La Ciudad calata o Ciudad soñada

Romero Caro Manuel,  comentarista de Gestión, diario  que fundó en 1990, nos ofrece hoy un espacio aparentemente distinto al lenguaje de la economía política, reproduciendo un correo  de un amigo  suyo, con el  título de  La  Ciudad calata. 

Cuándo será el día, que  una ciudad del Perú, no nos ofrezca el drama, la crisis, la  bárbara  urbe de Lima, que multiplica cada minuto la muerte como un acontecimiento normal.  El tránsito nos revela el  grado  de atraso, de miseria y la abismal  diferencia  entre unos pocos que tienen mucho,  confort y seguridad, y una densa mayoría cada vez mas extensa, cuyas vidas no tienen ningún valor. El Perú es una combi repleta, sin rumbo, como su capital  nacional y sus principales urbes. Los alcaldes no podrán hacer nada sin participación de la ciudadanía y en tanto existan propuestas infames como construir muros alrededor de los parques y calles.

Cuándo será el día que una ciudad del Perú  tenga un tranvía, un tren, una vía por la cual todos, absolutamente todos, podamos viajar juntos, compartiendo el mismo asiento, como suele ocurrir en cualquier  capital  del mundo civilizado, con  identidad nacional, sinónimo  de ciudad, de modernidad .
A propósito de esta reflexión que todos debemos hacerla para mejorar la ciudad, reproducimos el correo   de Manuel  Romero Caro, quien a  través del diario Gestión, la sociedad peruana tiene oportunidad de acceder al  conocimiento de la economía como ciencia social, tan necesaria que nos desnuda cada día la cruda realidad. Podremos cambiarla¨?jza, PapeldeArbol.

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La Ciudad calata

(Les paso un correo que me envió un amigo a raíz del “caso Liendo”, que supongo  hemos visto. en un fotografía  en primera página de El Comercio) MRC

Un señor llamado Liendo, y otro señor cuyo nombre no recuerdo, desnudaron a toda la ciudad. Nos agarraron calatos. El primero hizo lo que hacen un millón de conductores al día: infringió prepotentemente una norma de tránsito, adelantando su vehículo en contra del tráfico. Simple, nada del otro mundo, así se ganan su alguito todos los días un millón de conductores, y la policía, por lo general, mirando a otro lado.

Ante el hecho, el otro señor, desde su vehículo, le llamó la atención. El infractor respondió, primero en forma cachacienta (cosa que hacen un millón de conductores cada día), luego con insultos (que también esgrimen un millón de conductores por día), luego con escupitajos, y finalmente amenazando con una pistola. Ya esto último no lo hacen un millón de conductores, supongo que porque no tienen pistolas.

La única diferencia entre este episodio y el millón de situaciones semejantes que ocurren cada día no es la pistola: es que el hecho fue grabado y difundido.

Y toda la ciudad quedó desnudada. En la cara de Liendo vimos a ese millón de liendos que agreden a quien se le ponga delante con su vehículo. Ese millón que necesita llegar primero, que se mete por donde no debe, que no respeta tu señal de voltear y acelera para no dejarte hacerlo, que te mete el carro a la prepo para ganarte el espacio que tú, pacientemente, estás esperando que te llegue, en medio del caos descomunal del tráfico y de la hediondez sicológica.

Yo tuve (¿lo recuerdan?) un grave accidente de tráfico por causa de la imprudencia asesina del conductor del automóvil en que venía. Quiso ganarse el espacio, se metió a 100 por hora por el carril que no debía, se encontró con un camión, y nos estrellamos. No está en la cárcel, la policía lo dejó ir ("accidente") y me pasé tres o cuatro meses en recuperación. La única diferencia con Liendo es que este liendo no necesitó pistola para jodernos. Y ciertamente, nadie grabó el incidente... si bien, según me dijeron, salió en TV... Pero como no había pistola de por medio, la cosa quedó como noticia, una más de todos los días.

No nos engañemos: Liendo es uno más de todos los días. Solo que a este lo filmaron.

Por eso, si miran bien a ese señor Liendo, verán que es igualito a un montón de liendos que se mueven todos los días manejando todo tipo de vehículos, desde destartaladas combis hasta lujosos bemevés.

La ciudad ha sido calateada, y la podemos observar en toda su vergüenza.

Entretanto, los candidatos a alcaldes se preparan para "debatir".
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Los vecinos de Manuel Liendo Rázuri, el hombre que amenazó con una pistola a un conductor en San Isidro, emitieron un comunicado rechazando su actuar violento y denunciaron que dicha conducta agresiva es continua.

"Expresamos nuestra preocupación debido a que compartimos áreas comunes con este propietario quien en reiteradas oportunidades ha mostrado conducta violenta y prepotente en nuestro edificio", se lle en el comunicado enviado por los propietarios del edificio Prado Alto, en Magdalena. 

(El Comercio de Lima, 23.09-2018)