Jorge Zavaleta Alegre.
Pueblos indígenas exhiben
su riqueza cultural y alimentaria. La Universidad Nacional
de Huamanga, el Instituto de Estudios Peruanos IEP y Chirapa (organización nacional que celebra 30 años de
labor), convocan al país a participar en esta iniciativa.
Un estudio de estas instituciones revela que la sobrecarga de trabajo de las mujeres en
Ayacucho y carencia de ciertos alimentos les impide frenar la desnutrición de
sus hijos.
La reveladora investigación que identifica retos y formula
propuestas para enfrentar la desnutrición infantil en las comunidades indígenas
del sur andino fue presentada en Julio
del 2016, en el Centro Cultural de la Universidad Nacional San Cristóbal de
Huamanga (Portal Unión Nº 37 – Plaza Mayor de Ayacucho). El ingreso es libre.
El estudio, titulado Saber y no poder, a cargo de Tamia
Portugal y Carmen Yon, investigadoras del Instituto de Estudios Peruanos IEP,
se basa en la experiencia del programa de Soberanía y Seguridad Alimentaria de
CHIRAPAQ, que ha desarrollado proyectos con las comunidades quechuas de la
provincia de Vilcashuamán, en la región Ayacucho.
Las investigadoras encontraron que las madres de las
comunidades sí conocen cómo garantizar la nutrición de sus hijos, pero no
pueden lograrlo por las dificultades de acceso a alimentos como la carne y los
huevos.
Además, muchas veces las madres enfrentan sobrecargas de
trabajo que les impiden cumplir con el cuidado de sus hijos e hijas. Los
programas estatales deben tomar en cuenta estas condiciones para concretar una
política integral contra la desnutrición infantil.
Tamia Portugal es antropóloga, integrante del Grupo Memoria
del Instituto de Estudios Peruanos. Portugal ha publicado estudios acerca de
los aspectos sociales de la memoria en el escenario post violencia política,
así como la desnutrición infantil en la región Ayacucho.
Carmen Yon es graduada en Sociología por la Pontificia
Universidad Católica del Perú y doctora en Ciencias Sociomédicas, con
especialidad en Antropología Médica, por la Universidad de Columbia (Nueva
York). Se ha especializado en temas de género, culturas juveniles, salud,
interculturalidad y desigualdades sociales.
La presentación del estudio se realizó en el foro
“Conocimientos indígenas, iniciativas y políticas”, organizado por CHIRAPAQ y
el Instituto de Estudios Peruanos, que incluye una serie de diálogos sobre
estrategias para eliminar la desnutrición infantil en Ayacucho.
Este encuentro es parte de las celebraciones por los 30 años
de CHIRAPAQ, organización que promueve una propuesta de nutrición basada en los
productos nativos, que deben ser rescatados del olvido para mejorar las
condiciones de vida de los pueblos indígenas.
En Huamanga se impulsa una actividad cultural permanente sobre
los saberes de la cultura alimentaria
indígena y ahora se propone recomendaciones para mejorar políticas alimentarias
y de salud en la región de Ayacucho, azotada por el terrorismo hace dos décadas, cuyas heridas no han
cicatrizado.
En julio los
representantes de los pueblos indígenas de cinco regiones del Perú se
dieron cita en el centro cultural de la
universidad nacional San Cristóbal de Huamanga (portal unión nº 37 – plaza
mayor de Ayacucho) para ofrecer al público
una jornada de cultura viva, que incluye la exposición y venta de
productos agropecuarios y artesanales representativos de la diversidad cultural
y biológica del Perú.
El público puede encontrar los quesos y yogures de la marca
Sanqui, producidos por la organización de mujeres indígenas del distrito de
Laramate (Omil), quienes lograron industrializar sus productos lácteos para
garantizar su empoderamiento económico. También puede adquirirse los productos agrícolas de este
distrito andino, como la quinua y la papa.
La exposición permite atender la visita de las mujeres
indígenas quechuas de la provincia de Vilcas Huamán, quienes ofrecen a la venta
sus coloridos tejidos tradicionales. Desde la región Huánuco, los productores
agropecuarios quechuas de Huamalíes y Umari ofertan una diversidad de papas nativas, menestras,
frutos nativos y otros cultivos.
La región Loreto es representada por el pueblo Shawi, quienes
llevan sus productos cerámicos, como los
recipientes mokawa, así como tejidos de cintura y bisutería con insumos
nativos. Desde la selva central, artesanas del pueblo Yánesha, muestran sus técnicas de tejido con plantas
tintóreas, tejido de cintura y tallado de joyas en madera.
Todos estos productos provienen de las culturas milenarias de
los pueblos indígenas, quienes los han recuperado y puesto en valor gracias a
los proyectos desarrollados por Chirapaq.
Se da impulso a las primeras
jornadas de cultura viva, donde los pueblos indígenas invitados
demostrarán las diversas formas como expresan su cultura, con danzas, números
musicales y preparación de platos de comida.
Estas actividades se desarrollarán de manera paralela al
diálogo para enfrentar la desnutrición infantil en Ayacucho, titulado
“conocimientos indígenas, iniciativas y políticas” y organizado por la organización
no gubernamental Chirapaq de manera
conjunta con el Instituto de Estudios Peruanos IEP.
En Huamanga se impulsa una actividad cultural, sobre los saberes de la cultura alimentaria indígena y se proponen recomendaciones para mejorar
políticas alimentarias y de salud en la región de Ayacucho, azotada por el
terrorismo hace dos décadas, cuyas
heridas no han cicatrizado.