Papel de Arbol

viernes, 11 de marzo de 2016

EL CASO ODEBRECHET, Por Manuel Romero Caro

Economía aplicada

CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DEL PACIFICO



Sobre el Gasoducto del Sur, Odebrecht y el Gobierno.

Con permiso  del Autor y como cofundador de  Gestión  como quincenario  y Gestion como periodico, me sumo al  valioso aporte  en el  buen uso de los recursos de un país  de privilegiada naturaleza, pero con administraciones demenciales.
Manuel Romero  Caro, Fundador
  de  Gestión





En esta entrega me permito compartir un magnífico artículo de Manuel Romero Caro sobre el gasoducto del sur. Manuel, economista de polendas y que fundó Gestión, es conocedor del sector energético y, por ello, me parece fundamental conocer su punto de vista sobre un proyecto tan importante para el país. De acuerdo al artículo de Manuel, ha habido un conjunto de “sospechosas coincidencias” entre el Gobierno y Odebrecht que deberían ser materia de investigación “sobre todo a la luz de los antecedentes de Odebrecht”
Después de leer el artículo de Manuel surgen enormes dudas sobre que tan conveniente ha sido para el país la concesión del proyecto en las condiciones pactadas. Me preocupa, en particular, la garantía pública de la que disfruta la empresa que constituye un subsidio que financia el consumidor eléctrico peruano. ¿Era necesaria esta garantía pública? ¿Cuál será el valor total de la garantía? ¿Hasta cuándo se le garantizarán ingresos a la empresa?
El  contexto internacional es harto complicado: precios de nuestras exportaciones rezagados, tasas de interés al alza, dólar fuerte y sol débil, menores ingresos tributarios, inversión a la baja. Por ello, hay que ser doblemente cuidadoso con las finanzas públicas pues cada sol que no se gasta con eficiencia es un sol menos para financiar servicios públicos esenciales como salud, educación, seguridad ciudadana, infraestructura de calidad y cuidado de las fronteras.
Por supuesto comparto el artículo con el permiso del autor.
Juan Mendoza.Seis “coincidencias sospechosas” entre el Gobierno y Odebrecht
Autor: Manuel Romero Caro.
Publicado en Gestión, página 16, 03-Feb-2016.
Revisando las medidas adoptadas en el tiempo en relación al gasoducto al sur, encontramos una serie de “coincidencias sospechosas” entre las decisiones (o ausencia de ellas) que ha ido adoptando el Gobierno y lo que le convenía a Odebrecht (Odb).
1) Luego que Odb adquiriera Kuntur (K) a Conduit Capital, intentó obtener una serie de “mejoras” en relación al contrato suscrito por K, beneficios que por ley no le correspondían, entre los que destacaba el obtener el subsidio de los consumidores eléctricos, que no podía recibir por no haber obtenido la concesión en una licitación o concurso. Luego de varios años, cuando resultó evidente que Odb no iba a obtener lo que solicitaba, por lo que necesitaba un concurso para ello, coincidentemente el presidente Humala anunció en el Mensaje a la Nación del 28.07.12 que se convocaría a un concurso internacional para el Gasoducto Sur Peruano (GSP), que tenía la misma ruta que el de K, pero que contaba con el subsidio de los consumidores. Hay que recordar que en marzo del 2012 Humala había colocado el primer tubo del gasoducto de K, destacando su importancia. ¿Que lo hizo cambiar de opinión radicalmente en solo 4 meses al Gobierno? ¿Por qué no protestó Odb ante una evidente liquidación de K, que no podía competir ante un proyecto subsidiado?
2) En los inicios del concurso del GSP, habiendo ya transcurrido casi 4 años desde que se otorgara la concesión a K para construir y operar el gasoducto al sur, y habiendo claramente Odb incumplido sus obligaciones en el contrato de concesión, el Gobierno debió ejecutarle la carta fianza irrevocable que por 69 millones de dólares había otorgado; pero este no solo no la ejecutó, sino que le permitió participar con ventajas. Es que si se hubiera ejecutado la fianza, Odb hubiera impugnado la ejecución y habría ido a arbitraje, en cuyo caso no hubiera podido participar en el concurso del GSP por tener un contencioso con el Estado.
3) Durante el concurso para el GSP, en el que participaba Odb con la ventaja de tener el estudio de impacto ambiental (EIA) ya aprobado, los demás postores pidieron que para que todos los competidores tuvieran las mismas oportunidades, se liquidara K y se dispusiera que cualquiera que ganara la buena pro pudiera comprar el EIA de K a precios de mercado. Pero el comité presidido por Edgard Ramírez (ER), exasesor de Odb que debió abstenerse en toda decisión vinculada a dicha empresa de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 88 de la Ley 27444, no aceptó los cambios solicitados. Incluso, ProInversión (PI) y el MEM plantearon un adelanto de los plazos para el GSP. Y la única manera de lograr eso era contando previamente con el EIA aprobado, que solo lo tenía Odb.
4) En este contexto PI descalifica al único competidor de Odb que quedaba de los 23 anotados originalmente. Porque GDF Suez disminuyó su participación en el consorcio, pasando del 25% al 2% y no se le permitió un tiempo adicional para compensar el cambio. Resulta increíble que luego de esperar casi 6 años, el Gobierno no esperara una o dos semanas más para que un proyecto de más de US$ 7,500 millones no se otorgara con un postor único, Odebrecht. Además no hay que olvidar que la oferta del consorcio descalificado era menor en 136 millones de dólares que la de Odb, con lo que hubiera resultado ganador.
5) Pero de ninguna manera las “oportunas coincidencias” terminan con el otorgamiento de la buena pro. Es así que para adelantar el avance de la obra en 14 meses, Odb requería que K le transfiriera el EIA aprobado, para lo cual era indispensable terminar con el contrato de concesión todavía vigente. Por lo que recién el 23.10.14 K solicita dicha terminación, y el Gobierno la aprueba (RS N° 079-2014-EM del 04.11.14). En otras palabras, se negó la terminación de la concesión de K y el traspaso del EIA cuando lo solicitaron los demás postores, pero cuando lo hizo Odb, inmediatamente se aprobó dicho trámite.
6) Pero esta comedia de equivocaciones tenía dos actos, el primero era el GSP, pero el segundo era el Complejo Petroquímico, cuya espina dorsal era la petroquímica del etano, que requiere un precio subsidiado. Es así que en una entrevista en Gestión el 28.08.14, el ministro Mayorga (otro que debió abstenerse de participar en temas de Odb por haber sido asesor de la misma menos de 2 años antes de ser ministro), anuncia que en su ministerio se ha formado una comisión que fijaría el precio del etano en caso de que los productores y consumidores no se pusieran de acuerdo en el precio de dicha materia prima básica. Coincidiendo nuevamente el Gobierno con los intereses de Odb (Brasken, que era controlada por Odb). Afortunadamente, ante las críticas recibidas en diversos artículos del suscrito, el Gobierno retrocede. Existen otras coincidencias sospechosas, pero por falta de espacio no las incluiremos.
Además hay que considerar las grandes dudas sobre la muy deficiente manera como se aprobó y se está ejecutando el proyecto: ¿Por qué se otorgó la concesión del GSP sin contar con un estudio de mercado? ¿Por qué se fijó una meta de 500 mmpcd de ingresos garantizados a Odb sin tener un estudio de mercado y sabiendo que no existía seguridad que el mayor demandante (la PQ) fuera adelante? El proyecto no tiene asegurado el abastecimiento de gas; tiene severos problemas en obtener el financiamiento, y ni tiene demanda suficiente, por lo que nadie sabe con cuántos miles de millones de dólares tendrán que subsidiar los consumidores eléctricos al GSP, lo cual representa una pesada herencia.
Probabilísticamente la ocurrencia espontánea del referido conjunto de decisiones gubernamentales que coincidían con los intereses de Odb es muy pequeña. Por lo que resulta indispensable que tanto el Ministerio Público, como el Congreso y la Contraloría investiguen este tipo de coincidencias, sobre todo a la luz de los antecedentes de Odebrecht.



COMENTARIOS

  • 1
  • 04.02.2016
  • 05:28:25 hs
Ernesto Linares Mascaro
En muchos países los gasoductos reciben un subsidio. Incluso, el gasoducto de la empresa TGP (Camisea-Pisco) recibió US$ 94 millones antes de que se terminara construcción en el 2004 y lo continúo recibiendo hasta el 2010. Sobre el mensaje presidencial de Ollanta Humala del año 2012, afortunadamente está en la web y se puede demostrar que el autor del artículo está equivocado. El Presidente nunca dijo licitar un gasoducto al sur, sino licitar un ducto de etano, para la Industria Petroquímica, pero desafortunadamente, desde esa fecha (2012) hasta ahora no se ha licitado, lo cual creo necesario. Ojo que la licitación del ducto de etano iba a ser en Pisco. Leer el mensaje presidencial en: http://elcomercio.e3.pe/66/doc/0/0/4/9/6/496345.pdf