Papel de Arbol

lunes, 12 de octubre de 2020

!PORQUE AMERICA LATINA ES LA REGION MAS VULNERABLE DEL PLANETA!

   


Jorge Zavaleta Alegre

"Nuestra región sufre hoy  un shock de proporciones históricas. De acuerdo con los análisis, las economías de Estados Unidos, China y Europa se verán afectadas y ello generará un impacto en los países de Latinoamérica los cuales dependen, en su mayoría, del intercambio comercial con esas naciones y regiones.  El coronavirus afecta a los pueblos indígenas y los amenaza con su desaparición. Suman 163 pueblos indígenas con  riesgo de desaparecer.   

Manaos en Brasil, Iquitos en Perú y Leticia en Colombia, son los puntos que concentran más casos de coronavirus en la Amazonía (foto).

Manaos en Brasil, Iquitos en Perú y Leticia en Colombia, son los puntos que concentran más casos de coronavirus en la Amazonía.

Los pueblos indígenas son una de las comunidadades mas afectadas por la presente pandemia.  "Salvo en Belice, El Salvador y Uruguay, todos los demás países de la región confirman casos de personas indígenas contagiadas”, informa el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (FILAC).

Pobreza, falta de agua y la existencia de enfermedades previas como el dengue, la malaria o la tuberculosis debilitan seriamente a los pueblos ante la llegada de un virus desconocido.

El Foro Indígena de Abya Yala - "Los Pueblos Indígenas frente al COVID-19”, informa que 163 pueblos indígenas en Latinoamérica, estaban contagiados con el virus.

En los últimos tres meses, la pandemia se ha ido expandiendo. "Lamentablemente hemos visto que, en muchos casos, los estados nacionales han ignorado a sus conciudadanos indígenas o simplemente han tratado de expandir sus medidas estrictas, esencialmente diseñadas para zonas urbanas al área rural, que han demostrado no ser efectivas”, declara la agencia alemana DW Georg Dufner, Director programa regional Participación Política Indígena de la Fundación Konrad Adenauer (KAS).

La Organización Panamericana de Salud (OPS), los pueblos Waorani y Secoya en Ecuador, Guaraní en Bolivia y Tikuna, Andoque, Mokana y Andoque en Colombia, con una población inferior a 1.000 habitantes, son los más afectados. Además, la organización apunta que en México, hasta el pasado 26 de julio, fueron confirmados 5.413 casos, incluidas 766 defunciones. "Actualmente en el Istmo de Tehuantepec, que pertenece al estado de Oaxaca, las autoridades de salud reportan 1.130 casos y 171 defunciones”, informa Diana Manzo, de la etnia zapoteca. 

Programas de asistencia, mensajes en lenguas indígenas en Perú, Guatemala y México, son otras acciones que han llevado a cabo los gobiernos. No obstante, "los Pueblos Indígenas han demostrado una notable capacidad de reacción y resiliencia ante la llegada de la pandemia”, subrayó apuntando a medidas de protección de sus territorios y la aplicación de conocimientos tradicionales.

Además del impacto sanitario, la pandemia también ha afectado a la economía local de las comunidades que deben buscar alternativas para mantenerse económicamente. 

E Informe del BID incluye siete capitulos que se refieren al progreso perdido por COVID-19. Combatir la desigualdad con políticas monetarias y financieras. Políticas fiscales para mejorar el crecimiento equitativo. La dimensión espacial de la desigualdad. Confianza para promover el crecimiento inclusivo. Las consecuencias del cambio climático y los desastres naturales. Políticas para promover la inclusión y el crecimiento.

Los países en vías de desarrollo se enfrentan a tres tipos de obstáculos al implementar  los  mecanismos  de  financiamiento  ex  ante:  escasez  de  ercados  (los  mercados  de seguros siguen siendo subdesarrollados, sobre todo en los países en vías de desarrollo); resistencia política (puede que los políticos se muestran reacios a apoyar los gastos para protegerse  de  riesgos  que  quizá  no  se  materialicen,  y  si  se  materializan,  los  beneficios podrían ser capitalizados por otros políticos); y un marco institucional inadecuado (fal - ta un análisis de evaluación de riesgo y en muchos países el marco legal para vigilar el cumplimiento de los contratos es débil). 

En ese panorama, los bancos multilaterales de desarrollo (BMDs)  pueden jugar un rol catalítico. Pueden subsidiar la investigación y los estudios que prevén la probabilidad de desastres que se requieren para apoyar los mer - cados de seguro locales o pueden compartir los resultados de la investigación pública sobre evaluación de riesgo con el sector privado para apoyar los mercados de seguros. La penetración de los seguros contra los riesgos catastróficos también es baja en el sector privado en los países en vías de desarrollo (Löw, 2018).

 Si bien la investigación que identifica la relación entre penetración de los seguros, recuperación y resultados de mitigación  es  sorprendentemente  limitada,  la  evidencia  existente  sugiere  que  tener  un seguro  aumenta  las  probabilidades  de  reconstrucción,  reduce  las  dificultades  financie - ras de la población afectada después del desastre y acelera el tiempo de recuperación (Kousky,  2019).  En  particular,  la  penetración  de  los  seguros  es  desigual  en  diferentes grupos de ingreso, y los hogares de bajos ingresos tienen menos cobertura de seguros que los hogares de altos ingresos. 

En Chile, por ejemplo, sólo el 4,5 % d e los hogares de bajos ingresos tiene seguro contra terremotos, en comparación con el 33 % d e los hogares de altos ingresos. Esto sugiere que los que más necesitan después de un desastre son los que menos probabilidades tienen de tener acceso a través de seguros.

Conclusiones El  cambio  climático  y  los  desastres  naturales  pueden  tener  un  impacto  negativo  en  el crecimiento y aumentar la pobreza dado que imponen una carga desproporcionada a los sectores más vulnerables de la economía. 

De la misma manera, los impactos económicos de la pandemia de la COVID-19 se concentran entre los hogares y sectores más vulnerables, lo que exacerba la desigualdad. 

La causalidad biunívoca entre la desigualdad del ingreso y los impactos negativos de los eventos climáticos implica que una mayor desigualdad generará consecuencias negativas más amplias cuando se produzca un shock climático, lo cual aumenta la vulnerabilidad de los pobres ante futuros shocks. 

Este bucle de realimentación negativa destaca la importancia de las políticas que reducen la desigualdad centrándose en la resiliencia. Una sociedad más equitativa está mejor posicionada para enfrentarse a los desafíos del cambio climático, los desastres naturales y las pandemias. Los  países  deben  adoptar  medidas  para  mitigar  el  cambio  climático  y,  al  mismo tiempo, prepararse para lidiar con las consecuencias, entre ellas, el aumento de las tem - peraturas y los desastres naturales, mediante una mejor adaptación. 

El  contexto  de  bajo  crecimiento,  los  presupuestos  fiscales  ajustados  y  los  niveles persistentemente altos de desigualdad que prevalecen en numerosos países en la región suponen más desafíos para los responsables de las políticas públicas, puesto que prepa - rarse para los desastres es caro y los beneficios son inciertos. 

Los bancos multilaterales de desarrollo pueden ayudar mediante la asesoría y el desarrollo de nuevos productos. La comunidad internacional más amplia, a su vez, se enfrenta a un desafío adicional, dado que abordar el cambio climático  requiere  una  acción  colectiva  a  nivel  global  y  un  alto  nivel  de  colaboración  y coordinación entre los países. 

América Latina y el Caribe es especialmente vulnerable a los impactos de la pandemia causada por el COVID-19 debido a las profundas desigualdades que se manifiestan en múltiples dimensiones, desde género y raza hasta accesos desiguales a servicios de educación y salud.

“La desigualdad en América Latina y el Caribe es bien conocida pero no necesariamente bien entendida”, sostiene Eric Parrado, economista jefe del BID:

“Vemos cómo el contrato social está fracturado en muchos niveles. Los pobres se encuentran más vulnerables al cambio climático, reciben una peor educación y cuidado de salud y los programas gubernamentales para redistribuir los ingresos son menos efectivos en la región que en otras regiones. Como resultado, nuestras escuelas y ciudades están segregadas por ingresos en niveles que no se ven en otras partes”.

Históricamente, América Latina ha tenido dificultades para enfrentar crisis. En el pasado, cuando su PIB ha caído un 5 por ciento o más, el impacto en los salarios reales ha sido de un 10 por ciento en promedio y en algunos casos llega al 20 por ciento. El desempleo ha subido y el número de empleos formales ha bajado. Por ello, el nivel de pobreza típicamente aumenta entre 3 y 5 puntos porcentuales, aún después de tomar en cuenta los programas de los gobiernos para amortiguar el impacto de las crisis económicas.


 


 


 


 


 





NOBEL DE MEDICINA, LUCES EN TUNEL INFINITO. Jorge Zavaleta Alegre: TIME

Jorge Zavaleta Alegre.

La inversión insuficiente en salud tiene un impacto devastador en las sociedades y la economía. A nueve meses de la aparición del COVID-19, la pandemia ha costado un millón de vidas, ha infectado a más de 30 millones de personas y está aún fuera de control.

Esta emergencia revela que los sistemas de salud son inadecuados e insuficientes. La falta de protección social, entre otras grandes carencias estructurales, es generada por el inadecuado uso de las utilidades que generan los negocios, y el desprecio por los olvidados de siempre.

Existe una conducta muy difundida de restarle importancia a los informes y conclusiones a los mensajes de las Naciones Unidas, que por lo general son expresiones de fuentes de gran prestigio. Esta conducta proviene especialmente de las grandes corporaciones financieras,  de empresas multinacionales y de lectores que prefieren prensa amarilla, sensacionalista. La estrategia funciona para restar importancia a la cruda realidad.

Estos párrafos, en otras palabras, forman parte del mensaje de la ONU en el Día de la Salud Mental, que pone en evidencia la forma como se vienen utilizando los recursos naturales para generar  una infinita  acumulación de poderosos monopolios y la marginalidad de una masa infinita de seres humanos excluidos del progreso de la ciencia.

El Premio Nobel de este año 2020 se otorga a tres científicos que han realizado una contribución decisiva a la lucha contra la hepatitis transmitida por la sangre, un importante problema de salud mundial que causa cirrosis y cáncer de hígado en personas de todo el planeta.

Harvey J. Alter, Michael Houghton y Charles M. Rice lograron descubrimientos fundamentales que permiten  la identificación de un virus nuevo, el virus de la hepatitis C. Este descubrimiento  revela la causa de los casos restantes de hepatitis crónica y posibilita análisis de sangre y nuevos medicamentos que han salvado millones de vidas.

La pandemia de COVID-19 ha significado un gran reto para el bienestar mental y físico. Este año el Día Mundial de la Salud Mental busca promover el aumento de los servicios en este ámbito, que han sido ignorados históricamente.

El Nobel de la Medicina despierta caminos de esperanza a miles de millones de personas que en el mundo viven con un trastorno mental. Cada 40 segundos, alguien muere por suicidio, y ahora se reconoce que la depresión es una de las principales causas de enfermedad y discapacidad entre niños y adolescentes.

Veamos que los virus de la hepatitis A y B habían sido pasos críticos hacia adelante, pero la mayoría de los casos de hepatitis permanecieron sin explicación.

La hepatitis es una amenaza mundial para la salud humana: "La inflamación del hígado, o hepatitis, una combinación de las palabras griegas para hígado e inflamación, es causada principalmente por infecciones virales, aunque el abuso de alcohol, toxinas ambientales son causas importantes".

En la década de 1940, quedó claro que hay dos tipos principales de hepatitis infecciosa. La primera, llamada hepatitis A, se transmite por contaminación agua o alimentos y generalmente tiene poco impacto a largo plazo en el paciente. El segundo tipo,  se transmite a través de la sangre y los fluidos corporales,  y representa una amenaza mucho más grave  que puede conducir a una enfermedad crónica, con el desarrollo de cirrosis y cáncer de hígado.

La hepatitis de transmisión sanguínea está asociada con morbilidad y mortalidad significativas, y causa más de un millón de muertes por año en todo el mundo, lo que lo convierte en un problema de salud mundial en una escala comparable a la infección por VIH y tuberculosis.

En la década de 1960, Baruch Blumberg determinó que una forma de hepatitis transmitida por la sangre era causada por un virus que se conoció como virus de la hepatitis B, y el descubrimiento llevó al  desarrollo de pruebas de diagnóstico y vacuna eficaz. Blumberg fue galardonado con el Nobel Premio en Fisiología o Medicina en 1976 por este descubrimiento.

Identificación del virus de la hepatitis C. El nuevo virus es  ahora una alta prioridad. Todas las técnicas tradicionales para virus la caza se puso en práctica pero, a pesar de ello, el virus eludió el aislamiento durante más de una década.

 “Todo esto era cierto, incluso antes de COVID-19. Ahora estamos viendo las consecuencias de la pandemia en el bienestar mental de las personas y esto es solo el comienzo. Muchos grupos, incluidos los adultos mayores, las mujeres, los niños y las personas con problemas de salud mental existentes, corren el riesgo de sufrir graves problemas de salud a medio y largo plazo si no se toman medidas”, advierte el Secretario de la OMS en el Día Mundial de la Salud Mental.

Una ocasión oportuna, para remarcar que muy pocas personas tienen acceso a servicios de salud mental de calidad. En los países de ingresos bajos y medianos, más del 75% de las personas con problemas de salud mental no reciben ningún tratamiento. Y, en general, los gobiernos gastan en promedio menos del 2 por ciento de sus presupuestos de salud en esta cobertura.

La depresión, la ansiedad, el estrés post traumático, el trastorno bipolar y la esquizofrenia son enfermedades mentales que afectan a más de una de cada cinco personas.

Las consecuencias económicas de la pandemia ya se están sintiendo, ya que las empresas dejan ir al personal en un esfuerzo por salvar sus negocios, o incluso cierran por completo. La inversión en programas de salud mental a nivel nacional e internacional, que ya han sufrido años de falta de financiación crónica, es ahora más importante que nunca.

Casi mil millones de personas en el mundo viven con un trastorno mental. Cada 40 segundos, alguien muere por suicidio, y ahora se reconoce que la depresión es una de las principales causas de enfermedad y discapacidad entre niños y adolescentes.

 “Todo esto era cierto, incluso antes de COVID-19. Ahora estamos viendo las consecuencias de la pandemia en el bienestar mental de las personas y esto es solo el comienzo. Muchos grupos, incluidos los adultos mayores, las mujeres, los niños y las personas con problemas de salud mental existentes, corren el riesgo de sufrir graves problemas de salud a medio y largo plazo si no se toman medidas”, advierte la ONU.

El objetivo de la campaña del Día Mundial de la Salud Mental de este año es aumentar la inversión en este tipo de atención. "El Día Mundial es una oportunidad para que el mundo se una y comience a corregir el histórico abandono de la salud mental. Ya estamos viendo las consecuencias de la pandemia de COVID-19 en el bienestar mental de las personas y esto es solo el comienzo. A menos que asumamos compromisos serios para aumentar la inversión en salud mental en este momento, las consecuencias sanitarias, sociales y económicas serán de gran alcance", afirma un documento oficial de la OMS.

Los pueblos esperan comentarios de los más grandes empresarios del mundo. Sera una respuesta para comenzar a entender porque corona virus no es una plaga circunstancial, sino es la suma de la destrucción del planeta para atender el "mercado".