Chacas, entre cielo y tierra. El padre Ugo De Censi fue un
sacerdote católico, que pertenecía a la Congregación Salesiana. El último
domingo de noviembre, murió en Lima, a la edad de 94 años, dejando una obra
evangélica intensa y ejemplar para muchos pueblos de Los Andes, que conservan un rico patrimonio histórico - cultural.
Querido por los
pueblos y muy temido por los dueños de
lo ajeno, De Cesti libró batalla contra autoridades corruptas. Los costos de las obras de integración física entre la Cordillera Blanca y la Ciudad amazónica de Pucallpa, fueron elevados con plena impunidad, y no pudo lograr esperada
convivencia con la comunidad brasileña, a partir de la ciudad de O’Cruzeiro.
El pueblo de Chacas, en las alturas de los Andes ancashinos,
en el valle de Conchucos, ha dejado de ser una simple aldea, aislada y perdida
entre las montañas para convertirse en una valiosa propuesta de desarrollo
local, que el Estado peruano recién empieza a valorar y a respaldar con
inversiones transparentes para unir el Pacífico y en un futuro próximo con la
Amazonía.
El nuevo Chacas, es fruto de la voluntad y el esfuerzo de sus
habitantes, que participan con amplitud de la obra pastoral del religioso
italiano Ugo de Censi, quien llegó en 1976 como párroco, alentó el proyecto
Mato Grosso, también presente en Ecuador, Bolivia y Brasil, involucrando a un
creciente voluntariado de profesionales que comparten transversalmente sus
conocimientos.
Mario Vargas Llosa visitó y escribió sobre Chacas.
(http://elpais.com/elpais/2013/04/04/opinion/1365092276_680576.html)Apasionado
por su pensamiento agnóstico y neoliberal, el Nobel de Literatura 2010, concluía:
“que pese a la notable grandeza moral del padre Ugo y sus discípulos y de la
fantástica labor que vienen realizando en los cuatro países donde tienen
misiones no es éste el método gracias al cual se puede acabar con la pobreza en
el mundo…”. Olvidaba el apoyo de pueblos enteros que tenía esta sacerdote.
MVLL percibe Chacas de manera epidérmica, cuando en realidad
este distrito se ha convertido en un modelo de desarrollo local que postulan
destacados filósofos contemporáneos, críticos del centralismo y la acumulación
económica en las grandes urbes, y que ahora la humanidad cuestiona porque pasa
por una crisis, al parecer irreversible, sino cambia de rumbo.
Esta es una ocasión para
recordar una de las varias visitas a Chacas, especialmente con mis
hermanas y mi padre – matemático, poeta y misionero – quien retornaba a esos
lugares después de ochenta años. Conozco ese valle, después de una visita a San
Marcos, rumbo a los campos de Antamina, para escuchar los primeros reclamos de
los trabajadores mineros, por el mínimo “justiprecio” que recibieron del
capital canadiense, a cambio de la cesión de sus campos comunales depositarios
de infinita riqueza cuprífera.
La minería en Ancash, nunca ha dejado desarrollo. Antonio
Raimondi, el sabio italiano, que vivió varios años en Huaraz, jamás escribió
que “el Perú es un mendigo sentado en un banco de oro”. Todo lo contrario, el
Perú es un país que durante siglos fue aplastado por un gamonalismo oprobioso,
que se apropió no solo del suelo sino de la vida de los pobladores nativos.
Motivado por los embajadores italianos en el Perú, Sergio
Busseto y Fabio De Nardis, también tomé contacto con otros proyectos
descentralizados de la cooperación europea y del fondo italo - peruano, muchos
de ellos sin éxito, por la desidia de sus promotores y la burocracia anómica
del Estado.
Con esta información previa, busqué una entrevista con el
sacerdote Ugo de Censi, quien aceptó cordialmente, fijándome como punto de
encuentro la plaza principal del distrito de San Marcos, un viernes de noche,
con luna llena.
-¿Cuál es la receta para
el desarrollo social en Chacas, tan apreciado por los pueblos del Valle de
Conchucos, y mucho más fuera del Perú?
Ugo de Censi, me contestó con otra pregunta: ¿Cuánto crees
que cuesta esta plaza de cemento, con algunas flores y una banca en la que
estamos sentados?
-Calculé en medio millón de soles, unos 150 mil dólares
americanos.
Ugo de Censi, aceptó ese monto, y explicó que esa obra no es
una inversión, es una vanidad. La plaza, aunque está bien pintada y cuidada, no
genera desarrollo. Es vanidad, es gasto superfluo. Representa una mala
costumbre, practicada por muchos pueblos. Esta visión de tener una elegante
plaza local, es la misma que tienen muchas familias. Una sala, con muebles y
adornos no son gastos prioritarios. Porque, al final los muebles son cubiertos
con plástico y la puerta se cierra con llave. La sala es un ambiente que casi
no se usa. Es solo para mostrarla ocasionalmente.
-¿Por qué los pueblos tienen conceptos equivocados y no
emprenden proyectos más útiles, de mayor valor social?
Hugo de Cesti. Porque la “política” está en manos de personas
desocupadas, de profesores cesantes y mal pagados, de policías que beben licor
todos los días. De empleados que vienen de otros lugares con promesas fuera de
la realidad. Los candidatos a las alcaldías no son los más calificados por los
ciudadanos. Los pobladores más idóneos, no desean comprometerse en asumir
responsabilidades colectivas.
-¿Por qué Ud. objeta la construcción de una plaza y no las
costosas iglesias, como la que vemos al frente?
Ugo de Cesti. Los pobladores construyen sus iglesias con fe y
alegría, porque las consideran como la casa de todos. La Iglesia une, no separa.
Cuando una propuesta cuenta con el respaldo del pueblo, todos aportan, sin
contabilizar el tiempo ni el costo. Esa obra cumple el más noble de los fines:
la confianza, la unión, la solidaridad, el bien común. Lo importante es
multiplicar estas experiencias.
-¿Cuáles son los requisitos para formar parte de la Fundación
Mato Grosso?
Ugo de Censi. Ser voluntario en la fe y en la acción es
entregar sus conocimientos al servicio de la comunidad. Los requisitos para ser
beneficiario: adolescente, huérfano y pobre. El resto viene por añadidura.
En efecto Chacas, ya cuenta con una creciente infraestructura
para desarrollar proyectos agrícolas, ganadores, crianza de peces. Funciona una
escuela de guías de turismo, una biblioteca, un museo, talleres de producción
de muebles de madera tallada. Se fabrica vidrios para transformarlos en
vitrales.
La salud está protegida con un hospital moderno, asistido por
médicos y enfermeras de Italia que han fijado su residencia en Chacas y pueblos
vecinos junto con sus hijos menores.
A Chacas y al Valle de Conchucos han llegado arqueólogos de
diversas universidades, empezando por la de Boloña, la más antigua de Europa,
creada hace más de 900 años. Estos científicos sociales, estudiosos del pasado,
han puesto en valor decenas de restos pre incas y han colaborado en el mayor
cuidado de Chavín de Huántar, la cuna del antiguo Perú, tan estudiada por Julio
C. Tello, defensor del origen autóctono del hombre latinoamericano.
-¿En que otros lugares del Perú, llega el mensaje de Chacas,
de la fundación Mato Grosso?
Ugo de Censi. En Chimbote, puerto pesquero, una ciudad con
grandes índices de pobreza y desempleo, azotada en los años setenta por un
terremoto, el más intenso del siglo XX en América Latina. Se comenzó a levantar
una iglesia grande, con el apoyo de arquitectos y artistas de Italia y Perú.
En efecto, en el 2008, en ese puerto pesquero de Ancash, fue
inaugurada una Iglesia con puertas e imágenes talladas en madera y vitrales
multicolores. Desde ese lugar, los pobladores comienzan a trabajar diversas
iniciativas de alcance social.
De Chacas y Chimbote emigran a Lima diestros talladores y
pintores que exhiben sus trabajos en conocidas galerías. Han participado en la
construcción de un mural, en el distrito limeño de Jesús María, en el frontis
de la Embajada de Italia, con la figura del héroe Garibaldi, defensor de la
unificación de Italia y de América Latina a mediados del siglo XIX.
La Iglesia es parte de una sociedad. Pero el evangelio no es
practicado por todos. La noche aquella de la entrevista con el padre Ugo de
Censi, fue una verdadera lección humanista. Si no es completa, es porque la
riqueza de las naciones en general no es manejada por criterios ni científicos
ni humanistas. Prima el egoísmo, el poder arbitrario, la ventaja del poderoso
sobre el débil.
Es verdad que el cristianismo al predicar la caridad y la
solidaridad no ha conseguido a lo largo de dos milenios la justicia social que
señalan sus apóstoles y encíclicas, ni tampoco las diferentes religiones del
universo. Sin embargo, la Iglesia como la de Chacas puede ser y es un aliado,
desde sus vertientes más progresistas, como la Teología de la Liberación.
El neoliberalismo, como se comprueba cada día, solo estimula
el individualismo, cree en el egoísmo intrínseco de la persona y promueve el
lucro incesante, la acumulación infinita y el consiguiente deterioro de la vida
de los eternos desheredados de la tierra.
La propuesta del sacerdote italiano Hugo Cesti, no es de un
anarquista y soñador, como califica MVLL. Conoce bien los principios de la
riqueza de las naciones, que planteaba Adam Smith, el padre de la Economía
Política: “Lo que motiva principalmente a la división del trabajo es la
necesidad del hombre de permutar, cambiar y negociar una cosa por otra. Por
ejemplo uno nunca ha visto a dos perros intercambiar justamente un hueso, ni
los seres humanos, ni ninguna otra clase de persona hace eso. Cuando uno
necesita algo va donde la persona lo tiene y lo persuade para obtenerlo. Dame
lo que necesito y tendrás lo que deseas, es el principio de cualquier oferta.
Como necesitas permutar o comprar cosas es que lo que originó la división del
trabajo”.
La crisis de Europa y EEUU, no encontrará solución con la
destrucción de los estados sino con la modernización de estos, a través de la
integración del conocimiento científico al servicio de la humanidad, al servicio
del desarrollo de todos, con sentido de equidad, de justicia.
Qué ironía la de ahora, cuando los banqueros, dueños del
capital transnacional, que siempre se resistieron a las regulaciones del
Estado, hoy claman y recurren a los Estados en busca de auxilio. Una democracia
que no genere desarrollo con equidad, profundiza la pobreza.
Chacas es una
propuesta, entre el cielo y la tierra, no solo para el Perú sino para todos los
pueblos que creen en los postulados sociales del cristianismo y el uso de la tecnología
y el capital al servicio de las poblaciones más vulnerables.