Papel de Arbol

domingo, 24 de febrero de 2013

NUEVAS MEMORIAS DE AFRICA Y AMERICA, DESDE MALABO



Jorge Zavaleta Alegre. Cambio16-Madrid
Un viejo proverbio Etíope dice: “Cuando las  telas de araña se juntan, ellas pueden amarrar a un león”
La III Cumbre de jefes de Estado y de gobierno de América del Sur y de África (ASA), de febrero  2013, realizada en Malabo, capital de Guinea Ecuatorial, reunió a  representantes de  63 naciones. ASA  agrupa a los 12 países suramericanos y los 54 africanos.
Concluyó esta  cita, apoyando el compromiso básico de fortalecer su Secretaría Permanente o Mesa Presidencial Estratégica con sede en Caracas e incluyó  el respaldo a Argentina para intentar solucionar el tema de las Islas Malvinas. A Cuba, para que se termine el bloqueo de Estados Unidos, y crítica a la ONU por declarar estado no miembro a Palestina.
El foro condenó los hechos de violencia que se desarrollan en Siria y que han dejado decenas de muertos en lo que va de año.
Según datos oficiales, el intercambio comercial entre África y América del Sur, que fue de siete mil 200 millones en 2002, llegó hasta cerca de los 40 mil millones de dólares en 2011.
Tiempos modernos los de hoy, si uno recuerda, por ejemplo,  al presidente Theodore Roosevelt, quien después de su expedición, en 1909,  comparó  Africa con “el Pleistoceno tardío”.  Y muchos de esos países adquirieron popularidad  para los safaris en los campos que alojaban manadas de elefantes y cebras, de jirafas, leones, hipopótamos, leopardos.
La II Cumbre de ASA, se realizó en la isla venezolana de Margarita,  aprobó  la “Declaración de Nueva Esparta". Pero durante la I Cumbre, en Nigeria 2006,  fue  interrumpida por  las intervenciones extranjeras en Libia, Siria y Malí, países depositarios de las más grandes reservas petroleras  y gasíferas del planeta. 
De allí nace  y crece la necesidad  de una relación directa Sur-Sur para aprender de manera conjunta  la protección de los recursos naturales y aumentar los intercambios en  comercio, inversiones, turismo, energía, transporte, infraestructura, ciencia y tecnología. El intercambio comercial entre las dos regiones  bordeó  en el 2011, los 40 mil 400 millones de dólares.

Vivimos tiempos relativamente diferentes. Entre la frondosa literatura,  Memorias de África, de Isak Dinesen,  seudónimo de Karen von Blixen-Finecke, publicado en 1937,  llevada al cine con gran éxito se puede ver una  fotografía de la vida colonial  de la antigua Kenia, ahora país moderno defensor del desarrollo sostenible,  donde la mano de obra era provista por “squatters”  o  personas de una tribu local que garantizaba a los propietarios el  trabajo de la  tierra, que en muchos casos había sido propiedad de los campesinos,  antes que llegaran los colonizadores.  
Brasil, alberga la población de negros más numerosa del mundo después de Nigeria. La integración ya no se detiene. En  Sudáfrica, el grupo de economías emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) se reunirá en marzo, y en mayo  celebrará los 50 años de la Unión Africana en Etiopía.
América Latina al participar en la Cumbre de ASA, fortalece el proyecto Sur Sur y promueve que  estas dos regiones  encuentran nuevos escenarios para  plantear al mundo alternativas para superar la crisis global, mediante una revolución intelectual,  cifrada en la ética, en la búsqueda de mayor equidad, apostando por la educación y  lucha contra la desnutrición.
Africa y América Latina mantienen una antigua relación, desde  la Colonia y el Virreinato. La cultura de ambos se expresa con intensidad  en el  idioma, en la música, el arte, el deporte.  Los viejos  condenados de la  tierra, hoy encuentran en la Historia Contemporánea,  un desafío conjunto.
La declaración final de esta III Cumbre contempla   fortalecer la cooperación Sur-Sur mediante  27 acuerdos. El seguimiento de los acuerdos  en Malabo, se hará el 26 de abril próximo, en Caracas, nación elegida secretario permanente del foro.
Otro acuerdo es la aprobación de un fondo de financiamiento para ejecutar programas y proyectos que podría entrar en funcionamiento en septiembre venidero, aunque  hubo un acuerdo de fortalecer lo logrado antes de realizar una expansión.
El proceso de integración de Africa y Sur América revive  el mapa de estos territorios y una historia similar de  despojo, explotación,  desprecio y marginación.  Al mismo tiempo encuentra un canal para compartir sueños, futuros. 
Los que viven en Sudamérica miran en África como sus hijos e  hijas. Los que viven  en el África se miran como hermanos con los que viven en Sudamérica. “No nos extrañemos si de pronto nos encontramos, en nuestras luchas, entre parientes”.
Un documento de la II Cumbre ASA señala  que los autores de la depredación  en ambos lados del océano Atlántico, son la misma persona, y se llama “capitalismo transnacional”:
-Antes, como ahora, acusándonos de salvajes, de  ignorantes, de incivilizados e inhumanos, consiguieron con su guerra de conquista y “civilizadora” que nosotros les generáramos sus grandes riquezas.
- Los pueblos del Sur nunca nos quedamos  callados ni quietos ante la maldad del poderoso capitalista. Siempre mantuvimos, y mantenemos, luchas de liberación. La rebeldía y la resistencia es parte de la historia común que compartimos los pueblos de África y América del Sur.
En la III ASA, algunos de los asistentes recuerdan   los movimientos libertadores que comandó Simón Bolívar, Negro Primero,  Antonio Conselheiro, Ezequiel Zamora, Mandela, Gamel Nasser y muchos otros liderazgos.
Saben  que no bastan las buenas leyes que promulgan los pueblos con sus gobiernos progresistas y revolucionarios. Saludan con entusiasmo las leyes y políticas de los gobiernos socialistas, revolucionarios y progresistas.
Representantes de algunos movimientos  campesinos y campesinas, pescadores y pescadoras, proponen luchar por la soberanía alimentaria que contemple eliminar la pobreza en el medio rural, combatir la desigualdad social y la degradación de la naturaleza.

En resumen se exige  garantizar las medidas de mejoría de las condiciones de vida en el campo, tales como educación, salud, infraestructura y vivienda. Es decir: “vida digna y en paz”. Con la guerra que propicia el norte no es factible conservar el planeta como morada de todos.

 jorgez@telefonica.net.pe



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