Compañeros, amigos: Escribamos Nuestra Historia, desde nuestra propia percepción. Para ello sugiero la formación de un equipo: Espero, libre de protagonismos improductivos, tener fotografias y/o testimonios escritos, como un aceptación de esta propuesta, punto de partida que nos lleve a buen puerto.
Compartamos información, que la tecnología nos sirva para conjugar esfuerzos, ideales permanentes. Mi dirección es jorgez.1944@yahoo.es; papeldearbol@gmail.com www,papeldearbol-papeldearbol.com
Algunos medios en los cuales pueden encontrar una referencia: Vivo entre Lima/Trujillo/Maryland.
http://diario16.com/author/jorge-zavaleta/
Mi invitación empieza con Quimi Lara, Lolo Meléndes, Alicia Bravo, Nelly Martínez, Hugo Castro,
Manuel Ramos, Julia Méndez, Oscar Torres, César Ames, Alejandro Torres, Lucy y Norma Carrasco, Lucy Figueroa, Haydee Cortés, Sara Alva, Francisco Alfaro, Julio Angeles, Roosvelt Araya, Silvano Béjar, Jaime Kaiser, Juan Egúsquiza, Celso Espinoza, Angel Flores, Luis Flores, David Flores, Rolando Gadea, Donato Garay, Oscar Gómez, Toribio González, Jaime Guerrero, Rafael y Jorge Guerrero, Lorgio Guibovich, Pablo Herrera, Luis Luna Flores, Miguel Méndez, Desilos Mestanza, Joel Moreno Saaje, Paco Polo Cabeza, Juan Tintaya, Doris Torres Alegre, Luis Torres Torres, Rosa Angeles, Carmela Arribasplata, María del Carmen Chaparro, Elda Chávez, Genoveva Hervias, Elsa Raquel Marrou, René Mercedes Villanueva, Carmen Osorio, Yoni Roca, Octavia Rodríguez, Celia Olivera, Ada Vela Ochoa, Erasmo Roca, Genaro Méndez Olivera...y todos aquellos, a quienes pido disculpas, por no haber encontrado su dirección o he omitido en esta lista proporcionada generosamente por Lolo Meléndez, Alicia Bravo y Lucy Carrasco. Queda abierta esta invitación.
Tengo un sueño. Me gustaría construir con cada uno de Ustedes una historia de nuestra infancia y
los años que pasamos juntos: al pie del Huandoy, bañados con las aguas de Parón, de Llullán, del Santa y poco más tarde en el mar de Chimbote y de otras playas y destinos del planeta...
Mi hermana Hélida, acaba de descubrir varios tesoros de la familia, que sigilosamente guardó mi padre hasta el pasado 24 de setiembre del 2016, cinco meses antes de que cumpliera un siglo de vida.
Entre los recuerdos que nos deja, sobresale una mini-biblioteca, con algunos originales de sus libros, empezando por su novela El Final de una Vida, recreación vigorosa de lo que significa el amor, la familia, el futuro de la ciudad que nos cobija. También memorias de lo que significó para los habitantes de la Cordillera Blanca y Negra después el terremoto de 1970. Se suma, su poesía, dedicada a mi madre Elena, y sus quehaceres en la Política, en el gobierno local, en la recreación religiosa, en una época en que abrazar el luteranismo era una blasfemia para los sacerdotes de sotana negra. Que importante saber hoy, en el 2016, que los originales de un libro, forman parte de la Literatura Genética, una nueva forma de investigar y conocer a un autor, una especialidad muy atractiva en este complejo mundo, saturado de mensajes, no siempre válidos para la convivencia solidaria.
En las tres fotos que adjunto posiblemente, con el correr de los años, tendremos algunas dificultades para reconocernos. Puedo afirmar que en esos primeros años nos acompañaron en las aulas Iris Olivera y Raúl Meneses, de quienes mantengo un especial recuerdo, con especial reconocimiento.
Nuestra profesora Iris, era la mujer más bonita de la ciudad. Nos cuidaba como una mamá, con extremada delicadeza, era la continuidad del hogar. Jamás se me ocurrió registrar una ausencia de una de sus clases, no obstante que su casa siempre estuvo abierta para responder alguna consulta.
Raúl Meneses, sin duda reforzó las inclinaciones por la lectura que mis padres supieron trasmitir. Más de una vez, fue quien nos invitó a visitar su imprenta, donde se procesaba La Voz de Caraz, periódico dirigido por este buen maestro. Fui más de una vez a esa Aula del periodismo. Junto con Juan Martínez Malaspina y Hugo Villar , compañeros de carpeta, volcamos nuestras primeras inquietudes, seleccionando, inclusive, cada letra de molde, hasta concluir algunos renglones para contar nuestras impresiones de los paseos campestres, por ejemplo, al Cerro Pan de Azúcar, no el de Uruguay, sino de aquel lugar donde Andrés de Santa Cruz, deseaba por la fuerza lograr la unión de Perú y Bolivia. (Fotos 1, 2, 3). Foto 4: Recorte del diario La Industria, Trujillo, escrito por Adolfo Céspedes Thorndike, sobre la vida y obra de su padre político. Foto 5: Primer seminario de Oficiales de Prensa del Banco Interamericano de Desarrollo, 1992.
El gran acierto de la educación de ese entonces fue promover la formación mixta. Sistema, sin duda, que marcó una especial sensibilidad de respeto y cariño a la mujer, a nuestras compañeras, lección vigente más allá del medio siglo...
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