De gomitas a gaseosas: estos son los enemigos de tu sonrisa
Los expertos afirman que, a la hora de evaluar la probabilidad de que una determinada comida, tentempié o bebida perjudique la salud dental, hay que tener en cuenta dos aspectos principales.
Si has oído que los dulces pudren los dientes o que tu hábito de tomar un refresco (o dos o tres) al día erosionará tu esmalte dental, quizá te preguntes qué otras golosinas, bebidas, comidas y tentempiés pueden estar dañando tus dientes. Aunque técnicamente es cierto que todos los alimentos y bebidas pueden provocar caries (o daños en la superficie, o esmalte, de los dientes), no todos los alimentos o bebidas causan el mismo daño y algunas personas son más susceptibles al deterioro dental que otras.
A continuación, lo que debes tener en cuenta a la hora de cuidar tu salud bucodental.
¿Por qué algunos alimentos son peores que otros?
Según Apoena de Aguiar Ribeiro, odontopediatra y microbióloga de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, quien estudia el microbioma bucal y cómo influye en la caries dental, a la hora de evaluar lo perjudicial que es una comida, un tentempié, un postre o una bebida para la salud dental hay que tener en cuenta dos aspectos principales: su composición y su calidad.
En nuestra boca viven más de 700 tipos de bacterias, algunas benéficas y otras perjudiciales. Las bacterias dañinas descomponen los azúcares de los alimentos y bebidas y los convierten en ácidos que, con el tiempo, pueden extraer minerales esenciales de los dientes y provocar caries.
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De cualquier alimento pegajoso, chicloso o masticable (como gomitas, frutos secos, jarabes y caramelos) se queda atorado en los recovecos de los dientes y en los espacios entre ellos. Cuando el exceso de azúcar se queda en los dientes, las bacterias dañinas lo almacenan en sus células, “como si tuvieran una despensa en su interior”, explicó De Aguiar Ribeiro, y siguen produciendo ácido durante horas después de comer.
Ciertas bebidas (como los refrescos azucarados, los jugos, las bebidas energéticas y los batidos) también son muy perjudiciales. Enjuagan los dientes con soluciones pegajosas y azucaradas y además son ácidas. “Nuestros dientes empiezan a descomponerse cuando el nivel de ácido en la boca desciende por debajo de un pH de 5,5”, señaló Rocío Quinonez, profesora de Odontopediatría de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, y “los refrescos suelen tener un pH de entre 3 y 4”.
Otras bebidas carbonatadas, como las que tienen sabores de frutas, también son ácidas. Lo mismo sucede con el café y las bebidas alcohólicas, que a menudo se consumen con jarabes azucarados y mezclas.
Algunas frutas frescas, verduras o alimentos abundantes en almidón (como los cítricos, las papas, el arroz o incluso los plátanos) suelen ser tachados de malos para los dientes porque pueden contener azúcares o ácidos que los desgastan, pero también contienen nutrientes que mejoran la salud general, lo que a su vez puede beneficiar a los dientes, según Dorota Kopycka-Kedzierawski, odontóloga del Centro Médico de la Universidad de Rochester e investigadora en cariología, es decir, el estudio de las caries dentales. Incluso si se trata de alimentos azucarados o que tienden a quedarse pegados en los dientes...
Si es absolutamente necesario tomar esa bebida azucarada, intenta consumirla con una comida o de una sentada en lugar de tenerla ahí todo el día, dijo Quinonez: “Prefiero que lo bebas de una vez y no a sorbitos”. Beber agua después de haberte acabado cualquier comida o bebida que hayas consumido también contribuye a eliminar cualquier rastro de azúcar,añadió