Francisco Carranza Romero
Profesor Universidad Corea del Sur
Rapidez
comunicativa
Estamos viviendo la
segunda década del siglo XXI y experimentando la rapidez de la comunicación escrita,
hablada y de imágenes gracias a los avances de la tecnología de información. Las
distancias geográficas ya no son barreras, por eso sentimos una aparente
cercanía. Gozamos de las modernas comunicaciones visibles y audibles. Sin
embargo, esta modernidad también afecta nuestras vidas.
La rapidez seduce y reduce
el tiempo necesario para la reflexión antes de emitir el mensaje. Si antes el
error de la comunicación se justificaba con expresiones latinas: lapsus linguae (error de la lengua,
error al hablar) y lapsus calami (error del cálamo o pluma, error al
escribir), ahora es el tiempo del lapsus
digiti (error del dedo, error digital) porque los dedos teclean con
celeridad letras, números e íconos sin el debido control del cerebro.
Los nuevos aparatos de
comunicación están cambiando el mundo. Son inventos maravillosos que nos conducen
no sólo al bien sino también al mal, porque también son medios para ofender,
calumniar, mentir, estafar, dominar… Son armas para que el cobarde y malvado hiera
sin mostrarse, sin hacerse responsable.
El internet o la
internet (hasta el género es dudoso) ha sacado del anonimato a mucha gente que ahora
se hace autopropaganda hasta exhibiendo sus fotos.
Control
desde una central
La tecnología de la
información, al masificarse y globalizarse, se ha convertido en una industria
muy lucrativa y del poder que erige nuevos poderosos (personas y países). Todos
los usuarios de la nueva tecnología de información quedan registrados, y sus
temas de comunicación también quedan archivados en una central. Los nuevos
poderosos tienen acceso a todos los programas y archivos con facilidad; ergo, pueden
manejar el mundo según sus intereses.
Además, como los datos
de personas e instituciones están grabados, son objetivos preciados de los
espías y ladrones que pueden vaciar los datos más confidenciales. Ante este terrible
peligro se inventan los programas de protección de máquinas y datos, que
también son lucrativos. Así el negocio sigue próspero.
Algunos países ya toman
en cuenta los datos obtenidos de las grabaciones telefónicas y de internet para
los procesos judiciales.
Depósito
de todo
El internet, convertido
en el depósito de datos, es una biblioteca inmediata porque tiene mucha
acumulación de datos porque cualquier usuario puede cargar los datos. Pero esta
cantidad informativa no garantiza la calidad de los datos. Vivimos dando
importancia a la cantidad que a la calidad.
Para llevar los datos
ya no cargamos papeles y libros pesados; un pequeño y liviano USB contiene
mucho.
Cambios
de conducta individual y social
En la mesa, a la hora
del desayuno o cena -porque para el almuerzo es poco posible el encuentro familiar
por razones laborales o de estudio- cada comensal está más atento al celular o
a otro aparato que a la persona que la acompaña. Los diálogos se reducen a respuestas
lacónicas que hasta pueden llegar a simples sonidos nasales: ¡Um! ¡Mmm! que más
parecen mugidos, gruñidos y bufidos. El diálogo oral mirándose cara a cara se
está perdiendo. El diálogo generacional (de mayores y menores) se está
muriendo. Entre los mismos miembros de la generación digital tampoco dialogan;
prefieren enviarse mensajes e íconos para expresar sus estados psicológicos
estando físicamente muy cercanos.
¿Esta situación es parte de la realidad
virtual?
Los aparatos de
comunicación, a pesar de darnos las ventajas de rapidez comunicativa, nos están
separando. Las personas están más atentas al aparato que a otra persona. De la
gente que ambula por la calle, siquiera una mitad va con el teléfono celular en
el oído. ¿Hay urgencia de comunicarse? ¿Hay mucho que decir?
Nuevas
palabras
Los hablantes hispanos,
dentro de esta modernidad informática, recurren fácilmente a los préstamos
léxicos del inglés. Estos préstamos son adaptados al español. En los ejemplos el
inglés aparece entre paréntesis: chatear (chat),
escanear (scan), jaquear (hack), tuitear (twitter)… Muy pocos hacen el calco semántico como en el caso de correo electrónico en vez de email, ratón en vez de mouse.