https://www.youtube.com/watch?v=5OwDRoEI86M Mensaje papal contra la corrupción
Profesor de la Universidad de Corea del Sur
Choledades.
ACIERTOS
Y DESACIERTOS
Desde que Alberto Fujimori Fujimori ocupó la presidencia de la República del Perú (28 de julio de 1990), gracias a los votos de los cristianos protestantes, apristas, comunistas y otros simpatizantes, fue protagonista de decisiones y hechos positivos y lamentables.
Desde que Alberto Fujimori Fujimori ocupó la presidencia de la República del Perú (28 de julio de 1990), gracias a los votos de los cristianos protestantes, apristas, comunistas y otros simpatizantes, fue protagonista de decisiones y hechos positivos y lamentables.
Algunos
de sus logros positivos son: 1. Recuperación económica del país que había quedado
en ruina por los malos manejos de su antecesor Alan García. 2. Derrota de los
movimientos guerrilleros Sendero Luminoso y Movimiento Revolucionario Tupac Amaru
que causaron caos al país y mataron a mucha gente inocente. 3. Imposición del
orden en el país. 4. Visita de muchos lugares alejados llevando ayuda y
progreso a donde otros presidentes no habían llegado.
Sin
embargo, Fujimori también cometió muchos errores y delitos por seguir sus
propias ambiciones o por no poder controlar a los que lo rodearon: 1. Cierre
del congreso (5 de abril de 1992) para silenciar a los opositores. 2. Cambio de
la Constitución (1993) para hacerse reelegir una y otra vez. Si se hubiera
retirado después del primer período y hasta del segundo período, hoy sería
admirado y recordado con gratitud. 3. Corrupción (“virus social” como lo ha llamado
también el Papa Francisco) de las instituciones como las Fuerzas Armadas, Poder
Judicial, Poder Legislativo y Ministerio de Salud. Algunos videos que pudieron
salir de los depósitos seguros demostraron los sobornos. 4. Persecución y
desaparición de civiles por las fuerzas militares y paramilitares. La masacre
en Barrios Altos y el arresto y matanza de 9 estudiantes y un profesor de la
Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta) son
recordados por los familiares. Los restos quemados de las víctimas de La
Cantuta son evidencias. 5. Control de los medios de comunicación. 6. Campaña de
planificación familiar convertida en esterilización de miles de mujeres del
área rural. 7. Renuncia a la presidencia (noviembre de 2000) desde Japón donde se
refugió por tener también la ciudadanía japonesa.
Si Alberto Fujimori hubiera obrado
como un noble japonés, como pretendió hacer creer posando para la foto con ropa
y espada de samuray, no habría huido del Perú para renunciar la presidencia por
fax. Un noble no huye de la justicia, la enfrenta con dignidad pase lo que
pase. 8. No asumir su responsabilidad mediata por la desaparición de muchos
civiles. Sin pedir perdón sigue repitiendo: “Soy inocente”. Si él es inocente,
¿quién o quiénes son los culpables de tantos delitos de lesa humanidad?
INDULTO
Y BOFETADA
El
24 de diciembre de 2017, en la víspera de la Navidad, los peruanos recibimos la
sorpresiva noticia de que el presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, había concedido
el indulto humanitario a Alberto Fujimori en el décimo año de una sentencia de
25 años de prisión por violaciones de los derechos humanos. Fue llevado al
hospital para justificar que estaba en estado grave. Después de unos días de internamiento,
por milagro de algún santo o por alguna medicina mágica, salió del hospital sonriente,
saludando a los periodistas y a los que estaban en las inmediaciones. Para
llamar más la atención, todo fue de día. El indultado, ya libre, llama la atención
de la prensa. Y la peor bofetada a todos los pobres y a sus adversarios fue alojarse
en una mansión con árboles y piscina que cuesta 5 mil dólares estadounidenses por
mes. Dice que sus amigos pagan el alquiler. “Muchos son / los que se ocultan/
bajo las flores. / Ahora más que en otros tiempos / de las glicinas crecen las
sombras” (Ariwara No Narihira).
Los
familiares de las víctimas, ninguneados y desprotegidos en Perú, han presentado
sus demandas ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Ahora el
gobierno peruano habla de reconciliación nacional, del perdón al autor mediato
de los crímenes y de la necesidad de voltear la página como si nada hubiera
ocurrido. ¿Perdonar a quien no asume su culpa? No es el momento del perdón sin
arrepentimiento sincero; es la hora del cumplimiento de la justicia.
UNA
HUMILDE PETICIÓN
Los
Fujimori, desde 1990, se han convertido en personajes de la tragicomedia
política del Perú. La hija Keiko ya estuvo como primera dama por la separación
de sus padres, y ha fracasado dos veces tratando de llegar a la presidencia del
Perú. El hijo Kenji también hace esfuerzos por llegar a la presidencia. Y desde
el congreso los fujimoristas, que tienen la mayoría absoluta, tumban ministros,
aprueban leyes según sus conveniencias y obstaculizan al Poder Ejecutivo.
Si
la familia Fujimori tiene, realmente, algo de nobleza, que haga un gran favor al
Perú alejándose de la política. Sin las intrigas de los Fujimori, quizás el
Perú marche mejor. Perú no es una
Fujichacra ni Fujilandia.
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