Jorge Zavaleta Alegre – Lima-Madrid.-
La historia económica del
mundo desarrollado encuentra su mayor pasivo en el uso irresponsable de
los recursos naturales del sur del planeta, cuya ciencia y tecnología no
concuerda con el discurso diplomático
que casi siempre es elusivo de las organizaciones internacionales.
El Fondo de Cultura Económica, ha publicado recientemente Mito
de Desarrollo y la Crisis de la Civilización, del peruano Oswaldo
Rivero, quien plantea “un pacto de supervivencia” para lograr un “equilibrio físico social
entre la creciente población urbana y los recursos vitales que serán seriamente
afectados por el cambio climático”.
En el año 1992, la Conferencia de la Tierra, en Río de
Janeiro, acuñó “el desarrollo sostenible”, con la firma del Programa 21, por
108 jefes de Estado, con el fin de orientar la planificación de largo plazo.
Pero el balance real indica el
incumplimiento de sus acuerdos, empezando por la mayoría de firmantes, y las
empresas comerciales más importantes,
suscritas en el Consejo empresarial
mundial de desarrollo sostenible.
Desde la otra orilla, para los pueblos indígenas que representan el
cambio climático o los cambios que ellos perciben año tras año, no es novedad y están
preparados a cualquier variación brusca que se da en la Cuenca Amazónica, zona
reconocida como la mayor reserva de agua y bosque del planeta. Van más de dos
décadas de la cita de Río y la deforestación y la contaminación se agudizan.
En un Taller de Periodistas, organizado en víspera de la
COP20 en Lima, por Page – Partnership for Action on Green economy - iniciativa
de cuatro agencias de la ONU y del Estado peruano, un corresponsal holandés preguntó a los panelistas sus puntos
de vista sobre la “TV chatarra”, como un
elemento nocivo para la educación ambiental.
La taxativa respuesta de una de las representantes del canal
5TV de Lima fue: “…existe la tv chatarra
porque existe población chatarra”.
Gran sorpresa causó al centenar de comunicadores invitados sobre
esa irresponsable “tesis”, alejada de
la ética, solidaridad y del “libre mercado”. Al respecto, la UNESCO en el Día
Internacional de la Libertad de Prensa
2014, incide en la práctica de la participación. “Las nuevas tecnologías no
sólo están modificando la dinámica de los medios de comunicación en relación
con los contenidos, sino que contribuyen también significativamente a crear
nuevas formas de que los medios interactúen con su público”.
La gestión de los flujos de información se está convirtiendo
en una cuestión cada vez más crítica para el futuro de la industria de medios
de comunicación. Por lo tanto, “alentar la participación es clave para la
supervivencia de los medios de comunicación en un mercado competitivo, al
tiempo que constituye una oportunidad para trabajar con el público”.
En cambio, la experimentada comunicadora Mávila Huertas, afirmó
que el consumo no ha significado el bienestar, sino una alienación permanente, con trabajos cada
vez más alejados de la realización de las personas. El caso peruano es patético
por el creciente centralismo, agudizado por crisis del agro, terrorismo y
narcotráfico, cambios ambientales como: recalentamiento de la atmósfera,
deterioro de la capa de ozono, sequía, catástrofes, efectos en la biomasa
marina, etc.
Una economía verde supone el crecimiento del ingreso, el
empleo y el bienestar humano a través de inversiones públicas y privadas que
mejoran la eficiencia energética, el uso de recursos y previene la pérdida de
biodiversidad y degradación de los servicios eco sistémicos, reduciendo la
contaminación y las emisiones de carbono.
Jason Deputy, del Instituto
Global Green Growth de Londres, se pregunta: ¿Por qué es importante el
crecimiento verde?:
Por la existencia de beneficios a través de las tres
dimensiones del desarrollo en el corto plazo: Por reducción en los daños
causados por emisiones y contaminantes. Uso eficiente de los RRNN,
particularmente Energía, Agua y Tierra. Mejoramiento de los activos naturales y
de los bienes y servicios derivados.
Una economía verde facilita los cambios que reducen los
riesgos de catástrofes en el largo plazo, y crea las nuevas fronteras del
crecimiento a través de la innovación. Inclusión social amplia y reducción en
la vulnerabilidad. Crecimiento de negocios y oportunidades laborales en
sectores emergentes. Infraestructura eficiente, accesible y resistente.
V |
De Foro Educa |
A manera de conclusión, puedo afirmar que una acción en pro
de la conservación del mundo debe identificarse
con todos, ser intensa, innovadora y ejercitar la capacidad de indignarse
frente a la indiferencia o la anomia. Concluyo, volviendo a las páginas de The Myth of Development and Crisis of Civilization: “Estamos frente
a una crisis de civilización. Las colonias del ayer nos han superado porque no
invertimos en educación”. El conocimiento es integral, multidimensional. Las
humanidades son muy importantes, pero sin descuidar la ciencia y tecnología.
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