Jorge Zavaleta Alegre
Asistimos a
una guerra de supervivencia por falta de
trabajo. Mientras los viejos, eufemísticamente tercera edad, violan leyes para mantenerse
en un puesto, mediante la jubilación que exige la ley, reemplazando con un contrato por servicios.
Detrás de esta figura legalista, muy presente en las
universidades públicas, el ejéricito de subempleo crece
cada día en perjuicio de los jóvenes. Entre ambos
ejércitos, reinan las autoridades públicas que avalan subterfugios para privilegeliar
a los docentes en edad de jubilación,
aunque la edad no siempre significa experiencia y más conocimientos.
En América
Latina, esta endeble legislación, no es
tan evasiva como en el Perú, en tanto viene
provocando la pérdida de muchos jóvenes,
que con maestrías y doctorados en centros de
gran prestigio y fuera de sus
fronteras nacionales,no logran espacio en sus antiguas aulas.
En
latinoamérica se vive evocando el pasado como privilegio intocable, pero
realidad se desvanece con la ausencia del dominio de las herramientas modernas para
la enseñanza.
Es
ampliamente aceptado que la sociedad del conocimiento implica saberes
diferentes, que la dinámica de los cambios es muy elevada, que las
interacciones procesos/productos/actores son claves.
Los Cuadernos
de Sebastián Donoso D. y Oscar Corvalán V, invcluyendo universidades de China o
Costa Rica sostiene que las capacidades implican que el mundo del trabajo ha
cambiado sustancialmente y se avizoran realidades indescriptibles bajo los
modelos con los cuales se funcionó hasta hace unos años.
Y ampliar los
años de servicio a docentes en edad de jubilación cierra espacios para los jóvenes, que
se ve obligados a emigrar por vías informales o sumirse en la desocupacion local.
El “ espacio
público” de la educación técnica y profesional es diferente. La formación de nivel
secundario está en crisis, sus raíces son profundas y se evidencian por la pérdida gradual del valor social de la
educación técnica de nivel superior que va reemplazando crecientemente a la formación
de quienes conducen a especializaciones más competitivas y “globalizadas”,
gracias a la tecnología.
En este marco
conviene conocer y analizar los alcances
de los Community Colleges, con carreras de dos y cuatro años, para los millones de
jóvenes que no encuentran caminos intermedios para su ingreso al trabajo. Por cierto este tema exige mayores
comentarios, y dejar prejuicios en una sociedad global.
Vemos hoy que la pobreza del adulto mayor en
América Latina, plantea una primera pregunta. ¿Cuáles son las ciudades más
pobres de Estados Unidos?}
La respuesta
la vemos en el hambre y la pobreza no sólo en países subdesarrollados, tambiénNen
los países considerados más ricos,
poderosos y democráticos del mundo, como puede ser Estados Unidos, España,
Italia.
Europa Press,
en el 2015, señaló que a pesar de los avances en pensiones conseguidos en las
últimas dos décadas, la cobertura para adultos mayores no ha superado el 30% en
gran parte de los países de la región.
¿Mejorará el
panorama en el futuro?.La pobreza del adulto mayor en América Latina para 2010
había 10 adultos por cada 100 adultos en edad activa y se espera que para 2100
la cifra aumente a 50.
Según el Banco Mundial y gracias a innovadoras reformas en los sistemas de pensiones, América Latina amplió la cobertura pensional a 11 millones de personas mayores de 65 años que antes no tenían acceso de ninguna forma. .
En el informe
“Más allá de las pensiones contributivas: catorce experiencias en América
Latina” de 2013 se explica que en la última década se ayudó a 1 de cada 3
personas mayores de 65 años sin cobertura a acceder a ella.
El alto grado
de informalidad en los países de la región ha sido el principal obstáculo de
los sistemas de pensiones para incluir a la mayor parte de la población debido
al fuerte carácter contributivo de los sistemas desde mitad del siglo XX.
En toda
América Latina, el promedio de contribución al sistema de pensiones como
porcentaje de la población económicamente activa (PEA) es de 42% en la última
década.
En 2010, mientras que en países como Chile y
Uruguay los cotizantes superaban el 60% de la PEA, en Bolivia, Paraguay y Perú
no supera el 30%. Colombia mantenia a cerca del 37% de la PEA. En Promedio al
región en las últimas dos décadas solo logró aumentar en 5 puntos la
participación.
El impacto
del sistema de pensiones en países como México, El Salvador, Perú, Ecuador y
Paraguay era bajo, debido a la casi nula cobertura de los adultos mayores más
pobres.
Colombia,
Costa Rica, Ecuador y México están otorgando pensiones sociales como mecanismo
para reducir la pobreza y la asistencia social enfocándose en la población más
vulnerable. A pesar de que se han hecho notables avances, es necesario
desarrollar mejores políticas destinadas por un lado a reducir la informalidad
en la zona, el principal problema de la cobertura pensional.
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