Papel de Arbol

viernes, 28 de septiembre de 2018

EL PRESUPUESTO Y LA DISTRIBUCION DE BUITRES



Jorge Zavaleta Alegre

Un Ministro de  Educación del Perú, cuyo nombre me permito omitir, por respeto a su impecable conducta ciudadana, me contestó en lenguaje coloquial: “…la distribución del Presupuesto de la República no es una acción civilizada sino una disputa entre buitres”. Mi pregunta ingenua fue ¿por qué no se puede disponer de más recursos para la  Educación?.

La mayoría de los ciudadanos de América Latina viene exigiendo más y mejores servicios por parte de sus gobiernos, en tanto van tomando más conciencia sobre  el comercio inequitativo entre la materia prima que se exporta del sur y los  escasos  efectos para la mayoría de sus poblaciones.

“Esta cruda realidad  no es una coyuntura pasajera, sino es crucial,  si los gobiernos no logran atender las nuevas demandas,  de extender las  posibilidades de ascender en la escalera del desarrollo”, explica un reciente análisis de la banca regional de desarrollo.  

El libre mercado estimula las tensiones sociales  y  aumenta en progresión geométrica, poniendo en riesgo el funcionamiento  de la  maquinaria del  comercio  desigual.

El presidente del  Banco Interamericano de Desarrollo-BID, Alberto Uribe explica  que  “este desafío de los países de la  Región es aún mayor ante la amenaza de las tasas de interés internacional más altas, los precios más bajos en los productos básicos y el menor crecimiento a nivel mundial. Por cierto estos factores externos  pueden no favorecer a la Región, como sucedió a principios del decenio de 2000”

“Durante los años de bonanza, varios gobiernos elevaron rápidamente el gasto público con la esperanza de que las ganancias externas se mantendrían, para luego descubrir que se habían deteriorado y habían acelerado la necesidad de consolidación fiscal, en un contexto de incremento de la deuda”

¿Cómo se puede resolver este rompecabezas de mayores demandas y fortalecimiento fiscal?
-La edición de Desarrollo en las Américas (DIA) busca una respuesta argumentando la necesidad de aumentar  la eficiencia fiscal y con un gasto inteligente, y no con la solución estándar de hacer recortes generalizados del gasto público para lograr la sostenibilidad fiscal, en ocasiones a un gran costo para la sociedad. Se trata de hacer más con menos.

Pero el gasto público es un factor determinante de la inversión privada, que a su vez es el principal motor del crecimiento económico.

No es fácil  plasmar el slogan “Mejor gasto para mejores vidas”. Por lo tanto una política de recorte gastos que solo se centra en la inversión pública es errónea.

¿Surge este sesgo exclusivamente de las decisiones de los responsables de las políticas públicas?

No es cierto que los ciudadanos están solicitando a sus políticos transferencias inmediatas en lugar de inversiones. La confianza en el gobierno es un ingrediente clave de las demandas ciudadanas.
Cuando hay un alto nivel de desconfianza —ya sea por la ineficiencia del gobierno o por la corrupción flagrante— los ciudadanos prefieren las transferencias a las inversiones a largo plazo.

Este equilibrio político podría ser muy perjudicial para el crecimiento y el desarrollo, dado que todos podrían acabar saboteando el futuro con menores inversiones, tanto de capital físico como de capital humano.

Por lo tanto, un requisito previo para aumentar el gasto público parece ser la capacidad del gobierno de prestar servicios eficientes, sin desperdiciar nada.

Los ciudadanos que confían en sus gobiernos probablemente pagarán más por servicios adicionales, en especial por aquellos que exigen más tiempo, como educación o infraestructura.

Los gobiernos latinoamericanos sufren tanto de ineficiencia técnica como ineficiencia en la asignación.  

Los latinoamericanos podrían tener acceso a más y mejor educación, servicios de salud, seguridad pública e infraestructura si sus gobiernos utilizaran los recursos existentes como lo hacen los mejores países del mundo. .

Las políticas impositivas y de gasto público en América Latina y el Caribe contribuyen poco a reducir la desigualdad de ingresos en comparación con los países avanzados. Mientras que en la región las políticas impositivas y de gasto público reducen la desigualdad en alrededor de un 5%, en las economías avanzadas la reducción es de un 38%.

El análisis del gasto público en América Latina y el Caribe revela desperdicios e ineficiencias generalizadas que podrían llegar al 4,4 por ciento del PIB de la región, lo que demuestra que hay un amplio margen para mejorar los servicios básicos sin necesariamente gastar más recursos.

Esta es una de las diversas conclusiones más  sólidas  e importantes de la  investigación realizada por   especialistas del BID sobre lo que se domina “eficiencias  del gasto público”

La publicación argumenta en contra de los recortes generales de los presupuestos nacionales. Analiza si los países gastan demasiado o muy poco en diferentes prioridades, si invierten lo suficiente para garantizar un futuro mejor y si esos gastos mejoran o empeoran la desigualdad. 

En América Latina, el gasto en educación ha aumentado significativamente en las últimas décadas. Sin embargo, la eficiencia y la equidad de los gastos fueron relativamente bajas en comparación con otras regiones del mundo.

Desde 2000, el gasto público por alumno ha aumentado en términos reales en casi 80 por ciento en el nivel primario y casi 45 por ciento en el nivel secundario, superando los $ 2,000 por alumno en ambos niveles. 
En los países de la  OCDE estas tasas de crecimiento son más del doble que en la escuela primaria en los cuales el gasto se cuadruplica  en educación secundaria durante el mismo período.

Este aumento en el gasto se ha producido en un entorno macroeconómico favorable, destacado por un mayor ingreso per cápita, menores tasas de pobreza y una menor desigualdad socioeconómica, todo ello en el contexto de un mayor enfoque en la educación. Entre 1995 y 2013, la inversión en educación creció del 3,6 por ciento a 5.

Afortunadamente, las inversiones han dado sus frutos en una mejor prestación de servicios concluyen los autores de esta investigación: Gregory Elacqua, quien ha participado en varias reformas educativas, tiene un Ph.D. en política pública de la Universidad de Princeton. Y Matias Martinez, que ha trabajado en varios proyectos de investigación y discusiones sobre políticas escolares para apoyar reformas educativas en Chile.https://flagships.iadb.org/es/DIA2018/Mejor-Gasto-para-Mejores-Vidas