http://www.elmercuriodigital.net/2014/11/el-mantaro-epicentro-de-la-edificacion.html#.VHLD6mfqddg
Reconocidos arquitectos peruanos
lideran un movimiento innovador, ligado con la estética, la cultura y la
economía, que posibilite conservar la
tradición y la historia de las urbes del país, corriente que se manifiesta a
través de diversos estudios, análisis, cuestionamientos y alternativas frente a
la avalancha chicha, que tiene su actual
epicentro en el Valle del Mantaro, donde
aún quedan algunos edificios cilíndricos ancestrales.
Si la población nativa del Perú va
librando batalla para conservar la legitimidad de su gastronomía, frente al
inescrupuloso negocio de empresarios aventureros, esa misma respuesta no ocurre
para la construcción de la vivienda,
proceso en el cual está de por medio la especulación de la propiedad de inmuebles y la negligencia de la autoridad municipal para
garantizar el arte de proyectar y construir espacios para la vida, proceso que conlleva
una búsqueda estética.
Los mejores profesionales de la arquitectura
siempre recuerdan al romano Vitruvio,
quien en la antigüedad escribió: " Los tres virus de la Arquitectura
". Firmitas: nivel técnico de la
orla. Utilitas: la hora para hacer su función. Venustas: grado de belleza que posee la obra.
O Italo Calvino cuando desarrolla, unas veces implícita y otras explícita, una discusión sobre la ciudad moderna... y un poema de amor a las ciudades, cuando es cada vez más difícil vivir en ellas.
O Italo Calvino cuando desarrolla, unas veces implícita y otras explícita, una discusión sobre la ciudad moderna... y un poema de amor a las ciudades, cuando es cada vez más difícil vivir en ellas.
La Tradición
y Modernidad en la Arquitectura del Mantaro, es el
título de un libro escrito por los arquitectos Jorge Burga, César Moncloa, y Juan
Tokeshi, el arqueólogo Manuel Perales y el pintor Josué Sánchez, con el apoyo
de estudiantes del Programa de Arquitectura de la Universidad Continental de
Huancayo, y de su Director el Arq. Jesús Verástegui.
Las
280 páginas de esta obra, son dedicadas
a veinte del casi centenares del ubérrimo
valle de la sierra central del Perú. Contiene 150 dibujos y textos que permiten revisar sus
orígenes, llegar a conclusiones y
plantear alternativas sobre su evolución
urbana, sus valores vernáculos, la arquitectura chicha y su futuro.
El
libro fue presentado en Huancayo en Octubre último con éxito sin precedentes. En
Lima se realizará el 5 de diciembre en el Centro Cultural de la Universidad Católica.
En
opinión de los autores, el Mantaro es el valle más grande, productivo y poblado
del país. Pero también es un laboratorio donde se verá de primera
mano la evolución y el destino de la arquitectura popular vernácula, así como
de la arquitectura chicha:
“Si lo vernáculo tiene alguna alternativa de supervivencia ante su
inminente y gradual desaparición, lo
veremos en este valle. Y si lo chicha tiene alguna salida y empieza a producir
ejemplos de calidad, también lo veremos aquí.Desde sus edificios cilíndricos de
piedra y barro preincas, hasta los de vidrio espejo de hoy en día hay toda una
evolución que se ha estudiado en este libro”.
La historia de los asentamientos tiene sus primeros vestigios en grupos
de viviendas cilíndricas de piedra, que tendrán luego influencias Wari e Inca,
hasta llegar – con los españoles - al urbanismo toledano de plazas cuadradas y
calles rectas, con sus iglesias y ayuntamientos que devinieron en municipios,
así como con sus casas patio.
Aunque algunas ciudades, como Concepción y Jauja en el valle bajo,
siguieron las normas toledanas a rajatabla, otros pueblos no las aceptaron
totalmente y se acomodaron en el valle medio y alto. Con cambios moderados en
la arquitectura y el urbanismo, continúa la evolución de estos pueblos del
Mantaro.
La historia de la migración nos indica que a mediados del siglo XX
ocurrió un
terremoto en Lima con la llegada masiva de los provincianos, y la aparición de
la chicha, cuyo epicentro luego se trasladaría al Valle del Mantaro. Si bien el
tránsito hacia la arquitectura moderna en Europa se dio por necesidades de la
producción industrial y por los desastres que esta había causado en las
ciudades, en el Perú se produjo como un maquillaje superficial, epidérmico,
ligado al consumo, traído como una moda por los arquitectos que volvían de sus
viajes por el viejo continente.
De esta
versión, concretada en la casa chalet, los recién llegados a la capital
tomarían ese modelo, achicando sus espacios libres y agrandando su altura con
más pisos, para que entrara toda la familia ampliada, aderezando sus fachadas
con elementos traídos consigo de la arquitectura vernácula de donde provenían.
Así se fue cocinando la arquitectura chicha, que originándose en Lima, pronto
se expandiría a todas las capitales y pueblos del país.
¿Por qué
tienen que enterrar su casa vernácula para construir sobre sus escombros otra
vivienda chicha? Pareciera que para el poblador su hogar vernáculo es sinónimo
de atraso y pobreza delos que quieren huir, para abrazar una modernidad y
prosperidad de plástico y vidrio espejo.
Los autores de esta radiografía y de una propuesta innovadora de la arquitectura,
demuestran evidente optimismo, cuando observan el cerco ondulante del Parque de la Identidad,
o el muro telúrico - de entrantes y salientes- del auditorio del Cerrito de la
Libertad.
“Tenemos esperanza, cuando vemos el anteproyecto de una vivienda que el
maestro Longui está construyendo en este valle. Nos anima que se haya empezado a producir una
arquitectura chicha más educada y de cierto nivel en Huancayo. Tenemos esperanza
cuando constatamos que la Universidad Continental y sus alumnos están asumiendo
compromisos con en esta innovadora empresa, proponiendo una ciudad malecón
Mantaro, como alternativa de crecimiento, que se muestra al final del libro.
Es obvio que esta tarea transformadora no es para hoy, es de largo
aliento y está en manos, no de los huancaínos o de los jaujínos, solamente,
sino de todos los habitantes nativos –
Mantarinos- del valle y alrededores.
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