Papel de Arbol

domingo, 19 de abril de 2020

LA FAMILIA, MERCADO DE MASCOTAS y APOCALIPSIS 2020


A Sandra y Freddy, renovando a Hipócrates

Jorge Zavaleta Alegre

Si casi todos los negocios  del mundo sufren hoy una reducción del mercado,  no  ocurre con las mascotas, cuya  infinita función social, está demostrando un valor que, inclusive,  va más de  lo que pueden ofrecer las familias más sólidas y  prósperas y de los siempre condenados del planeta.

Quienes están interesados en adquirir una mascota, este mayo 2020  tendrán que esperar el próximo año. La industria canina está preparada para tener más mascotas que bebés. Se puede afirmar que en los autoservicios, el espacio dedicado a estos canes de compañía, es el  doble que el  destinado a los niños.

En el caso  de los canes Labradores,  su contribución en la terapia de los  niños  autistas no tiene precio. Por ejemplo, en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, la psiquiatra Abigael Huertas revela que cuando  los menores ingresan a las sesiones de  terapia, las sesiones  son más asequibles a la acción médica, niños más calmados, menos ansiosos y la  relación con el profesional es  más rica y efectiva.

Las mascotas reciben adiestramiento y tienen ingreso libre en  los centros de salud, sobre todo en  lugares de atención pediátrica donde  los niños juegan con mucha alegría. Son las médicos los primeros en recetar la adquisición del “mejor amigo del hombre”.  La compañía para los ancianos y personas  de cualquier edad, es una actividad en crecimiento y  cada día se  extiende, en la medida que la familia se moviliza por  trabajo o tiene que ausentarse. Los asilos tampoco crecen mucho, porque las tarifas de residencia están cerca del cielo.

La industria de la Mascota ha generado  el año pasado y en los cuatro meses del 2019, la suma de 99.0 billones de dólares, solo en los EEUU. Los rubros más exigentes: alimentación, medicinas y vitaminas, accesorios como correas, juguetes y estética. 

El caso  del Bichon Frise, cuyo  origen se atribuye Tenerife, tiene un promedio de vida de 12  a 15 años, y entre sus principales cualidades figuran: cariñoso, alegre, sensible, juguetón y gentil. No tiene fama de ladrador, y su pelo es un atractivo y tarea de centros de belleza, esparcimiento…

Las mascotas participan  en la propaganda comercial, incluyendo a los dueños. Ya existe, inclusive, cerveza para perros. El amor por esta fauna, puede hacer relaciones más fuertes con sus clientes, un estilo de vida saludable.

Los orígenes  del hombre americano, revelan que el perro y el zorro, son especies parecidas que convivieron muy de cerca. El Chihuahua, en México  es parte de la fauna regional.  El perro chino o peruano tiene  la piel liza, sin pelos.  Los museos de Sipán en Chiclayo, cerca a la frontera con Ecuador, indican que el can de estas tierras andinas tiene “displasia citodérmica hipodrófica”, trastorno  genético, que impide  el crecimiento de pelo, diente, pie y/o algunas glándulas.

Volvemos a los efectos de la actual pandemia, que ha conducido a un obligado reencuentro  de la Familia, Y la necesidad de incorporar al hogar la mascota, sobre todo para los ancianos, que no tienen protección social, o los menores que no van a la escuela.

    July Balarezo, lienzo  Prince 2010-Emmitsburg. Taller Teresa Mestres Lima-Barcelona.
Las mascotas en las grandes urbes latinoamericanas, son espacios fracturados, porque en lo  que va del siglo, el libre mercado  ha traslado hábitos del N moderno al S. Cada día existe más dependencia, empezando por el traslape de formas de vida, incluyendo la compañía  de una mascota. Pero las casas, al no  tener jardines ni áreas verdes vecinas,  la crianza de la mascota  deriva al uso inadecuado  de los pocos parques. 


Otra estampa cotidiana se aprecia en  los andes. Los campesinos suelen caminar  siempre acompañados  de uno  o varios perros que colaboran con el traslado de las ovejas, vacunos, ovejas, llamas, alpacas a los mercados de ciudades como Cusco, Puno. En el altiplano con Bolivia es el mismo paisaje. Las normas higiénicas son totalmente diferentes a la costa del Pacífico.


Poco a poco, el valor de un animal,  se ha convertido, como las antiguas palomas mensajeras, en una especie muy valorada por el  citadino, donde  el migrante  llega también con sus perros, gatos,  cuyes y costumbres ancestrales. No es extraño que  la relación de los migrantes de ayer son críticos  de las costumbres aborígenes, y aparecen murallas que limitan la inevitable  integración humana. Los pueblos pequeños, como Huaylas en  el corazón de los nevados del Huascarán, Huandoy, Alpamayo....la Familia es la expresión que construyó generaciones que aman la vida. 


A Porfiria, Elena, Amelia, Hélida, Rosa Amelia, Virginia, Isabel, Sara...y los descendientes de una ejemplar  familia, cuya migración  sigue uniendo corazones. Mas aún hoy que el Apcalipsis invade a los  olvidados de la tierra...

Valga la ocasión para  recordar al germano Franz Kafka que  dejó más de un libro  sobre  la ciudad  de todos y  para todos, en su ensayo sobre los animales en el  idílico Valle  de Oklahoma,  imagina a los Estados Unidos, una  tierra de oportunidades. Pero,  con el tiempo es cada vez más difícil  encontrar ese  futuro diferente. Las fronteras reales o imaginarias distancian el sueño  de una patria  grande. Coronavirus, demuestra que los más débiles  van siendo contaminados…Las  fronteras van cerrándose cada vez más. El Apocalipsis bíblico está en nuestras narices.

Y en medio de esta pandemia, la sensibilidad social se traduce con un  mayor reconocimiento a los animales, como las mascotas. Por ejemplo,  el Banco de Comida para mascotas en  Frederick County, Maryland, muy cerca de la capital norteamericana, se  provee  comida para mascotas que estén  siendo  afectados por el COV2020 o con  problemas financieros que limiten la armoniosa relación  can - amo. La solidaridad amanece con nuevos matices.

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Papel de Arbol , fundado en 1992 en Lima. desde  2017 se edita en  Emmitsburg. MA, EU.
Asociado a Diario16 y El Mercurio Digital de España