Papel de Arbol

viernes, 29 de septiembre de 2017

PERU EL MONSTRUO QUE ALARMA AL MUNDO






Jorge Zavaleta. Corresponsal desde Emmitsburg, EEUU. La corrupción en el Perú, con dos presidentes (Fujimori, Humala-Heredia) tras las rejas y otros dos con  procesos judiciales y un quinto en pleno mandato,  a quien sindican violaciones reglamentarias  como ministro del presidente Alejandro Toledo, en proyectos con Odebrecht.

Esta dolorosa realidad para los ciudadanos de a pie, nos lleva a revisar y conocer las opinones de profesionales e instituciones que buscan y encuentran explicaciones sobre la extensión infinita  de la corrupción.

Una gravísima afirmación vierte  la organización Infobae, con sede en Argentina. Leamos a Darío Mizrahi, periodista, redactor en Infobae,  estudiante de sociología, a quien le anima: “difundir aunque sea una pequeña parte del inmenso saber generado por la sociología para invitar a todos a reflexionar sobre cómo vivimos, y a preguntarnos por qué las cosas son como son".

Afrma que la corrupción atraviesa toda la sociedad, y no hay institución que esté libre de ella en ningún país del mundo. Pero, hay países en los que, aunque no se pueda erradicar, la corrupción está controlada y no supera ciertos límites.

Por el contrario, se vuelve incontrolable en sociedades más individualistas, donde las regulaciones sociales son muy poco efectivas, las instituciones no son capaces de imponer sus normas a las personas que las transitan y parece que cada uno puede hacer lo que quiere.

Esto es especialmente peligroso dentro del estado. Si las instituciones están para organizar y regular a la sociedad, se encuentran copadas por la corrupción, y se vuelve imposible garantizar un mínimo de bienestar y de seguridad a la población.

Por eso, las 5 consecuencias más trágicas de la corrupción se producen cuando el corrupto es el estado, indica Infobae. Las 5 claves para entender por qué la corrupción mata.
1. Por qué la corrupción está en la naturaleza humana?. Si siempre estuvo ahí y, de un modo u otro, las sociedades sobrevivieron, 

¿Por qué preocuparse especialmente por ella en el Siglo XXI?. Porque es posible que sus efectos no hayan sido nunca tan potencialmente devastadores como en esta época.

¿Hay una naturaleza humana? ¿Una esencia con la que todos nacemosy de la que no nos podemos liberar aunque luchemos contra ella?

Si lo que nos separa de los animales es que somos capaces de formar algo tan complejo como la sociedad, y no nacemos con ella incorporada, sino que la sociedad se nos va introduciendo a medida que crecemos, habría que responder que no.

Si ser humano es equivalente a ser social, lo distintivamente humano no está en nuestra naturaleza. Lo adquirimos.

¿Entonces por qué insistimos en hablar de naturaleza humana?. Porque todos los hombres y mujeres del mundo tenemos ciertas características comunes que son tan universales que parecen naturales, como tener dos piernas, dos brazos y una cabeza.

A la corrupción, la vemos en todas partes, nos indignamos con su impunidad y sufrimos sus trágicas consecuencias. Pero al mismo tiempo, cada vez más nos acostumbramos a convivir y a pactar con ella.

Junto a las demandas de mayor seguridad, los reclamos contra la corrupción son una de las grandes novedades de la política en el Siglo XXI. 

Muchas personas sienten que es algo que está en el origen de muchos de los problemas crecientes que tienen los estados para solucionar los problemas de los ciudadanos.

¿Pero se pueden separar las faltas de los funcionarios de las que cometemos todos en nuestra vida cotidiana? Se podría contestar que las responsabilidades no son las mismas.

Eso es cierto y, por lo tanto, son acciones que deben tener sanciones muy distintas según la función social de quien las cometa. ¿Pero no forman en cualquier caso parte del mismo problema?

Amenaza Nº 1: La disolución de la familia.
Amenaza Nº 2: La violencia sin control.
Amenaza N° 3: La fragmentación de la sociedad
Amenaza Nº 4: Las enfermedades.
Amenaza N° 5: El colapso ambiental del planeta.

Calentamiento global, tornados y huracanes, inundaciones, sequías, destrucción de flora y fauna autóctonas, agotamiento de las fuentes de agua potable. Todas estas amenazas reales que pueden destruir nuestro planetason, por distintos motivos, una novedad de fines del Siglo XX y principios del XXI. También lo son las formas de acción social que surgieron como reacción.


Al final de la primera década del Siglo XXI, la esperanza de vida mundial era de 70 años. En sólo medio siglo, se había incrementado más de 17 años.

En países como Suecia, las personas viven en promedio 81 años, casi tres veces más de lo que vivió el hombre durante la mayor parte de su existencia.

Sin embargo, cada vez tenemos más miedo de sufrir una enfermedad terminal o de que una epidemia nos mate a nosotros y a muchos de nuestros seres queridos.

Las sociedades de mediados del Siglo XX eran como un conjunto de grandes bloques que ensamblaban relativamente bien. En el Siglo XXI esos bloques estallaron en millones de fragmentos.

Si en el pasado las personas pasaban su tiempo, compartían sus decisiones y dependían mucho de otras, en el presente sólo cuentan con sí mismas. De seres sociales pasaron a seres individuales.

Las clases sociales estaban bien definidas. Las personas de una misma clase tenían mucho en común y su existencia era bastante predecible: como la familia ocupaba un lugar fundamental, cada uno sabía que debía seguir el camino trazado por sus padres.

Sabía cuándo y con qué tipo de pareja debía casarse, en qué momento había que tener hijos y qué nombres ponerles (usualmente, el nombre de algún padre o abuelo), y qué tipo de trabajos eran los aceptables.

Cualquiera que se alejara de ese modelo socialmente construido sentiría el rechazo generalizado del contexto social.

Nada genera más miedo que la violencia. Sufrir una muerte violenta, o peor, que un ser querido la sufra, es en todo el mundo la principal preocupación de los habitantes de las grandes ciudades.

Es un temor que atraviesa las clases sociales. Si bien en los círculos más politizados suele considerarse que los reclamos contra la delincuencia son “de derecha” o “clasistas”, no podrían estar más equivocados: las principales víctimas de los crímenes violentos y los más interesados en que mejore la seguridad son los más pobres.

Pero a pesar de que los delitos en ocasión de robo son los que se llevan todo el protagonismo, son sólo una parte del gran problema de la violencia descontrolada.

La revolución de la familia es probablemente la transformación más impresionante de las últimas décadas y uno de los mayores desafíos del nuevo siglo. Si cambia la familia, que es la institución que nos introduce en la sociedad, cambia todo.

La primera gran mutación tiene que ver con el tamaño. La familia se achicó en dos sentidos: primero porque los vínculos con los parientes más lejanos perdieron fuerza. Mientras que antes era común que en una misma casa convivieran abuelos, padres, tíos, hijos y primos, hoy es prácticamente imposible, y los encuentros con ellos son menos frecuentes.

Pero lo más importante es que las parejas tienen cada vez menos hijos. Las razones son muchas. El trabajo ya no se ve como algo que sirve sólo para satisfacer las necesidades básicas, sino que se piensa como un ámbito privilegiado de realización personal. Para varones y para mujeres.

El siglo XX tuvo más muertes en la historia de la humanidad, que nunca antes había estado tan cerca de la disolución. Casi 10 millones de muertos en la Primera Guerra Mundial, más de 50 millones en la Segunda y la amenaza permanente de voladura del planeta durante más de 40 años por la Guerra Fría.

Esa etapa parece haber quedado atrás. Si bien las guerras continúan, no se producen entre potencias mundiales, lo que reduce el riesgo de una destrucción mundial.

Sin embargo, la percepción de que la humanidad puede desaparecer es hoy más fuerte que nunca, y la sensación de precariedad de la propia vida es todavía más intensa.


La sociedad peruana se va haciendo pedazos.  La corrución que emana del vocablo “corruptio”,se encuentra conformado por el prefijo “con-“, sinónimo de “junto”; y el verbo “rumpere”, que puede traducirse como “hacer pedazos”; y el sufijo “-tio” es equivalente a “acción y efecto”.

El 52% de peruanos ubica a la corrupción como uno de los principales problemas del país, solo 5% por debajo de la delincuencia (57%) y muy por encima del consumo de drogas (27%), según la encuesta nacional de Proética.

A pesar de que el Perú tiene dos presidentes presos, uno fugado y otro investigado, el incremento en la percepción de la corrupción es tan solo seis puntos porcentuales más con respecto a la encuesta del 2015.

Por si fuera poco, la corrupción de funcionarios y autoridades –considerada como el principal problema del Estado– apenas aumentó en un punto, de 61% a 62%, entre el 2015 y este año (J Medina).

Los peruanos encuentran una relación directa entre la corrupción y sus problemas de la vida diaria, pues afirman que esta les reduce las posibilidades de encontrar empleo y les genera un perjuicio a su economía familiar.

Sin embargo, a pesar de esta mirada crítica, la encuesta muestra aspectos muy preocupantes que dejan entrever que aún el Perú es un país complaciente con la corrupción, ya que antes de rechazarla directamente buscan razones (excusas) para justificarla, y esto sucede tanto en la vida personal, como en el caso de políticos y empresarios. Peor aún ,la mitad de los encuestados cree que no se debe sancionar al que roba pero hace obra.

También se aplica este mismo criterio al sector empresarial, pues si bien de cada 100 empresarios 71 son percibidos como corruptos, casi el 60% de entrevistados dice que esto es consecuencia de las trabas burocráticas .

El caso Lava Jato tira por la borda estos argumentos, pues se trata de empresas formales, en megaproyectos que tenían todas las facilidades para su desarrollo y con funcionarios de primer nivel con muy buenos sueldos.

De ninguna manera se puede afirmar que solo cuando las instituciones funcionen o la informalidad se reduzca, la corrupción se acabará. ¿Acaso no existe corrupción en los países con mayor formalidad como Estados Unidos o Suiza? Para el 86% de peruanos las investigaciones demoran demasiado (Gestión).

Lamentablemente, la corrupción se ha normalizado. No nos indigna que Odebrecht haya admitido haber pagado US$29 millones en coimas entre el 2001 y el 2016 en el país. No nos sorprende que tengamos 67 gobernadores y ex gobernadores investigados y procesados por corrupción.

No nos preocupa que 102 alcaldes y ex alcaldes provinciales ni que 428 alcaldes y ex alcaldes distritales también lo estén, según la Procuraduría Pública Especializada en Delitos de Corrupción.

La verdad sea dicha, los empresarios, la academia y hasta la sociedad civil hemos tenido un rol sorprendentemente pasivo –casi inexistente– ante los recientes hechos de corrupción.


Requerimos despertar a un nivel superior de consciencia que nos haga ver que sin nuestro involucramiento personal –que deje atrás el lenguaje políticamente correcto y pase de la declaración a la acción– estaremos poniendo en serio riesgo nuestra democracia, comprometiendo nuestro desarrollo (J Medina)

Reacciones. Uno de los últimos  presidentes del  Congreso de la República del gobierno del preso Ollanta Humala, siguiendo el camino del presidente regional de Ancash,  preso por sobrevaluación de un túnel que atraviesa los andes y llega a la frontera del pequeño pueblo  Cruzeiro  do  Sul, proyecto sin objetivos claros,.. es descubierto que buscaba cambiar el nombre de Ancash por el Huaylas, con la única intención de hacer un negocio infinito en su Notaría  de Huaraz con la "legalización" de los predios de toda una región. Al ser descubierto, mentó a la madre, insulto  al periodista que le enrostró su mala  entraña. 

Este es uno de los muchos ejemplos de cómo los políticos y funcionarios de la  administración pública  trafica con el hambre de los pequeños pueblos, cuyos municipios no pueden culminar ninguna obra por la precondición de entregar  dinero como condición de desembolsos.  Nauseabunda la  conducta de administradores públicos y de poderosos empresarios como  la constructora  Graña y Montero que declara que los dineros que habría recibido de Odebrechet, fue una operación que ignoraba el directorio, palabras del Diaro El  Comercio, sabiendo que se trata de un entorno  de la familia  de este decano de la prensa nacional...

Finalmente, una presgiosa universidad de Frederick, en Maryland anunciaba una excursión de estudiantes y profesores de literatura al Cusco, incluyendo Machu Picchu y el  distrito de Huara  Huara, donde la organización religosa de esta casa  de estudios brindaba  ayuda a la comunidad campesina. El  proyecto se detuvo porque el alcalde de Huara Huara, segun la prensa cusqueña, daba cuenta que la autoridad local había sido enjuiciado por malversación de fondos y había huido. 

Como no recordar la frasa final de Guamán Poma de Ayala, cuando en una de sus crónicas dice  sobre el Perú "Y ya no hay remedio". al revelar que los administradores modificaban los censos de la población según las  convenciencis de los virreyes...