Jorge Zavaleta Alegre.
El mercado es la palabra que divide al mundo, cuando debiera unir. Esta
palabra y sus connotaciones pasan por una necesaria innovación. El neoliberalismo que se proclamó a sí mismo
como la solución para los males del
continente y del planeta, ha generado la
crisis social más intensa y el empobrecimiento de los sectores populares, sin mayor
expectativa de superación.
Fueron y son los gobiernos
altamente corruptos y autoritarios que
impulsan el monopolio como carta pragmática desde fines del siglo XX: Menem,
Fujimori, Collor de Mello, Uribe.
Las experiencias de este siglo en Uruguay, Argentina, Brasil y Chile,
al sur de los EEUU y Europa, revelan
como el mercado, en una reinterpretación del
análisis económico, demanda la producción de bienes en manos de amplios
sectores y que el comercio sea también liderado por las mayorías.
Para ello, la ciencia y la tecnología ofrecen posibilidades de acceso para que sectores juveniles accedan al conocimiento y
por lo tanto a la organización del proceso productivo, sin intermediación
especulativa y con el apoyo de un Estado
moderno. "Al final, el fundamento de la ética es la resistencia a la crueldad del
mundo", afirman filósofos contemporáneos.
Este es un tema central que Vanguardia Revolucionaria planteó en un foro
con motivo del 50 aniversario de su fundación. Ricardo Letts, en un extenso poema, y Edmundo
Murrugarra, en meditada exposición, nutrida de testimonios,
fueron los expositores que respaldaron los puntos de vista sobre la Unidad expresada
también por los expositores convocados. Un foro, en el cual abundaron ideas, música, danza,
poesía, documentales. Una fiesta cívica, en la sede de la Derrama Magisterial
de Lima, cedida por sus directivos.
Concepto previo. El estereotipo del oligarca se resume al sujeto sin ética ni moral, dispuesto
a incurrir en la corrupción y la violencia para sostener su poder, que considera
como un derecho adquirido. Los partidos políticos de izquierda suelen tener a
la oligarquía como principal enemigo. La oligarquía es un concepto opuesto a la
democracia. Un claro ejemplo de la
actualidad son ciertas empresas multinacionales.
Los cincuenta años que cumple Vanguardia Revolucionaria en Mayo 2015,
una de las primeras organizaciones juveniles de los sesenta, se pregunta ahora si la filosofía y
acción de la izquierda siguen siendo válidas para edificar sociedades con mejores
condiciones de vida local, en
armonía con las sociedades vecinas o lejanas que son parte inseparable
del intercambio múltiple y global.
Jan Lust, economista holandés autor de La lucha revolucionaria. Perú, 1958-1967
es el estudio más sistemático y completo que existe sobre la izquierda
insurreccional, según el IEP, Fue invitado al mencionado foro, donde sostuvo que antes
de hablar del futuro, prefiere
esbozar los Ecos de los sesenta para los sueños de hoy”: Piensa que los
revolucionarios de la década de sesenta no solo tenían sueños sobre un futuro
sin explotación y sin opresión sino también pesadillas sobre lo que significa
el sistema capitalista para las grandes mayorías. Leamos sus planteamientos,
respaldada por una bibliografía al
alcance de todos:
- Los revolucionarios de la década de sesenta fueron combatientes y no
soñadores. Califica a muchos de la izquierda como soñadores porque piensan o
esperan que se pueda humanizar el capitalismo.
Frente a esta hipótesis prefiere el realismo, ver el mundo capitalista con
los ojos abiertos, tal como es: Detener el análisis a ver sus dinámicas internas,
su lógica, sus contradicciones. Y ver dónde y cómo se puede iniciar un proceso
que ayude a un cambio revolucionario de nuestra sociedad.
Se pregunta si los planteamientos de la guerrilla de sesenta son ¿válidos
para la lucha de hoy? Tales planteamientos, remarca, no son tan “actuales”
y no se aprende de eso. La problemática que la guerrilla quería combatir en sus
años fundacionales sigue siendo actual, si consideramos
el problema de la tierra, otra vez catalizadora para las actividades de la
izquierda.
¿Sobre qué izquierda hablaríamos hoy si no es protestar contra los proyectos mineros anti
ambientales. Tia María en el sur, un caso reciente?
Recuerda conceptos de los sesenta: «Desde que Belaúnde, presidente del Perú desde 1962 ningún cambio fundamental
se produjo, se olvida las promesas en el proceso electoral, cediendo más a la presión oligárquica. Belaúnde
continúa el camino de sus antecesores, permite que la International Petroleum,
la Cerro de Pasco y otros monopolios norteamericanos saqueen petróleo, cobre, hierro, plomo y zinc; […]»
Lust, se traslada
al 2015 y reemplaza a “Belaúnde” por Humala, y compara a la
situación de hoy. ¿Realmente la historia se repite, pero ahora como parodia? Según Luis de la Puente, en los sesenta el Perú estaba subordinado a los intereses de
los EU: «El grado de dependencia de Perú del imperialismo norteamericano es inmenso y
creciente. Nuestras principales riquezas están en sus manos; nuestra economía
depende de la exportación; somos una verdadera semi colonia yanqui».
En el texto “La
Revolución en el Perú” se lee: «El proceso insurreccional iniciado por el Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR), corresponde a una revolución nacional, popular,
anti-oligarquía y antiimperialista, llamada a establecer el gobierno democrático
que siente las bases para la instauración del socialismo en nuestra patria».
El ELN sostenía: «El gobierno
popular, tras la liquidación definitiva del poder político de los grandes
latifundistas, de la burguesía y de los monopolios yanquis, sentará las bases
de la sociedad socialista. […] Soberanía nacional, que solamente podrá ser
asegurada mediante la edificación de una economía nacional independiente de
tipo socialista».
Más preguntas. ¿Son válidos estos planteamientos? ¿La lucha por el
socialismo es válido hoy? ¿Cómo está la dependencia del imperialismo?
Responde que persiste la necesidad del socialismo. Un cambio
revolucionario, un cambio hacia el socialismo, puede ser defendido sobre la base de los objetivos de desarrollo generalmente
aceptados:
- Si eso significa la mejora constante y estructural de las condiciones sociales de
una parte cada vez mayor de
todo el mundo, debería implicar una ruptura con la mercantilización de las necesidades sociales básicas de la población.
- Si también apunta a un incremento cualitativo de la participación de la población en la toma de decisiones políticas y
económicas, debería significar dar a las masas explotadas y oprimidas la
propiedad, el control y la gestión de
los medios de producción.
- Este cambio radical del curso del desarrollo significaría una ruptura de la base del poder político
y económico de las clases dominantes, es decir, la propiedad privada sobre los medios de producción.
Respecto a la lucha
contra la minería. Lust coincide con una agenda que incluya la necesidad del socialismo
en relación con nuestra dependencia del imperialismo como explicaba Luis de la
Puente: -Un cambio del modelo de desarrollo dentro de las leyes universales del
capitalismo, parece ser muy complicado:
- Por un lado el
país enfrenta la dominación económica de las empresas transnacionales y los
países del “Norte”, y por otro lado el país necesita mantener el volumen de sus exportaciones de minerales
con el fin de eludir la posibilidad de una crisis de balanza de
pagos y además para financiar sus proyectos sociales y de
infraestructura.
BANCO MUNDIAL Y MINERIA
Destaca un detalle muy importante para el contexto local e
internacional. No olvidar que el Banco Mundial y el FMI, estarán presentes en
Lima en octubre, con anuencia del Gobierno humalista. El BM tiene sus acciones,
su participación, en el proyecto Conga. ¿Qué significaría si Conga realmente no
va? ¿Vamos a tener un problema con el Banco Mundial?. Revise el informe de Los Olvidados y compare la realidad con la obra cinematografica de Buñuel con el mismo título.
- El sector minero es uno de los mayores
contribuyentes a los ingresos del
impuesto de la renta y de esta manera tiene un rol importante en la “financiación” de proyectos sociales
y de infraestructura del gobierno.
- La dependencia
del imperialismo no significa que la burguesía no tiene intereses propios. Sin
embargo, los intereses fundamentales de la burguesía peruana son similares a
sus homólogos en el extranjero.
Las diferencias en
los intereses económicos y los objetivos políticos de corto plazo de la clase
dominante mundial se dejan de lado cuando el sistema se pone en duda o se
encuentra en peligro: - Piensan por ejemplo qué para el Estado peruano fue fácil financiar la contraguerrilla a través de los
bonos emitidos para estos fines en la década de sesenta.
En forma general,
la situación interna de un país no es un mero reflejo de factores externos. Sin
embargo, la situación política y económica de un país “subdesarrollado” está condicionada
por el imperialismo.
LA UNIDAD
Lust, analiza la guerrilla y la unidad de la izquierda para la toma del
poder: - La guerrilla no pensaba llegar al poder solo sino consideraba la
necesidad de la unidad. Esta era necesaria, según el ELN,
porque «solamente un pueblo unido y
organizado revolucionariamente será capaz de derrotar a las poderosas fuerzas
de la oligarquía y del imperialismo norteamericano. El divisionismo y la
desunión siempre han sido el arma más efectiva de los opresores. El enemigo
siempre trata de crear la discordia dentro del movimiento revolucionario porque
sabe que así paralizará y neutralizará su acción».
¿Qué pensaba Luis de la Puente
sobre el Frente Único?: «.. hay que tener presente que
el Frente Único no se logra como resultado de una conferencia de mesa redonda,
sino como un proceso. El grupo revolucionario, en base a su poder real, irá
aglutinando a los sectores revolucionarios, progresistas y patrióticos, y
paulatinamente irá surgiendo el Frente Único.
En una etapa muy posterior, cuando las fuerzas políticas
y sociales del país se hallen completamente polarizadas, ya serán posibles los
acuerdos entre partidos o grupos, para darle forma institucional al Frente
Único. Este mismo proceso debe ser aplicado, para la formación del Frente de
Izquierda o de Liberación Nacional. No se trata de algo que pueda surgir de una
o varias reuniones. La unidad de la izquierda, siendo conveniente y hasta
indispensable solo se logrará dentro de un proceso…».
¿Son válidos estos planteamientos para el día de hoy? ¿Pero en la década
de 80 había una unidad electoral de la izquierda, basado en negociaciones?. ¿Porque
está unidad establecida mediante una mesa de negociaciones
Unidad fracaso?
No era posible establecer esta unidad. Si el objetivo es el socialismo, no
es posible la unidad solo a través de una mesa de negaciones. Y eso justamente también la diferencia con Izquierda Unida y con
la unidad que hoy en día se trata de establecer a través del frente de
izquierda Únete. La unidad del Frente Amplio es algo diferente.
-La unidad de la izquierda. ¿Para qué?
Considero la unidad de la izquierda necesaria. Pienso que necesitamos
una unidad en base de temas programáticas. Pero estos temas programáticos deben
enmarcarse dentro de una estrategia de largo alcance. No debe ser una
confluencia programática solamente en visto a las elecciones. Y esta estrategia
debe apuntar a la toma del poder por el pueblo, a la toma de poder para
instalar el socialismo.
La unidad de la izquierda se ve únicamente en términos electorales.
Además, no tiene nada que ver con la problemática de un cambio del sistema. Lust
menciona a Raúl Wiener cuando señala que todos aquellos que dicen “la unidad se
hace en la acción”, es decir “los que contestan con generalidades”, “están muy
despistados en relación a una disputa de envergadura nacional, contra grandes
poderes, o no tienen ninguna intención de “disputar” y prefieren quedarse como
predicadores incomprendidos”.
En relación con el tema de elecciones, el ELN, a través de su líder Héctor
Béjar, decía lo siguiente: «En otras palabras, hay que decirle
claramente al pueblo, que con elecciones no se
conquista el poder y que hacer de la recolección de votos, el objetivo
fundamental no pasa de ser una tarea divisionista e ilusoria. No creo que la
constitución de una fuerza política capaz de enfrentarse a los partidos de la
burguesía sea, de por sí, un hecho negativo. Lo negativo es reemplazar la lucha
política revolucionaria por la lucha electoral. Hay que distinguir entre el
éxito inmediato y los principios. Ganar amigos, conquistar varias decenas de
miles de votos para una candidatura de izquierda puede ser, efectivamente, un
éxito. Pero suele ser un fracaso a largo plazo, una derrota de los principios
frente a las limitaciones de una lucha circunscrita de antemano a un plano
“legal” que es ilusorio y mentiroso para un pueblo que, como el nuestro, ha
sido arrojado a la ilegalidad permanente. Quienes se lanzan entusiasmados a la
construcción de una gran maquinaria electoral se niegan a reconocer que la
tolerancia del poder oligárquico hacia la actividad electoral de la izquierda,
está íntimamente ligada a la estabilidad del sistema en su conjunto, a su
perdurabilidad; en la medida en que participemos en el juego y obtengamos
pequeñas ventajas, contribuiremos al fortalecimiento de un régimen político que
es, precisamente, el que debemos destruir».
El MIR: «Decíamos alguna vez que si el pueblo del Perú en una campaña gigantesca y
millonaria hubiera conocido y creído las plataformas de los distintos grupos de
izquierda y hubiera votado mayoritariamente por revolucionarios; decíamos, que
aún en ese caso hipotético, los problemas del Perú no hubieron podido ser
encarados ni menos resueltos. [...] Es que el poder político es expresión del
poder económico, contando con la garantía de la fuerza armada. El sistema
imperante está perfectamente acondicionado con métodos, medios e instituciones,
que sirven únicamente para defender los intereses de la minoría privilegiada.
Es ilusorio, ingenuo, infantil pensar que la oligarquía y el imperialismo se
van a dejar arrancar el poder real con sonrisas en los labios, pactos,
componendas o nobles invocaciones».
¿Son válidos estos
planteamientos? ¿La lucha electoral es válida para una organización que busca
contribuir a instalar el socialismo? Pienso que la unidad no debe buscarse con cualquier partido que se denomina
izquierda, y, en relación con eso, la participación en las elecciones deben
estar determinadas por los planes de la organización en relación con el
objetivo final.
- Es necesaria la unidad de izquierda revolucionaria: ¿Qué es? En el número
1 de Vanguardia Revolucionaria de
1964, se lee lo siguiente:
«Los auténticos izquierdistas son revolucionarios. Creen que la reforma del
capitalismo es imposible como lo prueba una infinidad de experiencias
históricas y afirman que el enfrentamiento popular a la violencia capitalista
conduce al poder, apelando a lucha insurreccional. El nuevo orden social así
creado no podría ser otro que el socialista. La izquierda revolucionaria es,
por lo tanto, socialista y marxista».
- La unidad de la izquierda no
debe ser un tema de debate sino la consecuencia de una confluencia programática
y de la acción de las diversas organizaciones y grupos de la izquierda. Eso es
un proceso muy concreta y de ninguna manera una generalidad.
Pero eso significa estar
enraizada en la sociedad, tener organizaciones de base y, sobre todo, tener la
confianza de los pueblos peruanos. Si la izquierda no logra eso, estaríamos
solamente capaces de participar en procesos electorales bajo el nombre de
unidad y en base de un programa de alcance tan corto que una victoria en las
elecciones se convertiría en una derrota estratégica del programa del cambio
revolucionario.
Algunos pasos. Los expositores coinciden en la unidad de la
izquierda. Por cierto, este propósito tiene que ser un mecanismo para llegar al
poder para nunca más dejar este poder e iniciar un proceso que irrevocablemente
cambie las relaciones sociales de producción. Algunos pasos se ven, con sus características
propias, en Bolivia, Uruguay, Argentina, Venezuela, Nicaragua, El Salvador,
Ecuador.
EL VERBO TRENZAR
El Comité Malpica, que
suscribe su presidente Ricardo Letts,
proclama la necesidad de desarrollar la lucha política enarbolando,
trenzando espacios, formas y niveles de confrontación, teniendo siempre al
centro como el alma de acero de la Trenza, al movimiento consciente y
organizado de las masas populares, trabajadoras y productoras, independiente y
soberano, correctamente liderado; procurando siempre mantenerlo enlazado con
todo el desarrollo político y social que se pueda lograr-con los mismos objetivos-
a nivel de la súper-estructura del Estado en los espacios legales, formales que
existan; trenzando estos primeros aspectos con una autentica y muy correcta
capacidad de desarrollar acciones de autodefensa que signifiquen violencia
justa y legítima y que aseguren mantener y consolidar lo alcanzado.
HOMENAJES
VR, al celebrar sus
50 años de fundación expresa su Homenaje: Alfonso Barrantes,
Carlos Malpica, Luis de la Puente, Jorge del Prado, Horacio Zeballos,
Javier Diez Canseco, Gustavo
Mohme, Laura Caller, Magda Portal,
Rosita Alarco, Manuel Scorza, Javier
Heraud, Isidoro Gamarra, Efraín Franco Guardia, César Benavides Carrasco,
Pedro Huillca, fallecidos.
Ricardo Napurí, Genaro Ledesma,
Aníbal Quijano, Delfina Paredes.
Artistas populares. El Jilguero
del Huascarán, Manuel Acosta Ojeda, Gonzalo Rose, Delfina Paredes…..
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Los años sesenta representan la insurreccion guerrillera de Cuba, el nacimiento organico del feminismo,
las primeras reformas sociales en Perú, empezando por la reforma agraria, la efervescencia sindical, los movimientos juveniles, Mayo 68, la revolucion cultural china. Al foro convocado por VR "Voces de los sesenta para los sueños de hoy" participaron en cuatro mesas: Amandina Quispe, con el tema campesinado y pueblos indígenas. Gustavo Espinoza, Movimiento Obrero y CGTP. Mujeres y feminismo, Victoria Villanueva.
La mirada desde las ciencias sociales fue explicada por Nelson Manrique, Jan Lust, Ernesto Toledo, Ricardo Caro.
Los protagonistas políticos: Hugo Blanco, Alberto Moreno, Verónica Mendoza y Ricardo Letts Colmenares.
En otro momento: Ricardo Gadea, Héctor Béjar, con un mensaje grabado, Guillermo Bermejo y Edmundo Murrugarra.
Los años sesenta representan la insurreccion guerrillera de Cuba, el nacimiento organico del feminismo,
las primeras reformas sociales en Perú, empezando por la reforma agraria, la efervescencia sindical, los movimientos juveniles, Mayo 68, la revolucion cultural china. Al foro convocado por VR "Voces de los sesenta para los sueños de hoy" participaron en cuatro mesas: Amandina Quispe, con el tema campesinado y pueblos indígenas. Gustavo Espinoza, Movimiento Obrero y CGTP. Mujeres y feminismo, Victoria Villanueva.
La mirada desde las ciencias sociales fue explicada por Nelson Manrique, Jan Lust, Ernesto Toledo, Ricardo Caro.
Los protagonistas políticos: Hugo Blanco, Alberto Moreno, Verónica Mendoza y Ricardo Letts Colmenares.
En otro momento: Ricardo Gadea, Héctor Béjar, con un mensaje grabado, Guillermo Bermejo y Edmundo Murrugarra.
Agencia Andina. Violencia Tingo María, Mayo 2015 |
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