Jorge Zavaleta Alegre
Las Ciencias de la Comunicación es la nueva denominación
del periodismo, en sus diversas manifestaciones, debido a la trascendencia de la tecnología que domina al mundo desde comienzos
del Siglo XXI*
Creo oportuno, reflexionar sobre las opiniones y el
diagnóstico sobre el violento caos
social, tomando las lecciones que nos ofrece
el periodista Segundo Javier Llanos
Horna-SJLLH, autor de ocho obras literarias, doce textos académicos y cuatro históricas.
Segundo Llanos, nació en Chuquizongo en 1936, muy cerca
de Santiago de Chuco, tierra del poeta universal César Vallejo.
Lleva más de 60 años escribiendo, ahora columnista de los diarios La República
de Lima y El Herald News de Dallas. Ostenta, entre otros premios, de la
Pontificia Universidad Católica del Perú. Fue corresponsal del
Diario La Prensa, de propiedad de Pedro
Beltrán, un empresario dividió la relativa libertad
informativa, y su apasionada opinión sobre el liberalismo en economía y
su anticomunismo visceral, no obstante
que la década del sesenta los
movimientos socialistas se multiplicaban por Cuba, Nicaragua, Panamá, Perú, Vietnam,
el célebre Mayo del 68…
Rica y extensa es la lección de vida que nos ofrece Llanos
Horna: "La Declaración de Ariel" que propició el
3 de junio de 2010, se suma como
homenaje a la Primera Independencia del Perú,
y abre sus puertas a cuanto
escritor se sume espontáneamente
a este propósito reivindicador de la
verdadera identidad de la literatura liberteña “que debe afirmarse en la deontología y ser ajena a falsos protagonismos y gratuita
notoriedad”.
Manuel Jesús Orbegozo, uno de los pocos periodistas que
recorrió la Otra Mitad del Mundo, cuando Occidente negaba visas para esa
travesía, comparte con SJLLH, cuando él alentaba que el periodismo de este siglo
debe ser no solamente informativo sino
también interpretativo y más aún, formativo o de opinión.
Los periódicos que se
condensan en lo “informativo”, tratan de ocultar y disfrazarse como objetivos,
a pesar que todas sus páginas son amarillas y/o rojas. Sangre a borbotones, son
agencias informativas de las comisarías,
de los cárceles y jueces famosos por sus
violaciones a las leyes…
Los blogs, las redes sociales, las grupos de comunicaciones como El
Mercurio de Madrid, Panoramical de
Milán, Diario16, Cambio16 de España, Ojo
Público de Lima multiplican lectoría, porque consideran que es posible hacer un nuevo periodismo que trata de satisfacer esa vocación del
lector que no se satisface con la simple
información. “Precisan de lineamientos, caminos que los conduzcan a encontrar por
qué ocurren esos hechos y cuáles son sus proyecciones, si es bueno o es malo”.
Segundo Llanos es claro y tajante cuando afirma que en los
libros de Periodismo informativo y Periodismo Pedagógico “quedó claro que el
mito anglosajón y especialmente estadounidense como valor supremo de la noticia
es una interesada falacia.
El periodista no puede ser un simple intermediario entre el
suceso y la noticia publicada. Está llamado a transportar los límites de la
información para convertirse en un real auténtico comunicador que palpite desde
el pueblo, con el pueblo y para el pueblo. "Cuando los medios se autodenominan
de comunicación social, no comunican ni asumen su responsabilidad".
Para concluir este comentario al trabajo romántico que SJLLH,
el poeta Andrés Aguirre Lynch, da la bienvenida al autor y destaca su gran
aporte a la sociedad, en estos “tiempos
en que, flagrantemente, se sigue marginando la voz del pueblo y que “no todos
los que opinan desde los medios los valores de la verdad y el servicio”.
No obstante estos abismos de la realidad, García Márquez
señala que el periodismo es el oficio
más bello del mundo. En ese horizonte,
Queda en mi memoria cuando recordaste un pasaje de los años sesenta, cuando el dueño del latifundio más grande de América, Casagrande, intentó impedir que dieras cuenta desde La Prensa, la caída de una avioneta de su propiedad en la cual, encontraron una cartera de una dama trujillana. Al llegar las presiones hasta el director del diario que trabajabas como Corresponsal, recibiste el respaldo con la máxima: "La información es libre, déjeme a mi la Opinión".
Queda en mi memoria cuando recordaste un pasaje de los años sesenta, cuando el dueño del latifundio más grande de América, Casagrande, intentó impedir que dieras cuenta desde La Prensa, la caída de una avioneta de su propiedad en la cual, encontraron una cartera de una dama trujillana. Al llegar las presiones hasta el director del diario que trabajabas como Corresponsal, recibiste el respaldo con la máxima: "La información es libre, déjeme a mi la Opinión".
*Jhon Hogenberg, profesor
norteamericano y periodista en diversos diarios, ignora el término cruzada
porque proviene de los libros de cuentos, prefiere hablar de campañas,
investigaciones, “un trabajo demoledor”
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