Papel de Arbol

jueves, 15 de septiembre de 2016

MALI: LA DEUDA CON LA NIÑA DE LA GUERRA


Jorge Zavaleta Alegre Lima/Washington
Lienzos de July Balarezo,  dedicados a July y Jorge, sus hijos.
Encuentros y matices de Iberoamérica. Cuidado con el despiadado tráfico con las obras de arte.  Especialistas en este  tema indican que  el  comercio  es tan rentable como  el narcotráfico  y las piezas arqueológicas,  cuyos jerarcas poseen invalorables colecciones.

Ahora, la valiosa obra de Teresa Mestres, una extraordinaria pintora que donó su obra al MALI,  se está comercializando vía una empresa electrónica.  Sus célebres caballos  no  aparecen en los  muros del  MALI, porque la donación de esta eximia pintora, no ha sido aún procesada. Pero la prensa de España, de Milán y varios medios de Lima siguen de cerca el caso.

Cualquier servidor de MALI, para despertar sospechas puede, mediante google, encontrar el punto de partida de una evidente conducta mafiosa que trafica con el arte,  de donaciones truncas.  Una de ellas es  la pintura de La Niña de la Guerra.

El Museo de Arte de Lima – MALI es una de las promotoras de cultura más grande de América Latina, y cuenta con el respaldo de organizaciones empresariales e individuales. En la década de los noventa tuvo una cooperación del Banco Interamericano de Desarrollo – BID para ampliar la capacidad y la calidad de sus obras y servicios al alcance de una urbe  que bien puede representar a las culturas del país andino  sin dejar de destacar los  grandes esfuerzos en Colombia, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Chile.

Gracias a la buena gestión y el interés del público, en las ediciones anteriores y ahora amplía su programación. En las fiestas patrias  el ingreso al MALI es gratuito, por la colaboración de algunas empresas, que a través de patronatos  descuentan  de sus utilidades y del pago  de impuestos sumas simbólicas para  promover cultura.

Visitas guiadas, talleres creativos, talleres de cine, teatro, títeres, danzas ofrece el MALI. Las visitas a las exposiciones son guiadas por especialistas. Ofrece documentales peruanos y películas extranjeras, teatro para chicos y grandes, presentaciones musicales.

El MALI cuenta con más de 6000 miembros con aportes individuales, duales, familiares, protectores, patrocinadores y benefactores. En suma, el objetivo del MALI es proteger y promover el arte. Sin embargo persiste una deuda pendiente con algunos artistas, que sin duda tienen su explicable justificación.

TODA DEUDA  DEBE PAGARSE
Una de esas decisiones pendientes del MALI es atender  la solicitud que en vida dejó  Teresa Mestres Planas, gran artista plástica, quien tuvo su taller en el Parque Miranda, Dpto 301, Miraflores,  Lima 18, donde formó grupos de pintoras y alentó exposiciones, cuya obra, unos 400 lienzos, no están en el MALI, no obstante su decisión de que el MALI sea la institución depositaria.

 Esa deuda está pendiente, aseguran sus más aplicadas alumnas hoy artistas plásticas reconocidas por  un público diverso, empezando por  jóvenes estudiantes de Arte, Literatura, Cine, Psicología…

La última presentación de Teresa Mestres fue en la sala Miro Quesada de la Municipalidad de Miraflores, con el auspicio de la Embajada de España y la Unión Europea.

Teresa Mestres fue laureada artista, especializada en acuarela, tinta y acuarela, acrílico y óleo. Española que llegó forzada por la guerra civil de su país en 1936, estudio en Buenos Aires y Lima.

Su obra se conoció en importantes colecciones en Perú y en instituciones extranjeras como la Municipalidad de Caracas, embajada de Perú en Austria, en Montreal. Generalitat de Cataluña, Barcelona, Hotel María Angola de Lima, Galería Villanova-Barcelona, Galería Contini – Caracas, Museo de Arte Italiano de Lima, Salón Independencia-Francia, Banco Central de Venezuela, Sala Picasso y Naciones Unidas en Nueva y York.

Teresa Mestres ha sido distinguida con un doctorado Honoris Causa de la Universidad de Lleida de Cataluña. Su hoja de vida tiene cuatro largas hojas.

 EL TRAFICO DEL ARTE

Teresa Mestres Planas, reconocida artista plástica de nacionalidad española, que llegó al Perú exiliada de la guerra civil de su país, falleció en Lima la madrugada del 14 de enero del 2011 y fue sepultada en un cementerio muy cerca de la ciudad pre inca de Pachacamac, despedida por sus discípulas y amigas, destacó EL MERCURIO, una organización periodística que actualmente cuenta con información de las  principales agencias de informaciones, una revista semana, un  conjunto  de escritores y comentaristas de diversos países  y regiones.  

La pintura de esta Niña de la Guerra Civil Española es una alegoría del tiempo en las culturas de Iberoamérica. Su última exposición “Vivencias” fue en el Municipio de Miraflores, como parte del 475 aniversario de fundación de la capital peruana.

Teresa Mestres en uno de sus libros testimonio, recuerda que tuvo que salir de su natal Villanova i La Geltru, junto con sus padres. Y acompañó a su familia en un peregrinaje por Nueva York, Argentina, México, Cuba y Perú. En la Habana, su padre recibió de Ernesto Che Guevara un documento de expropiación de la planta azucarera que acababa de construir con inversión española.

Ella estudió permanente la historia de América. Y en su obra pictórica recogió las costumbres y tradiciones, incluyendo conceptos del esoterismo, tema tan vigente en los sectores populares, alternando con juegos de naipes, sesiones con brujos, hechiceros y chamanes. Además de la acuarela, destacaba en el óleo, en el acrílico, en el grabado. No obstante sus años, poseía una vitalidad que muchos jóvenes quisieran tener. Ella dictaba cátedra a la juventud.

EL CABALLO EN LA HISTORIA
Una de sus principales líneas de creación fue la figura del caballo. Y al pintar “Las Amazonas” recrea no solo las Amazonas de Orellana, sino las dificultades que viven los pobladores nativos en una etapa en que la rica biodiversidad de Sudamérica pasa por un necesaria e intensa revisión y consolidación de las normas del biocomercio.

Sus Amazonas, cabalgando caballos salvajes, son comparables o nos hacen recordar a los personajes de Avatar, la película norteamericana de tanto éxito en la taquilla, que presenta a mujeres alargadas, como seres humanos replicantes. Sus creaciones enriquecieron galerías privadas y públicas de Europa, América y Austria, incluyendo el Palacio de la Generalitat, Barcelona. Fue la única pintora de América, que estuvo presente en el homenaje a Antonio Gaudí (Barcelona, 2006).

Fue seguidora de Teodoro Núñez Ureta, uno de los pintores más reconocidos del Perú. Sus discípulas del Taller Mestres, lamentan tan valiosa pérdida y al mismo tiempo anuncian la continuidad de las lecciones aprendidas y siempre recordaban su decisión escrita que su obra fuera donada al MALI.

Teresa Mestres, afirmaba que las galerías de arte están cerrando y que los centros culturales han tomado la posta. “La tecnificación está inundando todos los planos del arte y la vida de las personas. Y justamente, ha surgido un campo muy competitivo y, el pueblo va imponiendo su arte, su manera de perennizarse por medio de la artesanía. Es el nuevo boom. Todos queremos trascender de algún modo. “No obstante este clima adverso para el arte, mi pintura llama a la calma, no uso el humor para zaherir o para la burla”, platicaba con sus alumnas del Taller de Miraflores.

Ahora, la valiosa obra de Teresa Mestres se está comercializando vía una empresa electrónica. Cualquier servidor de MALI, para despertar sospechas puede mediante google encontrar el punto de partida de las mafias bien organizadas que trafican con el arte. Una de ellas con la pintura de la Niña de la Guerra.

La Biblioteca Nacional del Perú, en mayo del 2016 tuvo el acierto de organizar un curso de ochenta horas sobre el ARTE PERUANO con participación de destacados profesionales. Y más de un expositor, incluyendo una curadora y escritora colombiana afirmó ante un auditorio lleno  de asistentes que “la droga-el arte-objetos de arqueología y el trafico de armas constituyen el negocio más rentable del siglo xxi, y la aparición de nuevos grupos sociales interesados en tener o disponer en casa o negocio los objetos de arte de autores famosos”.

BIODIVERSIDAD Y EL QUIJOTE
La biodiversidad ha facilitado la exploración de nuevas manifestaciones artísticas en base a los olores de plantas y flores que adornan las modernas ciudades, sin olvidar que los  animales como el caballo forman parte de la rica historia del  arte, especialmente de la Pintura.
Lienzo de Teresa Mestres Planas/Taller Barcelona-Lima


Adela Reyes de Vega, por ejemplo, quien fundó en Lima hace 25 años una asociación con Laura Jackson, utilizando técnicas de jardinería, cuyos resultados se aprecian entre vecinos y visitantes  de el distrito limeño San Borja, comuna que posee varios parques recreativos y ecológicos, que en los últimos años, consecuencia de la forzada migración se va convirtiendo en un espacio, objeto de observación  para entender la movilidad social  y las consecuencias  de  “fortunas”  de dudosa  fuente  y la conducta antisocial de “los nuevos  afortunados” .

Siete artistas de la pintura de óleos en lienzo, en madera, acrílico, trupán, vitrofusión y joyería participaron  en noviembre del  2013 en “Encuentros y Matices”, una muestra del “Grupo Talleres”. Esta colectiva anual, evocó  el magisterio de Teresa Mestres, pintora catalana, conocida como “La Niña de la Guerra Civil” que recorrió América Latina, junto con sus padres, buscando el espacio ideal para su vocación artística.

La promotora de esta presentación,  Cecilia Vega de Amorós (Lima), estudió Arte y Decoración en Argentina, y Arquitectura en el Perú. Presentó pinturas, vitrofusión, cerámica pintada. Promueve la formación personalizada para la creación libre y aprecia el joven movimiento cultural dentro de las áreas públicas y en  colegios del  Estado.

Marilanda de Servat (Brasil) evidencia en su obra una poderosa vocación por diversas ramas de arte, especialmente en la pintura y vitrofusión. Nace en Bahía y nutre su vida en la poesía y la novelística de sus ancestros, incluyendo la temática de la esclavitud.

July Balarezo  (Trujillo-Perú), profesora de Historia y Literatura. Su destreza, enriquecida por su vocación visual del cine,  se aprecia en el uso de colores muy intensos en sus marinas, en abstractos y bodegones, y empezó a pintar paisajes y animales como el  caballo, obra que ahora llena  de recuerdos de sus hijos July y Jorge, ambos que comparten sus vidas entre el Perú y EEUU.

Patricia Cateriano (Lima), de profesión contadora, combina el óleo con acrílico en abstractos de acuerdo a las características de la tela o el relieve de la urdimbre y la trama.

Teresa Manzur (Lima), evidencia en su arte antecedentes culturales del mundo árabe y prefiere recrear la naturaleza viva a través de orquídeas, rosas y margaritas.
Lucy Gutiérrez Dongo, joven alumna integrante del  Taller Mestres, fue editora
de la obra literaria  La Niña de la  Guerra, de  Teresa Mestres.

Jaime Soncco, de origen cusqueño y arequipeño, egresado de la ENBA, estudia Arquitectura y es el principal docente de “Talleres”, con lecciones de los clásicos, incide en la parte básica de la luz hasta llegar al abstracto. Destaca su experiencia plástica para un exigente mercado de exportación a Europa y EEUU.

Talleres, se ha enriquecido con la docencia de Sergio Cajahuaringa, Francisco Guerra García y sus cursos de pintura abstracta, Gustavo Eme con pintura decorativa y Miguel Nieri con su formación francesa. “Talleres” ha sido distinguido por la Embajada de EU, Club Regatas, ICPNA, Acuarela Harrimann, Damas Colombianas y premiado por el Patronato de Plata del Perú, entre otras instituciones.

Las manadas de caballos que recorren las praderas norteamericanas, conocidos a menudo como mustang, se han convertido en motivo de litigio por si deben ser considerados especímenes en peligro de extinción, como reclaman asociaciones defensores de los animales, o como una plaga que debe ser controlada. Las pruebas históricas no dejan lugar a dudas sobre el origen europeo de los actuales caballos americanos, tal como se enseña en los manuales escolares, pero el simbolismo de los hermosos equinos y los derechos para explotar tierras han elevado la controversia hasta los tribunales.

Los historiadores de la pintura ponen especial énfasis en señalar  que los  caballos  parecen la esencia de la cultura indígena, siempre asociados a los sioux o los apaches en sus tareas de caza, lo cierto es que son descendientes de animales domésticos que los colonizadores españoles llevaron desde Europa a partir del XVI, recuerda Carlos Vila, biólogo de la Estación Biológica de Doñana, que ha analizado genéticamente el proceso de domesticación de los caballos. "Todos los investigadores opinan así y no creo que esta polémica vaya a cambiar las cosas". Se escaparon, se “asilvestraron” y se reprodujeron. El paso del tiempo no ha eliminado rasgos inequívocos de razas andaluzas o hispanoárabes.


Es evidente que ahora quedan menos ejemplares que hace décadas --son unos 33.000 caballos, más 5.550 asnos--, pero que nunca llegó a haber dos millones de caballos vagando por el Oeste americano, como citan algunos autores.

UNA ALEGORÍA  DE IBEROAMÉRICA,
Esta niña de la guerra encontró en el Perú un clima para continuar sus estudios, y también el exagerado y aburrido halago en los salones de la oligarquía, que provocó, en su esencia libertaria, la renuncia al matrimonio convencional y optar por la creatividad sin corsé. Hoy con sus más de ochenta años y recuperada de una dolencia, goza de la dulce compañía de su arte.

Su última exposición fue un acontecimiento cultural. Ya Marta Traba en La Historia Natural de la Alegría sintetizó nuestra cultura: "Somos libres por desprecio ajeno". Y en palabras de Borka Sattler –otra notable pintora que retorna de Canadá después de cosechar varios laureles–, Teresa Mestres ha sabido plasmar con ingenio y oficio cosas bellas y profundas como sueños propios y vivencias compartidas.

Prefería  sus caballos de paso que se quedan la profundidad de su ser. No son solo sus caballos lo mejor que tiene.

Si ella hace un bodegón, como yo alguna vez escribió con el título de "La Niña de la Guerra", representa frutas frescas que están al alcance de la mano, de la boca y prefiero, en ese momento, saborearlas con la mirada", comentaba la peruana July Balarezo Alayo, del prestigiado Taller Mestres, quien forma parte de un grupo multinacional de pintoras, integrado además por la lingüista brasileña-japonesa Ritsuko Shima de Yoshimoto y por la chilena Valeria Susti de Musante, una pareja que gusta con pasión el  cuidado  y exportación del  caballo de paso.
Lienzo de July Balarezo, 2013 --Robindale MA/EEUU

Además de la acuarela, Teresa destaca en el óleo, en el acrílico, el grabado. Sus registros del calendario esotérico están muy bien llevados, con colores pastel. No prefiere los colores subidos, ni todo ese color que pusieron los conquistadores para contrarrestar el constante cielo gris de Lima. En "Las Amazonas" recrea no solo las Amazonas de Orellana y diferentes facetas de los comuneros nativos que defienden sus bosques y otros recursos no renovables.

ROCINANTE, DE DON QUIJOTE
Diversos documentos señalan que  Miguel de Cervantes Don Quijote de la Mancha, "cuatro días se le pasaron en imaginar que nombre le pondría... y así después de muchos nombres que formó borró y quitó, añadió, deshizo y tornó a hacer en su memoria e imaginación, al fin le vino a llamar Rocinante, nombre a su parecer alto, sonoro y significativo de lo que había sido cuando fue rocín, antes de lo que ahora era, que era antes y primero de todos los rocines del mundo". Así pues, antes de lo que ahora era, piel y huesos, fue rocín que Don Quijote aún seguía viendo como "mejor montura que los famosos Babieca del Cid y Bucéfalo de Alejandro Magno".

REFERENCIAS

New York Times, 1995/Douglas Mac Gill, Chester Higiene