Papeldearbol, desde Washington DC.
Diario16.com Madrid.
Jorge Zavaleta Alegre
Tener un trastorno de salud mental puede ser tan grave como
tener un ataque al corazón, o cualquier otro trastorno de salud física que
ponga en riesgo la vida…, explica American Psychological Association – APA, la organización científica y profesional que
representa a la psicología en los Estados Unidos, con más de 115,700
investigadores, educadores, clínicos, consultores y estudiantes como miembros.
Este tema que debe ser
preocupación permanente estalla una vez
más con la masacre de estudiantes en un colegio de
La Florida, en el Día de San Valentín, que la Iglesia atribuye el símbolo del
Amor, de la Amistad, de la Fraternidad.
No obstante la dimensión que merece el cuidado de la Salud Mental, de los 44 millones de personas en los EEUU que
tienen un trastorno de salud mental, sólo un tercio recibe tratamiento, informa
APA, lo cual revela un elemento clave para conocer
el origen, la causa y las consecuencias de la violencia que azota la
sociedad.
Una encuesta de esta
misma organización, del 2004, precisa
que la falta de seguro médico (87%) y el costo del tratamiento (81%) son los
principales factores para no buscar servicios de salud mental. El mismo sondeo
muestra que el 85% de los encuestados opina que el seguro médico debería cubrir
los servicios de salud mental.
Una persona enferma de esquizofrenia, explica el investigador
español Sergio Gonzáles Valero, que menos de la mitad de los afectados cumple
con su tratamiento. Hacen falta más recursos para mejorar su integración en la
sociedad.
La sociedad en general está enferma, porque una gran mayoría
de familias tiene prejuicios de reconocer
que la llamada locura, aún persisten muros muy altos que derribar y
derechos por alcanzar, argumenta José Luis Rico, psicólogo y subdirector de la
Asociación Madrileña de Amigos y Familiares de Personas con Esquizofrenia de
España (Anafe).
Michelle Funk, especialista de la OMS, subraya que diversos
estudios realizados en EEUU y Reino Unido han demostrado que «las personas con
enfermedad mental mueren entre 10 y 20 años antes que la media de la
población».
El seguimiento del tratamiento, por ejemplo, en el caso de
los afectados por esquizofrenia «es mejorable. Convendrían mayor número de consultas
y más tiempo de atención». Pero el dato más preocupante es que
el 25% abandona la terapia durante los primeros 10 días, el 50% durante el
primer año y el 75% a los dos años.
El desarrollo de lo social en la salud mental ha permitido
que participen todos los factores en la
comunidad, se identifiquen los problemas y se enfrente con valentía e
inteligencia cualquier situación que entorpezca el logro de los pilares básicos
del sistema y los servicios de salud mental. Palabras clave: salud mental,
desarrollo social, salud comunitaria, organización.
La OMS también estima un aumento considerable de las
enfermedades mentales, tanto en los países de bajos ingresos como en Europa
Occidental y América del Norte, debido al envejecimiento de la población, al
estilo de vida y a la proporción cada vez mayor de personas que se hallan
expuestas a situaciones psicosociales adversas.
El paro prolongado, formas de vida aislada tras el
debilitamiento de los lazos familiares y sociales, la movilidad social y
geográfica, situaciones de exclusión social (inmigrantes, sin techo,
marginales), aumentan la vulnerabilidad a la enfermedad mental.
Situaciones de riesgo se unen al rápido crecimiento de los casos de
SIDA —con los trastornos psicológicos asociados— y, sobre todo, a la imparable
adopción por gente muy joven de patrones de conducta lesivos para la salud,
especialmente el abuso de drogas y el alcohol, la conducción peligrosa de
vehículos, el gusto por el riesgo y la violencia.
En Europa, el vertiginoso desmoronamiento de los regímenes
políticos del Este, y las dificultades en el proceso de transición a una
economía de mercado de estos países, han empujado a situaciones extremas a
amplios grupos de la población con violaciones masivas de los derechos humanos
—desplazamientos forzosos, guerras terribles, empobrecimiento de la mayoría de
la población—, de incalculables consecuencias para la salud mental de las
personas afectadas.
Diferentes autores consideran que la situación presente
empeorará en los próximos años como resultado de la desmedida ola de violencia
que aflige África, Asia y América Latina y el crecimiento de la población,
especialmente en los países en desarrollo. El Banco Mundial sitúa en primer
lugar la enfermedad mental, antes que el cáncer y las enfermedades
cardiovasculares— como por el costo que representan.
Cuba se encuentra entre los países que dedican grandes
esfuerzos mediante sus diversos organismos y ministerios para promover estilos
de vida saludables y prevenir los trastornos que afecten la salud mental del
ciudadano. Las estrategias de salud en este sentido abarcan no solo a
ministerios como los de Salud Pública, Educación, u otras instituciones
estatales, sino a otras organizaciones sociales.
En la psiquiatría se considera que "la salud mental es
el estado de equilibrio y adaptación activa y suficiente que permite al
individuo interactuar con su medio, de manera creativa, propiciando su
crecimiento y bienestar individual, y el de su ambiente social cercano y
lejano, buscando mejorar las condiciones de la vida de la población conforme a
sus particularidades"..
En 1996, el congreso de Estados Unidos comenzó a abordar el
tema de la discriminación en la cobertura de salud mental al promulgar la ley
de paridad en la salud mental (MHPA por sus siglas en inglés) que exigía a las
compañías de seguro que trataran la cobertura de los trastornos de salud mental
y física de manera similar.
Sin embargo, las aseguradoras pudieron hallar
lagunas en la ley, que permitió a los planes de seguro médico cubrir los servicios
de salud mental en niveles más bajos que la atención médica física. Poco, muy
poco se ha avanzado en impulsar la salud
mental, como premisa de la Salud.