Papel de Arbol

jueves, 9 de mayo de 2013

ENTRE LAS CALANDRIAS, UN ENSAYO DE GUSTAVO GUTIERREZ SOBRE J.M. ARGUEDAS

http://www.losandes.com.pe/?c=noticia&id=71244
Jorge Zavaleta Alegre
Al cumplirse el primer siglo de nacimiento de José María Arguedas,  varias  instituciones han unido voluntades para celebrar la obra viva de este notable literato e investigador peruano, “que más de una vez quedó atrapado en los engranajes  de esa diversidad nacional”.

En esta ocasión, el Instituto Bartolomé de las Casas -  Centro de Estudios y Publicaciones, y gráfica Ava, en un esfuerzo editorial dan a conocer Entre las Calandrias, el luminoso estudio sobre José María Arguedas, del sacerdote  Gustavo Gutiérrez, uno de los promotores en América Latina de la Teología de la Liberación.

Este nuevo libro trata de destacar, tomando como punto de partida el diálogo que sostuvieron JM Arguedas y Sebastián Salazar Bondy, en el primer encuentro  de narradores peruanos, en Arequipa 1965. Desde allí, en el trabajo de  Gustavo Gutiérrez transitan  numerosos investigadores -A. Escobar, A. Cornejo, M. Lienhard, W. Roe, R. Forgues, C. Pinilla – transitan con detenimiento  una obra  “de complejo y plural significado”.

Entre Calandrias, conserva una permanente actualidad respecto al valor de la literatura, como una realidad verbal autónoma, tanto  de la realidad física, psicológica o de lo social.

La obra de Arguedas, por su profundidad y riqueza, puede ser analizada desde diferentes perspectivas. Así Washington Delgado precisa que en el cuento Warma Kuyay, o en  Los Ríos Profundos o en Oda al jet, se encuentran realidades verbales autónomas como las que existen en los Comentarios Reales, la Nueva Crónica y buen gobierno, los Siete ensayos o España aparta de mí este cáliz.

Arguedas nos sigue interpelando. Su obra se escucha solo en el bullicio nacional, como ha ocurrido en los actos de masas motivados por  la reciente muerte del congresista  Javier Diez Canseco y del humanista Carlos Iván Degregori, donde los indignados del campo y la ciudad claman la unidad de las organizaciones populares, como un proyecto de liberación.

Más de una vez, José María quedó atrapado en los engranajes  de esa diversidad nacional. En su vida y obra se reflejan las incoherencias, los hastíos, las interminables búsquedas, los desalientos y hasta las contradicciones  de ese mundo complejo, pero… aceptó, hasta quedarse sin fondos, pagar el precio de dicha identificación. Pero se consideraba feliz con esos “llantos y lanzazos porque fueron por el Perú”.

Se afirma que Arguedas fue un escritor religioso. En el ensayo Entre las Calandrias se aclara que hay escritores que son religiosos y escritores que no lo son, independientemente  de sus convicciones personales. Garcilaso de la Vega, el toledano, fue un buen católico y murió cristianamente. Sin embargo,  en vano buscaremos  resonancias religiosas en la fascinante poesía. César Vallejo y José María Arguedas  se apartaron  de la iglesia católica y no asumieron ningún otro credo, pero ambos son religiosos. Puede ser una religiosidad sin Dios, pero tienen un centro divino: la angustia íntima  y el intenso amor al prójimo.

El padre Gutiérrez, a manera de conclusión, advierte que  Arguedas supo, más por impulso vital y poético que por cálculo racional, mirar lejos. “Y nos invita a hacerlo. Por ello está  más en nuestro futuro  que en nuestro pasado. Un futuro que no llega por si solo, sino a través  de manos invisibles, se forja con las nuestras”.