Jorge Zavaleta Alegre. Cambio 16, Madrid.-
El "baguazo", La violencia concebida por los ideólogos liberales, autores del
“El Otro Sendero” y del “Perro del
hortelano”, de Hernando de Soto con el Instituto Libertad y Democracia y el
entonces presidente Alan García, convierten al pequeño agricultor en pieza del neo
latifundismo.
Las reformas
agrarias de los años sesenta y setenta propiciadas por los
gobiernos de Belaunde y
Velasco Alvarado, han sido reconvertidas en grandes latifundios trasnacionales,
con un ejercito de asalariados que
emigró de la comarca andina a los desiertos, hoy convertidos en fuentes de
alimentos para las principales urbes de Europa y EEUU, dejando pobreza
encubierta en salarios de escasez.
La relación entre la geografía y sus antiguos pobladores, que
antes no se tenía en cuenta, ahora es una realidad imposible de ser ignorada. Los títulos de
propiedad individuales de los campesinos,
inventarios y procesos que endeudaron al Estado con la banca multilateral - BID-BM-CAF- y sus dependencias
como Cajas Municipales, Rurales y Bancos locales , fueron una pantomima, porque
los títulos de propiedad han facilitado la
reapropiación forzada, tan igual o peor que hace medio siglo, porque el salario
insuficiente impide financiar educación o
cuidar la salud de la familia.
El Kusu, el pueblo
awajun, sobre la cima de la Curva del Diablo, muy cerca de Bagua, el 5 de junio,
junto con los niños tomando lanzas y los adultos ndígenas con ropa de
camuflaje más una cocona, fruta local, envuelta
en un trapo con gasolina, representan una bomba lacrimógena. Los deudos rezan ante
una cruz de los deudos perdidos el 2009,
por reclamar la incursión a sus tierras.
Ese día fallecieron 33 personas y una desapareció. Ninguna autoridad del
gobierno está inmerso en el juicio.
Ha pasado medio lustro para que uno de los juicios comenzara:
el de la Curva del Diablo. Los 52 nativos acusados por la muerte de 12 policías
son civiles e indígenas. “Tenemos un Poder Judicial que no quiere ser intercultural,
no hay intérpretes awajun ni wampis para la primera audiencia, para que
expliquen algunos actos dentro de la cosmovisión awajun”, dice uno de los
defensores. En los procesos hay indígenas, civiles y policías, pero ninguna
autoridad.
“AMAZONÍA SIN MITOS”
Es una edición del BID,
cuidada por Gabriel García Márquez en
1992, en la que señala un inventario de este infinito territorio: que la cerámica más
antigua del hemisferio occidental se encontró cerca de Santarem, Brasil, en la cuenca
amazónica. En unas pocas hectáreas de ese vasto laboratorio del mundo hay más
especies de árboles nativos que en toda América del Norte, y en una sola de
ellas viven tantas especies de hormigas como todas las de Inglaterra. Su
superficie, que ocupa solamente el siete por ciento de la Tierra, constituye
más de la mitad del patrimonio biológico del mundo. Sus ríos tienen la quinta
parte de toda el agua dulce del planeta, y el sistema hídrico del Amazonas es
el tributario mayor de todos los océanos.
Más de 20 millones de personas viven en ese enclave de
fascinación, poblado de mitos milenarios y simplificaciones fantásticas que han
terminado por confundirse con la realidad. Es, en la imaginación del mundo, el
último reducto del paraíso terrenal. Y sin embargo, es un paraíso en extinción,
cuya agonía lenta y silenciosa es una amenaza dramática para la supervivencia
de la humanidad.
Siempre se creyó que el mundo se acabaría con un cataclismo
bíblico. Pero la realidad es más tremenda: el mundo empezó a acabarse hace
mucho tiempo, por obra y desgracia de la degradación ambiental. Los datos son
pavorosos. Se estima que cada hora desaparecen seis especies por la destrucción
masiva de bosques tropicales. En sus orígenes, muchas de las tribus que
habitaban las selvas amazónicas, conscientes de sus propios estragos, mudaban
de residencia cada cinco años para reducir al mínimo el desgaste de su medio
ambiente. Sin embargo, esta sabiduría atávica se ha ido olvidando y
extinguiendo, por la acción de predatoria de intereses extraños a la región,
que, destruyen año con año cinco millones de hectáreas.
Es así como muchas de las dinámicas nativas de preservación y
supervivencia han sido derrotadas. En la actualidad, de los seis a nueve millones
de indígenas que habitaron la Amazonia secular, no quedan más que algunos
grupos exiguos y dispersos. Sólo en lo que va de este siglo, 90 tribus enteras
han dejado de existir. Sin embargo, en el análisis del deterioro amazónico no
se puede pasar por alto la falsa ética de los países desarrollados, que
circunscriben el desastre ecológico del mundo al deterioro de los bosques
tropicales.
En realidad, las causas más graves provienen de aquellos
mismos países: la contaminación del aire y de las aguas con toda clase de
desechos, el calentamiento de la atmósfera, el adelgazamiento de la capa de
ozono, la amenaza del holocausto nuclear. Y la más impune de todas: la
injusticia social y la pobreza crónica, que hacen estragos ambientales a lo
largo y ancho del continente y, en última instancia, en todas las zonas
marginales de los propios países desarrollados. En ese sentido, la salvación de
la Amazonia no puede ser solamente una proeza colosal de sus depositarios naturales,
sino una cruzada inaplazable del género humano.
Este informe de la Comisión
Amazónica de Desarrollo y Medio Ambiente - se funda en la concepción de una
Amazonia que va mas allá de la fascinación y los mitos: una Amazonia de carne y
hueso, de trabajo humano, de historia humana, de rostros humanos y esperanzas y
futuros humanos.
Por desgracia, esos esfuerzos descomunales y solitarios han
sido rebasados por la realidad.
Inclusive viejos investigadores que han publicado sendas
investigaciones, se han convertido en “ocultos” defensores de las depredadoras de la
Amazonía y acusan y amenazan a
los pocos profesionales que se internar al bosque a conocer la verdad y terminan siendo enemigos de
dirigentes corruptos y de “académicos” atrapados por los halagos de petroleras
y capitales endosados vía ongs faltos de
ética.
LA MAGNITUD DE LA EMERGENCIA
Por lo general, las determinaciones políticas tienen mayor
repercusión en la conciencia internacional que las emergencias ecológicas, y
los intereses del Estado mueven más a la reflexión que las penurias de la naturaleza.
El reto, en consecuencia, es conseguir un cambio en la
mentalidad del mundo ante la magnitud del problema. En esta nueva corriente investigación académica hay varios profesionales. Conversamos con la psicóloga
Jessica Oliveira Bardales, de origen brasileño, con una prolongada adolescencia en
Iquitos, es una. acuciosa académica latinoamericana, que nos entrega algunos “Apuntes desde
La Orilla Verde”, como parte de un Proyecto Nacional e Identidad.
En primer lugar considera que la tesis del perro del
hortelano (aquello que no come ni deja
comer) fue la mirada desde la cual el ex
presidente Alan García, pretendió convertir en Política de Estado para la
Amazonía, ese inmenso país que:
“Ocupa más del 60% del
territorio del Perú, pero que alberga, según censo 1967 al 13.4% de la población nacional. Según la misma
fuente, la población que habita en comunidades nativas es 332,975 personas - 9% de la población amazónica,
1,21% de la población censada, cuyas
poblaciones agrupadas suman 13 y según el INEI y el Fondo Nacional de Población de las NNUU, censos 2007, XI
Censo de Población y VI de Vivienda, y
el II Censo de Comunidades Amazónicas: “No existe otro país en el continente
americano con más familias lingüísticas que el nuestro.”
La pedagògica exosición de J. Oliveira, con la experiencia y sabiduría amazónica, opina que la selva está de moda, según dicen algunos, y
emprende un breve retrato cultural: Los programas de TV, incluyen un o una “charapa” entre sus
personajes, aunque se mantienen los estereotipos de siempre. Ninguna descripción, pero un gesto por mil palabras.
Cita al pintor amazónico Christian Bendayan, quien gana el Premio Nacional de Cultura 2013 en la categoría Creatividad. La comida amazónica está presente cada vez más en los restaurantes. Hoy es mucho más fácil encontrar
a un paisano Loreto-Italiano y Loreto-Peruano que tienen su spot Marca Perú.
Existe Cantagallos en Lima, una suerte
de sede diplomática shipiba en el Centro
Histórico de Lima, donde se toman decisiones nacionales.
En este universo citadino, cobra mayor presencia en la agenda política
y el imaginario social a raíz de los hechos en la Curva del Diablo, del 5 de
junio del 2009. Lo amazónico aparece ahora de manera constante, aunque en el
pasado era una historia lejana y fugaz
vinculada al boom extractivo del caucho, del petróleo, el
maderero.
Ahora, de manera progresiva, ofrecen
en las calles y mercados Cantagallos, barrios representativos , mostrando innatas habilidades de su artesanía multicolor, enriquecida con ritos,
leyendas e historias que encandilan a niños
y a personas que en el pasado cercano aún mantenían distancia por los misterios y grandezas de la dimensión de esa mayor
riqueza hídrica del planeta y de la preocupación ambiental.
Las regiones amazónicas de Perú, afirma categóricamente J. Oliveira, con
argumentos sólidos, mapas, fotografías y rodeada de expresivas ambientalistas, que
describen las fronteras de Ecuador, Colombia,
Brasil. No es casual que el Perú
haya elegido como la nueva ruta hasta
China, como en los viejos tiempos de la
ruta de la seda, en otras latitudes.
Entre los amazónicos, no se desconoce los crímenes del
Putumayo, aquellos que acompañaron al capitán Cervantes en su
revolución independentista, y que reúne muchos de un presente más allá
de la reserva con que los antiguos investigadores mantenían
su prestigio reservado en
cenáculos.
Adquiere especial valor, el aporte de Jessica Oliveira, cuando revela
hallazgos en las bibliotecas de Loreto y
del Brasil sobre el movimiento del 5 de agosto de 1821,
cuando Iquitos se levantó en armas contra el gobierno de Leguía que
tramaba entregar territorios a Colombia:
“Contra la traición fue el slogan revolucionario. Luego de tomar el control de la ciudad apresaron a las autoridades del
Gobierno Central. Luego se estableció el
Gobierno Federal de Loreto, que recibió el apoyo unánime de toda la Amazonía. Dicha gesta tendría una segunda fase 10 años
después con la recuperación de Leticia y
la guerra peruana colombiana en la que se combatió a orillas del Putumayo. Corría los años 1932-1933.
Adelantándose a la intención del Gobierno de Leguía, en
cederle a Colombia el puerto de Leticia (Tratado Salomón – Lozano, 1924), estalla
la revolución Federal en Iquitos, que la
dirige el oficial Guillermo Cervantes Velásquez, el cual 12 años
antes había peleado como sargento en el
combate de la Pedrera, en 1911, a
orillas de Caquetá, expulsando a las tropas colombianas invasoras.
COROLARIO TEMPORAL
Lo que empezó en un
movimiento de protesta patriótica
contra la política anti popular y traidora del
Gobierno, derivó en la fundación y establecimiento de un Estado Federal
Amazónico, con
gobierno, ejército y
moneda propios pero, lo más importante, sin desconocer la peruanidad (Revista
Digita Arqueohistoria.
Durante el conflicto peruano-ecuatoriano en 1995, los
llamados héroes del Cenepa, al
igual que los anónimos del baguazo,
fueron los que guiaron a las tropas peruanas en la selva del Cóndor.
La capacidad del ser
humano y la paciencia tienen
límites. desde el otro lado, El Amanecer
de los Andes, se escucha …:
”Alan te pedimos que vengas acá a nuestro territorio para que
nos paguen las deudas que tienen con nosotros…Nosotros los awajun-wamps no te
hemos elegido para que nos extermines sino para que nos ayudes, des estudios a
nuestros hijos que ahora has matado. Nosotros no te estamos quitando tu propiedad privada, no te hemos
matado a tus hijos, tu familia. ¡Ya nos exterminaste, ahora quedamos
sin NADA¡
Corolario. La lucha con la progresiva destrucción de la Amazonía tiene como principales y
valerosos defensores a sus pobladores
nativos y poblaciones urbanas. Son tiempos, en los cuales la Consulta Previa, es un deber moral de las
empresas-Estado democrático-ciudadanía y especialistas jóvenes, imbuidos en profundidad de cuidar el
ambiente en que vivimos. Procesos como
los de Texaco-Chevron, en el Ecuador, no
pueden repetirse.
Los comuneros ya han
buscado y encontrado el tiempo perdido, creyendo en la vida y en el libre
vuelo de sus aves y mariposas multicolores.
Esa es y debe ser respuesta a quienes con subterfugios pretenden
burlar la destrucción de los
bosques y la civilización amazónica.
Jessica Oliveira, recordando su niñez en las playas temporales del Amazonas, concluye este diálogo: "Desde la Orilla Verde".
Publicado en Cambio16 de Madrid, Argenpress de Buenos Aires, El Mercurio y una red de los idiaios más representativos del Perù,
Publicado en Cambio16 de Madrid, Argenpress de Buenos Aires, El Mercurio y una red de los idiaios más representativos del Perù,
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