Jorge Zavaleta Alegre (Desde Lima, Perú. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)
No es lo mismo ser ciudadano que súbdito. La legitimidad de la democracia tiene sus raíces en los sueños de los republicanos. La monarquía es un sistema fuera del tiempo, de la historia, y del pensamiento y acción de niños y adultos.
De allí la trascendencia de un referéndum sobre la monarquía, que se pronuncie sobre la planificada y maquillada abdicación del Rey Juan Carlos.
A muchos latinoamericanos, no les falta razón cuando al transpolar esa misma figura, es decir que las colonias que descubrió Colón retornen a la era de virreyes, cargando aberraciones aún no olvidadas e inconductas de familias corruptas, como la de los Borbones que disfrazan su continuidad en un frágil poder.
Las voces contra la monarquía son múltiples, llegan de lejanas latitudes. El documental Aita (palabra vasca que significa Padre), de José María Salcedo La Torre, constituye un aporte al debate.
La pelota vasca
Chema Salcedo, que salió de Bilbao camino a Perú con su familia a los cinco años, en 1951, vuelve en 2014 para presentar Aita, un documental que reconstruye la imagen de su padre con el trasfondo de dos mundos (Euskadi y América Latina) y una época de nuestra historia, tan actual como apoyar la constitución de la República.
El programa de Chema Salcedo, en España, incluye presentaciones - el 17 y 18 de junio, en el Museo Vasco de Bilbao, Museo Artium de Vittoria y en el salón Donostia/ San Sebastián y conferencias en algunas universidades, siguiendo las huellas de su padre, gudari vasco, a quien describe en su último film documental: Aita.
Chema, apreciado en Latinoamérica por sus aportes en la comunicación, como redactor, reportero, corresponsal en el extranjero, columnista, editor, profesor universitario, ensayista, director de televisión y cine.
Cuando Chema fue director del diario Marka, en los primeros años de la década del ochenta, este proyecto periodístico promovió la Izquierda Unida, llevando al Parlamento a sus mejores cuadros y como candidato a la Presidencia de la República, a Alfonso Barrantes, entonces alcalde de Lima, pero el inminente acceso a la Casa de Gobierno con la victoria en primera vuelta, se truncó entre triquiñuelas e inmadurez de dirigencias nativas, a espaldas de los militantes.
Como cineasta Chema Salcedo ha sido guionista y actor. En la realización cinematográfica ha dirigido tres largometrajes. El último es “Aita”, dedicado a su padre y a todos los gudaris vascos.
La historia de Aita
José Salcedo Molinuevo, nacido en Trapagarán Bizkaia en 1916, emigró a Lima con su familia en 1951. Dos años antes de morir, en diciembre de 2012, entrega a su hijo José María -Chema- un escrito con sus memorias en el frente vasco durante la Guerra Civil (en 1937), en la cual combatió como gudari (soldado vasco) en las filas del Batallón MAI Irrintzi, del Partido Nacional Vasco - PNV, batallón de máquinas de acompañamiento de Infantería, incluyendo morteros.
Asimismo, José Salcedo, su hijo Chema, y la enfermera de José, miran un documental del cineasta Julio Medem - La Pelota Vasca- en el que Chema cree ver a su padre, cargando un mortero.
Después de muerto su padre, Chema recorrerá los lugares que su progenitor menciona en un escrito en bella caligrafía y descubrirá más de una huella de su vida de gudari en la Guerra Civil.
El film ofrece reflexiones e imágenes del presente, fotografías y películas de época. Incluye un personaje de ficción que representa al gudari José Salcedo al momento de la Guerra, con su respectivo vestuario, que dialoga con su futuro hijo Chema, a la manera de un sueño del productor.
“Aita - explica Salcedo - es un documental más que descriptivo, es subjetivo, cuyo autor busca las huellas de su padre y trata de confirmar si todo lo que le contó en su infancia era verdad. Es crónica de viaje, viaje físico y viaje al interior de la memoria, con cámara que viaja con él, encontrando escenarios y testimonios de otros hijos y nietos de gudaris”.
El filme muestra a Chema caminando por el monte Acondia en las alturas de Eibar. Se acerca a una suerte de cueva y a la entrada de ella aparece el gudari José Salcedo (veinte años de edad) que le intercepta y le pregunta qué hace ahí. Estamos en abril-mayo de 1937, en medio de un sueño de Chema.
¿Eres tú padre?
José Salcedo, su enfermera Herlinda Ludeña y su hijo Chema miran en la computadora de Chema un fragmento del film “La Pelota Vasca” en el que Chema creer ver a su padre. Estamos en junio de 2010, José Salcedo tiene 94 años.
En Zorrotza, Bilbao, Chema y su equipo de trabajo visitan el lugar en el que nació, Callejón de Tránsito número 7. La casa ya no existe, ha sido derruida. El lugar es ahora ocupado por un grupo de familias gitanas. Unos gitanos se acercan y uno de ellos cree reconocer a Chema. El ve una enorme piedra y cuenta que, antes de irse al Perú, la rodeaba con su triciclo mientras sus padres daban vivas a Fausto Coppi el célebre ciclista italiano de inicios de los años cincuenta”.
Mi prima Itziar y nuevas revelaciones
En Begoña, un almuerzo familiar con Itziar Cabezas, prima hermana de Chema, su hijo y su nuera y amigos. Itziar recuerda a su tío, el que se fue al Perú, a su madre y a sus otros tíos. Hay además bromas, canciones y se ve a Chema lavando platos con el hijo y la nuera de su prima Itziar.
Chema y su equipo visitan la Fundación Sabino Arana y sus archivos de Guerra. Con gran sorpresa y emoción Chema ve la firma de su padre en una nómina del Batallón MAI Irrintzi de 1937.
La ikurriña. Herlinda narra lo que tuvo que hacer el día de la muerte de José Salcedo. Chema se había olvidado de conseguir una ikurriña para colocar en el féretro, tal como su padre había pedido. Herlinda tuvo que mandarla hacer en un mercado de Lima. Vemos a Herlinda, en tiempo actual, reproduciendo todo lo que tuvo que hacer el uno de diciembre de 2012, yendo a la misma tienda donde compró la tela y al mismo puesto de reparación de maletas donde se hizo la ikurriña. Vemos cómo se va confeccionando la ikurriña, la bandera Vasca.
En el monte Acondia, alturas de Eibar, Chema, su colaborador Aitor Bilbao y dos amigos eibarreses, expertos en Guerra Civil, recorren los lugares, senderos y restos de trincheras en los que presumiblemente estuvo José Salcedo y le explican a Chema por dónde está caminando y qué ocurrió allí durante la Guerra.
Llueve primero, graniza y nieva después. Llegan a una especie de cueva que es en realidad un refugio, con el joven gudari. Aitor y Chema ingresan al oscuro refugio, Chema se emociona y comenta que ahora está oliendo la misma humedad y la misma tierra que su padre olió en 1937.
Malditos aviones
Vemos escena documental de bombardeo aéreo durante Guerra Civil vemos y oímos texto de José Salcedo sobre esos bombardeos y sobre el bombardeo de Gernika. Vemos a Chema caminando por la calles de Gernika, en tiempo actual.
Chema comenta que su padre siempre le contaba que un día, para guarecerse de la aviación enemiga, se enganchó el pantalón en una alambrada. Ven también una caja de munición de mortero y Chema comenta que su padre tenía una hendidura en un dedo producto de una caja de munición que le cayó encima y le produjo una herida mal curada.
El joven gudari le dice que sí estuvo cerca de la muerte y que sí sabía que la guerra estaba perdida, pero que eso no importaba. Vemos y escuchamos una parte del texto de José Salcedo que se refiere al tema.
Chema visita a José Moreno, antiguo gudari del Ejército de Euskadi, en Portugalete. Moreno le cuenta su experiencia, le muestra documentos y fotografías. Caminan luego por Portugalete y, con un niño txistulari, el hijo de Aitor Bilbao, se dan la mano mientras el txistu interpreta el Agur Jaunak.
Desde las Guerras carlistas, pasando por el bombardeo de Guernica hasta la presentación del Plan Ibarretxe.
En esta obra de la Pelota Vasca, el autor de Haita, encuentra más argumentos e imágenes de la participación heroica de la juventud, una imagen de José María, un adolescente conduciendo un vehículo de los milicianos, en una zona donde los aviones del neofranquismo no dejaban de bombardear.
El hijo José María, en la casa paterna, detiene la proyección y llama a su padre, don Pepe, quien se acerca a la pantalla y corrobora que esa imagen corresponde al progenitor. Corroborada la identificación, anotaciones en ejemplar caligrafía, fechas, nombre de lugares, montañas y de sus compañeros de las jornadas, lo conduce a José María a otras fuentes como la filmoteca de Bilbao y otras instituciones. Pues en el documental Haita, es personificado por un joven actor, se filma el territorio tomado, espacio donde se sembró la tenacidad republicana y que se suma al sueño de las nuevas generaciones.
La prensa española, empezando por la tv vasca ha brindado apoyo a la producción de Aita, además organizaciones culturales que mantienen vasos comunicantes con Latinoamérica y que insisten, hoy más que nunca, democratizar las administraciones públicas para reemplazar con la alegría, la opacidad de la globalización del mercado y alentar ideales que crecen en el corazón, como ocurrió en las montañas, en los años sesenta y que han conquistado el poder en este nuevo siglo en Uruguay, Brasil, Nicaragua, Venezuela, Cuba y recientemente en El Salvador.
Como sostiene Gorka Landaburu, desde Cambio y la TV Vasca, la abdicación del rey Juan Carlos, ha sido una jugada maestra orquestada desde la Casa Real y que ha contado con el aval del PP y el PSOE…en toda España persiste el retorno de la república, se ha palpado que el sentimiento republicano adormecido, hasta ahora, vuelve a recobrar adeptos y sobre todo en núcleos de gente joven que ni vivió la transición ni votó la Constitución. Y en muchos países de nuestro entorno como Francia y Alemania sus Constituciones se han ido amoldando a las nuevas circunstancias. Aita cierra un círculo para comprender por qué queremos la República.
Chema nuevamente de retorna a su barrio limeño de la infancia y recuerda a los tres niños compañeros de juego en Miraflores, dos de ellos amigos ayacuchanos, amistad que era cuestionada por una vecina. José María, recuerda a su madre con una frase eterna: “Debí escribirle menos y abrazarla más”.
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No es lo mismo ser ciudadano que súbdito. La legitimidad de la democracia tiene sus raíces en los sueños de los republicanos. La monarquía es un sistema fuera del tiempo, de la historia, y del pensamiento y acción de niños y adultos.
De allí la trascendencia de un referéndum sobre la monarquía, que se pronuncie sobre la planificada y maquillada abdicación del Rey Juan Carlos.
A muchos latinoamericanos, no les falta razón cuando al transpolar esa misma figura, es decir que las colonias que descubrió Colón retornen a la era de virreyes, cargando aberraciones aún no olvidadas e inconductas de familias corruptas, como la de los Borbones que disfrazan su continuidad en un frágil poder.
Las voces contra la monarquía son múltiples, llegan de lejanas latitudes. El documental Aita (palabra vasca que significa Padre), de José María Salcedo La Torre, constituye un aporte al debate.
La pelota vasca
Chema Salcedo, que salió de Bilbao camino a Perú con su familia a los cinco años, en 1951, vuelve en 2014 para presentar Aita, un documental que reconstruye la imagen de su padre con el trasfondo de dos mundos (Euskadi y América Latina) y una época de nuestra historia, tan actual como apoyar la constitución de la República.
El programa de Chema Salcedo, en España, incluye presentaciones - el 17 y 18 de junio, en el Museo Vasco de Bilbao, Museo Artium de Vittoria y en el salón Donostia/ San Sebastián y conferencias en algunas universidades, siguiendo las huellas de su padre, gudari vasco, a quien describe en su último film documental: Aita.
Chema, apreciado en Latinoamérica por sus aportes en la comunicación, como redactor, reportero, corresponsal en el extranjero, columnista, editor, profesor universitario, ensayista, director de televisión y cine.
Cuando Chema fue director del diario Marka, en los primeros años de la década del ochenta, este proyecto periodístico promovió la Izquierda Unida, llevando al Parlamento a sus mejores cuadros y como candidato a la Presidencia de la República, a Alfonso Barrantes, entonces alcalde de Lima, pero el inminente acceso a la Casa de Gobierno con la victoria en primera vuelta, se truncó entre triquiñuelas e inmadurez de dirigencias nativas, a espaldas de los militantes.
Como cineasta Chema Salcedo ha sido guionista y actor. En la realización cinematográfica ha dirigido tres largometrajes. El último es “Aita”, dedicado a su padre y a todos los gudaris vascos.
La historia de Aita
José Salcedo Molinuevo, nacido en Trapagarán Bizkaia en 1916, emigró a Lima con su familia en 1951. Dos años antes de morir, en diciembre de 2012, entrega a su hijo José María -Chema- un escrito con sus memorias en el frente vasco durante la Guerra Civil (en 1937), en la cual combatió como gudari (soldado vasco) en las filas del Batallón MAI Irrintzi, del Partido Nacional Vasco - PNV, batallón de máquinas de acompañamiento de Infantería, incluyendo morteros.
Asimismo, José Salcedo, su hijo Chema, y la enfermera de José, miran un documental del cineasta Julio Medem - La Pelota Vasca- en el que Chema cree ver a su padre, cargando un mortero.
Después de muerto su padre, Chema recorrerá los lugares que su progenitor menciona en un escrito en bella caligrafía y descubrirá más de una huella de su vida de gudari en la Guerra Civil.
El film ofrece reflexiones e imágenes del presente, fotografías y películas de época. Incluye un personaje de ficción que representa al gudari José Salcedo al momento de la Guerra, con su respectivo vestuario, que dialoga con su futuro hijo Chema, a la manera de un sueño del productor.
“Aita - explica Salcedo - es un documental más que descriptivo, es subjetivo, cuyo autor busca las huellas de su padre y trata de confirmar si todo lo que le contó en su infancia era verdad. Es crónica de viaje, viaje físico y viaje al interior de la memoria, con cámara que viaja con él, encontrando escenarios y testimonios de otros hijos y nietos de gudaris”.
El filme muestra a Chema caminando por el monte Acondia en las alturas de Eibar. Se acerca a una suerte de cueva y a la entrada de ella aparece el gudari José Salcedo (veinte años de edad) que le intercepta y le pregunta qué hace ahí. Estamos en abril-mayo de 1937, en medio de un sueño de Chema.
¿Eres tú padre?
José Salcedo, su enfermera Herlinda Ludeña y su hijo Chema miran en la computadora de Chema un fragmento del film “La Pelota Vasca” en el que Chema creer ver a su padre. Estamos en junio de 2010, José Salcedo tiene 94 años.
En Zorrotza, Bilbao, Chema y su equipo de trabajo visitan el lugar en el que nació, Callejón de Tránsito número 7. La casa ya no existe, ha sido derruida. El lugar es ahora ocupado por un grupo de familias gitanas. Unos gitanos se acercan y uno de ellos cree reconocer a Chema. El ve una enorme piedra y cuenta que, antes de irse al Perú, la rodeaba con su triciclo mientras sus padres daban vivas a Fausto Coppi el célebre ciclista italiano de inicios de los años cincuenta”.
Mi prima Itziar y nuevas revelaciones
En Begoña, un almuerzo familiar con Itziar Cabezas, prima hermana de Chema, su hijo y su nuera y amigos. Itziar recuerda a su tío, el que se fue al Perú, a su madre y a sus otros tíos. Hay además bromas, canciones y se ve a Chema lavando platos con el hijo y la nuera de su prima Itziar.
Chema y su equipo visitan la Fundación Sabino Arana y sus archivos de Guerra. Con gran sorpresa y emoción Chema ve la firma de su padre en una nómina del Batallón MAI Irrintzi de 1937.
La ikurriña. Herlinda narra lo que tuvo que hacer el día de la muerte de José Salcedo. Chema se había olvidado de conseguir una ikurriña para colocar en el féretro, tal como su padre había pedido. Herlinda tuvo que mandarla hacer en un mercado de Lima. Vemos a Herlinda, en tiempo actual, reproduciendo todo lo que tuvo que hacer el uno de diciembre de 2012, yendo a la misma tienda donde compró la tela y al mismo puesto de reparación de maletas donde se hizo la ikurriña. Vemos cómo se va confeccionando la ikurriña, la bandera Vasca.
En el monte Acondia, alturas de Eibar, Chema, su colaborador Aitor Bilbao y dos amigos eibarreses, expertos en Guerra Civil, recorren los lugares, senderos y restos de trincheras en los que presumiblemente estuvo José Salcedo y le explican a Chema por dónde está caminando y qué ocurrió allí durante la Guerra.
Llueve primero, graniza y nieva después. Llegan a una especie de cueva que es en realidad un refugio, con el joven gudari. Aitor y Chema ingresan al oscuro refugio, Chema se emociona y comenta que ahora está oliendo la misma humedad y la misma tierra que su padre olió en 1937.
Malditos aviones
Vemos escena documental de bombardeo aéreo durante Guerra Civil vemos y oímos texto de José Salcedo sobre esos bombardeos y sobre el bombardeo de Gernika. Vemos a Chema caminando por la calles de Gernika, en tiempo actual.
Chema comenta que su padre siempre le contaba que un día, para guarecerse de la aviación enemiga, se enganchó el pantalón en una alambrada. Ven también una caja de munición de mortero y Chema comenta que su padre tenía una hendidura en un dedo producto de una caja de munición que le cayó encima y le produjo una herida mal curada.
El joven gudari le dice que sí estuvo cerca de la muerte y que sí sabía que la guerra estaba perdida, pero que eso no importaba. Vemos y escuchamos una parte del texto de José Salcedo que se refiere al tema.
Chema visita a José Moreno, antiguo gudari del Ejército de Euskadi, en Portugalete. Moreno le cuenta su experiencia, le muestra documentos y fotografías. Caminan luego por Portugalete y, con un niño txistulari, el hijo de Aitor Bilbao, se dan la mano mientras el txistu interpreta el Agur Jaunak.
Desde las Guerras carlistas, pasando por el bombardeo de Guernica hasta la presentación del Plan Ibarretxe.
En esta obra de la Pelota Vasca, el autor de Haita, encuentra más argumentos e imágenes de la participación heroica de la juventud, una imagen de José María, un adolescente conduciendo un vehículo de los milicianos, en una zona donde los aviones del neofranquismo no dejaban de bombardear.
El hijo José María, en la casa paterna, detiene la proyección y llama a su padre, don Pepe, quien se acerca a la pantalla y corrobora que esa imagen corresponde al progenitor. Corroborada la identificación, anotaciones en ejemplar caligrafía, fechas, nombre de lugares, montañas y de sus compañeros de las jornadas, lo conduce a José María a otras fuentes como la filmoteca de Bilbao y otras instituciones. Pues en el documental Haita, es personificado por un joven actor, se filma el territorio tomado, espacio donde se sembró la tenacidad republicana y que se suma al sueño de las nuevas generaciones.
La prensa española, empezando por la tv vasca ha brindado apoyo a la producción de Aita, además organizaciones culturales que mantienen vasos comunicantes con Latinoamérica y que insisten, hoy más que nunca, democratizar las administraciones públicas para reemplazar con la alegría, la opacidad de la globalización del mercado y alentar ideales que crecen en el corazón, como ocurrió en las montañas, en los años sesenta y que han conquistado el poder en este nuevo siglo en Uruguay, Brasil, Nicaragua, Venezuela, Cuba y recientemente en El Salvador.
Como sostiene Gorka Landaburu, desde Cambio y la TV Vasca, la abdicación del rey Juan Carlos, ha sido una jugada maestra orquestada desde la Casa Real y que ha contado con el aval del PP y el PSOE…en toda España persiste el retorno de la república, se ha palpado que el sentimiento republicano adormecido, hasta ahora, vuelve a recobrar adeptos y sobre todo en núcleos de gente joven que ni vivió la transición ni votó la Constitución. Y en muchos países de nuestro entorno como Francia y Alemania sus Constituciones se han ido amoldando a las nuevas circunstancias. Aita cierra un círculo para comprender por qué queremos la República.
Chema nuevamente de retorna a su barrio limeño de la infancia y recuerda a los tres niños compañeros de juego en Miraflores, dos de ellos amigos ayacuchanos, amistad que era cuestionada por una vecina. José María, recuerda a su madre con una frase eterna: “Debí escribirle menos y abrazarla más”.
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Aita: 60 minutos, se realiza entre Lima, Bilbao, Eibar, Lekeitio, Ondárroa, Trapagarán. Música original compuesta y dirigida por Abraham Padilla Benavides. Producción Viceversa Lima - España.