Papel de Arbol

domingo, 28 de julio de 2013

LA BUENA PRENSA DE PAPEL TENDRA LARGA VIDA

Jorge Zavaleta Alegre.-

Solo las publicaciones de gran calidad que circulan en versiones impresas mantendrán su vigencia, más aún en el mundo virtual de internet. "No está escrito en las tablas de Moisés que todos los periódicos vayan a desaparecer. Habrá excepciones", señala el semanario alemán Die Zeit – El Tiempo.

El comentario se relaciona con  aquellos medios escritos que nacieron contra el totalitarismo  y como  puerta de esperanza frente a la crítica realidad política que reinaba en Latinoamérica y la Península Ibérica.

La mirada global, sería  incompleta, si  se ignora a la generación intermedia que aún mantiene preferencia por el  mensaje   impreso, además de una inmensa mayoría de personas (en América Latina),   que no acceden a una computadora y conexión satelital.

Este es un elemento que no  ha tomado en cuenta la revista Humboldt, del Instituto Goethe, al anunciar el cierre de su edición impresa (159 ediciones semestrales  en 53 años). La publicación nació  para promover el diálogo cultural entre Alemania y América Latina, España y Portugal,  inspirándose en  el nombre y el pensamiento “nómada” de  aquel  explorador que surcó mares y montañas, para entregarnos más de una perspectiva en el campo del arte, la cultura, la sociedad.  

A partir de enero del 2014, esa revista tendrá formato  digital, y “propiciará  mayor interactividad que una edición impresa”, según sus directores Johanes Ebert, Rit Magni, Margarete Kraft y Ulrike Prinz.

El pensamiento de Alexander Von Humboldt, considerado  uno de los  primeros teóricos de la globalización, en sentido estricto, es un pensamiento nómada que fluctúa entre los idiomas, entre las ciencias, entre  los mundos. “Combina a su manera la ética y la estética y al mismo tiempo varía constantemente los puntos de vista a partir del movimiento, en el intento por repensar el mundo  e impulsar una conciencia  universal múltiple en perspectivas”.

PERIODISMO DIGITAL NO HACE DINERO
Giovanni di Lorenzo, director del semanario alemán Die Zeit, tiene argumentos que aseguran larga vida a la prensa impresa. Considera que “el periodismo digital hace de todo menos dinero" y defiende los textos largos, la calidad, la profundidad.
Hay futuro para el periodismo impreso de "orientación y profundización". Internet es solo una de las causas de la crisis del papel, pues la falta de credibilidad y el abandono de la calidad son las más graves.

En plena crisis económica mundial y del periodismo de papel impreso,  Di Lorenzo, uno de los periodistas más mimados de Alemania, indica que el truco fue estudiar en detalle las necesidades de los lectores, ignorar todos los consejos de los asesores de medios y seguir haciendo artículos largos, documentados, serios e incluso difíciles. 

Bajo su dirección, la facturación del periódico creció un 70%, los beneficios se triplicaron y la difusión aumentó un 60% hasta el medio millón de copias semanales. Y eso que Die Zeit no es de lectura fácil. La mayoría de los nuevos abonados tienen entre 20 y 30 años. Die Zeit no ha renunciado al online. Al contrario, tiene una redacción digital para la que trabajan unas 60 personas.

En el Centro cultural Gabriel García Márquez, en La Candelaria, Bogotá,  siempre se puede apreciar Arte hecho en amate, papel de árbol que usaban los aztecas, como un homenaje al escritor de los  Cien Años de Soledad  y presidente del directorio del semanario Cambio (16) de Colombia. (www.papeldearbol-papeldearbol.blogspot.

Este papel, sacado de la corteza del árbol de janote, era usado por los indígenas para documentar su saber y su filosofía. Ahora se usa para el arte. Hans Lenz, especialista en temas relacionados con el papel, afirma que “los mayas empezaron a manufacturar papel entre 500 y 1.000 años antes de nuestra era”. Benito Juárez, en la frontera con El Paso norteamericano, es una ciudad de artesanos y librerías, que abastece de papel y motivos a las escuelas de sus vecinos, que en años recientes su supervivencia fue amenazada por los carteles de narcotraficantes.

Cambio 16 de Madrid, registra  en papel, 41 años de historia  y testimonio  de la transición democrática española, más  una web que acompaña al lector con los vacíos informativos  entre una y otra edición semanal. José María Días Dorronsoro, doctor por la Universidad de Navarra, en su libro Comunicación, 2012, señala  que Cambio 16,  fue un imprescindible medio  para explicar la transición democrática española - la Santa Transición que dejó dicho Francisco Umbral y que parece que ahora algunos sectores tratan de denostar y hasta destruir sus cimientos de concordia y avenencia- desde sus primeras estribaciones hasta los últimos acontecimientos.

Manuel Domínguez Moreno, Presidente Director del semanario comenta que no es posible existir a través de la vida de otros; somos dueños de nuestros propios errores, también de los aciertos, y estamos condenados a mirarnos en el espejo de la conciencia completamente desnudos, al amparo de los atributos y valores que nos confiere la dignidad, ese escudo que blinda nuestra condición humana, cubriéndonos con la fuerza de la ética, y también la libertad, a la que aspiramos y que alimenta nuestras sueños y anhelos, capaz de convertir el pasado en una esperanza de futuro a través del pensamiento, las ideas y, sobre todo, la educación, que no solo sostiene el acervo cultural y toda una herencia de bienes morales acumulados a través de una experiencia atávica y, no obstante, en continuo movimiento, transformándose en cada generación en el empeño de explicaciones metafísicas sobre el ser (y la nada, el no-ser) y embarcada en un proceso de cambio permanente que nos hace avanzar, desarrollarnos, progresar, tal vez en contra de nosotros mismos y de nuestros, en ocasiones, mezquinos intereses individuales. Pese a todo no hemos capitulado.

“…frente a los que se resignan y claudican, perdedores y vencidos de antemano, que ni siquiera plantean batalla, no dejo nunca de soñar, consciente de que la historia y la libertad nacen cuando el mundo sueña. Por eso creo que la palabra es un arma revolucionaria y revolucionario es asimismo el sentimiento, la pasión, el espíritu de lucha. Hemos llegado hasta aquí apoyados en dos tópicos que han sostenido el pensamiento". 

"Del medieval tempus fugit, que definió una edad oscura, vetada al pensamiento y las ideas, subyugada por la superstición y la superchería, la falsedad y el engaño, la mentira disfrazada de parca en el triunfo de la muerte sobre la vida, en el temor irracional al futuro porque la muerte es el final, al ilustrado carpe diem, aprovecha el día, el momento, dale tiempo al tiempo, ilumina con el siglo de las luces, el saber, la ciencia, todo el conocimiento que abre la mente y descubre nuevos mundos”.