LIMA.- Explicación necesaria. El economista Manuel Romero, fundador de GESTION, diario especializado que apareció en aquel Setiembre Negro, hace 25 años, en un país con 30 millones de habitantes que ahora vive de cerca los abusos del poder. Su primer enfoque en este informe los inicia con los pecados de Odebrechet. En una próxima crónica espero que se pueda publicar, en extenso, en los medios de Europa y América Latina en los cuales escribo desde Lima y los EEUU. Gracias: JZA
Jorge Zavaleta Alegre –Cambio Financiero de Cambio16, El Mercurio Global y Argenpress Bs. As. y diarios regionales del Perú como Los Andes de Puno y Bolivia.
América Latina y el Caribe viven una etapa muy complicada en la cual se entrecruzan grandes rezagos y desafíos sociales con una creciente e impune situación de creciente corrupción y cómo enfrentar.
Este es un tema que viene siendo analizado por las
Naciones Unidas desde los Derechos y de las Convenciones suscritos
por los países, incluyendo las
relaciones entre crimen organizado, exclusión social e ingobernabilidad. Además percibe la desconfianza social con motivo de la crisis
de legitimidad que sufren las democracias en la región por ausencia de transparencia pública y la corrupción,
contradictoriamente, cuando los derechos sociales, económicos y culturales,
consagrados jurídica y legislativamente, se han convertido en utopías.
Veamos en esta oportunidad solo el caso de los negocios entre
el gobierno peruano y la empresa
Odebrecht para ver y poder deducir la gravedad que se vive hoy en día. Los
recursos que tiene la caja fiscal son
abundantes, que bien podrían ser invertidos en generar empresas medianas y
pequeñas para mejorar la producción y
condiciones laborales de los trabajadores. Casi finalizando el período
gubernamental se aceleran los contratos, burlando controles,
estrategias que la CEPAL y estudios serios califican como mecanismos para concretar
grandes negocios y posibilidades
de disponer de dinero para el
proselitismo fraudulento,
Manuel Romero Caro, desde
su columna de Gestión, del diario que fundó hace 25 años, sigue manteniendo calidad y prestigio como en sus enfoques. En uno de sus recientes
análisis con castellano claro, directo
y asequible para los lectores
señala, a manera de síntesis que: “En el país es más fácil concretar un
proyecto público de varios millones de dólares, que lograr una compra de
dos millones de soles”. (El tipo de
cambio de un dólar este agosto 2015
es de 1 por 3.15 soles)
Romero Caro, ex Ministro de Estado en Industria, Turismo e
Integración, asesor económico y docente, explica los problemas que afrontan Brasil y Perú respecto de la deficiencia de las
administraciones y las consecuencias perversas para ambos países y en la
región. Los presidentes de dos de
las mayores empresas constructoras de América Latina, las brasileñas Odebrecht
y Andrade Gutiérrez, están arrestados por presuntos actos de corrupción
vinculados a la petrolera estatal Petrobras.
Marcelo Odebrecht, cuya empresa es considerada la principal
constructora de la región, había sido señalado por delatores que colaboran con
la justicia como un miembro del cartel de constructoras que operó en Petrobras.
Romero Caro en esta ocasión nos explica que a
raíz del encarcelamiento de Marcelo Odebrecht y del hallazgo de documentación sobre posibles
sobornos a personalidades de los dos últimos gobiernos peruanos, han aumentado
las inquietudes acerca de si las prácticas ilícitas en Petrobras se pudieran haber
“exportado” al Perú.
Es así que el
procurador Anticorrupción afirmó que existen varias indagaciones respecto de
las obras de Odebrecht (Odb) en gobiernos regionales. Y la Contraloría informó
que ésta recibió irregularmente S/. 155 millones 36 días antes de firmar un
contrato para una carretera. Por lo que resulta necesario investigar las
operaciones efectuadas por Odb.
Si se revisa cómo se concretaron los contratos de las
principales obras de Odb se encontrará que las mismas contienen cinco
características indeseables para el país:
1) Se aprueban cuestionables leyes que promueven dichos
proyectos, festinado trámites.
2) No pasan por el Sistema Nacional de Inversión Pública
(SNIP).
3) Tienen cuestionables términos de licitaciones.
4) Con frecuencia con postor único.
5) Tienen grandes escalamientos en sus costos. Hay otras
características indeseables, como el incumplimiento de las obligaciones
contraídas contractualmente (Kuntur); las significativas demoras en la
ejecución de las obras y los abusivos contratos, pero por espacio solo se han
escogido cinco.
Ternos a la medida. 1) Si bien casi todos los grandes proyectos
de Odb han requerido leyes “especiales”, las más cuestionadas son las del
Proyecto Integrado (gasoducto más la Petroquímica del Etano-PQE).
En mayo del 2011, cuando no existía menos la PQE (en la que
estaba interesado Braskem, controlada por Odb), el Congreso aprueba la Ley
29690 para “promover” la PQE, mediante la cual se obligaba a los productores de
etano a vender su producto; con un control de precios por parte del Estado.
A pesar que dicha ley colisiona con la Constitución (Libertad
de contratación) y vulnera un contrato-ley
que no puede ser modificado legislativamente. ¿Cuáles fueron los
argumentos que convencieron a los congresistas para aprobar dicho Frankestein?
Otro cuestionamiento es que los principales proyectos de Odb han sido exonerados del SNIP: Interoceánica Norte, Interoceánica Sur, Proyecto Olmos y Gasoducto Sur Peruano. Y estas exoneraciones son decisiones puramente políticas. Y el actual ministro Alonso Segura, de Economía y Finanzas, al criticar los proyectos exonerados, manifestó que en estos “no se podría saber si en verdad tenían rentabilidad y eran buenos para la población”.
Manuel Romero argumenta que en el Perú persiste la paradoja
que es más fácil concretar un proyecto público de miles de millones de dólares,
que lograr una compra pública de S/. 2 millones, porque estas compras menores
no se exoneran del SNIP, lo que afecta
la ejecución de proyectos de gran beneficio social.
Los términos de licitaciones cuestionables. En el caso del GSP se dio una
situación muy particular porque competían de un lado el consorcio liderado por
Odebrecht y otro consorcio competidor. Siendo la principal ventaja del primero
el tener en Kuntur (de su propiedad) el
EIA ya aprobado, lo que le representaba una ventaja de 1.5 años. Es por ello
que el otro consorcio solicitó que el Estado garantizara que el ganador de la
licitación pudiera utilizar el EIA ya aprobado, cuyo costo sería asumido por el
ganador. Lo que no fue concedido.
Los concursos con postor único: en el caso del GSP, obra que
bordea los 8,000 millones de dólares, el consorcio de Odb fue postor único,
pues ProInversión descalificó a última hora al otro competidor.
En el caso del megaproyecto Olmos, Odb también fue postor
único. Y en Kuntur se trató de una solicitud de parte.
Se conoce de grandes escalamientos en sus costos: en este
caso el premio se lo llevan las interoceánicas norte (IO norte) y sur (IO sur),
que son las que estarían vinculadas al posible pago de sobornos, según material
incautado en Brasil. En la IO sur la Contraloría detalla presuntas irregularidades
en los contratos y en el mantenimiento de las obras. Esta inicialmente fue
valorizada en US$ 800 millones, y luego de 22 adendas, llegó a un monto
superior a los 2,000 millones de dólares. Y el caso de la IO norte es similar.
En conclusión, el análisis precisa que la mejor manera de
combatir la corrupción no es teorizando sobre ella sino investigando,
encontrando indicios y denunciándola. Se espera
que la justicia actúe con
severidad para garantizar las
condiciones de estabilidad emocional y estructural
de nuestras repúblicas.
Para concluir este
informe, desde Lima, leemos y recogemos algunas líneas de lo que Romero Caro explica en una entrevista
que Gestión publica en un Libro especial a propósito
del cuarto de siglo de vigencia del Diario, Respondiendo a una pregunta sobre las razones y condiciones tan difíciles de
finales de esa década y siguientes sobre ¿Por qué lanzar Gestión en esa coyuntura?
Hombre de principios y convicciones responde. “Nosotros teníamos una empresa de
consultoría y asesoría empresarial, y yo, mucha experiencia en el tema de
evaluación y análisis de proyectos de inversión. Eso devino en una revista que
se llamó Gestión, que tuvo una duración de dos años, antes de la fundación del
periódico. Por entonces, vivíamos un proceso hiperinflacionario, y las noticias
de la revista que daban desactualizadas por la velocidad propia de los acontecimientos".
"El modelo económico que se estaba aplicando era el modelo de sustitución de
importaciones con una gran presencia del Estado (la actividad empresarial del
Estado era como el 25% del PBI, una barbaridad). Además, el mundo estaba
cambiando: en 1989, cayó el muro de Berlín, y en 1991, se acabó la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas"
"En ese momento, era evidente que quienquiera
que saliera elegido en julio de 1990 iba a tener que cambiar el modelo
económico, porque este ya estaba agotado. Se pasaría a un modelo con una preponderancia
de la actividad privada, iba a haber mayor competencia y más requerimiento de
información; entonces, empezamos a preparar este proyecto”.
Agrega y remarca: “Desde el primer número, hemos criticado y señalado
las desviaciones del modelo económico y los abusos del sector privado”.