Papel de Arbol

lunes, 26 de enero de 2015

CINE ARGENTINO CONTEMPORANEO, comentario de Jorge Zavaleta Balarezo

https://www.researchgate.net/publication/271333181_Crisis_and_Capitalism_in_Contemporary_Argentine_Cinema._Joanna_Page_%28Book_Review%29
 Jorge Zavaleta Balarezo*

Research Gate, incluye una reseña de Jorge Zavaleta Balarezo, PhD Literatura Latinoamericana-Universidad de Pittsburgh,  publicada en la Revista Iberoamericana (2011), sobre el libro de cine argentino contemporáneo, de Joanna Page, profesora de Cambridge.
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R e v i s t a I b e ro a m e r i c a n a
Vol. LXXVII, Num. 235, A b r i l - J u n i o 2 0 11, 606 - 609
ISSN 0034-9631 (Impreso) ISSN 2154-4794 (Electrónico)

JOANNA PAGE.Crisis and Capitalism in Contemporary Argentine Cinema. Durham:
Duke University Press, 2009.
 En Crisis and Capitalism in Contemporary Argentine Cinema, Joanna Page, profesora
de Estudios Culturales Latinoamericanos de la Universidad de Cambridge, formula
una sugestiva hipótesis según la cual los nuevos productos del cine argentino están
enmarcados en un período de desarrollo y expansión del modelo neoliberal y, al mismo
tiempo, se pueden considerar como un grave reflejo de los años de crisis económica
que soportó el país en tiempos en que la globalización comenzaba a influenciar en los
modos de vida de las sociedades del presente.

En la introducción, Page se refiere al “renacimiento” del cine argentino, hecho
avalado por reconocimientos en festivales internacionales y por una sólida producción
que, en términos comparativos, pasó de catorce filmes en 1994 a sesenta y seis en 2004.
Al hecho del apoyo logrado por la nueva ley de cine (2005) y la realización del Festival
de Mar del Plata en 1996 después de veintiséis años, la autora agrega las difíciles
condiciones de producción de cierto cine independiente (bajos presupuestos, equipos
menos costosos, uso del blanco y negro) que plantea su propia expresión.

El propósito que guía el libro, entonces, es explorar cómo el cine argentino
contemporáneo ha registrado, y de paso ha contribuido a construir, ciertos modos de
subjetividad con relación a la experiencia argentina del capitalismo, el neoliberalismo
y la crisis económica. El volumen se propone registrar la manera en que pueden
ser interpretadas determinadas películas en tanto constituyen representaciones que
experimentan en forma y contenido; y en relación a su estatus, ya sea como artefactos
culturales o mercancías, siempre considerándolas como parte de una industria global.

Así, una de las principales preguntas que recorre este texto es sobre cómo y por qué
se generan significados que conducen a una crítica al neoliberalismo al interior de
un medio (el cinematográfico) producido y distribuido en el contexto de un mercado
mundial dominado por prácticas y políticas neoliberales. La naturaleza de las películas
analizadas devendría autorreflexiva, y de esta situación surgiría la siguiente paradoja: así
como varios filmes realizados en Argentina en los últimos quince años han representado
la pobreza y el sufrimiento del llamado “Tercer Mundo”, de similar forma estos filmes
y su gran repercusión internacional están asociados con las aspiraciones de la nación
por pertenecer al “Primer Mundo”.

El capítulo uno se titula “Nation, State, and Filmmaking in Contemporary Argentina”
y se inicia con una discusión sobre la relación local-global del cine latinoamericano
así como la presencia de las coproducciones, para continuar con un testimonio sobre la
ayuda estatal que recibió el cine argentino después de la crisis de inicios de los años 90,
y que hasta la actualidad permite promover la producción de filmes y crear un espacio,
aunque limitado, para su exhibición. La autora discute opiniones de especialistas como
Michael Chanan, Julianne Burton, Néstor García Canclini y Stephen Hart con relación a
las nuevas variables y reglas de juego alrededor de las cuales se enmarca la producción
audiovisual no sólo argentina sino latinoamericana.

Para entrar en materia, Page nos recuerda que hay inquietudes sobre temas de identidad
nacional y fragmentación social que vinculan al cine argentino contemporáneo con el de
las generaciones previas, básicamente las de los años 80s y 90s. Entre los realizadores de
aquella época puede citarse a Fernando Solanas, Eliseo Subiela y Alejandro Agresti. La
primera crítica es sobre La nube, dirigida por Solanas, y entendida como una evocación
nostálgica de las cercanas relaciones entre arte y política que caracterizaron a las décadas
de 1960 y 1970 y que ahora están irrevocablemente olvidadas. El filme de Solanas,
como una defensa de un arte en retirada, cuestiona la influencia de la modernización
impuesta por el capitalismo.

El capítulo dos, “New Argentine Cinema and the Production of Social Knowledge”
discute la relación entre las películas actuales y el neorrealismo italiano, hecho que Page
entiende como una reconstrucción del movimiento artístico de posguerra bajo lentes
posmodernos: el que cintas como Pizza, birra, faso, de Adrián Caetano y Bruno Stagnaro,
“citen” al neorrealismo remiten con nostalgia a un periodo en el cual el cine enfrentaba
una crucial revitalización en su forma y jugaba un significativo rol en la articulación del
cambio social. El fi lmedeCaetano y Stagnaro es considerado como el texto fundacional
del “Nuevo Cine Argentino”. La historia narrada en Pizza, birra, faso –la experiencia
de jóvenes marginales que sobreviven en Buenos Aires–, es teorizada por la autora
como una experiencia de “velocidad”, una característica de la posmodernidad que se
advierte en el tráfago incesante de personas y autos en la urbe a la vez que el constante
desplazamiento caracteriza la vida de los protagonistas.
En este capítulo también se analiza Mundo grúa, de Pablo Trapero, un cineasta que
ha destacado a nivel mundial con posteriores trabajos como Leonera y Carancho, y
quien busca asimismo el registro realista, casi documental, alrededor de la cotidianidad
de un obrero, tema que bien puede remitir a Ladrón de bicicletas (1946).

El capítulo tres, “Labor, Bodies and Circulation” centra su atención en la trilogía de
Lisandro Alonso conformada por La libertad, Los muertos y Fantasma, y en tres películas
de Martín Rejtman, de las cuales destaca Los guantes mágicos. Alonso representa quizá
el mejor ejemplo de un tipo de reflexión que no está lejano del compromiso social al
tiempo que se plantea como una mirada muy personal. Sus filmes exploran la relación
entre trabajo y subjetividad, tema que se extiende al rol de los protagonistas vinculados
con el propio realizador, partidario de un tono minimalista, sin rehuir los estados de crisis.
En el caso de Rejtman, sus obras más bien se alejan del neorrealismo y se expresan,
deliberadamente, como antinaturalistas, partidarias de una economía en la narración y
una rápida transición entre escenas.

El capítulo cuatro, “Crime and Capitalism in Genre Cinema” parte del hecho que a
comienzos de este siglo la injusticia económica y el abuso de poder por parte del Estado
han producido la aparición de héroes criminales cuyas acciones los vinculan con sus
respectivas comunidades a la vez que provocan la retribución del propio Estado o de
oscuras fuerzas representadas por intereses corporativos, capaces de premiar y sancionar.
Joanna Page se refiere, en este sentido, a una apropiación de géneros establecidos por
Hollywood (el thriller, el film noir, las historias de gánsteres y el western) presentes en
las películas de Marcelo Piñeyro (Caballos salvajes) o en las del desaparecido Fabián
Bielinsky (Nueve reinas, El aura), culminaciones de ejercicios expresivos cuyo referente
permanente es la crisis social y económica argentina. El capítulo culmina con el análisis
deUn oso rojo, otro exitoso filme de Adrián Caetano, que se inscribe con claridad en
la narrativa del western, en cuanto a los temas de las promesas y fidelidades a partir de
la vida de un individuo marginal.

El capítulo cinco, “Nation, Migration and Globalization”, sugiere que uno de los
efectos de la crisis ha sido promover cambios en el espacio imaginado de la nación. Esta
sección alude a las consecuencias de las políticas de privatización implementadas durante
el gobierno de Carlos Saúl Menem, en los años 90s, y el rol de los organismos financieros
internacionales, los cuales provocaron el surgimiento de un discurso nacionalista que
solicitaba prestarle atención a la representatividad del ciudadano. El interés del cine
argentino contemporáneo por acercarse a la migración y a la globalización puede ser
entendido como una efectiva meditación acerca de la cultura argentina en el mundo. Y
éste es el tema que desarrollan Hoteles, de Aldo Paparella, y Bar El Chino, de Daniel
Burak. Por otra parte los trabajos de Carlos Sorín (Historias mínimas, Bombón, el
perro) enfatizan la interdependencia cultural y económica entre el campo y la ciudad.
Bolivia, tercer filme de Adrián Caetano en este volumen, incide en las taras del racismo
y la xenofobia contra un inmigrante ilegal en un ambiente claustrofóbico que revela
discriminaciones y venganzas personales.

El capítulo seis, “Memory and Subjectivity”, vuelve sobre temas que marcaron la
historia contemporánea del país y propone análisis sobre Potestad y Los rubios, dos
largometrajes que releen, desde una nueva óptica, los años de la dictadura y la realidad
de las torturas y desapariciones causadas por las juntas militares (1976-1983). Potestad,
a diferencia de otras películas que han tratado el tema, particulariza ideológica y
estéticamente su mirada y no pretende, al menos como primera intención, testificar contra
los abusos de la dictadura. Su autor, Luis César D´Angiolillo, en lugar de continuar con
el acto político de recordar se concentra en determinados estereotipos establecidos sobre
esta época, convirtiéndolos, a su vez, en rígidos y opacos. El argumento, como en la hoy
célebreLa historia oficial, se refiere al origen de una niña, hija de “desaparecidos”. La
opción de Albertina Carri en Los rubios es igualmente peculiar y sugerente, procura un
testimonio que se va armando como un puzzle, un permanente work in progress, en el que
la cineasta se autorrepresenta y reconstruye, hasta donde le es posible, la desaparición
de sus padres a manos de las fuerzas militares.

El capítulo siete, “ThePolitics of PrivateSpace” está dedicado a los dos primeros
largometrajes de Lucrecia Martel, una joven realizadora que ha alcanzado renombre
internacional por plantear no sólo una mirada sui generis de la clase media alta argentina
sino los elementos que contribuyen a sus alteraciones y descomposición. Ello ocurre en
La ciénaga y La niña santa, películas donde ronda el fantasma del incesto, y que plantean
una nueva conceptualización de la importancia política del cine argentino de estos años.

En la sección de conclusiones, Joanna Page afirma que debido a que Argentina forma
parte del Primer y del Tercer Mundo (si contrastamos su proceso de desarrollo urbano e
industrial con sus niveles de pobreza) y experimenta la realidad del capitalismo global
“desde la periferia”, la relación entre la experiencia individual y la colectiva en el cine
argentino contemporáneo está lejos de seguir la propuesta planteada por FredricJameson.
De esta manera, los filmes analizados no permiten desarrollar lecturas simplistas en
las cuales el individuo representa “lo colectivo” o a la nación. Texto a la vez expresivo
y de sugerente lectura, con profusas fuentes de información, Crisis and Capitalism in
ContemporaryArgentine Cinema nos acerca al panorama de un arte cuya notoriedad
aumenta alrededor del mundo y que ya constituye una escuela, una forma de hacer,
entender y representar el cine desde un país central de América Latina.

University of Pittsburgh Jorge Zavaleta Balarezo
https://www.researchgate.net/publication/271333181_Crisis_and_Capitalism_in_Contemporary_Argentine_Cinema._Joanna_Page_%28Book_Review%29