ALIDE con nuevo liderazgo
Jorge Zavaleta Alegre
Diversas fuentes
académicas coinciden que un banco de desarrollo es aquel que financia,
normalmente a una tasa de interés inferior a la del mercado, proyectos cuya
finalidad es promover el desarrollo económico de una determinada región o grupo
de países.
Por lo general el capital del Banco está conformado por las
contribuciones de los estados nacionales miembros, los cuales tienen un voto
ponderado según el monto de su aporte el Directorio y otros organismos de toma
de decisiones.
El Banco Mundial nació como el Banco Internacional de
Reconstrucción y Fomento de la Europa destruida por la segunda guerra mundial,
con la sigla BIRF (en inglés:
International Bank for Reconstruction and Development o IBRD).
En la actualidad se
mantiene mediante pagos regulados por sus Estados miembros. Opera sobre tres
ejes: contribuir a la reconstrucción de los países, ayudar a elevar el nivel de
vida de los habitantes de los países miembros mediante el crecimiento
equilibrado y cooperar en la transición de una economía de guerra en una
economía de paz.
El BIRF entró formalmente en funcionamiento el 27 de
diciembre de 1945, luego de la ratificación internacional de los acuerdos de
Bretton Woods, realizada entre el 1 y el 22 de julio de 1944, en Bretton Woods
(Nuevo Hampshire), Estados Unidos.
LATINOAMERICA
El Banco Interamericano de
Desarrollo – IADB, nació en 1959,
funciona en Washington y su primera
operación fue crear la Autoridad
del Agua
en Arequipa, ciudad al sur del
Perú, parte del Arco de Fuego del Pacífico, que había sufrido un
violento sismo que destruyó incluso los
canales de distribución del agua.
Atendiendo la solicitud del
Alcalde de la Ciudad Blanca,
al pie del Volcán Misti, el BID promovió una moderna administración del
sistema de distribución del agua, que permitiera crear una estructura ágil
que brindara un servicio a todos los
habitantes. Así fue. Cincuenta y cinco años, ese proyecto funciona
y ha servido de referente para otras
urbes.
En la actualidad el BID es el banco regional de desarrollo
más grande a nivel mundial y ha servido como modelo para otras instituciones
similares a nivel regional y subregional. Aunque nació en el seno de la
Organización de Estados Americanos (OEA) no guarda ninguna relación con esa
institución panamericana, ni con el Fondo Monetario Internacional (FMI) o con
el Banco Mundial.
La proyección del BID,
se sustenta en la visión de Enrique Iglesias,
ex canciller del Uruguay y uno de los
más destacados americnanistas promotores del desarrollo Regional.
BANCO ANDINO DE FOMENTO
La CAF es un banco de desarrollo constituido en 1970
y conformado por 19 países - 17 de América Latina y el Caribe, España y
Portugal- y 14 bancos privados de la región.
Promueve un modelo de desarrollo sostenible, mediante
operaciones de crédito, recursos no reembolsables y apoyo en la estructuración
técnica y financiera de proyectos de los sectores público y privado de América
Latina. Con sede en Caracas, Venezuela, cuenta con oficinas en Buenos Aires, La
Paz, Brasilia, Bogotá, Quito, Madrid, México D.F, Ciudad de Panamá, Asunción,
Lima, Montevideo y Puerto España.
Sus socios y diversos alcaldes se preguntan: ¿Son inclusivas
las ciudades latinoamericanas?.
La respuesta es que el
80% de los habitantes de América Latina vive en zonas urbanas, por lo que las
ciudades son el objeto central de las agendas de desarrollo e inclusión.
En los últimos años, el debate sobre el desarrollo que anima la CAF
se ha centrado más en definir cuáles son las mejores políticas para el crecimiento
y la inclusión y en las capacidades de
las agencias encargadas de poner en marcha esas iniciativas.
Uno de los obstáculos
más notorios que enfrenta América Latina para aumentar el bienestar general de
una manera inclusiva es la falta de conocimiento sobre cuál es la mejor manera
de diseñar e implementar una política pública.
Por esta y otras explicaciones, la CAF, en varias de sus investigaciones, analiza
la Participación electoral y no electoral en América Latina. La importancia que
tiene el ciudadano como auditor externo del Estado es una idea ya establecida
tanto en la región como en el mundo entero. Cada vez son más los ciudadanos que
se deciden a cumplir un rol cívico más activo, demandando una relación
productiva entre los países y sus
gobiernos democráticos.
Hay otros bancos
de desarrollo nacional, que no siempre marchan en función de los grandes objetivos
nacionales. De allí la
trascendencia de ALIDE, Asociación Latinoamericana de Instituciones
Financieras para el Desarrollo, organismo internacional, sin fines de lucro,
que representa a la banca de desarrollo de América Latina y el Caribe.
Opera desde Lima (Perú), a través de prácticas financieras
que impulsa entre sus asociados, como el financiamiento de proyectos inclusivos,
responsables y sustentables. Cuenta con más de 80 miembros activos en
Latinoamérica, el Caribe y en países fuera de la región como Alemania, Canadá,
China, España, Portugal, Suecia y Rusia. Su sistema de gestión de calidad
cuenta con certificación ISO 9001-2008.
En ALIDE se practican tres valores fundamentales: La
integridad, El compromiso y El trabajo en equipo. Todos apuntan o deben fortalecer la acción y participación
de las instituciones financieras de desarrollo en el proceso económico y social
de América Latina y el Caribe, así como de su propia condición de organismo
representativo de la banca de desarrollo de la región.
Recientemente ha renovado
su secretaria general, tras el fallecimiento
de su tenaz funcionario Rommel Acevedo, y el temporal
reemplazo de Ricardo Palma Valderrama, abogado y banquero, cuya conducta institucional sobresale en medio de un país con una profunda
crisis moral, ética, política y administrativa
en el Estado y el sector privado. Palma creó el premio sobre banca
de desarrollo “Rommel Acevedo” con
el fin de impulsar los proyectos de investigación sobre la banca de desarrollo
en América Latina y el Caribe y un dinámico promotor de instituciones como las asambleas de gobernadores del BID en el 2003, al igual que la cita del BM en noviembre del 2015, ambas en Lima.
El nuevo Secretario General de ALIDE, desde el 20 de mayo de
2016, reconocido en la 46° Reunión Ordinaria de la Asamblea General de dicha
entidad, es Edgardo Álvarez Chávez, quien asume
en un acto especial con la participación
en videoconferencia de la Presidenta de ALIDE, María Soledad Barrera, de
nacionalidad ecuatoriana, y miembros del Consejo Directivo y personal de la
Secretaría General.
Álvarez agradece el respaldo y felicita a los jefes de
programas y colaboradores de la Secretaría por el accionar y coordinación que
vienen realizando. Así también, indicó sentir una gran responsabilidad y
orgullo de incorporarse a una institución que está comprometida con el
crecimiento de los países, a través del fortalecimiento del sistema de
financiamiento del desarrollo en la región. Ello debido a que considera que
ALIDE contribuye con la visión de banca de desarrollo creadora e incentivadora
de mercados para la inclusión de personas, proyectos y territorios excluidos
del financiamiento de fuentes tradicionales y del apoyo a la transformación
estructural de las economías de sus respectivas naciones.
El flamante secretario general expresó su determinación para
contribuir con el crecimiento de ALIDE, que ha sido, y está llamada a servir de vaso comunicante
entre sus asociados, para trasmitir las mejores prácticas y gestión del
financiamiento del desarrollo.
Así, dentro de las acciones que espera implementar está la
elaboración de un plan estratégico para los siguientes cinco años, que
incorpore la temática desarrollada en las Asambleas Generales y que se pueda llevar
a niveles de acciones operativas.
Con sede en Lima, ALIDE es el organismo internacional
representativo de la banca de desarrollo de América Latina y el Caribe. Tiene
casi un centenar de miembros en Latinoamérica, el Caribe, Alemania, Canadá,
China, España, Francia, Portugal y Rusia. ALIDE es el primer organismo
internacional con sistema de gestión de calidad certificado con la ISO 9001.
La entidad financiera Cofide, uno de los miembros de ALIDE
obtuvo el premio al mejor Banco de Desarrollo del 2016 de la región. Alide
resaltó la realización de operaciones por más de 700 millones de dólares, como
parte de su programa Bionegocios, las cuales se destinaron a minicentrales
hidroeléctricas, parques eólicos y plantas de tratamiento residual, entre
otros.
Alide consideró su mejor calificación de riesgo, según la
agencia calificadora Moody’s, al haber obtenido un grado de inversión estable
de acuerdo a Standard and Poor’s y Fitch Rating, y la calificación A+ de
Equilibrium. Cuenta con casi un centenar de miembros en Latinoamérica, el
Caribe, Alemania, Canadá, China, España, Francia, Portugal y Rusia.
América Latina tiene que avanzar en una inteligencia de negocios que permita establecer modelos que se hagan cargo de la fenomenología y dinámica propia de la micro y la pequeña empresa, para, efectivamente, atender a mercados masivos con herramientas de mercado masivo que permitan bajar el costo de transacción en forma importante.
Al bajar costos de operación se puede sacrificar algomás de riesgo y así profundizar el mercado. Entonces, la empresa necesita desarrollar, y automatizar sus procesos de producción de crédito (evaluación, selección, liquidación o asignación, seguimiento y recuperación del crédito). Se ha avanzado en el tema de liquidación y seguimiento del crédito (con controles de gestión establecidos), pero todavía no en las decisiones, los procesos de evaluación y selección, que es además donde está el riesgo, y establecer puntos de corte adecuados. Ese es el fin de Alide, que esperan los empresarios de parte de la Banca de Desarrollo.
Diario16/Madrid
Corresponsalia de América Latina
América Latina tiene que avanzar en una inteligencia de negocios que permita establecer modelos que se hagan cargo de la fenomenología y dinámica propia de la micro y la pequeña empresa, para, efectivamente, atender a mercados masivos con herramientas de mercado masivo que permitan bajar el costo de transacción en forma importante.
Al bajar costos de operación se puede sacrificar algomás de riesgo y así profundizar el mercado. Entonces, la empresa necesita desarrollar, y automatizar sus procesos de producción de crédito (evaluación, selección, liquidación o asignación, seguimiento y recuperación del crédito). Se ha avanzado en el tema de liquidación y seguimiento del crédito (con controles de gestión establecidos), pero todavía no en las decisiones, los procesos de evaluación y selección, que es además donde está el riesgo, y establecer puntos de corte adecuados. Ese es el fin de Alide, que esperan los empresarios de parte de la Banca de Desarrollo.
Diario16/Madrid
Corresponsalia de América Latina