Jorge Arturo Figueroa
Comentarista invitado
El Registro Nacional de Cine (National Film Registry) es una selección de películas que realiza la Junta Nacional de Conservación de Cine para su conservación en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
Este Registro Nacional conserva veinticinco películas “cultural, histórica o esteticamente significativas” cada año; mostrando la diversidad del patrimonio cinematográfico estadounidense para aumentar la conciencia de su preservación. Para ser elegible para el registro, la película debe tener al menos diez años de antigüedad. El registro incluye desde clásicos de Hollywood a películas huérfanas.
El registro contiene película de actualidades, cine mudo, cine experimental, cortometrajes, películas sin derechos de autor, cine serial, películas caseras, documentales, cine independiente y películas para televisión.
Hasta la lista del 2008, hay 500 películas conservadas en el registro. Las obras seleccionadas este año fueron escogidas de una lista de 2.112 películas propuestas por el público y elevó a 550 el número de filmes que figuran en el archivo nacional del cine.
Entre las veinticinco películas incorporadas recientemente por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos se encuentran: “El imperio contraataca”, “El exorcista” y “Fiebre de sábado por la noche, entre otras, son ahora “clásicos”. “Star wars: Episodio V – El imperio contraataca”, “El Exorcista”, “¿Y dónde está el piloto?” fueron algunas de las 25 películas escogidas para integrar la Biblioteca del Congreso en Estados Unidos por “su importancia cultural y estética”.
Varias de las obras que entraron en la lista este año tuvieron un inmenso éxito entre el público, como fue el caso de “El Exorcista” de William Friedkin (1973), “Todos los hombres del Presidente” de Alan J. Pakula, con Robert Redford y Dustin Hoffman (1976), o “Fiebre del sábado por la noche” (1977), que lanzó la carrera de John Travolta. El listado completo “Films Selected to The National http://www.loc.gov/film/titles.html
Si bien esa es una selección valiosa, bien valdría un esfuerzo para disponer también de los aportes del cine latinoamericano, región estrechamente ligada a la integración continental..
La producción cinematográfica en América Latina ha experimentado una verdadera explosión desde mediados de los años 90, afirma Jorge Zavaleta Balarezo, desde la Universidad de Pittsburg, PA.
Con la contribución de fundaciones internacionales y el apoyo de
gobiernos de países europeos (España a la cabeza de ellos), se ha trazado un nuevo mapa y un nuevo destino para el cine de nuestra región.
El crítico Eduardo Russo describe de esta manera las nuevas condiciones del arte audiovisual en las tierras al sur del Río Grande: Estamos asistiendo a una verdadera explosión de filmes, de nuevos realizadores, de formas de producción audiovisual renovadas. Y esto ocurre en el marco de una profunda mutación no sólo de las modalidades de desarrollo y producción en las artes audiovisuales, sino también en su circulación social y en sus vías de encuentro con los espectadores a quienes estas obras están dirigidas.
Zavaleta Balarezo, en su disertación titulada "Hacia un cuarto cine: violencia, marginalidad, memoria y nuevos escenarios globales en veintiún películas latinoamericanas", alude a las nuevas condiciones en que se inscribe la realización y producción de filmes en el continente entre fines de los años 90 y el año 2010, cuando la cinta argentina
El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella, obtiene el premio Oscar, de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos.
Este arco temporal nos permite dilucidar sobre la variedad de temáticas tratadas así como las intenciones, extremas o experimentales, de sus realizadores. En cuanto a la propia idea de un “Cuarto Cine” debemos recordar las palabras de Gustavo Postiglione, un director que trabaja en Rosario (Argentina) al margen de la industria organizada, y quien ha producido un puñado de singulares filmes de tinte localista, el más destacado de los cuales se titula El asadito (2000).
El cine latinoamericano luce rebosante y robusto. Al Óscar obtenido hace dos años por el mexicano Alejandro González Iñárritu -autor de historias limítrofes como Amores perros y Babel- se suman continuos y permanentes reconocimientos a cineastas y películas de la región donde se han generado en los últimos veinte años títulos como La ciénaga, Ciudad de Dios, La vendedora de rosas, La teta asustada, El secreto de sus ojos, Aquarius o El clan
Las razones para este reencuentro con el cine que se hace en América Latina pueden encontrarse no solo en el modelo de coproducción -con instituciones y fondos como Ibermedia, Canal Plus, Hubert Bals Fund, Televisión Española- sino en el surgimiento de una nueva generación de cineastas, guiados muchas veces por una búsqueda estética no necesariamente ideologizada al extremo y que, bien vista, es una recomposición y relectura de los códigos del Neorrealismo y la Nueva Ola.
En el caso del Perú bien vale señalar los aportes de Fernando Villarán, conocido por dirigir Viejos amigos y Guerrero, acaba de obtener el Premio de Desarrollo de Proyectos de Largometraje de DAFO para su próximo film Perro de prensa. La película demorará un tiempo en grabarse, debido a que el realizador está terminando de editar un largo que se estrenará el 2019:
El Proyecto Especial Concurso Nacional “Cortometrajes del Bicentenario del Perú” busca encontrar los mejores proyectos de obras cinematográficas cortas que cuenten y narren de la mejor manera la identidad de este americano que conquistó su independencia política hace dos siglos. “El concurso tiene como finalidad fomentar la reflexión crítica, histórica y la exploración estética sobre la Independencia y la construcción de la República. Esperamos recibir muchas propuestas de todas las regiones del Perú”, declara la dirección ejecutiva del Proyecto Especial Bicentenario.
Jorge Zavaleta Alegre
Escritor, crítico de cine y periodista peruano (Trujillo, 1968). Es doctor (Ph.D.) en literatura latinoamericana por la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos). Además, tiene estudios de literatura, periodismo, cine, publicidad y análisis político en la Pontificia Universidad Católica de Lima (PUCP) y en el Instituto Idea, de Caracas (Venezuela). Su obra creativa incluye la novela Católicas (1998) y una colección aún inédita de cuentos. Ha publicado ensayos y reseñas en revistas académicas como Mester, Variaciones Borges, Revista Iberoamericana, Nomenclatura y Visions of Latin America. Su carrera periodística en Lima y América Latina incluye artículos en diarios, revistas y agencias de noticias como Argenpress (Argentina), Notimex (México) y DPA (Alemania). En 1998 participó en el volumen colectivo Literatura peruana hoy: crisis y creación, editado por la Universidad Católica de Eichstätt (Alemania), con el ensayo “El cine en el Perú: ¿la luz al final del túnel?”.
papeldearbol@gmail.com
Asociado a Diario16 y El Mercurio Digital de España
Tandil news Bs As.
Si bien esa es una selección valiosa, bien valdría un esfuerzo para disponer también de los aportes del cine latinoamericano, región estrechamente ligada a la integración continental..
La producción cinematográfica en América Latina ha experimentado una verdadera explosión desde mediados de los años 90, afirma Jorge Zavaleta Balarezo, desde la Universidad de Pittsburg, PA.
Con la contribución de fundaciones internacionales y el apoyo de
gobiernos de países europeos (España a la cabeza de ellos), se ha trazado un nuevo mapa y un nuevo destino para el cine de nuestra región.
El crítico Eduardo Russo describe de esta manera las nuevas condiciones del arte audiovisual en las tierras al sur del Río Grande: Estamos asistiendo a una verdadera explosión de filmes, de nuevos realizadores, de formas de producción audiovisual renovadas. Y esto ocurre en el marco de una profunda mutación no sólo de las modalidades de desarrollo y producción en las artes audiovisuales, sino también en su circulación social y en sus vías de encuentro con los espectadores a quienes estas obras están dirigidas.
Zavaleta Balarezo, en su disertación titulada "Hacia un cuarto cine: violencia, marginalidad, memoria y nuevos escenarios globales en veintiún películas latinoamericanas", alude a las nuevas condiciones en que se inscribe la realización y producción de filmes en el continente entre fines de los años 90 y el año 2010, cuando la cinta argentina
El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella, obtiene el premio Oscar, de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos.
Este arco temporal nos permite dilucidar sobre la variedad de temáticas tratadas así como las intenciones, extremas o experimentales, de sus realizadores. En cuanto a la propia idea de un “Cuarto Cine” debemos recordar las palabras de Gustavo Postiglione, un director que trabaja en Rosario (Argentina) al margen de la industria organizada, y quien ha producido un puñado de singulares filmes de tinte localista, el más destacado de los cuales se titula El asadito (2000).
El cine latinoamericano luce rebosante y robusto. Al Óscar obtenido hace dos años por el mexicano Alejandro González Iñárritu -autor de historias limítrofes como Amores perros y Babel- se suman continuos y permanentes reconocimientos a cineastas y películas de la región donde se han generado en los últimos veinte años títulos como La ciénaga, Ciudad de Dios, La vendedora de rosas, La teta asustada, El secreto de sus ojos, Aquarius o El clan
Las razones para este reencuentro con el cine que se hace en América Latina pueden encontrarse no solo en el modelo de coproducción -con instituciones y fondos como Ibermedia, Canal Plus, Hubert Bals Fund, Televisión Española- sino en el surgimiento de una nueva generación de cineastas, guiados muchas veces por una búsqueda estética no necesariamente ideologizada al extremo y que, bien vista, es una recomposición y relectura de los códigos del Neorrealismo y la Nueva Ola.
En el caso del Perú bien vale señalar los aportes de Fernando Villarán, conocido por dirigir Viejos amigos y Guerrero, acaba de obtener el Premio de Desarrollo de Proyectos de Largometraje de DAFO para su próximo film Perro de prensa. La película demorará un tiempo en grabarse, debido a que el realizador está terminando de editar un largo que se estrenará el 2019:
El Proyecto Especial Concurso Nacional “Cortometrajes del Bicentenario del Perú” busca encontrar los mejores proyectos de obras cinematográficas cortas que cuenten y narren de la mejor manera la identidad de este americano que conquistó su independencia política hace dos siglos. “El concurso tiene como finalidad fomentar la reflexión crítica, histórica y la exploración estética sobre la Independencia y la construcción de la República. Esperamos recibir muchas propuestas de todas las regiones del Perú”, declara la dirección ejecutiva del Proyecto Especial Bicentenario.
Jorge Zavaleta Alegre
Escritor, crítico de cine y periodista peruano (Trujillo, 1968). Es doctor (Ph.D.) en literatura latinoamericana por la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos). Además, tiene estudios de literatura, periodismo, cine, publicidad y análisis político en la Pontificia Universidad Católica de Lima (PUCP) y en el Instituto Idea, de Caracas (Venezuela). Su obra creativa incluye la novela Católicas (1998) y una colección aún inédita de cuentos. Ha publicado ensayos y reseñas en revistas académicas como Mester, Variaciones Borges, Revista Iberoamericana, Nomenclatura y Visions of Latin America. Su carrera periodística en Lima y América Latina incluye artículos en diarios, revistas y agencias de noticias como Argenpress (Argentina), Notimex (México) y DPA (Alemania). En 1998 participó en el volumen colectivo Literatura peruana hoy: crisis y creación, editado por la Universidad Católica de Eichstätt (Alemania), con el ensayo “El cine en el Perú: ¿la luz al final del túnel?”.
papeldearbol@gmail.com
Asociado a Diario16 y El Mercurio Digital de España
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