Un año más, pese a los insoportables condicionantes de la crisis, y sus im- ponderables, en ocasiones insalvables, Cambio16, la cabecera decana
de las revistas de información general que se editan en español y la de mayor proyección internacional, uno de los pocos medios impresos que, a fuerza de tesón y sacrificio, ha conseguido sobrevivir y reinventarse, ha distinguido a los mejores del año; personas, instituciones y empresas que han merecido la confianza y el reconocimiento social, el aplauso de todos nosotros por su indiscutible liderazgo y su talante impecable, en unos tiempos en que hemos dado la espalda a los valores y principios éticos que garantizan la convivencia ciudadana en paz y libertad. También su ejemplo y su tesón contribuyen a afianzar un gobierno democrático y justo, que trate a todos los ciudadanos por igual, que les con- ceda las mismas oportunidades y que ampare los derechos fundamentales reconocidos universalmente.
de las revistas de información general que se editan en español y la de mayor proyección internacional, uno de los pocos medios impresos que, a fuerza de tesón y sacrificio, ha conseguido sobrevivir y reinventarse, ha distinguido a los mejores del año; personas, instituciones y empresas que han merecido la confianza y el reconocimiento social, el aplauso de todos nosotros por su indiscutible liderazgo y su talante impecable, en unos tiempos en que hemos dado la espalda a los valores y principios éticos que garantizan la convivencia ciudadana en paz y libertad. También su ejemplo y su tesón contribuyen a afianzar un gobierno democrático y justo, que trate a todos los ciudadanos por igual, que les con- ceda las mismas oportunidades y que ampare los derechos fundamentales reconocidos universalmente.
Como en anteriores ediciones, el Consejo Editor de Cambio16 ha designado a los
premiados tras oír las recomendaciones del Consejo de Redacción y la opinión de los lectores, multiplicada de forma ilimitada a través de Internet y el voto digital, que ha amplifica- do de manera global el parecer y la valoración de quienes han respaldado a todos aquellos que se atreven a llamar a las cosas por su nombre, un ejercicio difícil, toda una pirueta acrobática en estos días de inanidad intelectual y corrupción moral, en los que el des- prestigio de lo público corre parejo al descontento ciudadano y la indignación popular frente a unos políticos que no representan la voluntad del pueblo, pero que usurpan la soberanía que emana de él y chalanean con la democracia en connivencia con los mercaderes sin escrúpulos y sus acólitos y adulones, tanto en los poderes del Estado como en los medios de comunicación.
premiados tras oír las recomendaciones del Consejo de Redacción y la opinión de los lectores, multiplicada de forma ilimitada a través de Internet y el voto digital, que ha amplifica- do de manera global el parecer y la valoración de quienes han respaldado a todos aquellos que se atreven a llamar a las cosas por su nombre, un ejercicio difícil, toda una pirueta acrobática en estos días de inanidad intelectual y corrupción moral, en los que el des- prestigio de lo público corre parejo al descontento ciudadano y la indignación popular frente a unos políticos que no representan la voluntad del pueblo, pero que usurpan la soberanía que emana de él y chalanean con la democracia en connivencia con los mercaderes sin escrúpulos y sus acólitos y adulones, tanto en los poderes del Estado como en los medios de comunicación.
Esos mismos lectores nos arropan con su respaldo porque, en efecto, desde la
fundación de esta cabecera en 1971 y hasta hoy hemos mantenido esa independencia e imparcialidad en nuestra línea editorial, velando por la pluralidad y la veracidad de nuestras informaciones.
fundación de esta cabecera en 1971 y hasta hoy hemos mantenido esa independencia e imparcialidad en nuestra línea editorial, velando por la pluralidad y la veracidad de nuestras informaciones.
No ha sido fácil. Hemos vivido momentos críticos, tanto en el pasado, cuando
luchábamos contra la dictadura y apostábamos por las libertades y la defensa de los derechos fundamentales, entre ellos la libertad de información, como ahora, cuando nos revolvemos ante los zarpazos del dinero y de los que insaciablemente lo manejan en su propio provecho y en detrimento del bienestar de la mayoría.
Son tiempos duros, pero precisamente por eso hay que buscar la oportunidad sin olvidar la solidaridad. Malos tiempos para el periodismo comprometido y para la verdad. Con todo, somos periodistas; nos gusta contar lo que pasa y jamás le hemos dado la espalda a una buena historia y, créanme, quedan muchas que contar, tantas como verdades por desvelar.
luchábamos contra la dictadura y apostábamos por las libertades y la defensa de los derechos fundamentales, entre ellos la libertad de información, como ahora, cuando nos revolvemos ante los zarpazos del dinero y de los que insaciablemente lo manejan en su propio provecho y en detrimento del bienestar de la mayoría.
Son tiempos duros, pero precisamente por eso hay que buscar la oportunidad sin olvidar la solidaridad. Malos tiempos para el periodismo comprometido y para la verdad. Con todo, somos periodistas; nos gusta contar lo que pasa y jamás le hemos dado la espalda a una buena historia y, créanme, quedan muchas que contar, tantas como verdades por desvelar.
Por eso estoy agradecido a los que nos distinguen a nosotros con su respeto y con- fianza, consciente de que nuestra rebeldía nos ha llevado en muchas ocasiones, quizás más de las que humanamente nos podíamos permitir, a no ser complacientes con los poderosos. Sí, somos incómodos al poder, pero aquí estamos, dando la cara, como la han dado todos los premiados, cada uno en su ámbito de actuación, comprometiéndose con la causa común en el empeño por construir un mundo más sostenible y eficiente y también más solidario y equilibrado. Una sociedad
más justa y mejor, convencidos de que, en efecto, otro mundo es posible.
más justa y mejor, convencidos de que, en efecto, otro mundo es posible.
Quiero fijarme de manera especial en el personaje del año, el Papa Francisco, un hombre bueno que camina por el mundo liberado de joyas y oropeles, adornado únicamente por sus polvorientos zapatones y la fuerza de la palabra y la verdad, que se ha atrevido a alzar la voz en defensa de los débiles y a reivindicar la Iglesia de los pobres, no la de los lobos de la curia vaticana.
Como él, todos los galardonados se han atrevido a pensar, a formular con espíritu
crítico nuevas propuestas y renovadas ideas; se han atrevido a impulsar el cambio desde sus posibilidades.
crítico nuevas propuestas y renovadas ideas; se han atrevido a impulsar el cambio desde sus posibilidades.
Su ejemplo es un acicate y por eso hoy tienen el merecido honor de ser distinguidos con los premios de una cabecera, Cambio16, que es más que un símbolo, un pensamiento de libertad.
betisalai@manueldominguezmoreno.es
betisalai@manueldominguezmoreno.es
Presidente Director
