Profesor de Liiteratura en la Universidad de Corea del Sur
Los
relatos sobre la fruta manzana y su simbología en la extensa región de Eurasia (Asia
y Europa unidas porque no hay océanos, desiertos y altas montañas que las
separen) son tan antiguos, variados e interminables como los relatos sobre el
zorro en el mundo andino. Atuqpa
rimayninqa ushakantsu (El cuento del zorro nunca se acaba).
Fruta bíblica. La
Biblia, libro sagrado de tres
religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e islamismo), dice que el gran
pecado del primer hombre, fue haber probado el fruto prohibido de un árbol que
estaba nada menos en medio del Edén. Dicen que este árbol era un manzano. Y Adán
fue expulsado del paraíso por comer una provocativa y exquisita manzana roja
como la representan muchos pintores.
Tengo
la terrible curiosidad de saber qué clase de manzana habría tentado al
protoabuelo Adán para que él no pudiera resistirse. ¿Una manzana seductora en
medio de Edén, solamente para mirarla porque la divinidad había prohibido
tocarla y comerla? ¡Qué terrible tortura para el pobre humano Adán!
Dicen
también que de este relato viene el nombre popular de la laringe: manzana de
Adán o nuez de Adán.
Fruta de la discordia. La
mitología griega narra sobre sobre la disputa de belleza de Afrodita, Hera y
Atenea, tres diosas vanidosas. Los dioses, enterados del pleito femenino, evadieron
sus responsabilidades nombrando al príncipe Paris como juez para que diera la
manzana a la más bella. Como la astuta Afrodita prometió al príncipe ayudarle a
conquistar a la hermosa Helena, éste le entregó la manzana. Las dos perdedoras,
disgustadas y heridas en la vanidad, provocaron la guerra y se vengaron. Hasta
las diosas tenían sus debilidades.
Blancanieves.
En este relato, recogido por los hermanos Grimm (Jacob y Wilhem), la víctima de
la manzana es la princesa huérfana Blancanieves. La madrastra, al oír que el
espejo mágico decía que la princesa era más bella, trató de eliminarla con el
cazador y con la peineta envenenada. En el tercer intento, la misma reina, disfrazada
de vendedora de frutas, le dio una manzana envenenada a Blancanieves. Ella
comió la fruta y se desplomó. Los siete
enanos, en vez de enterrarla, la pusieron en un ataúd de cristal donde un príncipe
la encontró, se enamoró y la revivió.
Isaac Newton
(1642-1727). Se dice que el descubrimiento de la ley de gravitación universal se
debió a que una manzana le cayó perpendicularmente mientras descansaba debajo
de un manzano.
Apple.
Una manzana mordida es el logo de la empresa multinacional estadounidense de
productos electrónicos. Un mordisco es siempre un atrevimiento no sólo en la
ciencia.
Explicación etimológica
Hasta
su nombre latino malum (singular), mala (plural) sugiere cierta analogía fonética
con el mal. Alguien, sin estudios de la lengua latina, apenas escuchando o
viendo lo escrito, no pensará que “mala”
significa “manzanas”. Triste destino de la fruta, complicada con tantos problemas.
En
el idioma castellano la palabra manzana aparece discreta y disfrazada. Ocurre
que el botánico y agricultor Cajus Matius Calvana (s. I a C) tenía una huerta
de manzanos que producían los mejores frutos. Una vez tuvo muy buena cosecha de
una variedad que él había experimentado, y quiso vender sus manzanas. El que
vende, donde sea, trata de convencer a los clientes diciéndoles que su
mercadería es única. Después de llenar las frutas en las cajas, un empleado o el
mismo Matius escribió “mala matiana”
(manzanas matianas o manzanas de Matius) para distinguirlas de otras. Una
publicidad comercial que nos remonta a esos tiempos. De allí, por
simplificación del uso popular comenzó a pronunciarse mazana, manzana, sin
tener en cuenta el plural original. Demostración de que el uso también se
convierte en ley.
Y
a los hispanohablantes del Siglo XXI, aunque ignoremos las complicadas
historias de esta fruta, oyendo o pronunciando la palabra manzana, inmediatamente
se nos despierta el apetito y tenemos muchas ganas de dar un mordisco a la
fruta tan provocativa y deliciosa. Es que hay mucha variedad de manzanas. Por
su consistencia: duras y suaves; acuosas y harinosas. Por su sabor: dulces,
ácidas y agridulces. Por su color: rojas, verdes, amarillas y anaranjadas. Hay
manzanas para todos los gustos.
Proverbio:
“La manzana podrida corrompe a las demás”. Una verdad que demuestra la
popularidad de la fruta. Pero, ¿por qué manzana y no otra fruta? Podridas,
todas son corruptoras. Así la manzana sigue en problemas.
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