Papel de Arbol

domingo, 24 de febrero de 2013

PRIMERA PRESIDENTA EN COREA DEL SUR


Por Francisco Carranza*
Lingüísta, Profesor de la Universidad  de Corea  del Sur. Junto con su esposa ha desarrollado un programa de traducciones de literatura peruana a la lengua coreana y viceversa, en intercambio con la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Desde el 25 de febrero de 2013 la República de Corea, más conocida como Corea del Sur, tieneuna presidenta por primera vez en su historia.Los resultados de las elecciones celebradas el 19 de diciembre de 2012 dieron a la candidata Park Geun-hye la victoria con un porcentaje estrecho de 51.6 %. Aunque en el extremo oriente de Asia ya hubo presidentas en India y Filipinas; esta vez le toca esta experiencia política a la República de Corea. La democracia, con todas sus limitaciones, da sorpresas gratas.

No está de más aclarar que en la península coreana hay dos países que desde el armisticio de 1953, que puso fin a la guerra coreana, coexisten y comparten la misma cultura (lengua, comida y muchas tradiciones). El país en el norte de la península se llama República Popular Democrática de Corea o Corea del Norte. Los gobernantes de allí tienen otra forma de entender la palabra democracia porque el poder del abuelo Kim pasó al hijo, y después al nieto.

La flamante presidenta Park Geun-hye es hija del general Park Chung-hee quien dio el golpe militar en 1961 y gobernó con mano dura hasta 1979. Ella nació el 2 de febrero de 1952, durante la fratricida guerra coreana. Estudió Ingeniería Eléctrica en la Universidad Sogang dirigida por los jesuitas. Cuando ella estaba estudiando su postgrado en la Universidad de Grenoble (Francia) su madre fue asesinada el 15 de agosto de 1974en el Teatro Nacional de Corea durante el acto conmemorativo de la independencia. 

Ella, dejando los estudios, retornó al país para acompañar a su padre; luego fue nombrada primera dama, cargo que ocupó hasta que su padre también fue asesinado en 1979. Hija de madre y padre, víctimas del asesinato político, vivió sola y sin hijo dedicada a la docencia. Que este hecho histórico quede claro: ella no suplantó a su madre en el cargo. Cuando después de más de más de 30 años ella se decidió candidatear por la presidencia de su país pidió perdón al pueblo coreano por los errores de su padre. Sin embargo, a pesar de los errores, su padre puso orden y la base del desarrollo industrial del país.

Otra aclaración necesaria para los peruanos que piensan como un buen presagio que la hija de un exdictador haya llegado a la presidencia: Park Geun-hyellegó a ser la primera dama como resultado de la muerte repentina y violenta de su madre. Ella no usurpó el cargo estando viva su madre.

La situación actual de Corea del Sur, miembro del grupo de 20 países desarrollados, es el resultado de la educación de calidad, competitividad e innovación tecnológica constante. Las empresas como Samsung, Hyundai, Kia, LG, Daewoo, etc., que dan mucho prestigio al país, respaldan a la nueva gestión política. Ojalá que Perú y la República de Corea hagan proyectos que beneficien a ambos países.


ENCUENTROS DE AMERICA Y AFRICA, SEGUN EL PERUANO

Diario Oficial El Peruano



Jorge Zavaleta Alegre. Periodista
La Tercera Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América del Sur y de África (ASA) acaba de concluir en Malabo, capital de Guinea Ecuatorial, con participación de representantes de 63 naciones, incluyendo el Perú, cuya delegación estuvo encabezada por la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana Jara.
El compromiso básico del cónclave es fortalecer su Secretaría Permanente o Mesa Presidencial Estratégica.
Tiempos modernos los de hoy, si uno recuerda, por ejemplo, al presidente Theodore Roosevelt, quien después de su expedición, en 1909, comparó África con "el Pleistoceno tardío".
En aquellos tiempos muchos de los países africanos solo tenían "popularidad" para los safaris de adinerados personajes occidentales organizados en los campos que alojaban manadas de elefantes y cebras, jirafas, leones, hipopótamos, leopardos.
La Segunda Cumbre de ASA se realizó en la isla venezolana de Margarita; ahí aprobaron la Declaración de Nueva Esparta.  
De allí nace y crece la necesidad de una relación directa Sur-Sur para aprender de manera conjunta la protección de los recursos naturales y aumentar los intercambios en comercio, inversiones, turismo, energía, transporte, infraestructura, ciencia y tecnología.
El intercambio comercial entre las dos regiones bordeó en 2011 los 40,400 millones de dólares.
Una frondosa literatura nos muestra al África de tiempos pretéritos, como las Memorias de África, de Isak Dinesen, seudónimo de Karen von Blixen-Finecke, publicadas en 1937, obra llevada al cine con gran éxito.
Es una fotografía de la vida colonial de lo que hoy es Kenia, país moderno defensor del desarrollo sostenible; en ese tiempo la mano de obra era provista por "squatters" o personas de una tribu local que garantizaban a los propietarios el trabajo de la tierra, que en muchos casos había sido propiedad de los campesinos, antes de que llegaran los colonizadores.
Brasil alberga la población de razas africanas más numerosa del mundo después de Nigeria. La integración ya no se detiene. En Sudáfrica, el grupo de economías emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se reunirá en marzo, y en mayo se celebrarán los 50 años de la Unión Africana.
América Latina, al participar en la Cumbre de ASA, fortalece el proyecto Sur-Sur y promueve que estas dos regiones encuentren nuevos escenarios para plantear al mundo alternativas con el fin de superar la crisis global, mediante una revolución intelectual, cifrada en la ética, en la búsqueda de mayor equidad, apostando por la educación y lucha contra la desnutrición.
África y América Latina mantienen una antigua relación, desde la Colonia y el Virreinato. La cultura de ambos se expresa con intensidad en el idioma, en la música, el arte, el deporte. Los viejos condenados de la Tierra hoy encuentran en la historia contemporánea un desafío conjunto.
Fecha:24/02/2013

Nuevas memorias de Africa y América


Escribe: Jorge Zavaleta Alegre | Opinión - 00:43h
Un viejo proverbio Etíope dice: “Cuando las telas de araña se juntan, ellas pueden amarrar a un león”.

La III Cumbre de jefes de Estado y de gobierno de América del Sur y de África (ASA), de febrero 2013, realizada en Malabo, capital de Guinea Ecuatorial, reunió a representantes de 63 naciones. ASA agrupa a los 12 países suramericanos y los 54 africanos.
Concluyó esta cita, apoyando el compromiso básico de fortalecer su Secretaría Permanente o Mesa Presidencial Estratégica con sede en Caracas e incluyó el respaldo a Argentina para intentar solucionar el tema de las Islas Malvinas. A Cuba, para que se termine el bloqueo de Estados Unidos, y crítica a la ONU por declarar estado no miembro a Palestina.
El foro condenó los hechos de violencia que se desarrollan en Siria y que han dejado decenas de muertos en lo que va de año.

Según datos oficiales, el intercambio comercial entre África y América del Sur, que fue de siete mil 200 millones en 2002, llegó hasta cerca de los 40 mil millones de dólares en 2011.
Tiempos modernos los de hoy, si uno recuerda, por ejemplo, al presidente Theodore Roosevelt, quien después de su expedición, en 1909, comparó Africa con “el Pleistoceno tardío”. Y muchos de esos países adquirieron popularidad para los safaris en los campos que alojaban manadas de elefantes y cebras, de jirafas, leones, hipopótamos, leopardos.
La II Cumbre de ASA, se realizó en la isla venezolana de Margarita, aprobó la “Declaración de Nueva Esparta". Pero durante la I Cumbre, en Nigeria 2006, fue interrumpida por las intervenciones extranjeras en Libia, Siria y Malí, países depositarios de las más grandes reservas petroleras y gasíferas del planeta.
De allí nace y crece la necesidad de una relación directa Sur-Sur para aprender de manera conjunta la protección de los recursos naturales y aumentar los intercambios en comercio, inversiones, turismo, energía, transporte, infraestructura, ciencia y tecnología. El intercambio comercial entre las dos regiones bordeó en el 2011, los 40 mil 400 millones de dólares.
Vivimos tiempos relativamente diferentes. Entre la frondosa literatura, Memorias de África, de Isak Dinesen, seudónimo de Karen von Blixen-Finecke, publicado en 1937, llevada al cine con gran éxito se puede ver una fotografía de la vida colonial de la antigua Kenia, ahora país moderno defensor del desarrollo sostenible, donde la mano de obra era provista por “squatters” o personas de una tribu local que garantizaba a los propietarios el trabajo de la tierra, que en muchos casos había sido propiedad de los campesinos, antes que llegaran los colonizadores.

Brasil, alberga la población de negros más numerosa del mundo después de Nigeria. La integración ya no se detiene. En Sudáfrica, el grupo de economías emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) se reunirá en marzo, y en mayo celebrará los 50 años de la Unión Africana en Etiopía.
América Latina al participar en la Cumbre de ASA, fortalece el proyecto Sur Sur y promueve que estas dos regiones encuentran nuevos escenarios para plantear al mundo alternativas para superar la crisis global, mediante una revolución intelectual, cifrada en la ética, en la búsqueda de mayor equidad, apostando por la educación y lucha contra la desnutrición.
Africa y América Latina mantienen una antigua relación, desde la Colonia y el Virreinato. La cultura de ambos se expresa con intensidad en el idioma, en la música, el arte, el deporte. Los viejos condenados de la tierra, hoy encuentran en la Historia Contemporánea, un desafío conjunto.
La declaración final de esta III Cumbre contempla fortalecer la cooperación Sur-Sur mediante 27 acuerdos. El seguimiento de los acuerdos en Malabo, se hará el 26 de abril próximo, en Caracas, nación elegida secretario permanente del foro.
Otro acuerdo es la aprobación de un fondo de financiamiento para ejecutar programas y proyectos que podría entrar en funcionamiento en septiembre venidero, aunque hubo un acuerdo de fortalecer lo logrado antes de realizar una expansión.
El proceso de integración de Africa y Sur América revive el mapa de estos territorios y una historia similar de despojo, explotación, desprecio y marginación. Al mismo tiempo encuentra un canal para compartir sueños, futuros.
Los que viven en Sudamérica miran en África como sus hijos e hijas. Los que viven en el África se miran como hermanos con los que viven en Sudamérica. “No nos extrañemos si de pronto nos encontramos, en nuestras luchas, entre parientes”.
Un documento de la II Cumbre ASA señala que los autores de la depredación en ambos lados del océano Atlántico, son la misma persona, y se llama “capitalismo transnacional”:
-Antes, como ahora, acusándonos de salvajes, de ignorantes, de incivilizados e inhumanos, consiguieron con su guerra de conquista y “civilizadora” que nosotros les generáramos sus grandes riquezas.
- Los pueblos del Sur nunca nos quedamos callados ni quietos ante la maldad del poderoso capitalista. Siempre mantuvimos, y mantenemos, luchas de liberación. La rebeldía y la resistencia es parte de la historia común que compartimos los pueblos de África y América del Sur.
En la III ASA, algunos de los asistentes recuerdan los movimientos libertadores que comandó Simón Bolívar, Negro Primero, Antonio Conselheiro, Ezequiel Zamora, Mandela, Gamel Nasser y muchos otros liderazgos.

Saben que no bastan las buenas leyes que promulgan los pueblos con sus gobiernos progresistas y revolucionarios. Saludan con entusiasmo las leyes y políticas de los gobiernos socialistas, revolucionarios y progresistas.
Representantes de algunos movimientos campesinos y campesinas, pescadores y pescadoras, proponen luchar por la soberanía alimentaria que contemple eliminar la pobreza en el medio rural, combatir la desigualdad social y la degradación de la naturaleza.
En resumen se exige garantizar las medidas de mejoría de las condiciones de vida en el campo, tales como educación, salud, infraestructura y vivienda. Es decir: “vida digna y en paz”. Con la guerra que propicia el norte no es factible conservar el planeta como morada de todos.
Los Andes- Telf.: +51-51-369388, +51-51-327436 | Dir.: Av. Floral 1128 - Puno, Jr. Salaverry 411 Of. 307 Plaza de Armas – Juliaca. GRUPO PUNORED S.A.C. Diario Los Andes

NUEVAS MEMORIAS DE AFRICA Y AMERICA, DESDE MALABO



Jorge Zavaleta Alegre. Cambio16-Madrid
Un viejo proverbio Etíope dice: “Cuando las  telas de araña se juntan, ellas pueden amarrar a un león”
La III Cumbre de jefes de Estado y de gobierno de América del Sur y de África (ASA), de febrero  2013, realizada en Malabo, capital de Guinea Ecuatorial, reunió a  representantes de  63 naciones. ASA  agrupa a los 12 países suramericanos y los 54 africanos.
Concluyó esta  cita, apoyando el compromiso básico de fortalecer su Secretaría Permanente o Mesa Presidencial Estratégica con sede en Caracas e incluyó  el respaldo a Argentina para intentar solucionar el tema de las Islas Malvinas. A Cuba, para que se termine el bloqueo de Estados Unidos, y crítica a la ONU por declarar estado no miembro a Palestina.
El foro condenó los hechos de violencia que se desarrollan en Siria y que han dejado decenas de muertos en lo que va de año.
Según datos oficiales, el intercambio comercial entre África y América del Sur, que fue de siete mil 200 millones en 2002, llegó hasta cerca de los 40 mil millones de dólares en 2011.
Tiempos modernos los de hoy, si uno recuerda, por ejemplo,  al presidente Theodore Roosevelt, quien después de su expedición, en 1909,  comparó  Africa con “el Pleistoceno tardío”.  Y muchos de esos países adquirieron popularidad  para los safaris en los campos que alojaban manadas de elefantes y cebras, de jirafas, leones, hipopótamos, leopardos.
La II Cumbre de ASA, se realizó en la isla venezolana de Margarita,  aprobó  la “Declaración de Nueva Esparta". Pero durante la I Cumbre, en Nigeria 2006,  fue  interrumpida por  las intervenciones extranjeras en Libia, Siria y Malí, países depositarios de las más grandes reservas petroleras  y gasíferas del planeta. 
De allí nace  y crece la necesidad  de una relación directa Sur-Sur para aprender de manera conjunta  la protección de los recursos naturales y aumentar los intercambios en  comercio, inversiones, turismo, energía, transporte, infraestructura, ciencia y tecnología. El intercambio comercial entre las dos regiones  bordeó  en el 2011, los 40 mil 400 millones de dólares.

Vivimos tiempos relativamente diferentes. Entre la frondosa literatura,  Memorias de África, de Isak Dinesen,  seudónimo de Karen von Blixen-Finecke, publicado en 1937,  llevada al cine con gran éxito se puede ver una  fotografía de la vida colonial  de la antigua Kenia, ahora país moderno defensor del desarrollo sostenible,  donde la mano de obra era provista por “squatters”  o  personas de una tribu local que garantizaba a los propietarios el  trabajo de la  tierra, que en muchos casos había sido propiedad de los campesinos,  antes que llegaran los colonizadores.  
Brasil, alberga la población de negros más numerosa del mundo después de Nigeria. La integración ya no se detiene. En  Sudáfrica, el grupo de economías emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) se reunirá en marzo, y en mayo  celebrará los 50 años de la Unión Africana en Etiopía.
América Latina al participar en la Cumbre de ASA, fortalece el proyecto Sur Sur y promueve que  estas dos regiones  encuentran nuevos escenarios para  plantear al mundo alternativas para superar la crisis global, mediante una revolución intelectual,  cifrada en la ética, en la búsqueda de mayor equidad, apostando por la educación y  lucha contra la desnutrición.
Africa y América Latina mantienen una antigua relación, desde  la Colonia y el Virreinato. La cultura de ambos se expresa con intensidad  en el  idioma, en la música, el arte, el deporte.  Los viejos  condenados de la  tierra, hoy encuentran en la Historia Contemporánea,  un desafío conjunto.
La declaración final de esta III Cumbre contempla   fortalecer la cooperación Sur-Sur mediante  27 acuerdos. El seguimiento de los acuerdos  en Malabo, se hará el 26 de abril próximo, en Caracas, nación elegida secretario permanente del foro.
Otro acuerdo es la aprobación de un fondo de financiamiento para ejecutar programas y proyectos que podría entrar en funcionamiento en septiembre venidero, aunque  hubo un acuerdo de fortalecer lo logrado antes de realizar una expansión.
El proceso de integración de Africa y Sur América revive  el mapa de estos territorios y una historia similar de  despojo, explotación,  desprecio y marginación.  Al mismo tiempo encuentra un canal para compartir sueños, futuros. 
Los que viven en Sudamérica miran en África como sus hijos e  hijas. Los que viven  en el África se miran como hermanos con los que viven en Sudamérica. “No nos extrañemos si de pronto nos encontramos, en nuestras luchas, entre parientes”.
Un documento de la II Cumbre ASA señala  que los autores de la depredación  en ambos lados del océano Atlántico, son la misma persona, y se llama “capitalismo transnacional”:
-Antes, como ahora, acusándonos de salvajes, de  ignorantes, de incivilizados e inhumanos, consiguieron con su guerra de conquista y “civilizadora” que nosotros les generáramos sus grandes riquezas.
- Los pueblos del Sur nunca nos quedamos  callados ni quietos ante la maldad del poderoso capitalista. Siempre mantuvimos, y mantenemos, luchas de liberación. La rebeldía y la resistencia es parte de la historia común que compartimos los pueblos de África y América del Sur.
En la III ASA, algunos de los asistentes recuerdan   los movimientos libertadores que comandó Simón Bolívar, Negro Primero,  Antonio Conselheiro, Ezequiel Zamora, Mandela, Gamel Nasser y muchos otros liderazgos.
Saben  que no bastan las buenas leyes que promulgan los pueblos con sus gobiernos progresistas y revolucionarios. Saludan con entusiasmo las leyes y políticas de los gobiernos socialistas, revolucionarios y progresistas.
Representantes de algunos movimientos  campesinos y campesinas, pescadores y pescadoras, proponen luchar por la soberanía alimentaria que contemple eliminar la pobreza en el medio rural, combatir la desigualdad social y la degradación de la naturaleza.

En resumen se exige  garantizar las medidas de mejoría de las condiciones de vida en el campo, tales como educación, salud, infraestructura y vivienda. Es decir: “vida digna y en paz”. Con la guerra que propicia el norte no es factible conservar el planeta como morada de todos.

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