Lienzo de Mario Sierra Talaverano, Yawar Fiesta |
David Florez Vásquez
Agosto es un mes especial para mí
pues, entre otras cosas, en Huaylas, mi
tierra, se llevan a cabo dos tardes de corridas de toros en honor de nuestra
Patrona, la Virgen de la Asunción. Mi antiguo pueblo se refundó en el
virreinato bajo la advocación de la Virgen y todo indica que tuvo su época de
esplendor pues hasta existe una Bula Papal que concede indulgencia plenaria a
quienes visiten su templo en esa ciudad los días 13, 14 y 15 de agosto.
Meditaba en esos temas y en la
cercanía del 6 de Agosto, día de la Batalla de Junín, preludio de Ayacucho, que
mi antepasado don Domingo Flores comentaba haberla visto de mucha distancia.
(La historia cuenta que, en efecto, la
infantería patriota había atravesado ya la gran Pampa de Junín y que la
caballería realista quiso “enganchar” a
la retaguardia patriota constituida por su caballería trabándose una batalla a
puro sable.
“No hubo ningún disparo”, se comenta). Quise escribir algo sobre
ello, cuando en los periódicos y la TV vi a un Congresista, dice de izquierda,
que con absoluta desfachatez, e insultando la inteligencia de los peruanos,
dijo que la elección de la Constituyente en Venezuela, resultó una “epopeya
democrática”. Por cierto, cada quien
tiene todo el derecho del mundo a pensar a su manera y eso debe respetarse.
Pero usar la curul parlamentaria, con un sueldo que nos cuesta a todos los
peruanos para decir eso, resulta
francamente insultante.
Con cargo a hacerle llegar la
“noticia” a ese caballero que, vive bien
y cobra en nombre de los pobres, que el muro de Berlín cayó hace tiempo y que
hoy en internet lo vemos todo “en vivo”, sin atarnos a una agencia noticiosa interesada, voy a escribir mejor
algo sobre “Toros y corridas” pero en su
lado anecdótico, pues de tauromaquia, en verdad, no se nada. El tiempo no está para más
pesares. ¡Basta de malas noticias!.
Allí van algunas anécdotas:
1.- En mis primeros años de
estudiante secundario, en Caraz, se realizaban corridas de toros y para el
efecto habilitaban un “coso” en lo que hoy es la primera parte del Mercado de
Abastos. Había toreros con montera y lentejuelas pero, con absoluta seguridad,
no aparecían en ninguna cartelera importante. Mas allí, eran personajes y daban el espectáculo.
Se anunció de pronto la presencia de
un toro “mulato” llevado de Huaylas (lo que parece le daba prestigio). Suelto
el animal en el ruedo, nadie se atrevió a enfrentarlo pues hasta el vuelo de
una mosca lo ponía más fiero. Cansados de espera los organizadores decidieron
devolver el toro a los corrales pero fue imposible, no obstante la presencia, incluso,
de la “madrinera”.
Los lazos no funcionaban. Ante esa imposibilidad vimos que
de pronto ingresó al ruedo un modesto campesino huaylino con ojotas: “Cutu Guilli”,
dueño del animal, quien golpeando al toro suavemente en el lomo se lo llevó
como al más manso perro, causando la
admiración general. Se convirtió en el Androcles moderno. Por supuesto que los huaylinos “sacamos
pecho”.
“Cutu Guilli” equivale a “mocho Guilli”, Guillermo. Dice, perdió la mano izquierda porque se la “llevó”
la avellana cuando se la dio de pirotécnico. Su madre fue “Hirca” Rosa
(“hirca=cerro”) una experta comadrona. Su hermano, “Hirca” Pancho, noble y
respetuoso. ¡Personajes de mi tierra!........
2.- Quinto año de secundaria: Uno
empieza a sentirse conquistador del mundo. Llegado el 15 de agosto decidí irme
a Huaylas a la “corrida” con mi paisano y condiscípulo “Walo” Mautino, gran deportista y atleta que cuando corríamos
me dejaba por la mitad. Nos instalamos en una improvisada tribuna por el
recordado nogal de nuestro campo de fútbol e
improvisado coso de toros. En frente nuestro, estaban unas simpáticas chicas que nos
llamaban. Nosotros por no dar toda la vuelta decidimos bajar y cruzar la
cancha. Cuando estábamos exactamente por la mitad, soltaron al toro que, como
siguiendo instrucciones precisas, se lanzó directamente hacia nosotros.
Sentíamos ya muy cerca sus bufidos.
Tuvimos que correr y no se cómo lo hice, pues dejé atrás a Walo. Cuando
por fin, sin saber cómo, me encaramé en
una alta pared me miré los pies y eran
los mismos. ¡No tenía alas!.
3.- Ocurrió en Ranrahirca, Yungay,
donde se llevan a cabo las corridas de toros más famosas del Callejón de Huaylas,
21 y 22 de setiembre, en honor del Señor
de los Milagros, Patrón de la ciudad. Mi hermano mayor Rodo, que está ya lanzando piropos al siglo de vida, estudiaba en la
Normal de Tingua y galante y conquistador como siempre fue, tenía por esos tiempos
una Dulcinea con quien, por alguna razón, las cosas no andaban bien. No sabemos
si fue él o ella quien lanzó el reto para probar el cariño: El hecho es que
Rodo, al soltarse el quinto toro de la tarde tenía que lanzarse al ruedo a
torear como “expontáneo”; en verdad, un reto muy, pero muy serio.
Necesariamente, había que cumplir la
palabra.
Se entiende que la angustia fluía de ambos
lados. Y en efecto, llegado el momento, al soltarse el quinto toro, Rodo
lanzó su saco a un lado y saltó al
ruedo. Pero, cuentan amigos cercanos que, más se demoró él en lanzarse que dos primos queridos que hicieron lo mismo para,
a duras penas, “hizarlo” inmediatamente, impidiéndole torear.
Pasado el tiempo supimos que los tres
tramaron la solución. Y cuando yo a uno de ellos, un distinguido médico, sonriendo
le pregunté por qué no lo dejaron torear, me dijo: “No hermano: Había un trato.
¡Cómo no íbamos a cumplir con “el negro”!. No se hubo armisticio, pero el reto
se cumplió.
Nota final: Toros
y corridas:
En la Plazuela del Teatro Segura en Lima, más cerca del Jirón Cailloma, donde está la Bodega de
Carbone, que aún vende buenos sandwichs de jamón del país y buen vino, había
una pequeña oficina de venta de abonos para las corridas de la Feria
de Octubre. Como es explicable, todos los comentarios giraban siempre a cerca
de los toros. En una oportunidad mi maestro de prácticas, el Dr. Nicolás A.
Velásquez, cuyo Estudio estaba cerca, al
escuchar a un entusiasta aficionado le preguntó ¿Tanto te gustan los toros?
Ante la respuesta afirmativa añadió: “Caramba: Tienes el mismo gusto que las vacas”.
Lima,
6 de agosto del 2017*David Flores Vásquez, jurista, músico, director de la Lira Huaylina