-Entrevista a Daniel Balderston, Director del Centro Borges y profesor titular
de la Universidad de Pittsburgh-EEUU.
Por Jorge Zavaleta
Alegre* - Jorge Zavaleta Balarezo**. Cambio16-Madrid
Lima, en octubre del
2014, tuvo la oportunidad de analizar y apreciar la trascendencia de los
mejores escritores latinoamericanos, a
través de dos congresos internacionales, conferencias
y encuentros convocados por
prestigiadas universidades y
centros de estudios especializados y la asistencia de destacados valores
y especialistas. Aunque con lentitud,
América Latina y particularmente el Perú despiertan ante la nueva y abundante creación
literaria, después del fenómeno
editorial del Boom y el Post Boom y de
la corriente narrativa de las últimas
décadas caracterizada por la temática política y la innovación en lo técnico.
Esta impresión se
percibió en los recientes congresos sobre Literatura Latinoamericana y de
Narrativa Fantástica, organizados por el Instituto Raúl Porras Barnechea -
la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos - UNMSM, el Centro peruano de
Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar y la adherencia de la Pontificia Universidad Católica.
Un valioso aporte de los estudios literarios fue su exposición sobre la investigación genética,
es decir el acceso a los manuscritos de
autores, labor muy especializada que en el Perú aún no se ha ingresado, opinó Elton Honores, presidente y coordinador de
ambas citas.
El Dr. Daniel
Balderston, profesor titular de
University of Pittsburgh, EE.UU, ofreció tres conferencias sobre el escritor argentino Jorge Luis Borges, una
de las figuras más destacadas en este continente, cuya universalidad se
consolida, precisamente, con la crítica genética, que permite comprobar la fortaleza de su obra.
Recurriendo a una invalorable documentación Balderston ofreció detalles sobre “Cómo escribía Borges", la relación de
Borges y Bioy Casares su amigo más
cercano, y las versiones primarias de “El
jardín de senderos que se bifurcan”
Daniel Balderston es
director del Centro Borges que publica semestralmente la revista Variaciones
Borges. Uno de sus libros más difundidos sobre la obra del célebre escritor
argentino se titula Fuera de contexto.
Además de ser un experto en Borges, aborda la literatura del Cono Sur, la
literatura brasileña, y estudios latinoamericanos de género y sexualidad. Entre
sus publicaciones recientes se incluyen: Aproximaciones a la enseñanza de El beso de la mujer araña, de Manuel Puig; y El deseo, enorme cicatriz luminosa: Ensayos sobre homosexualidades.
A continuación la
entrevista:
--Muy valiosa su
exposición por la meticulosidad, por la lección de cómo se investiga. Cuanto quisieran las universidades de América Latina
tener esa posibilidad. ¿Qué
consejos daría Ud. para llegar a esa exigencia que reclaman los lectores?
Lo que he desarrollado
hoy en este foro, forma parte de aquello
que los franceses llaman la “Crítica
Genética” y hay investigadores en varias latitudes, en América Latina que están haciendo eso. Tal vez la persona
más importante es Élida Lois, en Buenos Aires, que escribió un manual, que
publicó la editorial Hachette, sobre la
génesis de los textos.
A principios de este
año 2014, publicamos en el Nº 246 de la Revista Iberoamericana, ensayos de Élida Lois, Julio Premat, Jorge Schwartz, Raúl Antelo, uno mío, María Laura
Bocaz y otros
sobre esta cuestión.
Las posibilidades que
abren los manuscritos son muy
interesantes para el estudio crítico, porque uno se da cuenta de cómo un escritor va
desarrollando sus hipótesis, sus posibilidades, sus preguntas, sus dudas. A veces, algunos escritores lo hacen de modo muy sistemático. Por
ejemplo, José Donoso, planea
obsesivamente, hay partes de El obsceno pájaro de la noche, que después va escribiendo, va comentando
su proceso de reescritura.
Hay otros escritores
donde la misma página es el laboratorio,
por decirlo de algún modo, del texto final. Y Borges forma parte de esa
tendencia. Es decir, no hay papeles previos sino que utilizan
el cuaderno o la hoja suelta como
lugar para ensayar posibilidades.
Mantiene un proceso intenso de reescritura. Borges solía firmar sus originales
cuando los tenía terminados.
A veces es apenas por
la versión publicada que nos enteramos qué escogió y qué descartó el autor. Es decir, el método es muy rico en posibilidades. Una de las cosas que dice
la crítica genética es que hay que estudiar el proceso de cada
escritor. No hay un
proceso creativo sino que hay
procesos muy individuales. Y la distancia que media entre
Donoso y Borges, por ejemplo,
es una distancia muy grande con respecto
a cómo piensa su texto el escritor.
-¿En este proceso de
investigación, muchos estudiosos no se frustran
de pronto sobre las bondades del escritor o las limitaciones que se descubren?
-- Bueno, en el caso de
Borges, creo uno queda cada vez más admirado por la imaginación fértil que puede dar 22
posibilidades para escoger luego apenas dos, en uno de los manuscritos del poema 'A
Francisco López Merino' o en los
ejemplos de “El jardín de senderos
que se bifurcan”, donde la hipótesis
de Stephen Albert, en ese cuento sobre
la coexistencia de muchas vidas posibles,
se ve ya en los manuscritos preliminares.
Es decir esa ideal radical de la incertidumbre.
-- Me habla de las incertidumbres
o encantos en esta labor de investigador...
--Uno tiene que sentirse
ya muy interesado en la obra, tener la paciencia necesaria para
estudiar este tipo de material. En mi caso llevo 35 años
escribiendo sobre Borges, pero apenas hace cinco tuve la osadía o la locura de sentarme a tratar de estudiar este tipo de materiales.
Parecía imposible
inicialmente. Incluso el que había sido el dueño del manuscrito de “La muralla de los libros”
me dijo que en ese documento no
iba a ver nada que me interesara y ustedes pueden apreciar que en el final de ese ensayo hay esa variedad de posibilidades para definir la
sensación de cómo se llega hasta la inminencia de una revelación que no
se produce, que es la
sensación de la belleza o el hecho estético.
Es decir que uno tiene que estar ya comprometido con un escritor para sujetarse a esta tortura. Uno no hace esto
con un texto que no le haya llamado la
atención desde hace tiempo. Es un
trabajo muy arduo, y llegar a las fuentes es a
veces arduo, difícil.
Hay archivos que están
más o menos intactos. En las Bibliotecas
Nacionales hay archivos completos de
ciertos escritores: José Enrique Rodó, Delmira Agustini o gran parte de la obra madura de Juan Carlos Onetti en la Biblioteca Nacional de Montevideo. Solo para dar un ejemplo.
Hay también otros
archivos que están muy dispersos. El caso de Borges es un caso muy radical. No hay una buena colección de manuscritos de Borges,
hay pedacitos aquí, pedacitos allá,
cuadernos destruidos y mucha
incertidumbre, incluso, sobre
dónde están los originales de los
que se tienen fotocopias a veces o ediciones facsimilares.
Cuando me puse a
trabajar este tema, algunos de los
coleccionistas estaban dispuestos a dejarme ver solo por un minuto: “aquí tengo esto como fetiche”.
Y otros han sido más generosos. Pero también es cuestión de
insistencia, de mucha paciencia. En el mercado los escritos
de Borges se cotizan entre 100 mil y 600 mil dólares, aunque yo no he comprado
ninguno. He recurrido siempre a
coleccionistas y a veces uno ve fragmentos que ayudan mucho a entender
la imaginación del creador.
-De pronto en la vida
de un investigador uno se siente limitado, porque el conocimiento es
multidisciplinario, interdisciplinario. ¿Cómo se juega en esa posibilidad?
-Uno tiene que comenzar
a aprender sobre las cosas que están en el texto.
Si el texto contiene referencias,
alusiones implícitas o explícitas, uno tiene el deber de buscar, consultar las
fuentes, de corroborar, de cotejar. Y en el caso de un escritor como Borges el
texto lleva al estudioso a todos
los campos del saber. No hay límites previsibles o pre establecidos. Uno no
puede decir: Ah yo soy especialista solo
de x o de y. Uno tiene la obligación de averiguar a qué se
está aludiendo.
-En su calidad de
editor de las Novelas
cortas de Onetti, y autor de libros sobre Manuel Puig, o sus
estudios sobre diversidad sexual en la literatura latinoamericana, ¿cómo ha
visto este proceso de interpretación de nuestra literatura regional por la
academia norteamericana, en los departamentos de Español? Es decir, durante sus treinta años como profesor, crítico y estudioso cómo
entiende la evolución de su propio quehacer y de sus colegas en la Universidad.
-Ha habido corrientes y teorías al interior de la
Academia, ha habido esfuerzos por aplicar determinadas teorías. Hay muchas
maneras de interrelacionar los textos,
hilvanar tradiciones, estudiar
ecos e influencias y creo que lo que llama la atención en estos momentos
es precisamente, la diversidad de
enfoques.
Yo estoy muy contento
en lo mío en estos momentos porque siento que el estudio de los
manuscritos es un asunto
apasionante y rico, pero hay otra gente
que mira con asombro este tipo de cosas y dice “cómo puedes pasar tanto tiempo,
con una lupa y cotejando versiones”. Hay gente que piensa tal vez, gracias al ensayo de Derrida, que el
archivo es una suerte de enfermedad o causa de una especie de mal. Creo todo lo
contrario acerca de los procesos creativos del escritor de modo muy vivo y muy
rico.
-En América Latina
quisiéramos conocer más sobre el Centro Borges, que Ud. dirige en la
Universidad de Pittsburgh, y que además de ser una institución global de
referencia sobre la vida, obra y legado del célebre escritor argentino, publica
la revista académica Variaciones
Borges.
-El Centro Borges se
fundó a mediados de los noventa en la Universidad de Aarhus (Dinamarca).
Estaban allí dos argentinos, Iván Almeida y Cristina Parodi. Ellos fundaron el
Centro para tener un medio de comunicación con otros lectores, publicaron la revista
durante su permanencia y en el 2005
retornaron a la Argentina tratando de ver quién podría continuar la
labor. Ahora, de algún modo, me eligieron y llevo editando la revista desde el número 21 en el 2006, y en el año que viene (2015) voy a cumplir el segundo ciclo de 10 años.
Además de publicar Variaciones Borges, y organizar
coloquios y conferencias,
queremos dar mayor énfasis a la página web www.borges.pitt.edu que es muy consultada desde distintas partes
del mundo, incluyendo países del Asia y el Pacífico Sur, lo cual demuestra la
universalidad de un autor como Borges.
*Corresponsal de
Cambio16 Madrid.
**Ph.D. en Literatura
Latinoamericana, University of Pittsburgh.
BORGES EN
TRES ESCENARIOS
El Primer Congreso
Internacional de Literatura
Latinoamericana, en Lima, destacó la
vida y obra de Raúl Porras Barrenechea, historiador en busca de la peruanidad. Los 100 años del
nacimiento de Adolfo Bioy Casares y de Julio Cortázar. Y los 20 años de la muerte de Julio Ramón
Ribeyro. Estas son tres de las razones
para el encuentro académico. La primera de las tres conferencias del Dr. Balderston se tituló: “Cómo escribía Borges".
El Centro de Estudios
Literarios Antonio Cornejo Polar, organizador del Primer Congreso de Literatura
Fantástica, se sumó al homenaje a
Borges. Esta organización es presidida por Raquel Chang-Rodríguez, Graduate
Center-City College, CUNY; vice – presidente Carlos García Bedoya, Ph.D. por
Universidad de Pittsburgh y profesor de
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
La Facultad de Letras y
Ciencias Humanas de la PUCP, liderada por su
Decana, Susana Reisz, Doctora en Filología Clásica por la Universidad de
Heidelberg, Alemania, y través de su directora de estudios Carmela Zanelli y la
profesora principal Cecilia Esparza,
convocaron al Dr. Daniel Balderston para disertar sobre la profunda relación amical y literaria entre
Borges y Bioy Casares, tema que generó un
diálogo ameno con estudiantes y profesores como la poeta, narradora y guionista Giovanna Pollarolo.