Jorge
Zavaleta Alegre
Más del 50% de todos los medicamentos se recetan,
se dispensan o se venden de forma inadecuada, informa la Organización Mundial de la Salud, cuando la Segunda Guerra Mundial, llevó a los países a exigirse la construcción de la paz, con la prevención y cuidado de la salud. Pero no fue explícita asumir responsabilidades en torno a la Salud Mental.
Otro dato
fatal. Alrededor de un tercio de la población mundial carece de acceso a
medicamentos esenciales, y el 50% de los pacientes los toman de forma
incorrecta.
Tipos frecuentes de uso irracional de
medicamentos: Uso de demasiadas medicinas por paciente (polifarmacia). Uso
inadecuado de medicamentos antimicrobianos, a menudo en dosis incorrectas, para
infecciones no bacterianas. Uso excesivo de inyecciones en casos en los que serían
más adecuadas formulaciones orales.
Más
desencuentros: Recetado no acorde con las directrices clínicas. Automedicación
inadecuada, a menudo con medicinas que requieren receta médica.
La falta de
acceso a medicamentos y las dosis inadecuadas tienen como consecuencia un alto
índice de morbosidad y de mortandad, sobre todo a raíz de infecciones infantiles
y enfermedades crónicas, tales como la hipertensión, la diabetes, la epilepsia
o enfermedades mentales.
El uso
inadecuado y excesivo de medicamentos supone un desperdicio de recursos, a
menudo pagados por los pacientes, y traen como consecuencia un considerable
perjuicio al paciente en cuanto a la falta de resultados positivos y a la
incidencia de reacciones adversas a medicamentos.
El remedio peor que la enfermedad: Uso
excesivo irracional de medicamentos puede estimular una demanda desproporcionada
por parte de los pacientes, y reducir el acceso y los índices de consultas
debido a la escasez de medicamentos y a la pérdida de confianza del paciente en
el sistema sanitario.
En 1977 se
dio un importante paso adelante en el uso racional de medicinas, cuando la OMS
estableció la primera Lista Modelo de Medicamentos Esenciales para ayudar a
todos los países a formular sus propias listas nacionales.
La calidad
de la formación básica sobre farmacoterapia que reciben los estudiantes de
Medicina y otras Ciencias de la Salud puede influir enormemente el recetado futuro.
La formación en farmacoterapia racional, en combinación con directrices
clínicas y listas de medicamentos esenciales,
pueden contribuir a establecer buenos hábitos de recetado.
La Guía de
la Buena Prescripción de la OMS describe
el enfoque basado en problemas concretos, que ya ha sido adoptado por varias
facultades de Medicina.
La educación
médica continua (EMC) es un requisito para
el desempeño de la profesión en muchos países industrializados. En muchos
países en vías de desarrollo las oportunidades de EMC son limitadas, y además
no existe ningún incentivo, puesto que no está considerada como un requisito
para continuar desempeñando la profesión.
La EMC no
tiene porqué limitarse tan sólo al personal médico o paramédico, sino que puede
incluir también sectores informales, como los minoristas de medicamentos. En estas circunstancias la EMC puede no
resultar imparcial, por lo que los gobiernos deberían apoyar las iniciativas de
las facultades universitarias y las asociaciones profesionales nacionales para impartir
una EMC independiente.
Emisión de
licencias a los comercios de medicinas (tiendas minoristas, mayoristas) para
asegurar que todos los establecimientos de suministro mantienen los niveles de
existencias necesarios y respetan las normas de dispensación.
Supervisar y
regular la publicidad que pueda influenciar negativamente a los consumidores o
responsables del recetado, y que puede aparecer en la televisión, en la radio,
en la prensa o en Internet.
Rechazo de
incentivos financieros con efectos negativos. Los incentivos financieros pueden
determinar de manera decisiva el uso racional o irracional de los medicamentos.
Los responsables de recetado que reciben dinero a cambio de la venta de medicinas
(por ejemplo médicos con farmacia), recetan más medicinas, y más caras, que los
recetadores que no reciben ningún dinero.
Los gobiernos
deben garantizar suficiente gasto público para garantizar la disponibilidad de
medicinas y personal. Los malos resultados clínicos, el sufrimiento innecesario
y el gasto superfluo son motivos suficientes para que los gobiernos hagan
grandes inversiones.
Documentos consultados
Grimshaw JG, Russell IT. Effect of Clinical Guidelines
on Medical
Practice: A Systematic Review of Rigorous Evaluations
(Efecto
de las
Directrices Clínicas sobre la Práctica de la Medicina:
Una Revisión
Sistemática de Evaluaciones Rigurosas). Lancet,
1993.
Hogerzeil HV. Promoting Rational Prescribing: An
International Perspective
(Promoción
del Recetado Racional: Una Perspectiva)
Internacional). British Journal of Clinical
Pharmacology, 1995.
Hogerzeil HV, et al. Field Tests for Rational Drug Use
in Twelve
.
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