El Gobierno impulsa definitivamente la igualdad real
El ministro de Universidades, Manuel Castells, adelantó que todos los nuevos planes de estudios universitarios estarán obligados a incluir enseñanzas relacionadas con la igualdad entre hombres y mujeres
La lucha por la igualdad real y contra la violencia machista ha tenido un fuerte impulso en estos días tras el anuncio realizado por Manuel Castells, ministro de Universidades, por el que todos los nuevos planes de estudios universitarios estarán obligados a incluir enseñanzas relacionadas con la igualdad entre hombres y mujeres.
El ministro, en el Congreso de los Diputados, indicó que esta medida clave para conseguir la igualdad real y para luchar contra la violencia ejercida contra las mujeres se hará por ley y ya está incluido en un borrador de un Real Decreto de enseñanzas oficiales en el sistema universitario español.
Según ha publicado el diario El Mundo, ese borrador indica que «entre los principios generales que deberán inspirar el diseño de los nuevos títulos, los planes de estudios deberán tener en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, en particular, que cualquier actividad profesional debe realizarse desde el respeto a los derechos fundamentales y de igualdad entre hombres y mujeres, debiendo incluirse, en los planes de estudios, enseñanzas relacionadas con dichos derechos, conforme a las competencias inherentes al título».
La igualdad real implica el respeto a los derechos humanos y, por tanto, este matiz también está incluido en el borrador del Real Decreto: «el respeto y promoción de los Derechos Humanos y los principios de accesibilidad universal y diseño para todas las personas» con algún tipo de discapacidad, así como con «los valores propios de una cultura de paz y de valores democráticos».
Este movimiento del gobierno de coalición progresista va en la línea de lo indicado por la Escuela Superior de Igualdad Real Humanidades Comunicación y Cine que tiene diseñado un esquema de actuación basado, precisamente, en la formación y en la seguridad como herramienta para alcanzar la igualdad basada en el respeto a los derechos humanos y para proteger la vida de las mujeres víctimas de maltrato.
la formación temprana es fundamental y los colegios son el punto inicial desde donde erradicar el machismo, el ideal de amor romántico y todo lo que pueda atentar contra una sociedad que debe basarse en la igualdad. De este modo, la formación temprana es garante de una futura sociedad basada en esta igualdad real, donde los niños y las niñas conozcan los beneficios, por ejemplo, del poliamor y de esta manera poder desprenderse de los celos o de conceptos tan dañinos como mujer como objeto de posesión.
Sin embargo, no se puede centrar sólo en los primeros años de formación, sino que la aplicación en otros ciclos educativos de una educación basada en la igualdad real es clave para la «desintoxicación» de los elementos patriarcales sobre los que se ha centrado la formación. Por eso, la medida anunciada por Castells es fundamental.
Nélida Zaitegui, en el Foro de Igualdad Real celebrado en Sevilla y organizado por Escuela Superior de Igualdad Real H.C.C y Foro Igualdad Real, en colaboración con el Ayuntamiento de Sevilla, Fundación Cajasol y Diario16, afirmó que «transformar la educación para formar personas. Potenciar el sentido crítico, la creatividad como motor del s. XXI, la autonomía de las chicas y su competencia», son algunas de las ideas que abordó en su ponencia. Puso varias veces el acento en dejar el sexo a un lado, para centrarnos en los seres humanos, sin olvidar los estereotipos de género, como creencias sociales, y el marco de cultura androcéntrica en la que vivimos. Como aceleradores educativos para transformar la sociedad propuso, entre otras cosas, «cambiar nuestros marcos mentales, ser personas, enseñar resistencias psíquicas de actitudes para poder vivir y desarrollarse como seres humanos, a los más jóvenes, coeducar en convivencia y fomentar las relaciones personales, los cuidados en el ámbito privado, reconocer los esfuerzos de las chicas y que estas se libren de toda la presión sobre ellas, señalar las violencias simbólicas, culturales, sutiles, ser conscientes de los estereotipos de género y detectar los micromachismos, así como alejarnos de la cultura del éxito o la meritocracia, para dejar paso al valor privado de los cuidados sin desmerecer el público».
Yo mismo, en ese mismo Foro de Igualdad Real afirmé lo siguiente: «la formación a los jóvenes es fundamental y la responsabilidad desde el compromiso de los medios también lo es». Pero también advertí que «tenemos que ser coherentes, pues si no lo somos a lo largo de nuestra vida, no conseguiremos nada. Por eso hay que exponer la dura realidad a todos los jóvenes que se están formando en estos momentos. Esa es la formación y ahí sí será efectiva. Por el contrario, va a ser muy difícil cambiar las conductas machistas de quienes ya la tienen incorporada, para eso no hay vacuna. Tenemos que ser cada día más comprometidos con la violencia machista, no le sobran palabras, ni le faltan meses de mayo ni de noviembre. Falta compromiso, presupuesto y decisión».
A un gobierno progresista y comprometido con la lucha por la igualdad real y contra la violencia machista no se le exigen palabras sino hechos y esta medida anunciada por Castells es un paso adelante muy importante, lo mismo que todos los avances que ya se han potenciado desde el Ministerio de Igualdad desde que Pedro Sánchez es presidente, es decir, tanto bajo el mando de Carmen Calvo como de Irene Montero, dos mujeres que, cada cual en su ámbito y con su experiencia, han demostrado su implicación en una lucha que ya es imparable, por más que el patriarcado y el machismo pretendan frenarla.