Papel de Arbol

viernes, 13 de febrero de 2015

CELEBRACIÓN La Candelaria y el Carnaval de Oruro.EL PERUANO FUNDADO POR BOLIVAR



Jorge Zavaleta Alegre periodista

En el Perú y Bolivia, sus milenarias culturas quechua y aimara viven un continuo proceso de fusión, enriquecido por el evangelio traído de ultramar como parte de la colonización española de América en el siglo XV. Corresponde a las autoridades de ambos países tomar en cuenta que los cultos a las divinidades primigenias como el sol, la luna y el agua se sumaron a las divinidades del cristianismo, según profusas investigaciones, como la de Guaman Poma de Ayala.
La fiesta de la Virgen de la Candelaria ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Esta festividad, que se realiza en febrero de cada año, no solo es religiosa porque mezcla elementos del catolicismo con el mundo andino y no puede entenderse como patrimonio exclusivo de Puno.
La procesión de la imagen de la Virgen de la Candelaria, que recorre las calles de la ciudad, constituye uno de los actos más simbólicos del programa festivo, al ser acompañado, especialmente, por los que retornan a su terruño para participar en esta festividad.
Recientes publicaciones, como la de Juan Ossio sobre Ideología mesiánica del mundo andino y El Tahuantinsuyo bíblico, indican, por ejemplo, que la figura mítica del inca se hace presente una y otra vez en la historia, aunque con diversos nombres y rostros.
Por ejemplo, en el movimiento nativista del Taki Onqoy del siglo XVI que anunciaba la ‘resurrección’ de los antiguos dioses incas (huacas); en la teología política imperial del cronista indígena Guaman Poma de Ayala (siglo XVII); en las rebeliones de Juan Santos Atahualpa y Túpac Amaru (siglo XVIII); en los ciclos míticos republicanos del Inca Rey (Inkarri), quien pese a haber sido decapitado por los españoles, retornaría triunfante tras reunir su cabeza con su cuerpo.
Uno de los más recientes eslabones de esa tradición mesiánica andina es considerado el movimiento de Ezequiel Ataucusi, en el siglo XX. En la tradición apocalíptica medieval también se mencionan los ‘retratos anticipados’ de San Francisco de Asís y de Santo Domingo de Guzmán que Joaquín de Fiore mandó colocar en la puerta de la Catedral de Venecia, para que estos reformadores del mundo cristiano fuesen rápidamente identificados.
La historia escrita precisa que los orígenes de la Fiesta de la Candelaria se remonta a 1791, año en que el templo San Juan Bautista de Puno recibió a esta imagen católica, luego de la revolución tupacamarista, y su inscripción como Patrimonio Cultural e Inmaterial significa el sincretismo cultural en América Latina. La condecoración es fruto de una gestión en la que han participado instituciones públicas y privadas de Puno, en atención a las expectativas de la comunidad, que expresan su identidad cultural y social.
De esa manera, la Fiesta de la Candelaria podrá convertirse en un referente más amplio, con claros beneficios para el turismo y el desarrollo de otras actividades económicas, en tanto Puno sea un punto de inclusión de toda la región del altiplano.

Por otra parte, Oruro es reconocido como Capital del Folclor de Bolivia. Su carnaval fue declarado por la Unesco, en 2001, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, que incluye una variedad de danzas, como la diablada, morenada, kullaguada, los caporales y llameros, entre otras.
También está presente en la memoria de los pobladores del altiplano los esfuerzos de Bolivia para promover la música. Fue un acierto la participación de la Sinfónica de Londres, en la década de 1980, con la grabación de la música del altiplano, iniciativa que contribuyó a su mayor conocimiento y admiración en el mundo como expresión de América Latina.


Publicado: 14/02/2015
“De esa manera, la Fiesta de la Candelaria podrá convertirse en un referente más amplio, con claros beneficios para el turismo y otras actividades económicas.”
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