Papel de Arbol

lunes, 9 de enero de 2023

FUNDACIONES ALEMANAS y LA DEMOCRACIA SOCIAL

                                 Berlin una sola ciudad. 



Por JORGE E. ZAVALETA ALEGRE

La fortaleza de la vida se enriquece con la solidaridad.  Mis companeras y companeros de escuela, colegio, universidad y  hoy en una Asociacion Internacional: Carmen Osorio Valdivia, Lucy Carrasco Figueroa Gerardo Lara, Lolo Melendez, Donato Garay, Alicia Bravo y Familia, Cesar Augusto Ames Angeles, Nelly Martinez Vargas Malaspina, Marco Escudero, Kika Marrou, Socorro Mendez, Joel Moreno, Juan Martinez Vargas Malaspina, Rafael Guerero, Francisco Polo Cabeza+ Eduardo Castilla+Julia Mendez+Rosa Valdivia Cadenas+. 

Por la democracia social!. La Friedrich-Ebert-Stiftung (FES) fue fundada en 1925 y es la fundación política más antigua de Alemania.

Su creación forma parte del legado político de Friedrich Ebert, el primer presidente electo democráticamente en Alemania. Es una organización política se rige por los valores fundamentales de la democracia social: libertad, justicia y solidaridad. 

Con ese marco su actividad se basa en la generación de espacios de diálogo y debate político, capacitación, colaboración internacional, análisis y asesoría política dirigidos a los actores políticos y sociales en cada país.

Como institución sin fines de lucro, la Friedrich-Ebert-Stiftung trabaja en manera independiente y autónoma. Tiene sedes en Bonn y Berlín y cuenta, además, con 17 academias y oficinas en los Estados Federados de la República Federal de Alemania. Cuenta con un presupuesto anual que proviene casi enteramente de fondos públicos. 

La FES tiene unos 530 colaboradores en Alemania, otros 90 representantes alemanes en el exterior y más de 500 colaboradores locales en sus oficinas en más de 100 países del mundo.

Friedrich Ebert (1871-1925) ejerció el cargo de primer Presidente del Reich de la República de Weimar entre 1919 y 1925. Luchó en favor de la democracia parlamentaria, se consideraba presidente de todos los Alemanes y realizó una política orientada hacia un equilibrio social.

La Friedrich-Ebert-Stiftung (FES), fundada en 1925, es la fundación política más antigua de Alemania. Esta institución se fundó como legado político del primer presidente alemán elegido democráticamente, Friedrich Ebert, a quien debe su nombre así como los principios que la rigen. En calidad de fundación política cercana a un partido, nuestro trabajo se rige por los valores fundamentales de la democracia social: libertad, justicia y solidaridad. Estos valores nos vinculan de una forma ideal a la socialdemocracia y a los sindicatos libres. Siendo una institución sin ánimo de lucro, diseñamos nuestras actividades de un modo independiente y autosuficiente.

Ana LARREGLE escribe: La Fundación Friedrich Neumann es una de las grandes fundaciones políticas alemanas. Fue creada en 1958, en relación con el Partido Liberal (FDP)con los objetivos siguientes:



* promover el liberalismo político formando ciudadanos capaces de tomar decisiones informadas y responsables en sus contextos políticos y sociales;

* apoyar actividades en los países en desarrollo, especialmente en materia de educación cívica, capacitación en materia de los medios de comunicación, servicios legales, micro-empresas y diálogo político Norte-Sur.

En 1987 contaba con un presupuesto de más de 37 millones de dólares, invirtiendo 20 millones en educación al desarrollo. En esta fecha su personal estaba compuesto por 223 personas, entre las cuales se cuentan casi sesenta personas expatriadas. Su financiamiento proviene mayoritariamente del Estado.

La fundación mantiene más de cuarenta oficinas locales en los países de desarrollo. En cuanto a sus actividades de educación al desarrollo, se puede citar la organización de seminarios, grupos de debate, programas de capacitación y edición. Los temas de éstos son las relaciones Norte-Sur, políticas de desarrollo, derechos humanos, medios de comunicación, en dirección de un público de estudiantes, políticos, empresarios y opinión publica.

  • En cuanto a las acciones de desarrollo, se han apoyado seminarios sobre conflictos étnicos en Sri Lanka, capacitación de líderes comunitarios en Nepal, actividades y publicaciones referentes a la educación jurídica en Indonesia; capacitación para personal de radios rurales que efectúan asistencia radiofónica agrícola en el Congo; apoyo a servicios legales en Sudáfrica; programas de alfabetización y proyectos de desarrollo comunitario en Burkina Faso; programas de capacitación para trabajadores rurales en Colombia; capacitación en medios de comunicación para servicios radiofónicos y publicaciones en Costa Rica, etc.

Los idiomas de trabajo son alemán, inglés, francés y español.

La Friedrich-Ebert-Stiftung cuenta con proyectos sociopolíticos en 21 países de América Latina y el Caribe

El objetivo de su trabajo es contribuir al fortalecimiento de las estructuras democráticas mediante la más amplia participación de los diferentes grupos sociales y apoyar la puesta en práctica de políticas que promuevan la justicia social y aportar a la construcción de propuestas en materia de desarrollo sociopolítico. Para ello realiza múltiples esfuerzos de cooperación con partidos, sindicatos, instituciones estatales y gubernamentales, parlamentos así como con organizaciones no-gubernamentales como ambientalistas, de mujeres, de derechos humanos y medios de comunicación independientes, entre otros.

La FES cuenta con 18 oficinas en América Latina y organiza actividades en Cuba, Haití y Paraguay con el apoyo de las representaciones en los países vecinos. En las oficinas trabajan más de 100 personas entre representantes alemanes y especialistas locales. Desde el Departamento para América Latina y el Caribe en Berlín se acompaña este trabajo, estructurando también el diálogo con contrapartes en Alemania y Europa.

Departamento para América Latina y el Caribe. Países con proyectos de la Friedrich-Ebert-Stiftung. Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia. Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México,Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana, El Salvador, Uruguay, Venezuela.

En los inicios de la Guerra Fría, Alemania Occidental mantuvo una política de «una sola Alemania» a través de la Doctrina Hallstein, por la cual no reconocía la existencia de la República Democrática Alemana (RDA) como Estado independiente, ni tampoco a aquellos Estados que reconocieran a la RDA (con excepción de la Unión Soviética). 

Fue a partir de 1969, con la nueva "Ostpolitik" enunciada por el canciller Willy Brandt, cuando la RFA abandonó esta posición y se produjo un reconocimiento mutuo de los dos Estados alemanes. Esta situación de coexistencia de los dos estados continuó hasta la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989. Un año más tarde se produjo la reunificación alemana. A partir de 1990 y hasta la actualidad, el país es más conocido por el nombre de "Alemania" que por su nombre oficial.

Durante la época de la Guerra Fría también se solía considerar a Berlín Occidental como parte de la RFA, pero políticamente estaba sometido a los acuerdos de Potsdam sobre partición y gobierno de los Aliados sobre Berlín, por lo que este territorio tenía un estatus especial.

La «Alemania reunificada» es la continuación directa del Estado anteriormente llamado informalmente Alemania Occidental y no la sucesión a un nuevo Estado, ya que el proceso fue esencialmente un acto voluntario de adhesión: la República Federal de Alemania se amplió para incluir los seis estados adicionales de la antigua República Democrática Alemana. La república federal ampliada retuvo la cultura política de Alemania Occidental y continuó sus membresías existentes en organizaciones internacionales, así como su alineación de política exterior occidental y su afiliación a alianzas occidentales como la Organización de las Naciones Unidas, la OTAN, el G-7, la OCDE y la Comunidad Económica Europea.

Después de la Segunda Guerra Mundial, los líderes de los Estados Unidos, el Reino Unido, la Unión Soviética y Francia organizaron una reunión en la conferencia de Potsdam. 

Las conversaciones fueron enfocadas hacia futuros arreglos con Europa de la posguerra y acciones a emprender contra Japón en el Océano Pacífico. Las naciones llegaron a un acuerdo de partir Alemania en cuatro zonas de ocupación: francesa en el sudoeste, británica en el noroeste, estadounidense en el sur y soviética en el este.

 En 1946, las tres primeras zonas fueron combinadas. Primero las zonas británica y estadounidense fueron combinadas en el estado de Bizonia, solo algunos meses después Bizonia y la zona francesa fueron combinadas en Trizonia. 

A partir de 1949, Alemania Occidental se convirtió en un país capitalista con una economía orientada hacia el "mercado social" (die Soziale Marktwirtschaft) y además contó con un gobierno parlamentario democrático. En la década de 1950, Alemania del Oeste vivió un llamado "milagro económico" (Wirtschaftswunder), y su economía creció fuertemente, sobre todo en las primeras décadas del período de la posguerra.

Alemania Occidental y EuropaAlemania Occidental fue declarada "totalmente soberana" el 5 de mayo de 1955, aunque con las antiguas tropas de ocupación que permanecieron en tierra, debido a su alianza con Alemania Occidental después de que esta se afiliara a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) el 9 de mayo de 1955.

Inicialmente la República Federal de Alemania y sus aliados de la OTAN no reconocieron al gobierno de Alemania Oriental (la autoproclamada República Democrática Alemana, RDA) ni al de la entonces Polonia comunista, a partir de la denominada Doctrina Hallstein. Las relaciones entre los dos Estados alemanes fueron casi inexistentes hasta que el canciller Willy Brandt, de la República Federal de Alemania, lanzó un programa de acercamiento con el entonces Bloque del Este (a esta política se la llamó Ostpolitik) en la década de 1970. En el caso polaco, aquella falta de reconocimiento oficial –hasta 1970– por parte de la RFA no solo se debía a causas ideológicas, sino a la limítrofe línea Oder-Neisse impuesta por los soviéticos después de concluida la Segunda Guerra Mundial.

El estallido de la guerra en Corea (junio de 1950) llevó a Estados Unidos a pedir el rearme de Alemania Occidental a fin de defender Europa Occidental de la amenaza soviética. Pero la memoria de la agresión alemana condujo otros países europeos a buscar el control estricto sobre las nuevas Fuerzas armadas de Alemania Occidental, la Bundeswehr. Los países vecinos de la RFA en la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) decidieron establecer una Comunidad de Defensa europea (European Defence Community o EDC), con un ejército integrado, marina y fuerza aérea, formada por las fuerzas armadas de sus Estados miembros. 

Los militares de Alemania Occidental serían sometidos a completar el control de EDC, pero los otros Estados miembros EDC (Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos) cooperarían en el EDC manteniendo el control independiente de sus propias fuerzas armadas.

Aunque el tratado EDC fue firmado (mayo de 1952), este proyecto nunca llegó a entrar en vigor. Los partidarios de De Gaulle en Francia lo rechazaron a causa de que este amenazaba la soberanía nacional, y cuando la Asamblea Nacional francesa rehusó ratificarlo (agosto de 1954), el tratado murió. 

Paradójicamente, los franceses habían matado una idea originalmente propuesta por ellos. Entonces hubo que buscar otros medios para permitir el rearme de Alemania Occidental. En consecuencia, el Tratado de Bruselas fue modificado para incluir a la RFA y formar la Unión de la Europa Occidental (WEU). Debía permitirse que Alemania Occidental se rearmara y tuviera el control soberano completo de sus militares; el WEU regularía, sin embargo, el tamaño de las fuerzas armadas permitidas a cada uno de sus Estados miembros.

Los tres Aliados Occidentales retuvieron poderes de ocupación en Berlín y ciertas responsabilidades de Alemania en conjunto. Conforme a los nuevos acuerdos, los Aliados colocaron tropas dentro de Alemania Occidental para la defensa de la OTAN, según el estado de las fuerzas y su ubicación. A excepción de 45 000 soldados franceses, las fuerzas Aliadas estaban bajo la orden de defensa conjunta de la OTAN. (Francia se retiró de la estructura de orden militar colectiva de la OTAN en 1966.)

Hacia el fin de la división. Véanse también: Abertura de la cortina de hierro entre Austria y Hungría, Caída del Muro de Berlín, Cortina de Hierro, Revoluciones de 1989 y Tear down this wall.

Alemania Occidental (azul) y Berlín Occidental (amarillo), después de la adhesión del Sarre en 1957 y antes de que los cinco Länder de la RDA y Berlín Oriental, se unieran en 1990.

A mediados de la década de 1980, la perspectiva de una reunificación alemana fue vista, tanto por la Alemania Oriental como por la Occidental, como una esperanza lejana. Sin embargo, la esperanza de la reunificación se puso súbitamente al alcance de realizarse debido a los cambios políticos dentro de la Unión Soviética. El advenimiento del dirigente soviético Mijaíl Gorbachov en 1985 provocó olas de reforma que se propagaron por todo el Bloque del Este, ofreciendo una oportunidad para el cambio en la RDA.

En agosto de 1989, Hungría eliminó sus restricciones fronterizas con Austria y en septiembre más de 13 000 alemanes del Este cruzaron la nueva frontera abierta en la Cortina de Hierro. Manifestaciones de masas contra el gobierno de Alemania Oriental empezaron a finales de aquel mismo año, fomentadas según fuentes oficiales por fuerzas externas.

La reunificación alemana

Los Estados alemanes condujeron a la firma el 18 de mayo de 1990 de un acuerdo para una etapa intermedia, una Unión Económica, Social y Monetaria, que entró en vigor el 1 de julio. El 23 de agosto, el Parlamento de Alemania Oriental (Volkskammer) aprobó el ingreso propuesto el 3 de octubre a la República Federal de Alemania. El Tratado de Unificación (Einigungsvertrag) se firmó el 31 de agosto por representantes de la RFA y de la RDA. El 12 de septiembre, el Tratado de Liquidación Final con relación a Alemania (Tratado Dos más Cuatro) fue firmado y se restableció oficialmente la soberanía de ambos Estados alemanes. 

Analizando neutralmente las consecuencias de la reunificación, más bien podría decirse que la República Federal de Alemania anexó o absorbió a la RDA, pues tras la reunificación predominó la moneda, la ideología liberal, la política interna y exterior e incluso el nombre oficial (RFA) de la república occidental. La que sí se reunificó fue la nación alemana, la cual luego de su unificación inicial en 1871 había estado forzosamente dividida de nuevo durante el período de la denominada Guerra Fría, entre 1949 y 1990.

La ceremonia de la reunificación alemana oficial el 3 de octubre de 1990 fue celebrada ante el edificio del Reichstag (en Berlín), incluyendo al Canciller Helmut Kohl, el Presidente Richard von Weizsäcker, el ex Canciller Willy Brandt y otras muchas personalidades.4​ Un día más tarde, el parlamento de la Alemania reunificada se reuniría en un acto simbólico en el edificio del Reichstag. Sin embargo, la cuestión sobre Berlín no se había decidido todavía. Solo después de un acalorado debate, el Bundestag concluyó el 20 de junio de 1991, con una mayoría muy escasa que la sede tanto del gobierno como del parlamento deberían volver a Berlín desde Bonn.

En su sentido político, el término adquiere relevancia durante la segunda mitad del siglo XX, concretamente, haciendo referencia al Estado que se situó en la mitad oeste de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial, en la vertiente capitalista de la antigua Alemania, que más tarde, en 1990, se reunificaría con su mitad socialista, conocida como Alemania Oriental o República DemocráticaAlemana.

Milagro económico alemán. Un Volkswagen Beetle —símbolo del despegue económico alemán— en la cadena de producción, 1973.

La estructura económica determinó formas de vida distintas: en Alemania Occidental, el capitalismo que permitió que los alemanes occidentales gozaran del estado de bienestar de los 60 y de los avances tecnológicos que se producían allí, en países de Europa, en Estados Unidos o en Japón. La educación y el comercio libre en comparación con Alemania Oriental, también los alemanes occidentales podían viajar sin restricciones por cualquier territorio y cualquier parte del mundo.

A medida que aumentó la demanda de bienes de consumo después de la Segunda Guerra Mundial, la escasez resultante ayudó a superar la persistente resistencia a la compra de productos alemanes. En ese momento, Alemania tenía una gran reserva de mano de obra calificada y barata, en parte como resultado de la huida y expulsión de alemanes de Europa Central y Oriental, que afectó a hasta 16,5 millones de alemanes. Esto ayudó a Alemania a duplicar con creces el valor de sus exportaciones durante la guerra.

Con la caída de las reparaciones aliadas, la liberación de la propiedad intelectual alemana y el impacto del estímulo del Plan Marshall, Alemania Occidental desarrolló una de las economías más fuertes del mundo, casi tan fuerte como antes de la Segunda Guerra Mundial. La economía de Alemania Oriental mostró un cierto crecimiento, pero no tanto como en Alemania Occidental, en parte debido a las continuas reparaciones a la URSS.

En 1952, Alemania Occidental pasó a formar parte de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, que luego se convertiría en la Unión Europea. El 5 de mayo de 1955 se declaró que Alemania Occidental tenía la "autoridad de un estado soberano".

En 1973, Alemania Occidental, hogar de aproximadamente el 1,26% de la población mundial, presentaba el cuarto PIB más grande del mundo de 944 mil millones (5,9% del total mundial). En 1987, la RFA tenía una participación del 7,4% en la producción mundial total.

 Desde el momento de su fundación, Alemania Occidental se proclamó continuadora legal y única sucesora histórica del Estado que surgió de la Unificación alemana y sus posteriores devenires, adoptando el nombre de República Federal de Alemania (Bundesrepublik Deutschland), en vez de "Reich alemán" (Deutsches Reich), que fue la denominación oficial del país desde 1871 hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial; incluso, la actualmente conocida como República de Weimar, surgida tras la Primera Guerra Mundial como un Estado democrático y parlamentario a la par que Alemania del Oeste, poseía dicho nombre.  



 https://www.youtube.com/watch?v=v9G8MWdBXV4 Ceremonia de la Reunificación de Alemania, transmitida por Televisión Española





EL MANEJO INTELIGENTE DEL AGUA

 



Cinco países y la administracion del agua.

Hace unos 50 años, la ciudad-estado de Singapur tenía solo dos fuentes de agua

Singapur e Israel se han centrado en educar a sus ciudadanos en cuestiones de agua y Paises Bajos, Suecia y Estocolmo con un diseño innovador en sus ciudades han permitido un desarrollo sostenible. Israel necesita resolver su territorio y produccion  con Palestina, pais con el cual comparten un territorio comun a los dos

Como lo demuestran los ejemplos citados a continuación, si un país o ciudad desea cambiar la forma en que utiliza y maneja sus recursos hídricos, debe primero cambiar la idea que la gente tiene del agua.

Tanto Singapur como Israel, en sus ambiciosos proyectos de reutilización del agua, se han concentrado en educar a sus ciudadanos en las cuestiones relacionadas con el agua. En el caso de los Países Bajos y Estocolmo, Suecia, los innovadores diseños de las ciudades y las nuevas formas de vida han permitido el desarrollo de soluciones sostenibles.

1. Singapur – Creación de NEWater

Hace unos 50 años, la ciudad-estado de Singapur tenía solo dos fuentes de agua: el agua de lluvia y el agua importada de Malasia. La agencia nacional del agua del país, PUB (Junta de Servicios Públicos), comprendió que era necesario tomar ciertas medidas para garantizar un suministro estable de agua. Singapur invirtió en nueva tecnología y plantas de tratamiento, limpió sus recursos hídricos y creó conciencia sobre las cuestiones relacionadas con el agua por todo el país. Hoy en día, Singapur puede satisfacer hasta el 30 por ciento de sus necesidades de agua con agua reciclada, a la que denomina NEWater, y hasta el 25 por ciento de sus necesidades con agua desalinizada. El uso de agua por persona también se ha reducido de 165 litros por día en 2003 a 150 litros a la fecha.

2. Los Países Bajos – Cambiar el cauce de los ríos

Con dos tercios del país propenso a las inundaciones, los Países Bajos han dedicado siglos a construir una enorme red de barreras para contener las inundaciones. Sin embargo, debido al cambio climático y el crecimiento de los niveles del mar, el país decidió que debía hacer algo más que simplemente elevar la altura de los diques. El proyecto “Ruimte voor de rivier” (Lugar para el río) de los Países Bajos implica cambiar el curso de más de 30 ríos para que puedan desbordarse sin causar daños. La ciudad de Nimega, por ejemplo, tuvo que evacuar a 250.000 residentes en dos ocasiones en la década de los noventa debido a las inundaciones. En lugar de intentar impedir la entrada del agua, la nueva solución para la ciudad fue trasladar las barreras tierra adentro y cavar un enorme cauce nuevo para el río. El resultado: un terreno inundable más amplio y una nueva isla y parque urbano en plena ciudad. 

3. Estocolmo – Convertir las aguas residuales en calor

Para limitar la expansión urbana descontrolada, los reglamentos de planificación de Estocolmo, Suecia, exigen la reutilización de la tierra antes del desarrollo de nuevas áreas. A mediados de los noventa, la ciudad decidió que reconstruir una antigua zona industrial sería una magnífica oportunidad para diseñar un ecodistrito sostenible, Hammarby Sjöstad. El distrito tiene como objetivo recortar el consumo de agua en un 60 por ciento por persona, además de reducir todos los residuos producidos en un 40 por ciento. Hoy en día, el proceso de tratamiento de aguas residuales del distrito produce tanto biogás para cocinar como energía para calefaccionar las casas. Todas las aguas pluviales son purificadas a través de filtros de arena, estanques y techos verdes, lo que reduce la carga para la planta de tratamiento de aguas residuales y aumenta la eficiencia.

4. Israel – Manejo del agua en el desierto

Dado que el 60 por ciento del territorio de Israel es desértico, el país siempre ha sido consciente de que el manejo cuidadoso del agua es fundamental para su éxito. La disminución de las precipitaciones y el rápido crecimiento de la población han puesto a prueba su capacidad de abastecerse de agua. Por estas razones, Israel ha construido a lo largo de varias décadas un sistema que se basa en la conservación del agua, el agua de mar desalinizada y el uso del agua reciclada para irrigar sus cultivos. Israel ha hecho obligatorio el uso de inodoros eficientes y ha fijado tarifas de agua que desalientan el derroche. El innovador método de irrigación del país, denominado microirrigación, implica escurrir pequeñas cantidades de agua directamente en las raíces de una planta, y no inundar los campos.

5. Silicon Valley – Reutilización del agua en un polo de innovación

Recientemente, la gestión del agua en Silicon Valley, California, se ha vuelto tan innovadora como las famosas compañías de TI que alberga esa zona. Actualmente, en su quinto año de severa sequía, California se ha visto en la necesidad de hallar soluciones duraderas a la escasez de agua. Una solución fue una nueva planta de reciclado de agua, el Centro Avanzado de Purificación de Agua de Silicon Valley, que produce ocho millones de galones de agua reciclada por día (algo más de 30 millones de litros), utilizando tratamientos de microfiltración, ósmosis inversa y luz ultravioleta.

 Fuente impeller.xyleminc.com