Papel de Arbol

viernes, 16 de mayo de 2014

La maldición de los recursos naturales. Argenpress




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Jorge Zavaleta Alegre (Desde Lima, Perú. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

La maldición de los recursos naturales es una paradoja. Para luchar contra esta ‘maldición’ es preciso un reparto justo de los beneficios entre los sectores público y privado, una mejor asignación de los presupuestos para aumentar el gasto en salud y la educación, combatir la desigualdad y fomentar la creación de empleo para las personas pobres.

América Latina refleja la desigualdad más grande que existe en el mundo, pese a que es una región de las más ricas en materia de recursos. "Es producto de las altas concentraciones de los ingresos en pocas manos, y el gran número de pobres que existen en estos países", explicó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Bárcena.

Fue al iniciar la primera jornada del 35 Periodo de Sesiones de la CEPAL, entre el 5 y de mayo en Lima, cita en la cual se debatió el “Pacto por la Igualdad” e “integración hacia una estrategia de cadenas de valor inclusivas”, con asistencia de 44 delegaciones de países miembros y 12 asociados participantes.

“No basta con el crecimiento económico para cerrar las brechas de desigualdad. Nuestra estrategia ha sido incluir para crecer”, expresó el Presidente de Perú, Ollanta Humala, al inaugurar el encuentro, argumentando que “esta estrategia nos ha dado resultados, hemos aumentado en más de un 50 por ciento la inversión social en dos años de Gobierno, hemos sacado de la pobreza a casi medio millón de peruanos”.

“Es necesario construir una oda a la igualdad para la región más pobre pero sí la más desigual. ¿Cómo entender este reto? Hemos cometido el error de confundir pobreza con desigualdad, hemos querido combatir la pobreza sin construir política social que combata a la desigualdad”, agregó.



Articulación productiva

La CEPAL propone avanzar hacia la integración regional a partir de una mayor articulación productiva entre los países, considerando la acelerada innovación tecnológica, el reposicionamiento de los distintos actores en la economía mundial y la conformación de mercados regionales ampliados.

Se trata de políticas para la creación de cadenas de valor regionales y subregionales que impulsen el intercambio manufacturero, el comercio intra-industrial, la internacionalización de las pymes y el aumento del número de empresas exportadoras y de bienes exportados. La Región vive un proceso de integración que abarca la economía, el comercio, las políticas, las relaciones sociales y ambientales. La irrupción de China en el comercio mundial, impulsada por la OMC en 2001, ha repercutido en LAC.

La ONU, desde el año 1952, empezó a aprobar resoluciones para el desarrollo económico integrado, el derecho a explotar libremente las riquezas y recursos naturales, soberanía sobre éstos y en 1974 emite la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados. Pero los países han dado pasos pero no suficientemente sólidos para evitar la creciente desigualdad.

América Latina no es una potencia militar, ni industrial, ni tecnológica, tampoco nuclear. Es una impresionante reserva de minerales, agua, bosques, tierras aptas para producir alimentos, todas las fuentes primarias y una población que se cerca a los 500 millones de habitantes.

Los países ricos en recursos naturales son particularmente vulnerables a la corrupción, el populismo o el clientelismo político, y esos factores junto con la falta de transparencia y rendición de cuentas han limitado su cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo.

Las investigaciones de Oxfam destacan algunos factores claves para mejorar los marcos legales y fiscales en países pobres, renegociación de contratos con las grandes empresas extractivas, creación o fortalecimiento de sistemas públicos de gestión financiera. Los marcos o contratos existentes no cumplen este principio y sean contrarios al interés público, deben ser revocados o modificados para garantizar un acuerdo justo entre empresas y gobiernos nacionales.

Las instituciones financieras internacionales deben apoyar el diseño de estrategias de reducción progresiva de la dependencia económica de las industrias extractivas en los países en desarrollo. El Banco Mundial y el FMI no deben aceptar los proyectos extractivos como “modelo de desarrollo”, y únicamente deben alentar y apoyar los proyectos extractivos de los países pobres cuando se demuestre de forma clara que habrá un impacto positivo y sostenible para el alivio de la pobreza, sin daños medioambientales de consideración.

El modelo extractivo es un lastre para las personas, la naturaleza, las instituciones y el desarrollo. Este fenómeno se conoce como la “maldición de los recursos” o la “paradoja de riqueza”. Es un fenómeno que no se explica simplemente por la abundancia de recursos naturales, sino que se debe los vínculos entre una excesiva dependencia económica y las políticas relativas al reparto de los beneficios y los costos sociales y medioambientales de la explotación.

Uno de los riesgos más conocidos de la exportación de petróleo y minerales es la brusca apreciación del tipo de cambio de la moneda local, fenómeno conocido también como “enfermedad holandesa”. El caudal de divisas sobrevalúa la moneda local, encareciendo los costos de los otros sectores de la economía.



Mensaje de Noruega

El buen uso de esos recursos implica gobernanza, gobernabilidad, sentido igualitario, transparencia. Noruega es un ejemplo, porque el control de los recursos está en la sociedad, que es el caso del petróleo en función del desarrollo. Esto significa mayor pago de impuestos, cuentas claras de la gestión. Los altos ejecutivos aceptaron reducir sus ingresos. ¿Será posible comparar Noruega con América Latina, es una pregunta de la Universidad de Oslo, al mismo tiempo que plantea el diálogo.

El modelo nórdico vence al “capitalismo depredador”. Su éxito demuestra que se pueden combinar prosperidad y amplias prestaciones sociales, según un estudio

¿Por qué el modelo social nórdico es tan exitoso económicamente? Diez investigadores nórdicos han analizado el tema, financiado por el Consejo de Investigación de Noruega.

Se aclara, aunque parezca una reflexión ingenua, ¿cómo un sistema capitalista puede mantener un sistema de prestaciones sociales generoso? ¿Cómo una sociedad rica puede aplicar el principio de igualdad? Y ¿cómo puede prosperar el colectivismo donde rige el individualismo? ¿Puede este modelo ser exportado para beneficio de otras naciones?

La base de la prosperidad económica de Noruega es la capacidad de reconciliar conceptos teóricamente incompatibles. Hay un sentir general de que la sociedad debe basarse en un reparto equitativo. Está edificada sobre la base de convenios colectivos para los trabajadores y las instituciones estatales de arbitraje.

Casi todos los noruegos tienen la posibilidad de independizarse de sus familiares y de su entorno social. Gracias a la existencia de estructuras patriarcales débiles y a una dependencia escasa de los demás, en los países nórdicos hay una proporción grande de personas que siente que maneja las riendas de su vida.

El modelo nórdico se inspira en sus profundas raíces culturales. Destaca la función de la educación y la cultura en el reparto de la riqueza de una sociedad, su larga tradición en esta región, y la naturaleza excepcional de la modernidad nórdica surgida a finales del siglo XIX, aspectos singulares que pueden restringir la aplicabilidad de este modelo a otras regiones.

El rol de la mujer

Noruega apoya activamente a agentes de cambio capaces de unir sus fuerzas para ejercer influencia. Se trata visibilizar el aporte de las mujeres. Son espacios que tradicionalmente son consideradas esferas masculinas.

Noruega tiene como objetivo explícito estar a la vanguardia de la promoción de la igualdad de género a nivel internacional. Indonesia y Noruega constituyen dos buenos ejemplos de países con elevadas rentas por la extracción de recursos naturales. En 2013 sólo un 20,4 % de los parlamentarios en el mundo son mujeres. En Chile, sólo el 14 % de los diputados son mujeres.

Noruega marcó un hito con la conquista en 1913 del voto femenino, después Finlandia (1907). El proceso vería un auge a partir de la década de los 60’ y 70’. La Primera Ministra de Gro Harlem Bruntland en 1981, fue la primera mujer en ocupar el cargo y en su segundo mandato (1986-89), el primer gabinete tuvo paridad de género.

En Noruega de hoy se cuenta con un Ministerio de Infancia. Igualdad e Inclusión Social, reformado en 2006. Noruega es tal vez más conocida por su petróleo que por sus mujeres cuando en realidad el aporte económico de la participación laboral de las mujeres es mucho más importante que los ingresos del petróleo.



La desigualdad en América Latina

CEPAL llama a concretar acciones en materia de integración financiera, de infraestructura, digital, social y ambiental, en un contexto mundial en reestructuración, y donde los vínculos Sur-Sur, particularmente entre la región y Asia Pacífico condicionaran críticamente las opciones de desarrollo.

CEPAL advierte que la economía de América Latina y el Caribe mantienen una marcada dependencia de los ciclos externos. Resulta difícil pensar que la región pueda lograr un crecimiento sostenible, reduciendo la pobreza y la desigualdad y avanzando en materia de innovación, sin diversificar su estructura productiva y exportadora.

América Latina y el Caribe cuentan hoy con una mejor gestión macroeconómica, ha conseguido desarrollar capacidades tecnológicas en varias actividades y sectores, y algunos de sus países han dado pasos significativos en la gobernanza de recursos naturales. Además, sus economías son en general más abiertas y muchas de ellas están interconectadas por acuerdos comerciales.

La región cuenta con una arquitectura de la integración densa y compleja: La Comunidad de Estados latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) y la Alianza del Pacífico.

Pactos

CEPAL ha presentado el documento Pactos para la igualdad: hacia un futuro sostenible, para impulsar el desarrollo de la región, que completa la llamada “trilogía de la igualdad” publicada por la Comisión desde 2010.

Propone vincular la renta extractiva a un aumento del gasto público como responsabilidad de los gobiernos. Abordar la “maldición de los recursos” y en ese objetivo no es solo deseable para los países ricos en recursos, sino que es imprescindible para romper el círculo vicioso de la pobreza y garantizar el acceso de la población a servicios sociales básicos.

Hay una mejora de los marcos legales y fiscales y renegociación de contratos con las empresas cuando sea necesario, debido a las prácticas de negociación poco transparentes de antaño. Los mecanismos públicos para la gestión financiera deben priorizar la asignación de ingresos de las industrias extractivas al gasto social. Cumplimiento de los máximos estándares internacionales sociales, humanitarios y ambientales. Adhesión y respeto a las directrices de la OCDE y las normas de las NNUU a empresas multinacionales.

Datos

Durante 2013 la tasa de pobreza en Latinoamérica fue de 27,9% de la población, en comparación con el 43,9% de 2002, mientras que la tasa de desempleo en 2012 descendió a 6,4% frente a 2002, que fue 11,2%.

De acuerdo con las proyecciones de crecimiento, los países latinoamericanos crecerán alrededor de 2,7% durante 2014, superando levemente a 2013, cuando el índice general de crecimiento fue de 2,5% por ciento.

Algunos países exportadores de petróleo podrían aumentar sensiblemente el gasto per cápita en la educación y la salud desde ahora y hasta el 2015 siempre y cuando: los gobiernos productores reciben un reparto de la renta extractiva de entre un 45 y un 51%. Y se destina al gasto público en la educación y la salud un 20 y un 16% de esa renta, respectivamente.

Los ingresos por petróleo de Angola (80% de los ingresos del Estado) se estiman en 10.000 millones de dólares anuales. Sin embargo, 70% vive con menos de dos dólares al día.

Angola, Chad, Nigeria, Ecuador y Venezuela podrían utilizar las exportaciones de hidrocarburos para incrementar de manera significativa el gasto público per cápita en la educación y la salud para el 2015, invirtiendo un 20% de los ingresos fiscales estimados en la educación y un 16% en salud.

En Bolivia, sus ingresos del gas y del petróleo pasaron de 448 millones de dólares en 2004 a 1.531 millones en 2006, debido al ajuste del reparto de la renta acordado en los contratos renegociados desde 2005 - 10. Todavía está pendiente orientar a un mayor gasto social esos recursos. Está en marcha la creación del seguro para el campesino.

UNASUR promueve proyectos para la creación del Instituto de Altos Estudios y un Servicio Geológico para aprovechar integralmente la protección de la biodiversidad, recursos hídricos y ecosistemas con una visión que engloba una gestión eficiente para conseguir el bienestar de sus habitantes.