Papel de Arbol
domingo, 7 de febrero de 2010
ROSENDO MAQUI SIGUE ESPERANDO
http://www.diariolaprimeraperu.com/online/especial/rosendo-maqui-sigue-esperando_56195.html. Publicado en Lima domingo 2 de Febrero 2010
Jorge Zavaleta Alegre
Corresponsal Semanario Cambio16.info - Madrid
Literatura-Arte-Política es una trilogía difícil de convergencia en un país como el Pérú donde sus gobernantes pronuncian entusiastas discursos alimentándose de la obra de sus más grandes valores, pero al mismo tiempo practican indiferencia y olvido, mientras el reconocimiento siempre viene del exterior, como es el caso de los escritores Ciro Alegría, César Vallejo, José María Arguedas, Manuel Scorza, y ahora del monumentalista Humberto Hoyos, que aún sigue creando.
Continúa pendiente el monumento al personaje de “El Mundo es ancho y ajeno”, de Ciro Alegría, prometido por el presidente Alan García hace casi un cuarto de siglo.
El presidente Alan García podría finalmente cumplir la promesa de erigir un monumento al emblemático Rosendo Maqui, después de 23 años del concurso nacional que convocó a través del Banco Agrario, entidad ya desaparecida, ssegún fuentes del Congreso de la República. El ganador de aquella competencia fue Humberto Hoyos, uno de los artistas plásticos más notables del Perú actual, según la crítica especializada.
Rosendo Maqui, personaje de la novelística latinoamericana “simboliza al indio sabio, mayor y tradicional” que defiende el derecho de su gente a vivir en sus tierras; utopía arrasada por la irreversible migración a las urbes y la implacable exclusión social de las mayorías.
En el Perú durante siglos sólo se ha rendido homenaje a militares, en consecuencia un monumento a Rosendo Maqui, el personaje de Ciro Alegría, podría ser una herejía, al igual que el que debería erigirse para Agapito Robles, el comunero de Redoble por Rancas, del desaparecido Manuel Scorza, entre otros líderes naturales del mundo andino.
Hace un cuarto de siglo que Alan García, presidente del primer gobierno aprista, prometió a los peruanos reivindicar al protagonista en El mundo es ancho y ajeno, novela cumbre del escritor, político y periodista peruano Ciro Alegría (1909-1967), casi contemporáneo de Víctor Raúl Haya de la Torre.
Larga espera
En efecto, Humberto Hoyos, desde 1987 espera con paciencia cajamarquina el cumplimiento de ese compromiso del Estado. Inclusive sugiere el espacio para la estatua: un parque de la avenida Arequipa, muy cerca de Radio Nacional y de la residencia diplomática de los EEUU. El monumento concebido por Hoyos tiene varias toneladas de bronce, y representa a Rosendo Maqui con sus seis regidores comunales, más una alegoría granítica de niños jugando a la ronda.
La viuda de Ciro Alegría, la doctora cubana Dora Varona, considera que Rosendo Maqui sigue creciendo. Por ello ha emprendido nuevas gestiones para concretar el proyecto. La Comisión de Cultura del Congreso, con fallo favorable, ha optado por trasladar la iniciativa de gasto al Palacio de Palacio.
Dora Varona considera que Humberto Hoyos “es un escultor digno de un sitial en la galería de los grandes maestros italianos que han trascendido en el difícil arte de dar vida a materiales inertes, de crear belleza reproduciendo a seres y animales ante los que el espíritu se recrea y pregunta: ¿Cómo puede un hombre tan sencillo expresar tanta grandeza? Esta es la misma pregunta que se siguen haciendo muchos al leer a Ciro Alegría”.
En El Vaticano
Hoyos también tiene esculturas dedicadas a personajes políticos, ya desaparecidos, con vigente presencia. Egresado de las escuelas de Bellas Artes de Trujillo y la Nacional de Lima, su obra embellece varios escenarios de Lima y otras ciudades del país y del exterior.
Por ejemplo, en El Vaticano, existe desde 1983 un busto a Juan Pablo II hecho por él, al igual que una “Imagen del mestizo peruano” en Bosnia y Herzegovina y otra de la arqueóloga María Reiche, en Dresde, Alemania. Y con la embajada de Sudáfrica en Perú tiene el proyecto de plasmar un homenaje a Nelson Mandela. La galería del Colegio de Arquitectos del Perú mostró, en octubre pasado, la profusa obra de Hoyos.
Literatura-Arte-Política es una trilogía difícil de convergencia en un país donde sus gobernantes pronuncian entusiastas discursos alimentándose de la obra de sus más grandes valores, pero al mismo tiempo practican indiferencia y olvido, mientras el reconocimiento siempre viene del exterior, como es el caso de los escritores Ciro Alegría, César Vallejo, José María Arguedas, Manuel Scorza, y ahora del monumentalista Humberto Hoyos, que aún sigue creando.
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