Esta realidad ha planteado en el subconsciente colectivo la revisión de los Colegios Nacionales, de donde emergieron destacados profesionales que no precisamente laboran en el Perú sino en las principales universidades del mundo o en organizaciones representativas de las ciencias y la artes.
Valga esta oportunidad y temática para señalar que ciudades como la de Caraz, capital de la provincia de Huaylas, en la Región Ancash, a 400 km al norte de Lima, tiene una rica historia vinculada con la población de América Latina como sede de la Cultura Chavín de Huantar y su presencia en las luchas por la Libertad del dominio colonial que ejercía España.
Sin duda cada ciudad del Perú, poblado ahora por más de 31 millones de personas, tiene un colegio representativo o evoca la gran labor que cumplieron sus alumnos. Una de sus instituciones más representativas es el Colegio Nacional 2 de Mayo de Caraz, creado por ley del 28 de enero de 1869.
En su última fiesta aniversario, más de cinco mil personas se dieron cita en esa ciudad, ubicada entre el Huandoy y el Huascarán, dos nevados que con el cambio climático, exhiben densas señales de deshielo. La tragedia más evidente ya ocurrió en 1970, con un terremoto que causó la muerte de más de 70 mil personas en ciudades no preparadas para tragedias de esta dimensión, según describe Isaías Zavaleta Figueroa, quien mantiene viva su memoria con su longevidad centenaria (Caraz 1916) y sus libros escritos conjuntamente con editores de Moscú que visitaron el llamado Callejón de Huaylas.
El 2 de Mayo del 2016, Caraz, según testimonio de familias residentes y exalumnos, admiran la presencia de cada promoción, acompañada de una banda de músicos. Unas cincuenta orquestas con sus sones, repasaron la historia del Perú y del mundo, mediante la música, las canciones, coros, bailes y poesía. No faltaron los sones en homenaje al combate del 2 de mayo (1866) donde muchos de sus pobladores se sumaron al ejército nacional para lograr la liberación de la corona española, en la Guerra Hispano Sudamericana.
BOLIVAR
El general Simón Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios se iba para siempre. Había arrebatado al dominio español un imperio cinco veces más vasto que las Europeas, había dirigido veinte años de guerras para mantenerlo libre y unido, y lo había gobernado con pulso firme hasta la semana anterior, pero a la hora de irse no se llevaba ni siquiera el consuelo de que se lo creyeran.
Esta recreación es parte de la obra gigante de Gabriel García Márquez, quien nos señala el curso de una vida que entrelaza fragmentos mediante los cuales no sólo puede reconstruirse el pasado de nuestra América sino también el laberinto, en todos sus aspectos: Bolívar devorado por la fiebre, consumido por la tuberculosis, entregado a prácticas medicinales personales y fantásticas, evocando en rachas de lucidez o de fiebre sus lealtades y conquistas, sus infidelidades y fracasos.
A través de la novela, García Márquez destaca la unión para el sueño que Bolívar tenía para su patria. Cuando Sucre, su lugarteniente, le dice que América en lugar de unirse se separa, Bolívar le contesta: “aunque sea cierta esa realidad, “carajo no la digas. "Aquí no habrá más guerras que las de los unos contra los otros, y ésas son como matar a la madre." Esto demuestra que para Bolívar, la desunión de la Republica representaba una traición a la patria.
Lo cierto es que América Latina es una región que ha sufrido y sufre muchos años de explotación extranjera. Igualmente, la fragmentación que le causó tanto dolor a Bolívar que ha sido un factor muy fuerte y devastador para la región, que pareciera que comienza a reaccionar frente a la podredumbre que nos deja el gobierno nacionalista de un oscuro comandante.
Según los vestigios y la información de medios serios e independientes, el gobierno del oscuro militar, mantiene intocable el centro más grande de producción de droga en la Zona del VRAEM, en la selva central y sur del Perú, donde se posterga, sin justificación alguna, un acuerdo con el gobierno de Evo Morales para evitar el libre aterrizaje de aviones de Santa Cruz-Bolivia, que recogen la droga, ante la mirada indignada de pobladores que se mueren, literalmente, de hambre y con una salud mental quebrantada por una guerra con Sendero Luminoso, que ya no existe vestigio alguno sino la deformación de la realidad para justificar la desgracia humana y el tráfico de drogas.
En el siglo XXI, América Latina está más desunida que nunca. El libre mercado ha convertido a las repúblicas en islas dispuestas a entregar sus riquezas naturales y su población en las manos de especuladores, de la las Bolsas de Valores, que valiéndose de bonos a futuro o bonos buitre, truncan sueños de la infancia que dejó Bolívar.
Esta reflexión viene a propósito de la travesía del ejército libertador rumbo a las Pampas de Quinua, en Ayacucho, con un necesario descanso en Caraz, una villa enclavada entre el Huandoy y el Huascarán, dos nevados que simbolizan el bello paisaje de los Andes, ahora en progresiva desaparición por el creciente desencuentro entre el hombre y la naturaleza, que la llamada comunidad internacional llama calentamiento global.
En este proceso histórico, los pueblos renuevan aceleradamente su población. Los nuevos habitantes, por la ausencia de colegios o escuelas, desconocen los antecedentes. La urgencia del cómo vivir su marginalidad, anula el nexo entre el pasado con el presente y una profunda anomia frente al futuro. Bolívar nos da la oportunidad de reafirmar el papel que le correspondió desempeñar, que al final de sus días diría "he arado en el mar".
Durante su breve permanencia en la Villa de Caraz, dejó una profunda huella. La Plaza bautizada como Plaza Bolívar en honor a la visita del Libertador, en sus inicios era de forma cuadrada pero recortada más tarde por el lado sur para la apertura de una calle. Tiene una pileta ornamental central de bronce construida con la cooperación de los vecinos de Caraz, también posee una Glorieta de madera. Contaba con un busto donado por el gobierno de Venezuela, reemplazando a un Obelisco de Piedra que era conocido como La Estaquilla del Zapatero. En el 2001, con la intervención del Instituto Nacional de Cultura, se definió el proyecto arquitectónico respetando todos sus elementos tradicionales. La casa donde se alojó el Libertador quedó destruida con el sismo de 1970, desapareciendo la placa recordatoria que figuraba en la fachada y en 1981, el Batallón de Ingeniería de Combate Huascarán Nº 112, colocó una placa de bronce en reemplazo de la de mármol.
Pero la migración, siendo un fenómeno natural, en este siglo desconoce, ignora, la historia de la ciudad que cobija al hombre errante. La casa donde se alojó Bolívar, en lugar de ser un museo, un centro de encuentro, se levanta un edificio codificado como el brutalismo informal y cuya propiedad ha sido asignada, por la autoridad municipal, a un extraño inversionista, que ignora el valor de ese lugar.
Parece ser que ya es letra muerta aquella resolución 525 de los pueblos frente a la negación de la historia. Los colegios nacionales, ante la crisis generalizada de las instituciones públicas, comienzan a recuperar su valor a través de sus exalumnos. El colegio 2 de Mayo, se ha convertido en la entidad que comienza a fortalecer la relación del pueblo con su pasado para proyectar el futuro. La corrupción en la Región Ancash es un drama de una dimensión infinita, con el aval de parlamentarios que inclusive en este quinquenio del 2011-2016, llegaron a ser presidentes del Legislativo. Y no satisfechos con los sobrecostos del túnel de Carhuaz a Pucallpa, han promovido el cambio de nombre de Ancash por Huaylas, recurriendo en gesto de una inmensa miseria humana, a un decreto de San Martín que denominó Huaylas a toda la Región cubierta por nevados.
Este 2016, miles de personas organizadas con bandas de músicos han desfilado por las calles, de esta pequeña ciudad capital de la provincia de Huaylas, en una demostración que la educación es el sustento del desarrollo, una clara protesta contra el deterioro de las universidades y la creciente desocupación de la juventud.
La igualdad entre mujeres y hombres y la eliminación de las desigualdades entre unas y otros son un objetivo que debe integrarse en todas las políticas y acciones del Perú y sus estados vecinos. Rescatar la educación primaria y secundaria es tarea indispensable. El resto vendrá por Añadidura.
Diario 16/Madrid
Jorge Zavaleta desde Washington/DC
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Referencias bibliográficas
Isaías Zavaleta Figueroa-Universidad de Stanford
https://searchworks.stanford.edu/view/540760
http://www.losandes.com.pe/Opinion/20130207/68667.html
Gabriel García Márquez
http://www.elresumen.com/libros/el_general_en_su_laberinto.htm
Ministerio de Educación anuncia censo nacional en colegios públicos – MINEDU: En el Perú funcionan alrededor de 94 mil centros educativos, de los cuales 71 mil son públicos y 23 mil privados.
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