Francisco Carranza Romero*
Profesor de la Universidad de Corea del Sur
Cuando
alguien comienza sus primeros contactos con gente diferente por su cultura es
muy común que haga la comparación de los saludos que son palabras y gestos. Por eso
es muy importante su actitud: No sobrevalorarse ni subvalorar al otro diferente.
Simplemente hay que aceptar que la humanidad está constituida de personas
diferentes; ergo, de culturas diferentes. Repito, la gente está acostumbrada a
juzgar otras culturas partiendo de la suya. Muy natural, solamente que no hay
que exagerar porque ninguna cultura es paradigma o valorímetro de otras. Por
ejemplo, muchos piensan que hay sólo una fórmula de saludo como en su lengua.
¿Cómo se dice ¡buenos días!, ¡buenas tardes!, ¡buenas
noches! en quechua? Es una pregunta muy
común de los que no hablan quechua. Y se sorprenden ante la respuesta de que no
se usan esos exclamativos como en las lenguas europeas. En quechua la primera
expresión de saludo es la pregunta por la salud: ¿Cómo está? (¿Llamayllaku o Llameellaku? en Áncash) ¿Allillanchu?
o ¿Imaynalla? (en otras áreas). Es
que muchos peruanos ven a los quechuas como extranjeros teniéndolos tan cerca
todos los días.
Sigue
la sorpresa cuando se les informa que en la lengua coreana también el primer
saludo es una expresión interrogativa: ¿Añionghaseyo?
(¿Cómo está?) Este saludo va acompañado de la venia. Por esta razón, cuando los
coreanos aprenden el castellano, en los primeros días siguen con la entonación
interrogativa: ¿buenos días?, ¿buenas tardes?, ¿buenas noches?
El
lingüista Mauricio Swadesh en su libro El
lenguaje y la vida humana dice sobre un pueblo mexicano: “Los mixtecos de
la Costa Chica saludan mencionando la actividad que ven practicando al otro,
por ejemplo, “¿estás trabajando?”, o “¿estás saliendo de la casa?”
En
otras lenguas se recurre a otras preguntas: ¿Eres tú? ¿Es usted? ¿Recién? Después
de la respuesta continúa el diálogo.
Para
contestar el teléfono también hay varias formasen castellano: ¡Aló!, tomada del francés ¡allȏ! y ésta
del inglés ¡hello! ¡Hola! en algunos
países de América del Sur. ¿Bueno?
(México) ¿Diga? ¿Dígame? (España) ¡A la orden! (Colombia), ¿Sí?. Y los que hablamos el quechua podemos decir: ¿Pitan? (¿Quién es?)
¿Cómo se dice ¡gracias! en quechua?. Es
otra pregunta no sólo de los hispanos sino hasta de los mismos quechuas que no saben
esta expresión: Qamkallarchi (literalmente:
por ser tú haces eso. Es decir: Gracias a ti). Si no se convencen se les
pregunta el origen de la expresión ¡gracias!.
Muy pocos saben que proviene de la
expresión latina: Tibi gratias. Por algo todavía decimos: Deo gratias (Gracias
a dios) de donde ha pasado al castellano sólo el acusativo plural gratias. Y si
pasamos al inglés, tenemos: Thank you. Ocurre que la castellanización por casi 500
años del Perú casi ha borrado la expresión de gratitud quechua: Qamkallarchi. Actualmente, muchos
quechuas agradecen así: diusilupaki, sulupaaki, sullpay, paaki, paachi, expresiones
procedentes de la castellana “Dios se lo pague” que ha sufrido variaciones. Y
algunos lexicógrafos los datan sin explicar el origen.
¿Cómo se dice adiós en quechua? La
despedida también es diferente según cada pueblo. Los quechuas de Áncash alzan
la mano derecha, salvo que ésta esté ocupada, tanto el que se va como el que se
queda, luego dicen: Aywallaa (Me
voy). La respuesta del que se queda es: Aywallay
(Váyase bien). Los del sur del Perú dicen: Rikullani
(Me voy). La respuesta del que se queda es: Rikullay (Váyase bien).
La
expresión quechua que corresponde al castellano “Hasta mañana” es: Warayna (en Áncash). Paqarinkama (en el sur peruano).
Otra
vez cito la despedida coreana porque es aglutinante como el quechua: Añionghikaseyo (Váyase bien). Añionghikeseyo (Quédese bien. Dicho por
el que se va). Ambos se hacen la venia.
Lo
recomendable es que todos nos saludemos, pero debemos saber cómo hacerlos ya
que son los primeros pasos de la convivencia dentro de las diferencias.
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