Jorge Zavaleta Alegre
“Hay que pensar más en el medio plazo y el crecimiento
sostenible” dijo
En el marco de la Asamblea del Fondo Monetario Internacional y el Banco
Mundial que se realiza en Lima, Nobel Joseph Stiglitz urgió la noche del
viernes a “reescribir las reglas del
mercado”, de modo que se haga más énfasis en el combate de la desigualdad, y en
especial las del sistema financiero para que “sirva de verdad a la economía
real”.
“Debemos dejar de lado el pensamiento al corto plazo, las
empresas constantemente pensando en términos de trimestres”, explicó Stiglitz
en una conferencia sobre “Desigualdad, Crecimiento y Reformas Estructurales”
“Hay que pensar más en el medio plazo y el crecimiento
sostenible”, apuntó, al recordar un reciente reporte del Fondo que apunta a que
las sociedades con menos desigualdad registran un crecimiento más sólido.
TESTIGO
DE DENTRO
Stiglitz, que fue economista jefe del BM entre 1997 y 2000 y
es conocido crítico de las recetas neoliberales, señaló que es importante
recordar además que “las normas han sido escritas por alguien” y no por “una mano
invisible”, por lo que pueden ser “revertidas”.
Cargó, en concreto, contra el concepto de reformas
estructurales, algo que, a su juicio, “no significa mucho” y esconde más que
ilustra.
“La pregunta es qué diseño y sobre qué aplicamos estas
reformas”, dijo acompañado Videgaray; el presidente del Eurogrupo, Jeroen
Dijsselbloem; el segundo vicepresidente del FMI, Min Zhu, y la directora
ejecutiva de Oxfam, Winnie Byanyima.
Stiglitz, de 73 años, aseguró que se ha centrado demasiado el
debate en las cuestiones de “austeridad”, como único modelo para salir de una
recesión.
Agregó el profesor de Economía de la Universidad de Columbia
en Nueva York, en la necesidad de “las reformas del sistema financiero, para
que sirva a la economía real, que es su cometido original, y no solo en
beneficiarse a sí mismo, como hemos visto en EE.UU. en los años previos a la
crisis”.
REGION MAS DESIGUAL DEL MUNDO
Byanyima, por su lado, recordó que Latinoamérica es la región
“más desigual del mundo”, mientras que su recaudación fiscal es una de “las más
bajas del mundo”.
Joseph
Stiglitz, consejero del gobierno de Clinton (1993-1997) y vicepresidente del
Banco Mundial (1997 y 2001), es un ferviente crítico de la globalización descontrolada.
Sus
críticas al neoliberalismo y a la política del Fondo Monetario Internacional
desplegadas en su último libro, El malestar de la globalización, han
suscitado una polémica mundial de
imprevisibles consecuencias.
El denuncia
que la economía mundial está en manos de las grandes superpotencias y analiza
los errores del mercado y los efectos catastróficos que esos fallos causan en
el Tercer Mundo.
Además,
el Nobel pone en tela de juicio los dogmas rígidos y lucha para que la
política, con ayuda de los expertos en economía, dirija los procesos sociales
mundiales, en lugar de que sean éstos quienes se rijan por los intereses de los
medios financieros.
PREGUNTAS
Usted ha exigido una reforma de estas instituciones. ¿Qué fallos
ha observado en dichas organizaciones?
-Mi cargo como vicepresidente y Economista Jefe del Banco
Mundial fue decisivo para conocer de primera mano el funcionamiento de estas
instituciones. Me llamó la atención que debía superar muchas dificultades para
conseguir reformas convenientes y aún me resultó más difícil hablar
públicamente de dichas reformas.
En todas las sociedades democráticas antes de tomar medidas
políticas se debe promover sobre todo el diálogo público. Sin embargo no
existen debates públicos sobre dichas medidas políticas.
“En mi opinión, dijo Stiglitz, esto se debe a la gestión y al
funcionamiento de estas instituciones”.
¿Quién toma las
decisiones?
La dirección del FMI, que está formada por ministros de
Economía y jefes de bancos centrales. éstos son los únicos grupos que tienen
voz y voto. Pero las decisiones que toma el FMI tienen una repercusión
inmediata en las tasas de desempleo, el medio ambiente y la sanidad pública.
-¿Puede poner un ejemplo?
-Por supuesto. La intervención del FMI en Tailandia llevó a
una reducción presupuestaria y a un incremento del desempleo. El gobierno se
vio obligado a reducir los gastos en medidas de prevención contra el sida, pese
a que previamente había logrado importantes avances en la lucha contra esta
enfermedad.
Cuando el FMI se retiró, el número de casos de sida volvió a
aumentar. Los programas del FMI afectan a todos los ámbitos de la sociedad,
aunque esta institución sólo esté compuesta por personalidades del mundo
financiero
-Sí, efectivamente. No obstante, no se basa en ninguna
filosofía coherente. Digamos que se mantiene gracias al neoliberalismo y desea
instalar una economía de libre mercado, lo que significa la ausencia de
intervenciones estatales. Sin embargo, mi experiencia como consejero económico
de Clinton me demostró todo lo contrario. Todos abogan por una economía de
libre mercado excepto en los campos que les atañen. Y todos están en contra de
las subvenciones, excepto las que van destinadas a sus sectores. El FMI dispone
de miles de millones para poder apoyar a los bancos. Pero cuando los pobres de
Indonesia piden un par de millones de dólares para comprar alimentos, el FMI
alega que no cuenta con dinero.
-¿Cuál es el mayor peligro del neoliberalismo?
-En primer lugar, no fomenta el crecimiento económico y, en
segundo lugar, no aumenta los niveles de productividad.
-Algunos expertos discuten esa opinión...
-Los hechos no dejan lugar a dudas. Pongamos como ejemplo
Suramérica que, digamos, refleja la historia de los mayores éxitos de la
doctrina neoliberal. Antes, Argentina gozaba de un gran apoyo por parte del
FMI. Fíjese cómo está ahora el país después de décadas de soportar las reformas
directas del FMI. Las cifras son claras: las tasas de crecimiento de las
últimas décadas apenas llegan a la mitad de las alcanzadas en los años 50, 60 y
70, es decir, antes de las reformas.
Pero aún hay cosas
peores: en los lugares donde se ha producido algún tipo de crecimiento,
solamente un 10% de privilegiados disfruta de los beneficios. Los sectores más
pobres de la sociedad siguen sin apreciar las mejoras. Es más, la mayoría
considera que su situación ha empeorado.
-Usted ha declarado que el neoliberalismo es el eje de
determinados grupos de interés, como la hacienda pública y otras elites que se
benefician del capital. ¿Cómo puede ser, políticamente, que dichos grupos de
interés puedan aceptar semejantes condiciones en los países en vías de
desarrollo?
-En primer lugar, me gustaría volver a destacar que se trata
de una especie de mantra... o incluso una especie de religión. En mi trabajo,
por el cual recibí un premio Nobel, comprobé que los mercados por sí mismos,
sobre todo aquellos de los países en vías de desarrollo, no son eficientes. El
Estado debe intervenir en esos mercados “incompletos”.
La “mano invisible”, que debería preocuparse por una mayor
eficiencia en este ámbito, es invisible porque ni siquiera existe. De ahí que
el neoliberalismo no tenga ninguna base.
CHINA
Además, países como China han conseguido atraer inversiones
extranjeras pese a carecer de dicha liberalización, sin abrir las corrientes
financieras especulativas que normalmente fluyen y se secan demasiado rápido.
-¿Por qué algunos jefes de gobiernos socialdemócratas como
Tony Blair o Schrüder apenas critican a instituciones como el FMI o el Banco
Mundial? Incluso parece la personificación del neoliberalismo.
-En ciertos países los socialdemócratas han subido al poder
temiendo a los mercados financieros.
-¿Estamos en una época de cambios de paradigmas?
En los últimos 20 años
hemos sido testigos de cómo la economía sometía a la política. ¿Ha llegado ya
el momento de que la política recupere la supremacía como instrumento de
regulación social? ¿Acaso no necesitamos ya una revolución moral?
-En nuestras decisiones debemos incluir sistemas de valores
duraderos. Algunas de las decisiones que se han tomado últimamente en EE.UU.
han demostrado que no sólo es necesaria una base económica, sino también una
base moral, sobre todo en lo relacionado con los derechos humanos.
UNA IDEA, UNA RELIGION
Stiglitz afirma “lo que hoy en día se vende como ciencias
económicas es en realidad una ideología, una religión. Por eso daríamos un gran
paso adelante si prestásemos más atención a los aspectos científicos o teóricos
de la economía en el proceso de toma de decisiones”.
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LOS FONDOS BUITRE, EL CASO DE ARGENTINA
Axel Kicillof y Joseph Stiglitz hablaron sobre
procesos de reestructuración de deuda
y lucha contra fondos buitre
El académico estadounidense le otorga al diseño de una resolución de las quiebras de países, coincidente con el planteo argentino.
Previo al encuentro con Stiglitz, Kicillof comenzó la jornada con la firma de acuerdos para desembolso de créditos por 550 millones de dólares de parte del Banco Mundial y luego participó de los distintos foros como representante de economía y finanzas de la Argentina.
También mantuvo reuniones bilaterales con Rusia y con China, para avanzar en los acuerdos alcanzados entre ambos países durante el último tiempo.
Kicillof tuvo previsto regresar a Buenos Aires en las últimas horas de la tarde de Lima, para retomar la agenda de actividades previstas en el marco de la campaña electoral de cara a la elección del 25 de octubre próximo.
Los procesos de reestructuración de deuda y lucha contra los fondos buitre fueron los principales temas que hoy abordaron el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, durante un encuentro que mantuvieron en Lima, Perú.
El ministro destacó la importancia que el aca
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