Papel de Arbol

domingo, 2 de agosto de 2015

COREA DEL SUR VIVE UN VERANO INTENSO


Francisco Carranza Romero

Cuando los surcoreanos estaban muy preocupados por la escasa lluvia primaveral de 2015 que hacía pensar en la temible sequía, llegó el verano intenso con lluvias esporádicas y el calor que durante varios días ha llegado a 38 grados centígrados. A ese ambiente de preocupación general llegué a Seúl en el mes de julio y, a los pocos días de mi arribo –qué coincidencia-, se anunció el primer tifón. Aunque este fenómeno, como el huracán caribeño, causa destrozos en el campo y en la ciudad, la gente sonrió pensando en la agricultura y en toda la naturaleza; y sólo en el mes de julio han pasado cuatro tifones que han llenado de líquido las represas y han regado las sedientas montañas y sementeras que ahora verdean alegrando los ojos.

Los luminosos relámpagos con sus zigzagueantes lanzas dirigidas a algún lugar, y los estruendosos truenos preceden a los chaparrones. Después de esta danza acuosa que salpica y moja, el cielo se escampa, y la madre natura se refresca abanicándose con el viento suave. Entonces las cigarras intervienen en el programa ofreciendo conciertos gratuitos en todo lugar. Aunque el ambiente cálido da modorra, hay que soportarlo y gozarlo pensando en el invierno frígido y blanco de diciembre, enero y febrero. Los mercados ofrecen verduras frescas, melones amarillos, sandías y nectarinas. El mes de agosto, según los pronósticos de los meteorólogos, también será lluvioso, cálido y con tifones.

El verano es la temporada de la liga de béisbol. Los estadios se llenan del público que acude para ver y apoyar a sus equipos; los canales de televisión transmiten varios partidos simultáneos porque la liga se juega en varias ciudades. Los estudiantes de todo nivel están de vacaciones; pero algunos aprovechan para reforzar su preparación con las clases especiales de verano.

Para los políticos, como en todo el mundo, no hay estaciones. Ellos compiten en la demagogia, se sacan los trapos sucios, se calumnian, se insultan. Si aprendieran a callarse para tener el tiempo de pensar mejor, ¡qué bueno sería! Pero, ya no serían los políticos que satisfacen los bajos gustos de la mayoría del pueblo. Los de la oposición critican al gobierno por cualquier cosa porque sólo así demuestran que están vivos y tienen la esperanza de ganar votos en las elecciones que se avecinan.

Sin embargo, hay una noticia que ocupa las portadas de los periódicos y es motivo de muchos comentarios. La pelea entre los hermanos Shin Dong-joo (el mayor) y Shin Dong-bin (el menor), hijos de  Shin Kyuk-ho, el nonagenario fundador del Grupo Lotte, una de las cinco empresas grandes de Corea del Sur. El amor fraternal, el respeto al mayor y la lealtad familiar son principios que ahora están rotos y tirados en el basurero.

Es que el Grupo Lotte mueve millones de wones y yenes ya que tiene negocios en Corea y Japón en las áreas de hoteles, construcción, tiendas de 24 horas, equipos de béisbol, supermercados y dulces. La guerra verbal y legal entre los hermanos por el derecho de la sucesión tiene seguidores que también participan en la disputa. Recién se conocen ciertos datos del conflicto: El anciano Kyuk-ho también usó la fuerza y astucia para apoderarse de la riqueza familiar y así hacerse rico; se casó con una japonesa rica. Dong-joo (el mayor) reside en Japón, se comunica mejor en japonés que en coreano, y está casado con una coreana. Dong-bin (el menor), casado con una japonesa de una familia del mundo de negocios, se comunica mejor en japonés que en coreano, pero su coreano es de nivel superior al de su hermano; trabajó en la sucursal de una compañía de acciones de Japón en Inglaterra y sabe nuevos métodos de negocio. En diciembre de 2014 el anciano patriarca destituyó sorpresivamente al hijo mayor de la cabeza de la empresa para colocar al hijo menor en el cargo máximo, rompiendo su regla secreta: el negocio de Japón para el mayor; el negocio de Corea para el menor. El hijo mayor sospechó: El anciano padre reside en Corea desde hace varios años y ya no visita Japón por su estado físico. El hermano menor habría aprovechado esta situación para informar mal del mayor al padre sobre su fracaso en una inversión en Japón. Por eso, desde enero de 2015 visitaba al padre con frecuencia para informarle sobre su hermano menor: la pérdida de dinero por la mala inversión en China. El padre, acorralado o convencido de su error, cambió su decisión de diciembre en julio, y fue a Japón para destituir al hijo menor; pero éste, más hábil, utilizando la reunión del consejo de la compañía, separó a su padre de la compañía. Esta historia nos hace recordar la rivalidad entre Esaú y Jacob. ¿Hay alguna diferencia en el método comercial de Japón y Corea? ¿Será el efecto del estío candente? ¿El calor y los tifones de julio han afectado las relaciones familiares? Si así fuera, ojalá que la frescura otoñal haga bajar los ánimos caldeados.

Las rivalidades entre los hermanos que llegan hasta el fratricidio no es ninguna novedad cuando se trata de intereses económicos; ocurre que el lío de los hijos del fundador de Lotte significa mucho dinero.  
 Cuando los surcoreanos estaban muy preocupados por la escasa lluvia primaveral de 2015 que hacía pensar en la temible sequía, llegó el verano intenso con lluvias esporádicas y el calor que durante varios días ha llegado a 38 grados centígrados. A ese ambiente de preocupación general llegué a Seúl en el mes de julio y, a los pocos días de mi arribo –qué coincidencia-, se anunció el primer tifón. Aunque este fenómeno, como el huracán caribeño, causa destrozos en el campo y en la ciudad, la gente sonrió pensando en la agricultura y en toda la naturaleza; y sólo en el mes de julio han pasado cuatro tifones que han llenado de líquido las represas y han regado las sedientas montañas y sementeras que ahora verdean alegrando los ojos.

Los luminosos relámpagos con sus zigzagueantes lanzas dirigidas a algún lugar, y los estruendosos truenos preceden a los chaparrones. Después de esta danza acuosa que salpica y moja, el cielo se escampa, y la madre natura se refresca abanicándose con el viento suave. Entonces las cigarras intervienen en el programa ofreciendo conciertos gratuitos en todo lugar. Aunque el ambiente cálido da modorra, hay que soportarlo y gozarlo pensando en el invierno frígido y blanco de diciembre, enero y febrero. Los mercados ofrecen verduras frescas, melones amarillos, sandías y nectarinas. El mes de agosto, según los pronósticos de los meteorólogos, también será lluvioso, cálido y con tifones.

El verano es la temporada de la liga de béisbol. Los estadios se llenan del público que acude para ver y apoyar a sus equipos; los canales de televisión transmiten varios partidos simultáneos porque la liga se juega en varias ciudades. Los estudiantes de todo nivel están de vacaciones; pero algunos aprovechan para reforzar su preparación con las clases especiales de verano.

Para los políticos, como en todo el mundo, no hay estaciones. Ellos compiten en la demagogia, se sacan los trapos sucios, se calumnian, se insultan. Si aprendieran a callarse para tener el tiempo de pensar mejor, ¡qué bueno sería! Pero, ya no serían los políticos que satisfacen los bajos gustos de la mayoría del pueblo. Los de la oposición critican al gobierno por cualquier cosa porque sólo así demuestran que están vivos y tienen la esperanza de ganar votos en las elecciones que se avecinan.

Sin embargo, hay una noticia que ocupa las portadas de los periódicos y es motivo de muchos comentarios. La pelea entre los hermanos Shin Dong-joo (el mayor) y Shin Dong-bin (el menor), hijos de  Shin Kyuk-ho, el nonagenario fundador del Grupo Lotte, una de las cinco empresas grandes de Corea del Sur. El amor fraternal, el respeto al mayor y la lealtad familiar son principios que ahora están rotos y tirados en el basurero.

Es que el Grupo Lotte mueve millones de wones y yenes ya que tiene negocios en Corea y Japón en las áreas de hoteles, construcción, tiendas de 24 horas, equipos de béisbol, supermercados y dulces. La guerra verbal y legal entre los hermanos por el derecho de la sucesión tiene seguidores que también participan en la disputa. Recién se conocen ciertos datos del conflicto: El anciano Kyuk-ho también usó la fuerza y astucia para apoderarse de la riqueza familiar y así hacerse rico; se casó con una japonesa rica. Dong-joo (el mayor) reside en Japón, se comunica mejor en japonés que en coreano, y está casado con una coreana. Dong-bin (el menor), casado con una japonesa de una familia del mundo de negocios, se comunica mejor en japonés que en coreano, pero su coreano es de nivel superior al de su hermano; trabajó en la sucursal de una compañía de acciones de Japón en Inglaterra y sabe nuevos métodos de negocio. En diciembre de 2014 el anciano patriarca destituyó sorpresivamente al hijo mayor de la cabeza de la empresa para colocar al hijo menor en el cargo máximo, rompiendo su regla secreta: el negocio de Japón para el mayor; el negocio de Corea para el menor. El hijo mayor sospechó: El anciano padre reside en Corea desde hace varios años y ya no visita Japón por su estado físico. El hermano menor habría aprovechado esta situación para informar mal del mayor al padre sobre su fracaso en una inversión en Japón. Por eso, desde enero de 2015 visitaba al padre con frecuencia para informarle sobre su hermano menor: la pérdida de dinero por la mala inversión en China. El padre, acorralado o convencido de su error, cambió su decisión de diciembre en julio, y fue a Japón para destituir al hijo menor; pero éste, más hábil, utilizando la reunión del consejo de la compañía, separó a su padre de la compañía. Esta historia nos hace recordar la rivalidad entre Esaú y Jacob. ¿Hay alguna diferencia en el método comercial de Japón y Corea? ¿Será el efecto del estío candente? ¿El calor y los tifones de julio han afectado las relaciones familiares? Si así fuera, ojalá que la frescura otoñal haga bajar los ánimos caldeados.

Las rivalidades entre los hermanos que llegan hasta el fratricidio no es ninguna novedad cuando se trata de intereses económicos; ocurre que el lío de los hijos del fundador de Lotte significa mucho dinero.