Papel de Arbol

viernes, 25 de noviembre de 2016

JOSE SARAMAGO, LA FAO y LA FALSARIA REINA DE LA QUINUA


  
José  Saramago, Premio Nóbel de Literatura, convocó a cientos de jóvenes cuando en
1990  visitó Lima  y dio una extraordinaria conferencia en el zoom de la  Universidad de Lima, conocida en el universo académico como uno de los mejores centros de formación de gerentes de empresas y profesionales de negocios,

En esa oportunidad única, Saramago inició su exposición, con las siguientes palabras: "El  día que yo muera, quiero que sobre mi tumba escriban el siguiente epitafio: "Saramago murió indignado".

Quien podría imaginar que un cuarto de siglo después, una de las ex alumnas de esa  Universidad Peruana, provoque tanta indignación nacional, que colegas como  César Arias  Quincot  y otras voces libres, advierten el peligro de la indignación, propuesta que  siendo legítima, sirva de pretexto para que un juez defienda a la acusada de persecución  política. Con protesta o silencios, el  guión esta dieñado. Veamos.

Pese a ese riesgo, mas vale la libertad que vivir amenazado por la reacción que pudiera asumir un Juez para el caso de Nadine Heredia,egresada de los claustros de la  Universidad de Lima  y después primera dama del Perú, como cónyuge de Ollanta Humala Tasso, también cuestionado, entre otros ilícitos, como el sobre  valor  del  Gasoducto Sur Peruano, por más de 14 millones de dólares (incluye alza de tarifas de luz para financiar la obra). Seis meses antes, setiembre del 2015, ese mismo proyecto fue denegado por Proinversión, cuando la convocatoria fijaba el precio de 3,500 millones de dólares.  La denuncia de este delito fue liderada por el economista Manuel Romero Caro,  prestigioso profesional, de conducta intachable, a través de Gestión, diario que él  fundó  en 1990.

En esta circunstancia no cabe sino  felicitar al director general de la FAO, ex ministro del presidente Lula del  Brasil, por tan acertado nombramiento de Nadine Heredia, como un  premio a su Majestad de la Quinua y puesta en valor uno de los cultivos emblemáticos del Peru milenario,

Hay que darse cuenta  que la Reina de  la Quinua, promovida por un afiatado equipo,  fue  el paso previo  de una  estrategia,  que evidencia la condenable  conducta de cierta burocracia internacional, para guarecer  a asaltantes de fondos públicos,  como es el caso del  GSP  en manos de Odebrecht (empresario condenado a 19 años de cárcel) y que benefició a una  ex unversitaria para que  ocupe un escritorio en  Ginebra. 

Los pueblos y agricultores del Perú, sin duda están indignados por las conductas de los  farsantes. Leamos el poema a la Quinua:
AT
En las últimas yugadas de la primavera
sembré mi quinua.

En las noches descienden los enjambres de Sagitario

con instrumentos de labranza;

trabajan en la cúspide del tallo

intercalándose a los agricultores de Orión y a los técnicos

de las Pléyades;

construyen represas y acueductos

y abren cavidades para depositar

la combustión desparramada de la cosmoenergía.


Las raíces presionan a los líquidos

para que se apuren en el acarreo de los solubles,

las hojas sintetizan las cadenas biocorpusculares

dándose la mano con las formas que las esperan

en los alveolos donde se originan las flores.


Mi Padresol, permite las deviaciones

levógiras y dextrógiras de las oxidaciones;

mi Padresol aprovecha de la Luna

para graduar la energías que les remite;

mi Padresol, con su rotación determina el fin

de la inflorescencia y guía a los ovarios en la recepción del polen

mi Padresol, dona el vestuario para el matrimonio masivo;

mi Padresol, conglomera a los recién nacidos

en la cumbre de la planta

y recibe uno a uno el homenaje de sus hijos.


Con agua, y estregar de manos

decortizo la quinua;

ayer, aún en tallo, la golpeamos con palos;

semanas antes se la arrancó de raíz;

mañana será molida,

¡Perdón, perdón!


Mis leucocitos tienen quinua blanca,

mis hematíes, quinua roja:

los sagrados colores de mi símbolo:

¡cuántos millones de banderitas en mi sangre!


Efraín Miranda, Choza (101-102)







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