos días más. No fue posible acceder a su solicitud. Al dejarlo en su hotel comentó, tu tierra es un planeta en sí mismo, tiene de todo, pero sus pueblos están sucios y desordenados. La frase sigue vigente.
La buena noticia para nuestros alcaldes es que tienen la oportunidad de impulsar una sostenida transformación, pues en muy pocos distritos existe algún grado de complejidad, solo deben incorporar el tema en su agenda prioritaria de trabajo. Se lo deben a su pueblo.
Nuestro departamento está dividido en 160 distritos.
150 distritos tienen menos de 4 mil habitantes. Cada pueblo tiene realidades diferentes, pero resultan válidas las siguientes preguntas:
¿Sería muy exigente solicitar a tales alcaldes impulsar rápidas mejoras en sus pequeños territorios?: ¿Organizar calles, o sectores con patrones de color consultados y acordados con los vecinos? ¿Incentivar en la comunidad voluntariado para arreglo de la plaza de armas con árboles, plantas y flores? ¿Y de las calles o alamedas? ¿Poner recipientes en varios lugares donde arrojar desperdicios? ¿Pueden convocar a los pobladores (en una semana podrían hablar con todos) para comprometerlos a mejorar su pueblo? ¿Impulsar pequeños proyectos productivos y de turismo? ¿Elaborar mejores presupuestos? Incluir obras de saneamiento ya que el nuevo gobierno se ha fijado como meta dotar al 100% de viviendas de agua potable 24 horas del día? Todos sabemos que en pequeños centros poblados lo que más le sobra a la autoridad municipal es tiempo, aunque dicen estar siempre ocupados, ¿haciendo qué?
Doce  distritos tienen menos de 30 mil habitantes, dimensión que posibilita también soluciones rápidas y sencillas, como las que se han manifestado. Cuando formulen su presupuesto privilegien obras que prepare sus pequeñas ciudades al turismo, que las conecte y ensamble con la riqueza natural que las rodea. No caigan en las mañas del mal uso de recursos públicos en absurdas obras que alimente prácticas y conciencias corruptas. 
Finalmente, ¿Cómo puede parecerles natural trabajar en un municipio a las claras, es funcionalmente, desordenado? Quien no puede ordenar su casa, menos podrá ordenar su pueblo.
2 distritos Huaraz e Independencia tienen 65 y 75 mil habitantes respectivamente. La capital del departamento no puede estar ya más degradada. Le corresponde al ciudadano exigir un cambio inmediato. 
Estamos hartos que recurrentemente se pague a consultores amigos por planes de desarrollo urbano mediocres que no consideran espacios peatonales tampoco de recreación. Por lo que se ha pagado tantas veces deberíamos tener una realidad diferente. Nuestros alcaldes ven cada día las mejoras urgentes que deberían hacer. Pero no lo hacen. Pregunten a los turistas que les parece nuestra ciudad excluyendo la belleza natural, de seguro se van a sonrojar.
¿Pueden impulsar un municipio eficiente y de cara al ciudadano? ¿O no les interesa?
Dos distritos Chimbote y Nuevo Chimbote tienen juntas más de 380 mil habitantes. Son los dos únicos distritos donde mejorar la lógica urbana representa un reto de creatividad, pero el cambio debe empezar ahora; no más ‘Centralitas’ en ningún municipio, pues el presupuesto que manejan es de casi 200 millones y bien utilizado debe permitir la anhelada mejora urbana para sus habitantes.
Una invocación a la ciudadanía y a la sociedad civil, no seamos más comparsa de gobiernos locales desenfocados y sin valor para construir desarrollo.