Una propuesta de Fernando Villarán, exministro de Trabajo y ahora
Decano de Universidad Jesuita Ruíz de Montoya.
Jorge Zavaleta Alegre.
Cambio16 –Madrid.
Los campamentos de las más grandes empresas mineras en Los
Andes, son transitorias y cómodas islas
para el confort de sus funcionarios y trabajadores calificados, que
manejan las tecnologías extractivas de
punta, realidad que revela la
imposibilidad de que generen empleo masivo. Sin duda, para este sector, los sueldos son altos. No así en los grandes supermercados, ni tampoco en los neolatifundios reconstituidos en desiertos donde el Estado invirtió cuantiosas sumas del erariio nacional.
Si hace dos décadas, con el riesgo de sus vidas, los mineros abrían los socavones
a pico, lampa y dinamita, ahora
desde una cabina cubierta de vidrio polarizado, una joven obrera
presiona un botón, y a un kilómetro de distancia los cerros se desmoronan con el impacto de
los explosivos. Montacargas llenan una fila de
volquetes gigantes para llevar el mineral a los
puertos del Pacífico. La materia prima, casi en bruto, va la poderosa, variada y sofisticada producción
industrial del primer mundo.
En consecuencia, la promoción y generación de empleo en países de la Región con una economía de
exportación primaria, tienen, necesariamente, que recurrir al Estado para
atender la creciente demanda de empleo con salario digno.
Fernando Villarán, ex ministro de Trabajo en el Perú,
ahora decano en la universidad jesuita Antonio Ruíz de
Montoya** de las facultades de
Ingeniería y Gestión, argumenta la necesidad de invertir fondos públicos en la
generación de empleo a partir de la micro,
pequeña y mediana empresas. “Todos los países de América Latina, a
excepción del Perú, tienen un Centro de Promoción de las PYMES que posibilita mejorar la calidad del empleo. El 70% del empleo
informal del Perú, se origina en la micro y mediana empresa”.
Prompyme, era un organismo que en el Perú formaba parte de
los Ministerios de la Producción y Trabajo, pero fue desactivado por el
gobierno de Alan García (2005-2012), para alentar más la inversión extranjera con bajos salarios.
Fruto de su experiencia profesional en la vida académica y en
el BID, Villarán, autor de “La Picadura
del Escorpión”, un libro que habla de
las falencias humanistas del
neoliberalismo, plantea la reactivación
de ese organismo público, porque sirvió, en momentos muy difíciles, para dar respuestas a la demanda laboral de 180
mil empleados, una bomba social, que se aplacó con la creación de
canales formales para apoyar la
generación de pequeñas empresas.
Una de las formas de estimular la generación de empleo pasa
por los incentivos tributarios a las
empresas. Esto implica reducción de los
impuestos en función de los empleos que se van generando. En el
Perú, las grandes empresas no tienen efectos muy amplios en el empleo. Las
mineras no generan mucho empleo.
Son las Medianas y Pequeñas Empresas – MYPYES las que generan
más puestos de trabajo, y se requiere mejorar la calidad del empleo,
incrementando la productividad de estas
unidades. La desactivación del Prompyme, en el régimen anterior, fue parte de
la política de reducir el Estado, junto con algunos organismos descentralizados.
“Los grandes inversionistas
pagan bajos salarios. No se puede hacer un programa de empleo con las grandes empresas. Por ese camino no se va a resolver el problema, porque los ministerios
de Producción y de Trabajo han
dejado de jugar el rol de la promoción.”
Ese organismo promotor, era presidido por la primera
vicepresidencia de la República e integrado por el Consejo de Ministros,
Producción, Turismo e Industria,
Economía y Finanzas, Trabajo y
Promoción Social, un representante del gremio empresarial – CONFIEP y un
representante del Sector Pequeña
empresa.
Por D.S. del 25-11-97 fue creado el Centro e Promoción de la Pequeña y Micro Empresa -PROMPYME- para reforzar la actividad de Promoción
del Estado a través de un programa de desarrollo que contribuya a
la ampliación y dinamización de los mercados en que actúan las pequeñas y micro
empresas.
Era el ente de enlace
para facilitar el encuentro comercial entre la demanda y la oferta de bienes y
servicios de la Pequeña y Micro Empresa. Sus funciones: Desarrollar el sector
PYME a través de la ampliación y dinamización de sus mercados. Mejorar el
acceso a mercados de productos locales, regionales, nacionales y de
exportación. Fomentar la interrelación del sector PYME con la mediana y gran
empresa. Fortalecer a las empresas que brindan servicios al sector PYME.
Tenía en marcha los Programas de Promoción Comercial, de Compras Estatales, de Sub Contratación y
Consorcios, de Capacitación y Asistencia Técnica, de Apoyo a la Formalización
de Mercados y de Maquicentros. Actuaba de manera concertada con los Organismos
descentralizados Autónomos e Instituciones Públicas Descentralizadas.
La política de compras
del Estado permitía el acceso de la PyMe a este importante mercado (principal comprador
del Perú) y además establecía: Adjudicación directa y compras de menor cuantía.
Eliminación de registro de proveedores. Sustitución de carta de fianza por
declaración jurada. Los Consorcios de Pymes podían presentarse a compras.
Encargaba a Prompyme el enlace de la Oferta
Pyme y las demandas estatales.
DATOS NECESARIOS
Trabajo con salario digno es una demanda creciente. El
salario mínimo legal es de 280 dólares mensuales (750 nuevos soles), suma que
priva al trabajador a múltiples limitaciones para acceder a la educación,
formación de familia….
La información oficial precisa que la tasa de desempleo
urbano en Perú cae a 6% en 2013, según OIT. Las tasas de desempleo se pueden
reducir más si se cumplen las proyecciones de crecimiento económico del país de
5.7 por ciento el próximo año.
La tasa de desempleo urbano en Perú disminuyó y pasó de 7.2%
en el 2012 al 6% en el 2013, señaló OIT en su informe sobre el Panorama Laboral
de América Latina y el Caribe.
En Lima Metropolitana, existen 7 millones 151 mil 700
personas que tienen edad para desempeñar una actividad económica (PET). De este
total, el 68,6% (4 millones 908 mil 100) integran la Población Económicamente
Activa (PEA) y el restante 31,4% (2 millones 243 mil 600) la población
económicamente Inactiva (PEI), que agrupa a las personas que no participan en
la actividad económica ni como ocupados ni desocupados.
De acuerdo a la edad, la población económicamente activa de
45 y más años de edad aumentó en 5,9% (66 mil 900 personas) y los que tienen de
25 a 44 años en 2,3% (59 mil 100 personas); mientras, que decreció la PEA de 14
a 24 años de edad en 3,3% (38 mil 300 personas).
La PEA con educación superior no universitaria mostró mayor
crecimiento con 10,2% (86 mil 900 personas), seguido por los que tienen
educación universitaria con 0,6% (6 mil 700 personas); mientras que disminuyó
en 1,5% (6 mil 800 personas) los que tienen educación primaria o menor nivel.
El Instituto Nacional
de Estadística e Informática en su Encuesta Permanente de Empleo destaca que la
población subempleada por ingresos (subempleo invisible), es aquella población
que tiene un empleo (asalariado o independiente), que normalmente trabaja 35
horas o más a la semana pero cuyos ingresos son menores al valor de la canasta
mínima de consumo. El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo aseguró que
Perú cerró el 2013 con casi pleno empleo. La tasa de desempleo estaba en 3.8% y
ahora se sitúa en 3%, y es casi un pleno empleo, señala la fuente oficial.
Dicha tasa podría continuar descendiendo este año, de acuerdo
con el último sondeo de demanda ocupacional. Habrá demanda de puestos de
trabajo en todos los sectores entrevistados, como transporte, construcción,
comercio, servicios y minería e hidrocarburos". El segmento de construcción es el que
exhibirá el mayor dinamismo.
RUIZ DE MONTOYA, LA NUEVA ACADEMIA
*En el marco de la Reunión de las Universidades Jesuitas
Americanas, Xavier University firmó convenio de colaboración con la Ruiz de
Montoya. Así se abren puertas a intercambios de estudiantes y trabajos de
investigación conjuntas.
**La
Universidad Antonio Ruiz de Montoya es heredera de la tradición educativa de
más de 450 años. Fundada por la Compañía de Jesús en marzo del 2003, está
vinculada a la red de universidades
jesuitas de América Latina y del mundo. Son 200 las universidades jesuitas
presentes en los cinco continentes y, particularmente, la UARM es miembro
activo de la Asociación de 30 Universidades confiadas a la Compañía de Jesús en
América Latina (AUSJAL), beneficiándose de convenios que aseguran un
intercambio de docentes, investigadores y alumnos, informa su Rector Juan
Carlos Morante Buchhammer, S.J.